Tarcisio Bertone, secretario de Estado del Vaticano, ha declarado: "Han demostrado muchos sicólogos, muchos psiquiatras, que no hay relación entre celibato y pederastia, pero muchos otros han demostrado, y me han dicho recientemente, que hay relación entre homosexualidad y pederastia".
Una verdad y una enorme mentira.

Verdad, que la pederastia, y en particular la pederastia clerical, nada tiene que ver con el celibato. Por el mundo hay millones de personas célibes, o sin relaciones sexuales con otras personas durante largos periodos, y no van por ahí violando niñas y niños. No veo razón alguna para que cuando los agresores son curas tengamos que andar buscando "impulsos sexuales" tras sus delitos, en vez de explicarlos, como hacemos en otros casos, como el terrorismo político o los crímenes machistas, por sus ansias de dominación, por sus intereses y por su ideología. Además, si deciden eludir el celibato y romper su "voto de castidad", ¿por qué tendría que ser violando a niños y niñas?

Mentira y calumnia que la pederastia tenga que ver con la homosexualidad. En la población homosexual no hay un porcentaje de pederastas mayor que en la población adulta masculina; algunos investigadores dicen que entre los curas sí, pero eso no puedo confirmarlo ahora. Si los curas pederastas fueran homosexuales, tendrían extremadamente fácil relacionarse entre ellos mismos, con muchas más garantías de confidencialidad y, sobre todo, sin cometer un delito. Por lo demás, el perfil más frecuente de los abusadores de menores, tanto de niñas como de niños, es hombre, heterosexual y pariente o persona muy cercana a la víctima. El factor determinante en el abuso sexual es el dominio. Lo que permite a los pederastas llevar a cabo sus crímenes suele ser casi siempre una relación de dominio sobre la infancia, como la que se daba y sigue dándose en hogares, en determinados centros de enseñanza, centros de internamiento de menores, horfanatos, internados, sectas, etc. Situaciones en las que incluso si la víctima llega a denunciarlo, lo que muy pocas veces ocurre, los demás adultos harán "como que no le creen".
Cierto es que todo indica que en la mayor parte de los abusos sexuales cometidos por curas católicos las víctimas son niños. Algún investigador estima que en torno a un 85% de esas víctimas son niños y el 15% niñas. Pero eso no tiene nada que ver con la homosexualidad, sino con el entorno. La tendencia católica a la separación de sexos y su propia misoginia hace que, habitualmente, los curas tengan mucha más cercanía a niños que a niñas. Y los abusadores, curas o no curas, abusan de quien pueden abusar con menor probabilidad de ser denunciados. Por otra parte, también está demostrado, en cárceles o guerras, que personajes estentóreamente heteros y "muy machos" repudian las relaciones igualitarias entre hombres pero recurren fácilmente a la violación de otros hombres, ya que en ella les seduce el poder y la dominación, no el sexo en sí mismo.
La violación no es "hetero" ni "homo", es poder absoluto, especialmente cuando se ataca a niñas y niños.

Tentado estoy de decir que muchos investigadores sociales han demostrado, y algunos me lo han dicho recientemente, que hay relación, o al menos correlación más elevada que la habitual, entre pederastia y clericalidad. Pero prefiero evitar esos términos, porque podrían dañar a curas que, al menos en ese terreno, sean honestos, y porque no he hecho mi propia investigación al respecto. Desde luego, lo que no me voy a callar es que hay pruebas sobradas de que la jerarquía eclesiástica ha protegido a numerosos pederastas, negociando silencios a cambio de dinero, ocultando sus delitos, trasladándoles a lugares en los que podían reiniciar sus fechorías o exigiendo secreto a otros miembros de la Iglesia católica. Eso está documentado.
La Iglesia católica está relacionada con la ocultación de delitos de pederastia.

En cuanto a Tarsicio Bertone, sus palabras le retratan. No caber duda de que es una fiel representación de la institución-iglesia-estado a la que pertenece.