Trasversales
David Casacuberta

102 Tweets para un cambio de paradigma en la participación política

Revista Trasversales número 15, verano 2009

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Las multitudes son sabias. O pueden llegar a serlo. Resultan especialmente iluminadoras las multitudes que se mueven alrededor de las redes sociales distribuidas. Gracias a una plataforma digital conocida como twitter han recuperado formatos cortos como el aforismo, la cita iluminadora o el haiku para establecer otras formas de comunicación digital.
Originalmente, twitter estaba pensado como una herramienta útil para saber dónde estaba una persona y qué estaba haciendo. Supongamos que estoy llamando por teléfono a mi amigo Toni pero éste no contesta. Miro su twitter y veo que tiene una reunión y que no saldrá hasta dentro de dos horas. Ya sé que no tiene sentido seguir llamándolo. Para facilitar la comunicación y evitar redundancias, Twitter está limitado a 140 caracteres.
Pero las multitudes en Internet pueden ser sabias. De forma que rápidamente la gente empezó a utilizar Twitter para tener pequeñas conversaciones, distribuir memes que les parecían especialmente significativos, dar a conocer páginas web interesantes y arrancar, como nuevos aforistas el “microblogging”: un sistema de comunicación de ideas en el que uno está limitado a esos 140 caracteres para expresar lo que piensa.
El ejercicio puede ser muy frustrante, pero también muy enriquecedor. Ciertamente, es muy fácil leer basura en Twitter: “Comiéndome una hamburguesa doble en McDonals, ñam, ñam” pero lo mismo puede decirse de la prensa, o todavía más de la televisión. Se pueden escribir haikus de gran belleza e implicaciones místicas, pero también bobadas new age. Los medios digitales, como cualquier otra tecnología, no son ni buenos ni malos ni neutrales, y Twitter no es una excepción.
Twitter ejemplifica las formas no obvias y muchas veces poderosas de organizarse y comunicarse en Internet gracias a las redes sociales distribuidas. Como mi texto trata precisamente de cómo la crisis de participación política ha de solventarse desde el paradigma que esas redes sociales nos ofrecen, no me ha parecido mal organizar este escrito como si fuera un twitter. Al tratarse de un texto en papel, no todas las entradas cumplen el requisito de tener un máximo de 140 caracteres, pero espero me perdonen esta licencia analógica.
Que lo disfruten. Los comentarios son bienvenidos a @politicadigital.

Crisis, cambios y paradigmas

1. Recordemos que nuestra palabra “crisis” viene del griego “separar” o “decidir”. Las crisis requieren dividir el sujeto de análisis en fragmentos y tomar una decisión.
2. Así pues, una crisis no tiene por qué ser catastrófica. Puede ser el momento perfecto para cambiar nuestra forma de ver el mundo y de actuar.
2. “Paradigma” no significa “situación” aunque los medios piensen lo contrario. Si paso de tener trabajo a estar desempleado eso no es un “cambio de paradigma”.
3. Un paradigma es un modelo explicativo de la realidad. Es aquello a lo que consciente o inconscientemente aplicamos cuando queremos explicar un determinado fenómeno.
4. Ciertas crisis se resuelven dentro de un paradigma. Analizamos la situación, recuperamos nuestro modelo explicativo de la realidad y proponemos una solución. Estamos aplicando el paradigma.
5. Otras crisis ponen en cuestión el paradigma aceptado y nos obliga a buscar otro. Es lo que Thomas Kuhn llamó “revolución científica”.
6. Kuhn hablaba de paradigmas en ciencia, pero nada impide que pensemos en revoluciones ecnomónicas, sociales y políticas.
7. Proponer una reestructuración del mercado laboral “flexibilizando el empleo” no es un cambio de paradigma. Es volver a aplicar uno que ya huele a rancio.
8. Intentar solucionar la apatía del electorado con un sistema de voto electrónico es aplicar cosméticos digitales a un paradigma clásico de entender la participación.
9. Esta crisis es un momento inmejorable para separar en trozos el viejo paradigma de la participación democrática.
10. Quedarnos con lo que sirva, echar al fuego lo que no valga, y empezar de nuevo.
11. Las nuevas tecnologías digitales, usadas correctamente, son una herramienta vital para este nuevo paradigma.
12. La situación ha cambiado. Queremos que cambie el paradigma. Queremos una nueva comprensión de lo que significa  la participación democrática.

