Estimo y admiro la labor de Bernat Soria y espero mucho de él como ministro. Pero eso no es incompatible con la crítica. Me ha dejado de piedra escucharle recomendar en la cadena SER tener "pareja estable" como protección frente a ciertas enfermedades. Pues vaya, habrá que ponerse a buscar "pareja estable" como quien va a la farmacia a comprar medicinas. Con tales consejos, la estabilidad de las parejas no será un fruto natural de las relaciones entre dos personas, sino un objetivo "sanitario".

En primer lugar, ya tenemos bastantes curas predicando, así que no necesitamos ministros que se sumen a esa labor. Los ministros no tienen nada que decir respecto a con cuántas personas "nos acostamos".

En segundo lugar, no hay "grupos de riesgo" -¿promiscuas y promiscuos en este caso?- sino "prácticas de riesgo". No se trata de con quién lo haces, sino de cómo lo haces. La tarea del ministerio es explicar las precauciones que pueden tomarse para evitar determinados contagios y transmisiones, no establecer modelos de comportamiento sexual.

En tercer lugar, es peligroso. ¿Puede una persona abandonar toda precaución simplemente por tener pareja estable? ¿Y quién le asegura que su pareja, por muy estable que sea, no tiene otras relaciones?

Basta ya de cesiones a la visión clerical del mundo..