Trasversales
Fernando Gil

Soliloquios de otoño

Revista Trasversales número 8,  otoño 2007



Liderazgo, pero a dedo

El presidente de FAES, José María Aznar, dará clases de liderazgo en la Cátedra de Ciudadanía, Liderazgo y Desarrollo del Instituto Tecnológico de Monterrey. Se ignora si empezará sus disertaciones por el concepto de Ciudadanía, que tanto molesta a su partido, o si irá directamente al meollo de la cátedra: el liderazgo, que, teniendo en cuenta cómo van las cosas en Méjico, debe ser muy parecido a lo que hay por aquí en ese tema.
Lo que deben aprender quienes asistan al curso es que para llegar a ser líder hay que colocarse cerca del líder que puede nombrarlo. A dedo, naturalmente. Ése es el procedimiento que se utiliza en el Partido Popular. Fraga hizo líder a Aznar y Aznar ha nombrado líder a Rajoy; algo así como las “nominaciones” de Gran Hermano, pero votando sólo uno y al revés; no para echar nadie, sino para dejar a uno. De jefe, claro.

Pregunta insólita

“Señor Presidente ¿Qué reflexiones personales le han llevado a concluir que el Gobierno de España debe ser llamado Gobierno de España?”. La pregunta de García Escudero no es de broma. Obedece a una profunda  reflexión efectuada en el Partido Popular. Y es que en la calle de Génova acaban de darse cuenta de que han perdido las elecciones generales de marzo de 2004. Ya era hora. Por fin han tomado conciencia de que ellos no son el Gobierno de España, como hasta ahora creían, y como tal verdad les parece todavía un sueño, han pedido a Zapatero que se lo confirme para poderla admitir. Son torpes pero van aprendiendo. Hasta ahora tampoco se han dado cuenta de que el régimen de Franco fue una dictadura impresentable que duró 40 años. Hay que darles tiempo, porque sólo han pasado treinta y dos desde que murió el dictador.

Morir en Madrid


No se trata del documental de Rossif sobre la guerra civil española, sino de las consecuencias de la particular cruzada de Lamela, consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid en la anterior legislatura, contra los enfermos terminales. Lamela, católico intransigente, usando el poder público que su cargo le otorga decidió un día que en Madrid hay que morir rabiando de dolor, como prescribe su fe.
En marzo de 2005, basándose en una denuncia anónima sobre una presunta práctica masiva de eutanasia, destituyó sin más averiguaciones a la dirección del hospital Severo Ochoa de Leganés, empezando por el Jefe del Servicio de Urgencias, Luis Montes, y acusó a ocho médicos de abusar de las sedaciones con enfermos terminales, práctica que pudiera haber derivado en 400 casos de homicidio.
Después de más de dos años de informes y contrainformes, se ha sabido que los 400 casos se reducían a 169; de éstos, la llamada comisión Lamela señaló que en 73 existía una mala praxis que produjo la muerte de 20 pacientes. Pero el informe de una comisión de peritos del Colegio de Médicos redujo a 34 los casos de sedación irregular, no de mala praxis, indicando que no era posible afirmar que hubieran podido causar la muerte de los enfermos. El juez redujo a 15 los casos de sedaciones a investigar y tras tomar declaración a peritos e  imputados ha decidido sobreseer el caso.
El honor de los facultativos tan injustamente acusados ha sido rehabilitado, pero en los hospitales de Madrid las cosas no han vuelto a quedar como antes, porque ha quedado el precedente de la doctrina Lamela. Ahora, los facultativos de cuidados paliativos son muy cautos para prescribir calmantes porque temen enfrentarse a una demanda, verse sancionados o  imputados en un delito de homicidio y perder el empleo. Por eso en Madrid, la ciudad mártir, donde cada día se vive peor, se muere de mala manera. Con dolor y rabiando, porque lo quiere Lamela, que desde su nuevo cargo de no sé qué consejería no ha dicho ni pío sobre cómo se ha resuelto el famoso caso, que es una evidente prueba de su incompetencia y de su fanatismo.
Y es que, allí donde gobierna, esta derecha salvaje impone su moral particular, que es la que viene directamente del Vaticano: en Madrid hay que morir rabiando de dolor y en Navarra no se aborta. Sólo porque lo quiere el Partido Popular.

