Trasversales
Luis M. Sáenz

El error de Miguel

Revista Trasversales número 6,  primavera 2007, versión electrónica



Miguel Sebastián ha sido víctima de una campaña feroz tras las acusaciones infundadas y contradictorias del señor Conthe (dicho sea de paso, estas cosas no le pasarían al PSOE si no confiase en tal tipo de personajes arrogantes). Gallardón se sumó a ese linchamiento. Así es.
Pero Miguel se equivocó en su debate con Gallardón. De hecho se equivocó en varias cosas, al meter la guerra de Irak con calzador cuando no venía a cuento, en citar tantas veces a la señora Aguirre como contrapunto a Gallardón, en decir ingenuamente la frase "estoy perdido", etc. Pero sobre todo se equivocó en su pregunta sobre la "operación Malaya".

Se equivocó, en primer lugar, en la "escenificación" de la pregunta, blandiendo revistas con fotos de Corulla y poniendo en primer plano las "relaciones" y no "las operaciones", ya que, teniendo en cuenta los cotilleos aparecidos en diversos medios amarillistas, daba pie a diversas interpretaciones y a numerosas especulaciones.
Pero se equivocó, sobre todo, por dejarse llevar por el gusto al espectáculo propio de tantos políticos, por ese afán de sorprender, de parecer ingenioso, de llamar la atención. Odio esa lógica del "yo no acuso, yo sólo pregunto", tan usada por el PP en temas como el 11-M o ETA. Me insultan al hacerlo así. Si un político tiene datos sólidos que apunten hacia asuntos turbios en la gestión urbanística en mi ayuntamiento, no quiero que me someta a un juego de verdades y mentiras, quiero que exponga el caso directamente, con los datos esenciales, y pida responsabilidades por ello o, al menos, aclaraciones o una investigación. Es verdad que al día siguiente Sebastián adoptó ese enfoque y empezó a decir a qué operaciones se refería, lo que permitirá investigarlo y llegar a una conclusión, sea ésta la que sea. Pero el error ya estaba cometido, tendrá un precio electoral y así debería reconocerse.

Una vez dicho esto, sigo decidido a votar a Sebastián, pues me parece que presenta el proyecto para Madrid más atractivo entre los que están presentes (por ejemplo, la operación Gran Vía sería un cambio radical en la ciudad), aunque sea insuficiente en varios aspectos y aunque mi candidato preferido hubiese sido Pedro Zerolo. Pero ni voy a dejar vía libre a la derecha porque no me gusten algunas cosas que hagan los candidatos de la izquierda, pues mi voto electoral no es "voto de castidad", ni voy a callarme mis opiniones críticas, pues mi voto electoral no es "voto de silencio". Claro está que pendiente queda la renovación de la izquierda en Madrid y que, una vez pasadas las elecciones, tendremos que reflexionar sobre las enfermedades que nos aquejan, pues una cosa es que a la hora de votar elijamos pragmáticamente entre lo que hay, ya sea PSOE, IU o Los Verdes, y otra muy distinta es que los ciudadanos nos sometamos a un "voto de obediencia" ante las estructuras anquilosadas y conservadoras de todos los partidos políticos madrileños.

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