Trasversales
Sonia Tridente

Príncipes, princesas y jueces

Revista Trasversales número 7,  julio 2007, versión electrónica


No me gusta el famoso chiste de El Jueves. Pero eso nada tiene que ver con una orden judicial de secuestro de la publicación y con la acusación contra sus autores que podría llevarles a la cárcel.

Que una monarquía parlamentaria, o sus jueces, no aguante que se burlen y mofen de ella, eso sí que es de chiste. Lo menos que se puede pedir a las altezas de las anticuadas monarquías que aún quedan en varios países democráticos y a sus magistrados es que aguanten que de ellas se diga, sea o no cierto, que "no dan palo al agua". ¿Dónde quedaría la chanza y el jolgorio de la plebe si no puede llamar, con o sin acierto, gandules a los miembros de las familias reales? No pasa nada por eso. Semana tras semana montones de chistes se mofan de funcionarias y funcionarios, con dibujos que les muestran en las más variadas dedicaciones ajenas a las propias de su oficio, sin que ningún juez salga en su defensa ni el funcionariado se subleve. No sean tan serios, por favor.

Aunque podría ser que lo perseguido sea que se muestre a Felipe y Leticia en pleno "acto sexual". Tampoco es para tanto, hombre. El sexo es saludable y el mundo iría mejor si algunos se dedicasen más a él (con peras, manzanas o macedonias) y menos a la guerra, los negocios sucios y otras actividades vergonzosas. Además, muchos personajes públicos han sido caricaturizados de forma parecida sin que se hayan tomado medidas.
El buen juicio aconseja no llegar a juicio. Retírese tan absurda acusación y el secuestro de la publicación.

Y ahora diré lo que no me gusta de la viñeta: tiene un marcado sesgo machista. Texto e imagen vienen a transmitir la misma idea: Leticia como pasiva "herramienta de trabajo" de Felipe. Me parece un chiste despreciable… pero publicable y que no debe ser perseguido. Aunque las "autoridades" deben aceptar un margen de burla mayor que el común de los mortales, no quiero negar a Leticia y Felipe el derecho a defenderse frente a supuestas injurias, pero ni hay injuria en este caso ni es conveniente que un juez inicie el procesamiento de oficio.
Reciban Leti y Felipe el consejo de una republicana: hagan gestiones discretas para sugerir que este disparate no siga adelante.



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