Caso Bono

Que no es tal, porque el anterior ministro no estuvo imputado y porque no hubo tal caso, a pesar de haber montado el PP un gori gori de los suyos. El 22 de enero de 2005, en una manifestación convocada por la Asociación de Víctimas del Terrorismo y el Partido Popular, el ministro de Defensa fue insultado -defensor de maricones, apóstata, asesino- y zarandeado por un grupo de energúmenos; dos militantes del PP, tras ser identificados por vídeos y fotografías, fueron llamados a la Brigada de Información para declarar por los hechos. Citados por teléfono, acudieron voluntariamente acompañados por un letrado, no fueron esposados ni recluidos en celdas ni se les tomaron las huellas dactilares. Tras una estancia de pocas horas en comisaría, fueron devueltos a sus domicilios en un coche policial, libres de cargos.
Pero a tres magistrados de la Audiencia de Madrid (Manuel Hidalgo, Rosa Rebollo y Rafael Espejo-Saavedra)  les pareció que el proceso de toma de declaraciones constituía un delito, por lo cual, en mayo de 2006, la Audiencia de Madrid condenó a tres policías de la Brigada de Información a varias penas de multa, inhabilitación y cárcel por los delitos de secuestro, detención ilegal, coacciones y falsedad en documento público, y a uno de ellos, el comisario Rodolfo Ruíz, a diez años de inhabilitación. En el PP aprovecharon la ocasión para montar una campaña de agitación y propaganda, en la cual sus dos militantes pasaban a ser víctimas de una acción policial propia de una dictadura, según Acebes, cometida por policías que actuaron como agentes de la Gestapo, según Esperanza Aguirre. El espectáculo se redondeó con una exhibición de  hooligans en el Congreso, que mereció la expulsión de Martínez Pujalte, mientras sus compadres gritaban libertad. En la Asamblea de Madrid, los diputados del PP montaron el numerito de mostrar sus muñecas unidas por unas esposas de plástico, adquiridas posiblemente en un chino.
Pero el asunto no era broma, el PP, siguiendo la norma de pedir la dimisión de alguien, solicitó la del ministro del Interior y obtuvo la (inexplicable) dimisión del delegado del Gobierno en Madrid, Constantino Méndez. Así que el intento de atentado, como calificó luego el Tribunal Supremo la acción contra Bono, a un ministro le salió de maravilla al PP, pues procuró impunidad a los agresores,  permitió subir un peldaño más en la escalada de crispación y obtener, de propina, la dimisión de un cargo público.
El día 5 de julio de 2007, el Tribunal Supremo declaró inocentes a los policías por los delitos imputados por la Audiencia Provincial de Madrid, pero nadie, en el Partido Popular ni en los libelos que le son afines, ha rectificado una coma  de lo que entonces dijeron.
 
Education

Congratulations, como cantaba Cliff Richard, porque nos ponemos en cabeza de la más avanzada pedagogía del mundo gracias a la feliz idea del President de la Community Valenciana, mister Campings, de impartir la asignatura de Educación para la Ciudadanía en inglés.
No sabemos si la ocurrencia, que parece más de Zaplaning o de Pujalting, tiene como objeto dotar a la asignatura de un toque cosmopolita que le quite el sabor a huerta y colocarla en la cumbre de la modernity o, por el contrario, impartir un gazpaching en el que los contenidos que molestan tanto al Partido Popular y a los obispos queden disueltos en el batiburrillo resultante, que no será el aprendizaje de Education for the citizenship ni tampoco el de la lengua de Shakespeare.
Debieran saber mister Campings and his boys que para dar un toque pepero a la asignatura hubiera bastado impartirla en tejano, con el acento que tan bien imitó Aznar cuando dijo aquello de “Estamos en eeello”, en presencia de su amigo Bush, aunque se le tuviera que cambiar el nombre por el de Educassión para la siudadanía yanqui.
Tampoco sabemos si esta idea de enseñar la asignatura en la lengua del país que tuvo el primer parlamento de Europa se verá acompañada por la propuesta de enseñar la religión en latín, la lengua que es tan grata al nuevo Papa.
Lo peor del caso es que a la ministra de Educación esta burda manera de boicotear la asignatura le parezca bien. Claro que, a la vista de cómo son algunos textos de esta materia y de que la patronal de los colegios católicos (FERE) haya indicado que se inspirarán en la vida de los santos para impartirla, esta versión valenciana todavía parece moderna.
40 gobiernos
Rajoy ha dicho que tiene 40 gobiernos mejores que éste. Es posible, pero será a condición de que no figuren en ellos personas tan exquisitas como Álvarez Cascos, Ramallo y Martínez Pujalte, tan sinceras como Zaplana, tan eficaces como Acebes, tan leales como Aguirre y tan carismáticas y trabajadoras como él mismo.


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