Trasversales
Luis M. Sáenz

Europa: de la Constitución al minitratado

Revista Trasversales número 7,  verano 2007


Europa es la única oportunidad para un impulso pluralista y democrático de transformación verdadera y dinámica a escala mundial
Toni Negri

Durante la campaña previa al referéndum sobre el Tratado Constitucional de la Unión Europea, la asociación No Nos Resignamos difundió varios mensajes en los que se valoraban los temas en juego, llegando a la conclusión de que la Constitución resultaba un gran avance respecto al vigente Tratado de Niza y proponiendo el voto Sí.
Sin negar que, en el plano de los deseos, el proyecto constitucional podría ser mucho mejor, allí se decía que impedir la aprobación de la Constitución no daría lugar a un impulso progresivo sino que desplazaría el equilibrio de fuerzas a favor de las derechas y, muy en particular, de sus sectores más proclives a la Administración Bush.

La decisión francesa


El triunfo del “No” en Francia puso sobre el tapete este dilema: ¿el No francés sería un acicate o un freno para una Europa mejor? Igualmente, colocó a los sectores de la izquierda francesa que promovieron el No ante la responsabilidad de formular “el Sí de su No”. Europa quedaba a la espera de que “Francia” dijera qué podría aceptar, para iniciar la negociación. Pero “Francia” no tiene una voz, sino muchas, y la propuesta “francesa” sólo podría resultar de un combate político en el que, para empezar, incumbía a los defensores del No convertir esa mayoría de rechazo en una propuesta coherente. Esa propuesta no llegó nunca. La “izquierda del No” no fue capaz de acordar una alternativa ni de plasmarla, dada su decisión de no apoyar a Ségolène Royal en la primera vuelta, en una candidatura común a las presidenciales francesas. No,  presentaron cinco candidaturas, con un resultado muy inferior al logrado en las presidenciales anteriores, pese a que entre ambas mediase su “gran triunfo” del referéndum.
Esto puede parecer paradójico, pero no lo es, ya que, finalmente, Sarkozy ha sido quien ha concretado “el Sí del No”, con un apoyo mayoritario. Y ocurrió lo que la asociación No Nos Resignamos había anunciado:
(...) paralizarla es un camino sin salida o en el que las salidas más probables son muy malas y serán hegemonizadas por las derechas y los euroescépticos.
Eso es lo que ha ocurrido. El No no ha parido una Constitución más avanzada, sino una víbora reaccionaria, pese a la voluntad de muchos de los que lo promovieron.

Sarkozy ha proclamado abiertamente que todo proyecto constitucional debe ser enterrado. Que la alternativa es un minitratado que resuelva algunos problemas de funcionamiento. Que, desde luego, no piensa volver a consultar a los franceses. Que, en vez de incentivar la democratización de Turquía poniéndola como condición para su incorporación a la UE, había que darle un portazo en las narices por “no ser europeos”, lo que debilita a la Turquía laica y radicaliza a la islamista. Polonia pisotea los valores establecidos en el proyecto constitucional y en la Carta de Derechos, sin que sea posible exigir su cumplimiento porque no fueron ratificados. Varios países del Este europeo, a los que la UE no garantiza la protección ofrecida por la Constitución, se han echado ya abiertamente en brazos de Estados Unidos y de su proyecto de “escudo antimisiles”.

En defensa de los avances constitucionales

Sarkozy ha tomado la delantera, aprovechándose del hecho de que el primer paso deberían darlo Holanda o Francia, por lo que el resto de los Estados estaban a la espera. Pero la propuesta es reaccionaria. Tiene peso, por proceder de Francia, pero es reaccionaria.
Frente a ella, hay dos terrenos de resistencia. Uno, la movilización ciudadana. No soy muy optimista al respecto, dado que no veo ambiente para una respuesta masiva. El euroescepticismo ha ganado ya demasiadas batallas. Pero quienes creemos que merece la pena, deberíamos intentarlo. El otro terreno de resistencia podría provenir de los gobiernos. Debemos pedir a Zapatero que en las negociaciones que se abren, en coherencia con el “Sí” español, defienda todos y cada uno de los avances inscritos en el proyecto constitucional. Siguiendo en gran parte el hilo del material de No Nos Resignamos al que antes me referí, voy a tratar de resumir algunas de estas reformas que parecían al alcance de la mano y que hoy pueden perderse:

