Trasversales
Beatriz Gimeno

El Sahara y los intereses

Revista Trasversales número 20, noviembre 2010

Textos de la autora
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Los cooperantes españoles que vuelven del Sahara dicen que ya no creen en una solución pacífica para el conflicto. Los jóvenes saharauis que acudieran a la manifestación del sábado gritaban eslóganes bélicos y hablaban de guerra y de bombas por primera vez desde que recuerdo, y llevo muchos años acudiendo a manifestaciones por la autodeterminación del Sahara. La verdad se nos ha impuesto ahora con toda su espantosa crueldad: ¿qué diferencia hay entre una causa defendida pacíficamente y otra que lo hace poniendo bombas? Desde el punto de vista de la comunidad internacional, desde el punto de vista de los organismos internacionales, desde el punto de vista de Europa o de España, ninguna diferencia. Un mundo normal ¿no debería amparar aquellas causas, declaradas justas incluso por la legalidad internacional, que se defienden pacíficamente? Pues no. Las causas que se intentan defender pacíficamente son las que antes caen asesinadas por "los intereses".

Desgraciadamente, a poco que piensen los saharauis, y muchos ya han llegado a esa conclusión, terminarán quizá por darse cuenta que si ponen bombas, si entran en guerra, cabe la posibilidad de que dentro de años, cuando ya hayan muerto cientos o miles de personas, alguien decida, en algún lugar del mundo, que el conflicto armado ya ha costado demasiado y que ahora “los intereses” exigen detenerlo. En ese momento puede que la ONU, España o los EE.UU, apoyen y den cauce a un proceso de paz en el curso del cual, quizá, los saharauis obtendrán algún beneficio más del que están obteniendo por medio de la reivindicación pacífica.

A los políticos mundiales, a todos, se les llena la boca hablando de paz pero lo cierto es que “los intereses” están siempre de parte de la guerra. Aunque ya lo sabíamos, la verdad es que nunca nos lo habían dicho tan claramente y escucharlo duele. Que no se puede hacer nada porque hay muchos “intereses” en juego y claro, esos “intereses” no son los de los saharauis, ni los de las personas normales que preferimos luchar por la paz antes que dejar que se desaten las guerras, ni siquiera el pobre interés de la justicia, ese que cuenta tan poco que ya ni se le puede ver.

Lo triste, lo que duele en el alma, es que estamos hablando de muertos, de personas que serán detenidas, torturadas y asesinadas, de personas siempre inocentes cuyos intereses nunca cuentan cuando se habla de “Intereses”. Hubo un día en que Zapatero se echó “los intereses” a la espalda y sacó a las tropas de Irak, y esa decisión respondió adecuadamente a los verdaderos intereses de la mayoría de la ciudadanía española y al interés de la justicia. Ahora, lo único que me queda por decir es que, interés por interés ahí va el mío: espero que después de esto se cierre para siempre la Alianza de Civilizaciones, seguro que sale más cara que el Ministerio de Igualdad. Y estamos en crisis.

Beatriz Gimeno es escritora y ex presidenta de la Federación Estatal de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales (FELGTB)




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