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Immanuel Wallerstein

La analogía vietnamita

Revista Trasversales número 7,  versión electrónica, septiembre 2007

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Estos comentarios, publicados dos veces al mes, son reflexiones sobre el escenario mundial contemporáneo, visto no tanto desde el punto de vista de la inmediatez de la noticia sino a largo plazo



Al invocar la analogía con Vietnam para justificar la continuación de la presencia de Estados Unidos en Irak, George W. Bush da muestras de desesperación y de malicia. Durante largo tiempo, la Administración Bush ha negado esa analogía, por razones obvias. Lo que la mayoría de la gente recuerda de Vietnam es que los EEUU fueron derrotados, y esta derrota dio lugar a un debilitamiento del poder estadounidense en el mundo.
No obstante, en EEUU hay un grupo significativo de gente que creen que se habría podido ganar la guerra si los políticos no hubiesen perdido su temple. El discurso en el que George W. Bush hizo esta invocación tuvo lugar 22 de agosto, durante la convención anual de los Veterans of Foreign Wars, los veteranos de guerras en el exterior. Puede decirse que esta particular audiencia estaba formada, en gran parte, por personas que comparten la idea de que la guerra de Vietnam podría haber sido ganada y que, por tanto, también podría ganarse la guerra en Irak. Conviene repasar la validez de los argumentos de Bush y las razones por las que ahora, solamente ahora, ha invocado la analogía con Vietnam.

El razonamiento es extraño. Bush no ofreció prueba alguna sobre la situación militar en Vietnam ni de los motivos por los que la guerra podría haber sido ganada por EEUU si hubiesen persistido en ello. En vez de ofrecer tales pruebas, se concentró completamente en las supuestas consecuencias de la retirada. Basó su argumentación en tres consignas: los boat people, los campos de reeducación y los killing fields.
El término boat people se refiere a que muchos vietnamitas que habían sido partidarios de EEUU en la guerra intentaron huir del país en barcos y muchos de ellos murieron en el Mar del Sur de China. En cuanto a los campos de reeducación, tras el final de la guerra el gobierno de Vietnam internó en ellos a muchos de los que se le habían opuesto. En los killing fields el gobierno del Khmer Rojo (en Camboya, no en Vietnam) mató a muchísimas personas. Supuestamente, todo esto fue consecuencia de la retirada de EEUU y podría haberse evitado si tal retirada no hubiese tenido lugar. Repasemos esto punto por punto.

Era previsible e inevitable que muchos partidarios de EEUU desearían huir de Vietnam tras la retirada estadounidense. Es habitual que los perdedores de una guerra intenten escapar del bando contra el que han luchado. Pero las muertes de los boat people no fue responsabilidad del gobierno vietnamita. Fue responsabilidad de EEUU y sus aliados por negarse a abrir sus fronteras a estas personas. Basta con comparar el destino de estas personas con el de los balseros que han abandonado Cuba a lo largo de muchos años. Estas personas, a diferencia de las anteriores, fueron recibidas con los brazos abiertos en EEUU.
Los campos de reeducación fueron duros. Mucha gente murió en ellos y un número aún mayor sufrió graves penalidades. Sin embargo, el número de muertos fue mucho menor que el número de vietnamitas que murieron a causa de la guerra, y posiblemente menor que los que habrían muerto durante una prolongación de la guerra. En todo caso, ¿qué prueba hay de que si EEUU hubiese prolongado la guerra habría logrado derrotar al Vietcong? ¿Y cuál la probabilidad de que los opositores al Vietcong, si hubiesen ganado, no hubiesen creado sus propios campos de reeducación?
Por último, los campos de la muerte. Este es el argumento más fantasioso de todos los  utilizados por Bush. El Khmer Rojo no habría llegado a existir sin la guerra de Vietnam. Los EEUU derrocaron al rey Sihanouk, que había sido la más fuerte barrera al Khmer Rojo. Como Sihanouk era crítico con la implicación de EEUU en Vietnam, EEUU sostuvo a Lon Nol, general sin apoyo popular, para que derrocase a Sihanouk. El gobierno de Lon Nol fue derrocado fácilmente por  el Khmer Rojo.

Las cosas más importantes omitidas por Bush en su análisis son aquellas que no sucedieron. En aquel entonces, el principal argumento utilizado para defender la implicación de EEUU en Vietnam fue la teoría del "efecto dominó": si Vietnam caía en manos de los comunistas, caería toda Asia. Esto no ocurrió; en realidad, lo que sucedió muy diferente. Hoy, Vietnam y EEUU tienen muy buenas relaciones. Vietnam tiene una economía prospera y floreciente. Puede que no sea un país "democrático" según los estándares de EEUU, pero es una nación "amistosa", no hostil.

¿Por qué entonces Bush ha sacado ahora a relucir la analogía con Vietnam, antes evitada cuidadosamente? Dije que en parte por  desesperación y en parte por malicia. La desesperación se debe a la enorme presión popular que pide la retirada de Irak cuanto antes. Bush había impuesto ya un aplazamiento de cualquier decisión al anunciar que, a mediados de septiembre, el general Petraeus le informaría a él y al Congreso sobre la posibilidad mantener el "actual éxito" con menos tropas. Dijo también que tomaría sus decisiones sobre Irak sobre la base del informe del general. Sin embargo, ahora resulta que el informe que el general Petraeus entregará al Congreso será escrito por la oficina de Bush. Así que Bush está tomando una decisión sobre Irak basándose en un informe que él escribirá.

Bush también ha invitado a "turistas políticos" para que hagan un "viaje organizado" a Irak y vean lo bien que las fuerzas armadas de EEUU lo están haciendo en la provincia de Anbar, donde han alcanzado un acuerdo con algunos insurgentes suníes  para luchar contra otros insurgentes. Esto ha impresionado a algunos políticos demócratas, que temen negar el "éxito".
La gente de Bush admite que la situación política global es terrible. El primer ministro de Irak, Nouri al-Maliki, no parece sentirse a gusto con los acuerdos de EEUU en Anbar, ni aprecia las presiones para que actúe contra las múltiples milicias sectarias. Durante una visita a Siria, declaró que EEUU no es la única opción política de Irak. Inmediatamente después, comenzaron los rumores de que EEUU podría alentar un golpe militar. Ahora sí que puede hacerse una analogía con Vietnam.

La intervención de EEUU en Vietnam comenzó realmente a irse al traste una vez que EEUU apañó un golpe militar contra el primer ministro de Vietnam del Sur, Ngo Dinh Diem. Así pues, la desesperación deriva de que la defensa del mantenimiento de las tropas no resiste la luz del día. Una reciente encuesta de la revista Foreign Policy, dirigida a supuestos expertos en política exterior, indicaba que el 80% de los encuestados consideraba que la guerra en Irak tenía "un impacto muy negativo" en los objetivos de la seguridad nacional de EEUU. Entre aquellos que se autoconsideraban "conservadores", el 60% daba esa misma respuesta.

¿Y la malicia? George W. Bush está preparando el futuro. El presidente que se retiró de Vietnam era un republicano, Gerald Ford, y lo hizo después de que otro presidente republicano, Richard Nixon, hubiese reducido considerable las tropas. Bush no va a retirar a las tropas. Pero está bastante seguro de que el próximo presidente se verá forzado a hacerlo. Y también está bastante seguro de que el próximo presidente será demócrata. Está poniendo las bases para acusarle de asestar una "puñalada por la espalda". En los próximos diez años oiremos hablar mucho de esta acusación.
1 septiembre 2008



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