Tras el anuncio de la elección de Mahmud Ahmadinejad en la primera vuelta con el 63% de los votos, cientos de miles de iraníes salieron a la calle en Teherán para denunciar el fraude electoral.
Desde entonces, las manifestaciones continúan y comenzar a extenderse a otras ciudades. Una violenta represión se abate sobre los manifestantes y ya hay deplorar varias muertes.
Al mismo tiempo, el presidente reelegido ha tomado todas las medidas para cerrar los medios de comunicación y los sitios web.
La población ha visto en esta parodia electoral una oportunidad para denunciar la falta de libertades democráticas, la inexistencia de derechos de las mujeres, el aumento del desempleo y la inflación, la opresión de las minorías nacionales, el encarcelamiento sistemático de todos aquellos que se oponen al régimen y aspiran a más libertad y a más justicia social.
Los acontecimientos actuales demuestran la profundidad de la crisis en la casta dirigente político-religiosa, ya que los cuatro candidatos fueron seleccionados por el poder para participar en la campaña presidencial. Una vez más, los jóvenes y las mujeres se han involucrado especialmente en este movimiento de protesta.
En 1999, un movimiento similar había sido aplastado y asfixiado por el gobierno.
Hoy en día, es necesaria nuestra solidaridad con quienes con valentía expresan públicamente su oposición al régimen.
El Nouveau Parti Anticapitaliste denuncia la represión ejercida contra las personas manifestantes, exige la libertad de los detenidos y apoya a todos aquellos y a todas aquellas que desean poner fin a la República Islámica