- El derecho de iniciativa (un millón de ciudadanos) para solicitar actos jurídicos de la UE.
- El derecho del Parlamento Europeo a presentar proyectos de reforma constitucional.
- La entrada en vigor, sin recortes, de la Carta de Derechos Fundamentales con eficacia jurídica.
- La adquisición por la UE de personalidad jurídica.
- Los valores compartidos definidos como fundamento de la UE, tanto para la entrada en ella como para la suspensión de la condición de miembro.
- La capacidad de la UE de dotarse de leyes, normalizando y simplificando los instrumentos legislativos.
- La constitucionalización de la Convención como paso obligado en las reformas sustanciales de la Constitución o Tratados europeos.
- La desvinculación de la pertenencia a la UE de la pertenencia a EURATOM.
- La inclusión de la igualdad entre mujeres y hombres entre los valores y objetivos de la Unión Europea y la inclusión en la Carta de Derechos Fundamentales de un reconocimiento expreso de la acción positiva.
- El establecimiento de la igualdad entre mujeres y hombres y la acción contra la homofobia como principio transversal para todas las políticas de la UE.
- La elaboración de una ley marco europea contra la trata de mujeres.
- El reconocimiento de que las condiciones económicas y financieras de los servicios públicos (“servicios de interés económico general”) les deben permitir cumplir su cometido, el reconocimiento de la competencia de los Estados para prestar, encargar y financiar dichos servicios y la previsión de una ley europea al respecto.
- El reconocimiento de la igualdad entre todas las personas, sea cual sea su opción sexual, como valor, objetivo y derecho constitucional.
- El establecimiento explícito de la conservación de los recursos biológicos marinos como competencia exclusiva de la UE.
- La incorporación del desarrollo sostenible y las consideraciones medioambientales a los objetivos de la acción exterior de la UE.
- Las nuevas competencias que se atribuirían al Parlamento Europeo sobre el Fondo de Cohesión.
- La exigencia de consideración de las exigencias del bienestar de los animales como seres sensibles.
- La ampliación de los ámbitos sometidos a codecisión Parlamento-Consejo y la disminución de la capacidad de veto de los gobiernos.
- La capacidad de decisión del Parlamento Europeo sobre la totalidad del Presupuesto de la UE.
- La creación del Ministerio de Asuntos Exteriores y el sometimiento de su nombramiento, junto a la Comisión y su Presidente, a ratificación del Parlamento Europeo
- La atribución de nuevas competencias al Parlamento Europeo y a los parlamentos nacionales en cuanto a la evaluación y control de EUROPOL y EUROJUST.
- La sustitución de la presidencia rotatoria del Consejo Europeo cada seis meses ocupada por un jefe de Estado o de Gobierno, por una presidencia por un periodo de 30 meses ocupada por alguien que no ostente ningún cargo político en los Estados miembros.
- La amplicación de los ámbitos en los que el Consejo decidirá por mayoría cualificada.
- Nuevo sistema de votación ya no basado en la arbitraria asignación de votos a cada Estado, sino por un sistema de doble votación, por número de Estados y por población.
- La “constitucionalización” de la presencia de representaciones de carácter cívico o cultural de la sociedad civil, además de los sindicatos y las patronales, en el Consejo Económico y Social.
- La capacidad del Comité de las Regiones para presentar recursos ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea
- La incorporación a los objetivos de la UE del logro de la paz y el respeto a la Carta de las Naciones Unidas y una definición progresista de los principios de la acción exterior de la UE y de sus objetivos.
- La obligación de los Estados miembros de la UE que se sienten en el Consejo de Seguridad de la ONU de solicitar en éste que se invite al Ministro de AA.EE. de la Unión cuando se traten temas sobre los que la UE haya tomado posición.
- La adquisición de la UE de competencias sobre ayuda humanitaria y la creación de un Cuerpo Voluntario Europeo de Ayuda Humanitaria.
… y muchas más cosas

Conclusión

Ahora, se abre un debate. No podemos valorar de antemano el resultado final. Pero es el momento de esforzarse en defender palmo a palmo cada espacio avanzado de la Constitución Europea, todo aquello que sea una mejora sobre el tratado de Niza. Los gobiernos europeos de signo más o menos progresista cometerían un terrible error si se rinden de entrada a Sarkozy y a sus aliados británicos, polacos y similares. Francia forzó a una gran mayoría partidaria de ratificar la Constitución a reabrir el diálogo, pero ahora Sarkozy quiere imponer unas reglas sobre las que ni siquiera piensa preguntar a la población francesa, que dijo No a la Constitución pero no Sí al minitratado, aunque al votarle sabían lo que hacían, pues claridad no le faltó.
Pues bien, ahora toca que otros Estados pongan su postura sobre la mesa. Sin ceder nada de antemano. Y, una vez cerrada la negociación, ya veremos. Entonces será la hora de valorar si es posible ratificar un acuerdo que represente un avance, aunque quizá no tan grande como el que significaba la Constitución, o si estamos ante un simple fraude antieuropeísta y reaccionario ante el que habría que hacer lo mismo que en definitiva hicieron Francia y Holanda: alzar un veto.
Una Europa de Sarkozy será el fin de la esperanza europea durante muchos años.


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