Coincidiendo con el cierre de Air Comet, empresa presidida por Gerardo Díaz Ferrán, también presidente de la organización patronal CEOE y consejero de Caja Madrid, ha salido a la luz pública el impago de un crédito por importe de 26,5 millones de euros concedido por Caja Madrid a las empresas patrimoniales de Diaz Ferrán, Holdisan y Grudisan. También hemos conocido que algunos activos habían sido utilizados como garantía para dos préstamos diferentes, uno ante Caja Madrid y otro ante Banesto.

Además de constatar los graves daños causados a las personas que habían adquirido hasta pocos días antes billetes de esa línea, a los trabajadores que no han cobrado sus salarios y pierden su empleo, a empresas acreedoras y a toda la sociedad, que una vez más paga las irresponsabilidades de unos pocos potentados, queremos manifestar que lo ocurrido pone de relieve lo peligroso y poco ético que resulta que una entidad conceda grandes créditos a quienes la dirigen o a empresas vinculadas a ellos. En el comunicado "Caja Madrid: ¿truco y Rato?" emitido por la asociación No Nos Resignamos a primeros de diciembre, se proponía la separación del Consejo de Administración de Caja Madrid de "quienes tengan o contraigan cualquier tipo de interés inmobiliario o alguna deuda personal o empresarial con Caja Madrid", y todo confirma la urgencia de ello.

Esta situación no afecta sólo a Caja Madrid. La prensa ha informado de que durante 2008 las cajas de ahorros concedieron créditos a sus consejeros por importe de 200 millones de euros. En consecuencia, pedimos que, con urgencia y por razones de alerta social, la CNMV haga públicos los créditos otorgados por las cajas a sus consejeros o a empresas vinculadas a ellos, la dimisión inmediata de todos los consejeros en esa situación y que el Gobierno promueva una reforma legal que haga incompatible la condición de consejero de una caja de ahorros con la de deudor de la misma.

En septiembre de 2008, Gerardo Díaz Ferrán manifestó que era necesario hacer un "paréntesis" en el libre mercado. El significado de tales palabras se hace hoy evidente a la vista del gasto público realizado para dar una solución a las miles de personas que Air Comet ha dejado colgadas en Barajas y otros aeropuertos: los beneficios, para unos pocos; las pérdidas, que las pague la sociedad en su conjunto.

Respecto a la continuidad de Gerardo Díaz Ferrán al frente de la CEOE, corresponde a los empresarios españoles elegir la imagen que quieren dar.