Trasversales
José Manuel Roca

Rajoy escenifica otra escena


Revista Trasversales versión electrónica, junio  2006

Se veía venir. La derrota de Rajoy ante Zapatero en la primera parte del debate sobre el estado de la nación lo presagiaba. Y había que encontrar un pretexto para que, en la segunda parte, Rajoy pudiera resarcirse y merecer la confianza de los energúmenos de su partido. El pretexto fue el intempestivo anuncio del PSE de reunirse con Batasuna, con el cual Rajoy ha escenificado la ruptura con el Gobierno.
El pretexto es fútil, porque el gobierno de Aznar se entrevistó con Batasuna, en secreto, y con ETA, como luego se supo, pero el imprudente anuncio de Patxi López (ZP debería poner un poco de orden en sus filas) en mismo día en que se celebraba el debate le ha venido bien a Rajoy para romper el breve acuerdo, lleno de condiciones, por otra parte, con Zapatero sobre el proceso de paz.

 Poco sabemos de las luchas internas en el PP, pero Rajoy no está dispuesto a dejarse adelantar por la derecha y ha vuelto, tras un breve paréntesis en este tema (en los demás la bronca sigue), a la estrategia puesta en marcha en marzo de 2004 de crear al Gobierno dificultades en todos los frentes, con el fin de provocar un adelanto electoral. 

Hay que recordar que la campaña viene de lejos: desde decir el que el Estatut había sido pactado entre ETA y Carod a acusar a Zapatero de mendigar una tregua a ETA y de hacerle concesiones anticipadas. Recordemos que Rajoy exigió a Zapatero que no se permitiera la anexión de Navarra al País Vasco, como si eso se estuviera negociando con alguien. Así, pues, hay continuidad entre la frase de Rajoy de que Zapatero mendiga una tregua y la reciente de Acebes de que el proyecto de Zapatero es el mismo que el de ETA.

Así, pues, el motivo es trivial, insignificante, pero ha servido para reanimar la bronca y el hostigamiento, que es donde el Partido Popular, como partido de extrema derecha, se siente cómodo. Y como siempre, tampoco esta vez ha faltado el recurso de los dirigentes del PP de mentir gritando y acusar a los demás de lo que ellos hacen: de romper el consenso constitucional y el pacto antiterrorista.

Este pacto lo rompió Aznar en marzo de 2004, al no convocar al PSOE ante el peor atentado terrorista de la historia de España, y siguió rompiéndolo en la medida en que lo utilizó para deslegitimar la victoria electoral del PSOE. Y el consenso constitucional fue con UCD, la mitad de los 16 diputados de Alianza Popular rechazó la Constitución en el Congreso, e incluso Aznar se manifestó públicamente contra ella. Así que menos rollo. La anunciada ruptura responde a otros propósitos: es una pataleta de Rajoy para resarcirse del ridículo que hizo en la primera sesión del debate, volver al terreno en el que el PP se encuentra más cómodo, calentar los ánimos de cara a la próxima manifestación convocada por la Asociación de Víctimas que preside Alcaraz, que es ya una organización de masas del PP, y de paso, ante el refrendo del día 18 en Cataluña, incentivar la campaña contra el Estatut impulsada por Piqué (y por Carod ¡Qué cosas!).


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