Trasversales
José Luis Redondo

Irán y la extensión del armamento nuclear


Revista Trasversales versión electrónica, junio  2006

Hay que felicitarse de que se haya impuesto la línea negociadora de la Unión Europea con Irán frente a la amenazante de USA. Sólo ante la falta de respuesta de Irán se le llevaría ante el Consejo de Seguridad de la ONU.
Irán ya controla los aspectos técnicos del enriquecimiento del Uranio que pueden llevar (con un fuerte desarrollo industrial) a la consecución de la bomba atómica de fisión. Puede, sin embargo, dejar suspendido este proceso como una amenaza para el futuro, si le interesan las garantías que se le están ofreciendo, de mantener el combustible para centrales nucleares así como otras ofertas económicas y políticas. La alternativa es que continúe el desafío hacía la posesión del armamento nuclear y una escalada de tensión que favorecería la posición norteamericana.
Se ha escrito que Irán tiene el mismo derecho que otros países a convertirse en potencia nuclear. El discurso sobre los derechos en torno a las bombas atómicas no comprende el problema de la diseminación de este armamento. Cuánto mas países le tengan mas fácil serán las guerras nucleares locales, con el aumento de destrucción total y diseminación radiactiva con peligro para toda la humanidad. Pero ya se sabe que el discurso de la razón engendra monstruos.
Lo que el caso de Irán debe poner en primer plano es la importancia del desarme nuclear. Hay que plantear a la opinión pública la importancia de aplicar en todos sus términos el Tratado de No Proliferación Nuclear, no más países con este armamento y desarme progresivo de los que lo tienen. Hay que aceptar la importancia de la OIEA, como organismo internacional para el control de todo lo relacionado on la energía nuclear.
Se trata, a partir de los problemas que se presentan, de avanzar en la gobernación desde instancias internacionales de uno de los más graves peligros que amenazan a la humanidad y a la propia Tierra.


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