En poesía:
CARLOS EDMUNDO DE ORY


Con autorización del autor. Los poemas aquí reproducidos  (Iniciativa Socialista, nº 71, invierno 2003-2004, primera etapa de la hoy revista Trasversales) forman parte de "Clausi tenebris carcere", en La flauta prohibida, Zero, 1979, Bilbao. Con todo nuestro agradecimiento, por la simpatía y generosidad con que nos ha recibido y, sobre todo, porque sus libros nos han ayudado a tener nuestros propios sueños sin imponernos los suyos.


A MODO DE INTRODUCCIÓN.
La voz de Carlos Edmundo de Ory (Cádiz, 1923) es extremadamente singular, no homologable, poesía-acto que no disimula que su origen es el cuerpo. Un cuerpo que, desde el amor y la rabia, la risa y el llanto, “escoge la libertad por compañera”. Más allá de convencionalismos y etiquetas que quieren “biografiar” en pocas líneas aquello a lo que sólo se puede acceder desde nuestra propia experiencia al leer (¡en voz alta!, si es posible), recordar y recrear, Ory nada tiene que ver con escuelas y corrientes, ni admite discípulos o babosa y pánfila adoración. En todo caso, es creador de laboratorios, no de iglesias o cuarteles. Alguien que nunca ha soñado barato, pues eso es aún peor que no soñar. Y, también, un hombre bueno, un rebelde radical que supo recordarnos que no hay cualidad más profunda que la de no saber hacer sufrir, como nos transmitió en un brevísimo poema más subversivo y sabio que todas esas doctrinas e ideologías apegadas al poder y a la dominación. Desde 1970, cuando en mis manos cayó una antología editada por Edhasa, nunca he dejado de volver a la obra de Carlos Edmundo de Ory, no a la manera de quien coloca la etiqueta “ya visto” a libro, museo o ciudad tras una fatigosa visita, para repetirla, quizá, veinte años después con similar ánimo catalogador, sino cómo quien siempre retorna allá donde la pasión alienta, hoy a contemplar solamente este cuadro, mañana a deambular por aquella callecita en la que late la vida o, mejor aún, a perderse en aquel laberíntico pero maravilloso barrio donde siempre descubres que el más valioso de los derechos humanos es el derecho a crear, no en tanto que privilegio de las élites sino como derecho, potencia y capacidad universal de cada ser humano. Luis M. Sáenz

ESTIMO URGENTE

Estimo urgente
que no falten alas ni alimento
Estimo urgente
el pensamiento libre como liebre
Estimo urgente
abrir calle al primero que no calle
Estimo urgente
el destete en las tetas etiquetas
Estimo urgente
el respeto a la vida mental y elemental

¡Grande es la gente y todo es ur!
Ur el control de la energía nuclear
por los niños y las niñas
Ur la limpieza de la sociedad
más bien sucia edad
Ur el descubrimiento de una nueva fe
que no sea neo ni neófita
Ur el establecimiento del palacio de invierno
de un gobierno mágico

Gente de todos los días
sin ideologías
Gente de todas las noches
sin coches
Gente de todas las horas
sin mecedoras
Gente de todos los minutos
sin lutos


ORACIÓN POLÍTICA

Señor ¿cómo estás? Yo mal
No ejerces ni se te llama
El hombre enfermo guarda cama
El mundo es un viejo hospital

Gracias a ti tú sí estás sano
con las mejillas coloradas
Hasta ti no llegan las espadas
ni el humo del incendio humano

Mas nosotros los que sudamos
hartos de tanto vil trabajo
cruzados de brazos sólo estamos
mientras todo se viene abajo

Échanos un ojo y mira
cuánto cuánto cuánto cuánto
crimen y cuánta mentira
¡Tú estás curado de espanto!
SILENCIO VIOLENTO

Usa el habla humana desprovista de bozales
Enloquece de silencio violento o coprolalia
El culto del insulto trae siempre en la boca
Y anuncia la denuncia con ella cada vez
No seas manso no seas penitente obediente
Escupe con saliva maldita al superior
Nunca llames Senior ni Magister a nadie
ni fórmula cualquiera de acatamiento odioso
No eches de ver personas ni repares en ellas
como subordinado o como tentetieso
Se acabaron los grandes reyes carismáticos
No hay más que ranas croando en el charco patricio
La linterna de Diógenes ha gastado sus pilas
Se le ha caído la H a la palabra "hombre"
y se ha quedado en ombre es decir umbra
es decir sombra en la alfombra solar
Ha llegado la hora de tutear las sombras
Pero no de los muertos que se llevaron la H
Eso sí que son hombres que hay que tratar de usted

CLAUSI TENEBRIS CARCERE

La luz ¿qué se ha hecho de la luz? Se apaga
Se está apagando irremediablemente
Ya ni la luna cuenta aunque se haga
la noche en esta tierra de repente

Se creyó que la luz iba en aumento
en el mundo en la marcha de la gloria
del hombre enhiesto y de su pensamiento
y se encontró en la cárcel de la Historia

¡Plenitud de los tiempos! ¿dónde hay
día humano sin sangre que no ensombre
la luz del sol? ¡Maldita raza ay!
¡Maldita sea el hombre el hombre el hombre!

RUMBA DEL GHETTO

El poeta en sus archivos de amor
no guarda más que polillas
Cada día muerde un ojo
y rompe una página

Tú mundo y tú otro mundo
Dios campeón de soledad
Un poeta es la Eminencia gris
de este siglo mal creado

El Hombre es un cerdo
y se cree un eje radiante
Orar y llorar fue mi oficio
Hoy en mi sueño hay ghettos