Trasversales
Enrique del Olmo

¡Armas para Libia!

Revista Trasversales número 21, abril 2011

Textos del autor
en Trasversales

Dossier Revolución árabe


Yo no sé cuál será la sensación que tendrán aquellos que han estado en contra de la intervención aliada en Libia cuando ven al pueblo que se ha levantado contra Gadafi retroceder en el terreno por falta de medios y por el mutismo durante tres días de la acción militar contra las bases del tirano. Yo desde luego siento la intranquilidad y la angustia que provoca que no se acabe lo antes posible con el régimen gadafista prolongando la secuela de muerte y dolor que supone el enfrentamiento, en la misma medida que me alegraba los días donde los revolucionarios avanzaban hacia Tripoli y se iniciaba la descomposición de la tiranía.

Para estar en contra de la intervención se han aducido muchas razones, una gran parte ciertas: el soporte de occidente a los sátrapas del Mediterráneo, el interés exclusivo por la calma en los países árabes, el trato diferenciado en función de cuanto de amigo es el dictador de turno, la poca fiabilidad del rumbo posterior de las intervenciones militares como Afganistan e Irak; el miedo a la revolución árabe ; otras dudosas: guerra por petróleo (el petróleo ya lo tenían las multinacionales con Gadafi); otras vergonzosamente falsas: no hay pruebas de que Gadafi matase a los rebeldes. Pero sobre todo no apuntaban a los auténticos riesgos de la situación enfrascados en un imposible paralelismo con el NO a la Guerra, cuando Irak. El primer riesgo, el aniquilamiento del levantamiento y la masacre de las ciudades insurrectas, por ello era imprescindible la intervención, y nadie de los opuestos a la misma han podido contestar a la pregunta de ¿Cómo parar la ofensiva criminal de Gadafi? En segundo lugar: que los desacuerdos en la ONU, la OTAN y la Unión Europea dificulten una acción rápida que pare el conflicto con la derrota del tirano. En tercer lugar: un acuerdo para evitar la caída plena del régimen, ofreciendo una negociación que salve los mimbres de un régimen totalitario en ello están algunos personajes tan demócratas como Obiang desde la Unión Africana, pero también Alemania, Rusia,…En cuarto la negativa a acelerar el fin del conflicto con todos los medios que están al alcance de los aliados. En quinto el no reconocimiento pleno del Consejo Nacional Libio, tal y como ha hecho Francia pero ni Estados Unidos, ni la Unión Europea ni España lo ha hecho, recientemente el Consejo Nacional Libio recriminaba a nuestro país la tibieza de su postura. En sexto; esperar una descomposición interna del régimen  como muestra la exaltación de la huida de Musa Kusa y una serie de diplomáticos a la vez que un debilitamiento de las fuerzas populares libias, facilitando una salida conservadora y controlada.

Esta parálisis de la actuación de los aliados está de nuevo llevando la situación a un rearme de Gadafi y sus fieles y a tres días de repliegue de los revolucionarios justo cuando estaban al borde de tomar la emblemática Sirte. Y hoy una de las claves de la situación es el apoyo firme y decidido a los rebeldes libios, y dentro de ellas el imprescindible armamento y apoyo logístico a las tropas insurrectas. Como acaba de decir Abdalá Fahmi, emisario del Consejo Nacional : “El pueblo libio no necesita ningún ejército extranjero, necesita los medios para vencer en esta guerra. Y somos capaces de librarnos del Gobierno de Gadafi, es nuestra responsabilidad”

La disyuntiva actual es o con los rebeldes o con Gadafi, cualquier política que impida la derrota del tirano es un desprecio a la valentía de los que se alzaron contra el, cualquier cálculo presente o futuro mientras se prolonga la sangría es complicidad con el régimen, cualquier equidistancia en aras de un "no a la guerra" es irresponsabilidad frente a las exigencias que hay que hacer a los gobiernos occidentales
Muchos de los que desde la izquierda y los movimientos sociales se han opuesto a la intervención occidental estoy convencido que quieren honestamente la caída de Gadafi, pues bien, hoy pueden apoyar un rumbo unitario alrededor del apoyo a los rebeldes y la necesidad de que se les apoye y arme.



Trasversales