En este libro, abierto con una contribución especial en la que José Luis Sampedro resalta que "la crisis no es un árbol decrépito, aislado y supromible, em medio de un bosque sano, sino que es el mismo bosque lo que está ya agotado", Rolando Astarita, economista autodicta de inspiración marxista y profesor en las universidades de Quilmes y Buenos Aires, analiza la actual crisis financiera y económica más allá de los tópicos que reducen sus orígenes a los abusos de algunos o al predominio de una supuesta fracción financiera del capital sobre el capital productivo.

Astarita interroga la crisis a partir de la unidad esencial del capital y de la regla común que rige su movimiento: más ganancia. El "capitalismo delincuente" y los especuladores de casino han influido sobre el momento y las formas de la crisis, pero esas patologías (robo) deben ser entendidas a partir de la "normalidad" del capitalismo global (explotación). Este libro transmite la evolución de un pensamiento crítico que sigue el día a día de la crisis en su singularidad y la inserta en una comprensión general del sistema que la ha provocado: el capitalismo.

Las crisis están en el código genético del capitalismo, pero cada crisis requiere su propia explicación. Los primeros síntomas manifiestos de esta crisis surgen en el sistema financiero y en el mercado inmobiliario. De ahí parte el autor, describiendo los instrumentos financieros de "diversificación del riesgo", que, aunque  hayan podido postergar ciertos problemas, los han expandido por todo el sistema. Pero la crisis financiera debe ser explicada, y la sitúa ante el telón de fondo de una crisis no resuelta de sobreacumulación de capital.

A través de cinco capítulos ("Explicación teórica de la crisis financiera", "Un año de descenso de la crisis financiera", "Crédito, crisi financiera y ciclo económico", "Crítica a la tesis de financiarización" y "La crisis, un pronóstico social y cualitativo") Astarita nos suministra herramientas para que saquemos nuestras propias conclusiones y formula hipótesis reconocidas como tales, sin ánimo profético. Rigor y esfuerzo pedagógico se aunan en estas páginas. Entender el capitalismo no es un privilegio sólo al alcance de algunos mandarines complacientes con él; muy por el contrario, posiblemente sólo desde su crítica pueda ser entendido.

El libro cuenta también con un glosario y con una introducción.

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