Trasversales
Miquel Monserrat

El cinismo "constitucional" de Rajoy

Revista Trasversales número 4,  versión electrónica, otoño 2006



Por fin lo han dicho claro. El Partido Popular propone más de una docena de modificaciones en la Constitución. Objetivo: recortar la descentralización y limitar el ámbito de actuación de las Comunidades autónomas.

Yo creo que la Constitución se puede y debe reformar, aunque en otro sentido. Pero el cinismo del PP es descarado. Les hemos aguantado meses y meses bramando que ninguna falta hacía reformar la Constitución y los estatutos. Montaron la marimorena con el Estatuto de Cataluña.
Y, sin embargo, han apoyado estatutos cuyo articulado tiene una carga identitaria mucho más fuerte que el catalán, y cuyas estipulaciones financieras son semejantes a las de éste. Por último, la guinda: ¡a (contra)reformar la Constitución! Y no con cinco o seis cambios, como sugirió el Gobierno, sino… catorce.

Por mi parte, la mayor parte de las reformas constitucionales que me gustarían no son posibles hoy por hoy, ya que sin un acuerdo del PSOE y del PP no habrá tales reformas. Así que me limito a sugerir dos urgentes, sobre las que no debería haber discrepancias:

- Por un lado, la supresión de la primacía masculina en la sucesión a la Corona. Yo soy republicano y espero que a Felipe no le suceda ni niña ni niño, sino una República (con presidenta), mejor pronto que tarde. Pero mientras haya monarquía, y aún queda algún tiempo, no es admisible ninguna discriminación de la mujer.

- Por otro, la abolición definitiva de la pena de muerte. La Constitución española la admite si figura en el Código militar. Ahora no está en esa ley, pero bastaría modificarla, sin tocar la Constitución, para que hubiese pena de muerte en España. España ha abolido la pena de muerte legalmente, no constitucionalmente. Es una vergüenza.


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