Trasversales
Armando Montes

Blázquez no ha pedido perdón

Revista Trasversales número 8,  otoño 2007, versión electrónica

Textos del autor en Trasversales




Portada de Público: "La Iglesia pide perdón". Portada de El País: "Blázquez lanza un mensaje de perdón por la Guerra Civil". ¿De dónde sacan tal cosa? No lo comprendo.

Lo que más puede parecerse a ello en todo el discurso de Ricardo Blázquez en la XC Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal sería la siguiente frase:
"En muchas ocasiones tendremos motivos para dar gracias a Dios por lo que se hizo y por las personas que actuaron; y probablemente en otros momentos, ante actuaciones concretas, sin erigirnos orgullosamente en jueces de los demás, debemos pedir perdón y reorientarnos, ya que la purificación de la memoria, a que nos invitó Juan Pablo II, implica tanto el reconocimiento de las limitaciones y de los pecados como el cambio de actitud y el propósito de la enmienda".

¿Y bien? ¿De qué pide perdón? Absolutamente de nada. Se limita a decir que probablemente deban pedir perdón ante actuaciones concretas. ¿Qué actuaciones concretas? Nadie lo sabe, nada dice al respecto. Sólo es un genérico "quizá tengamos que pedir perdón por alguna cosilla". Y como dice "probablemente", su frase deja abierta la puerta a que no tengan que pedir perdón por nada.

Vamos a lo concreto. La Iglesia Católica española, con mínimas excepciones, apoyó incondicionalmente al franquismo y a su brutalidad. No lo digo yo, lo dijo, por ejemplo, el cardenal Tarancón en diciembre de 1975:
 “Una figura auténticamente excepcional (Franco) ha llenado casi plenamente una etapa larga – de casi cuarenta años – en nuestra Patria. Etapa iniciada y condicionada por un hecho histórico trascendental – la guerra o cruzada de 1936 – y por una toma de postura clara y explícita de la jerarquía eclesiástica española con documentos de diverso rango, entre los que sobresale la Carta Colectiva del año 1937. Yo era sacerdote cuando se implantó la República en España. Y había recorrido casi todas las diócesis españolas como propagandista de Acción Católica... Y quiero decir ahora que, prescindiendo del estilo personal de aquella Carta Colectiva, que descubría fácilmente a su autor, el contenido de la misma no podía ser otro en aquellas circunstancias históricas. La jerarquía eclesiástica española no puso artificialmente el nombre de Cruzada a la llamada guerra de liberación: fue el pueblo católico de entonces, que ya desde los primeros días de la República se había enfrentado con el Gobierno, el que precisamente por razones religiosas unió Fe y Patria en aquellos momentos decisivos. España no podía dejar de ser católica sin dejar de ser España”.
La Iglesia Católica, su jerarquía, más que cómplice fue parte del régimen franquista.

¿Actuaciones concretas? Sí, claro, muy concretas. Pero no ocasionales o excepcionales de tal o cual católico, como parece dar a entender, sino institucionales y continuadas.
Por lo demás, no tengo ningún interés en que los obispos pidan perdón por aquello. Si quisiesen cambiar y dejar de ser una fuerza reaccionaria y oscurantista,  sería más eficaz que comenzasen por dejar de injuriar a lesbianas y gays, reconociendo sus plenos derechos; por abandonar su fanática sexofobia y dejar de criminalizar el sexo en libertad; por parar sus campañas contra el uso del preservativo y de medios anticonceptivos; por reconocer el derecho de las mujeres a decidir si quieren ser madres o no; por reconocer que son un agrupamiento civil como cualquier otro y que no hay motivo para que sus doctrinas se impartan en las escuelas… En verdad, que ahora pidiesen perdón por apoyar a Franco me interesa tan poco como que pidan perdón por haber acosado a Galileo mientras ahora vuelcan su oscurantismo en la defensa del ignorante "creacionismo". Pero lo cierto es que no han pedido tal perdón…



Trasversales