Trasversales
Richard Greeman

La solidaridad:
¿posible remedio de la
enfermedad comunitarista de la izquierda?


Revista Trasversales número 1,  invierno 2005-2006

Richard Greeman es un activista internacionalista noeyorquino, residente en Francia, animador de la Fundación Víctor Serge.
 (http://www.victorserge.org)

¿Cómo superar el actual impasse en el que nuestros movimientos de izquierda se dividen y destrozan por la espinosa cuestión del ‘comunitarismo’? ¿Cómo sortear la trampa que quiere hacernos elegir entre la barbarie medieval y la barbarie capitalista?

Los enemigos de nuestros enemigos

Por una parte, nos enfrentamos a la barbarie capitalista encarnada por el imperialismo estadounidense, con su ideología cristiana integrista, su política belicosa y su capitalismo liberal predador. Representa el ‘principal peligro’ para el mundo, según la mayoría de los europeos (y no solamente para la izquierda altermundista). Por otra parte, observamos el ascenso de su principal adversario en el mundo actual: el Islam político y su ideología totalitaria teocrática, su organización feudal patriarcal y su proselitismo agresivo y violento.
En Irak, como en Afganistán y en otros lugares, el Islam político arremete, viola y asesina a las mujeres que no se ponen el velo, y destruye las instituciones laicas y democráticas (sindicatos obreros, escuelas, clínicas). Por el contrario, en Europa comienza a imponer su autoridad en las comunidades de inmigrantes a la vez que corteja a la izquierda antirracista con un discurso multicultural. Malicioso, cierra el pico a sus críticos acusándoles de “islamofobia”. Peor aún, en torno al Forum Social ha sellado una alianza con supuestos ‘socialistas’ que creen instrumentalizar el islamismo (cuyo “antiimperialismo” es mero subproducto de su carácter reaccionario) para los fines de ‘la revolución’. Estos ‘socialistas’ designan a los enemigos de nuestros enemigos como nuestros amigos, defienden el ‘feminismo islámico’ y cantan la ‘Resistencia’ heroica de las milicias islámicas, en otro tiempo financiadas por la CIA y hoy asesinas de civiles.

Límites del negativismo

¿Cómo combatir las dos plagas al mismo tiempo? Por supuesto, hay que estar ‘vigilantes’, como recomienda Caroline Bourest, la autora de Frère Tariq. Pero por más que se reconozca, se documente y se analice este fenómeno, si nuestras intervenciones se limitan a denuncias, outings, exclusiones y escisiones en nuestros movimientos, nuestro papel no pasará de ser puramente negativo. Ahora bien, no se construye un movimiento combatiendo un negativo con otro negativo en nombre de abstracciones controvertidas como ‘la laicidad’, ‘la república’ y ‘el feminismo’. Para ser constructivo hay que demostrar que estamos por alguna cosa en concreto: por ejemplo, por la solidaridad. No la solidaridad como abstracción, sino defendiendo activamente a las mujeres en lucha en Irak (y en Afganistán) que necesitan urgentemente nuestra ayuda.
Todos los días nuestras hermanas de Irak combaten al Gobierno fantoche del ocupante imperialista que quiere imponerles ‘democráticamente’ la sharía así como a los islamistas armados que las atacan en las clínicas, las facultades, las calles. Ayudarlas es nuestro deber elemental de internacionalistas, de feministas, de sindicalistas, de socialistas, de demócratas y de defensores de los derechos humanos. Enarbolando su causa daremos una presencia, una voz, a las iraquíes antiimperialistas a las que no se puede acusar de islamofobia y que dan testimonio, mejor que nosotros, del papel del Islam político. Las declaraciones de Housan Mahmoud, portavoz en Londres de la Organización para la libertad de las mujeres en Irak que fue invitada a Montpellier en junio de 2005 por, entre otras, la AJHL (Asociación de judíos humanistas y laicos) y por Soleil (Asociación cultural magrebí), son un ejemplo.

El llamamiento de una feminista iraquí

Habiendo disfrutado durante años de más derechos que otras en Oriente Medio, las mujeres en Irak están perdiendo ahora incluso sus libertades fundamentales. El derecho a elegir su indumentaria, el derecho de amar o de casarse con quien ellas quieran.
Naturalmente, las mujeres sufrieron bajo Sadam. Yo me salvé de su cruel régimen. Yo he sido testigo personal de mucha brutalidad, pero el sometimiento de las mujeres nunca fue el objetivo del partido Baas. Lo que estamos viendo hoy en día me inquieta profundamente: una ocupación espantosa y una insurrección armada islámica abiertamente reaccionaria se combinan para sumir a los iraquíes en una nueva era sombría.
La ocupación ha abierto la vía a esta nueva violencia contra las mujeres, añadiendo, en ciertos casos, su toque personal. Ha habido mujeres iraquíes entre los torturados por Estados Unidos en Abu Ghraib y en otras prisiones. El tabú social sobre los abusos sexuales es tan fuerte en la sociedad iraquí que estas mujeres no tendrán a nadie a quien dirigirse cuando sean liberadas. Según las autoridades locales, los militantes islámicos han matado a 20 mujeres en la ciudad del norte de Mosul y 12 más en Bagdag desde comienzos de este año. Todas estas víctimas eran mujeres progresistas que esperaban un futuro mejor. Se trataba de tres ginecólogas, dos farmacéuticas y varias estudiantes.
Mientras que un gran velo negro ha venido a ocultar a las mujeres, los movimientos de mujeres se desarrollan para defender su derecho a la igualdad y a la libertad. El 9 de marzo de 2005, la Organización para la Libertad de las Mujeres, que cuenta con centenares de adherentes, organizó una conferencia con el fin de unir sus voces contra la amenaza del restablecimiento de la sharía, para defenderse ante las incesantes violencias de que son víctimas. Por otra parte, la OLFI ha abierto refugios para mujeres maltratadas o bajo la amenaza de ser víctimas de crímenes de honor, convertido en práctica corriente en el nuevo Irak “liberado”.


Hay que tejer lazos con Housan y sus amigas, ayudarlas a llevar su mensaje a Europa con mítines, colectas, delegaciones, intervenciones en el Forum Social y en todas partes. De esta forma, cumpliendo nuestro elemental deber de solidaridad, desarmaremos las trampas de nuestros adversarios.
Visitad http://www.solidariteirak.org
Después, decidme lo que penséis.
Con mi amistad, Richard


Trasversales