Ideas del viejo paradigma que ya no se sostienen

13.  El ciudadano consumidor de información -producida por grandes empresas especializadas- que tiene que escoger un partido que le represente.
14 El mercado de partidos, cada vez más parecido a un supermercado.
15. El centro como punto omega a los que todos los partidos quieren finalmente converger.
16. El político como tecnócrata informado que puede tomar decisiones que no están al alcance del ciudadano.
17. El político como poseedor de un cheque en blanco para tomar las decisiones que le apetezcan, renovable cada cuatro años.
18. Las tecnologías de la información como fuentes de entretenimiento inane, cuando no generadoras de procesos de alienación.
19. Las tecnologías de la información como meras facilitadoras de procesos analógicos para hacerlos más eficientes.
20. El voto electrónico es como el voto analógico, sólo que permite votar desde casa y luego irse a la playa.
21. La e-administración es como la antigua, sólo que no hace falta hacer colas.
22. El teletrabajo de los funcionarios es como el trabajo de siempre, sólo que ahora algunos lo harán en pijama.
23. La información necesita de la supervisión de expertos para ser fiable.
24. Las multitudes son, por naturaleza, estúpidas.
25. No hay alternativas razonables al modelo de partidos con listas cerradas.
26. En tiempos de crisis hay que ser cauto, receloso y abandonar los experimentos.

La trampa de lo digital

27. Crear un foro digital es muy fácil. Organizar una campaña personalizada de emails está chupado.
28. Desgraciadamente, la gente tiene costumbre de utilizar esos foros, de responder a esos mails y de hacer preguntas.
29. Si creemos realmente en la capacidad de las nuevas tecnologías para crear más democracia, buscaremos de hecho esas preguntas. Cuantas más mejor.
30 Y cuanto más difíciles sean esas preguntas, y más nos obliguen a pensar, mejor.
31 Por tanto, habremos invertido en personas capaces de responder a esas preguntas de forma significativa.
31 Si no hemos contemplado esa posibilidad, entonces nuestro foro digital no era más que una añagaza publicitaria.
32. Y todo lo que habremos conseguido es que esas personas que participaron de buena fe en esos foros se sientan estafadas
33 Y las próximas elecciones no votarán.
34. Por otro lado, podemos morir de éxito. Nuestro foro funciona, la gente se apunta y hace preguntas.
35. Cada vez más preguntas, y más inteligentes.
36. Tarde o temprano, nuestro equipo de analistas quedará saturado, y dejaremos de responder a las preguntas.
37. ¿Hay solución? Sin duda, pero pasa por abandonar el paradigma tradicional.
38 Dejemos que unos usuarios contesten a los otros. Esa es la gran lección de la campaña digital de Obama.

Lo que San Obama nos enseñó

39. El milagro “Obama” no es simplemente subir vídeos y tener millones de visitantes.
40.  Ayuda, desde luego, encargar esos vídeos a artistas innovadores, que entienden el potencial de la red, y no a agencias de publicidad.
41. Pero tener más o menos visitantes a un vídeo es un cambio de situación, no de paradigma.
42. Los millones que vieron “Yes we can” en la red o en televisión siguen entrando en la antigua categoría de consumidor de la información.
43. Recibir mensajes personalizados en tu móvil también es atractivo, pero no es más que un uso cosmético de las nuevas tecnologías digitales.
44. Simplemente facilita hacer algo que también podría hacerse analógicamente.
45. Lo verdaderamente revolucionario de la campaña de Obama fue la creación de una red social de voluntarios.
46. El equipo demócrata supo aprovechar el nuevo paradigma de la web colaborativa y crear una campaña realmente diferente.
47 Un guiño nostálgico a Howard Dean, que se adelantó a Obama a la hora de utilizar la red desde un nuevo paradigma, aunque ahora nadie se acuerde de él.

Cuatro conceptos para un nuevo paradigma en la participación democrática


48. El Prosumer político.
49. Las multitudes sabias.
50. Cambiemos el mundo cambiando las mentes
52. Feedback implícito.

Hacia un prosumer político

53. El nuevo paradigma del Prosumer = Producer + Consumer (o productor y consumidor).
54. El usuario de Internet es un prosumer. Es decir,  ya no es un mero consumidor. También produce contenidos.
55 María crea un vídeo y lo sube a la red. Juan lo disfruta y pasa la referencia a sus amigos. Carlos usa y retoca el vídeo de María para un proyecto artístico.
56. Las empresas que triunfan en Internet han entendido que tienen un nuevo tipo de cliente: el prosumer.
57. Las que no lo entienden creen que convirtiendo a la mayoría de sus clientes en potenciales criminales van a asegurarse un mercado.
58. Al mismo tiempo que a los que siguen sus normas les recortan derechos, como el de la copia privada.
59. Nuestros partidos políticos siguen viviendo en el antiguo paradigma. Todavía creen en un mercado de votos con consumidores de partidos.
60. Antonia pasa horas escribiendo en su blog, chateando con amigos, actualizando su Twitter, subiendo fotos en Facebook.
61. Sin embargo, Antonia no tiene ningún interés en votar. ¿Desidia? ¿Pereza? ¿No será más bien que el mensaje no va con ella?
62. El triunfo de Obama en la red se debe a que trató a los ciudadanos no como meros consumidores de mensajes, sino de prosumers políticos.
63. Barrack sube un vídeo con sus mítines. Electic Method se divierten haciendo remixes con ellos.  Barrack les invita a crear el vídeo de la campaña. Millones de personas distribuyen esos vídeos.
64. El vídeo de “Yes we can” nos llama precisamente por su apertura al remix. A la nueva cultura de la web 2.0.  Todo el mundo puede ser un creador de mensajes para la campaña demócrata.

Las multitudes sabias

65. Tenemos un bote de cristal lleno de monedas de un céntimo.
66 ¿Cómo podríamos averiguar cuantas monedas hay sin sacarlas y contarlas?
67. Preguntémosle al presidente de una nación  cuantas monedas hay en ese bote.
68. Estadísticamente, es casi imposible que lo acierte.
69. Sin embargo, preguntémosle a unos cuantos miles de personas que intenten averiguarlo.
70. Si hacemos la media de las respuestas, el número obtenido se acercará mucho al número real de monedas.
71. Y cuantas más personas participen, más nos acercaremos a la respuesta real.
72. Las redes sociales nos muestran que, bajo ciertas condiciones, las multitudes pueden ser sabias.
73. En esas condiciones, la sabiduría del grupo es mayor que la que ofrecen los miembros más inteligentes del grupo.
74. Internet facilita las condiciones para que las multitudes se vuelvan cada vez más sabias.
75. Pero la comunicación política sigue viendo la demagogia como el único lenguaje que entiende la multitud.

Cambiemos al mundo cambiando las mentes

76. Los cambios de paradigma requieren un cambio de actividad mental.
77. Si voto ecologista pero después dejo todas las luces de casa encendidas al marcharme, algo no va bien.
78. Ser progresista no puede ser unos toques decorativos a políticas realistas para endulzar la píldora.
79. “Hay que flexibilizar el despido, pero a cambio, haremos una ley para proteger a los buitres. ¿Has visto qué comprometido y de izquierdas que soy?”
80. La política ha de volver a ser un espacio de ideologías, de propuestas que implican valores.
81. La ideología no está en la superficie, en un slogan o en el uso del color en los carteles de la campaña.
82. La ideología ha de ser el motor del nuevo paradigma, aquello que nos facilita esa nueva comprensión del mundo que esta crisis reclama.
83. Si “vótanos porque si no vendrán los otros” es el mensaje más progresista que uno puede articular, algo no funciona demasiado bien en política.
84. Las soluciones ponderadas, razonables, de tecnócratas se basan en aplicar el antiguo paradigma.
85. Esta nueva crisis muestra de forma transparente que el antiguo paradigma ya no nos sirve.
86. Necesitamos un nuevo tipo de política, que trabaja nuestras emociones, nuestros valores.
87. Una política que transforma sensibilidades y actitudes en ciudadanos y políticos.
88. Una política que propone nuevos modelos de actuar, y no simplemente engrasar mejor la máquina.
89. Una política que aplica los principios de su ideología de una forma sistemática, y no cosmética.
90. Los tecnócratas no tienen sitio en la nueva política. Que se saquen las oposiciones para algún cuerpo burocrático.

Feedback implícito

91. Nueve de cada diez expertos están de acuerdo. La web 2.0 es un ejemplo de eficiencia. De multitud sabia.
92. ¿Por qué Google superó con creces a todos los buscadores de entonces y se convirtió en el standard?
93. Google no se basaba tanto en el contenido explícito de las páginas sino en el comportamiento implícito de los usuarios.
94. Digamos que un gran número de usuarios coincidían en hacer un enlace a una página concreta utilizando las palabras “política” y “web 2.0”.
95. Ello es un buen síntoma de que en esa página hay información muy relevante sobre el tema “política” y “web 2.0”
96 De la misma forma, los ciudadanos podemos ofrecer nuestro feedback explícito una vez cada cuatro años.
97. Pero estamos dando feedback implícito a los políticos en cada momento.
98. Usar Linux y no Windows. Comprar productos solidarios. Escribir en un blog bajo licencia creative commons. Poner placas solares en casa.
99. Organizar encuentros de transexuales. Comprar verduras ecológicas. Rechazar productos testados con animales. Todas estas acciones son acciones políticas.
100. A veces, vestirse de determinada forma puede ser más políticamente significativo que a quien votamos.
101. La política del siglo XXI necesita un algoritmo estilo Google para poder procesar todos esos comportamientos como feedback político.
102. Busquemos una política cooperativa, en el que el encuentro de ciudadanos y políticos sea como  mezclar el agua con el agua.

 

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