1. Afirmamos rotundamente que la única negociación posible con el régimen Gadafi es la que conduzca a la salida del dictador del país, con el objetivo de evitar más muertes de personas inocentes y mayor destrucción. Pero nos consta que el dictador pretende utilizar el argumento del alto el fuego como método para ganar tiempo y continuar su tarea de destrucción y exterminio de una población que rechaza mayoritariamente una tiranía sin escrúpulos que ha durado ya 42 años.
   2. Solicitamos el reconocimiento, por parte de la Comunidad Internacional y de los gobiernos de todo el mundo, del Consejo Nacional Transitorio (CNT), como único y legítimo representante del pueblo de Libia. El CNT está abierto también a contactar con todos los agentes políticos y sociales interesados en un futuro democrático para Libia, que pasa por la aprobación en referéndum de una nueva Constitución democrática.
 3. Declaramos que el Ejército Nacional Libio debe tener acceso a un armamento adecuado para defenderse de los ataques de las brigadas fieles a Gadafi y a sus hijos, así como de sus tropas mercenarias.
   4. Denunciamos con la máxima firmeza los crímenes cometidos por esas mismas fuerzas al servicio del dictador en diferentes ciudades de nuestro país, como Misurata , Zauia, Ajdabia, Zuara, Zintan, Rugba etc., así como la utilización de la población civil como escudos humanos. Debemos condenar asimismo la violación sistemática de mujeres por parte de soldados al servicio de Gadafi, planificada y dirigida por sus propios hijos Mutasim y Saadi.
   5. Requerimos el cumplimiento de todas resoluciones aprobadas en las últimas semanas por las Naciones Unidas como el mejor método para salvar las vidas de personas inocentes. Y urgimos a la comunidad internacional para que reaccione ante los intentos de asalto -promovidos por el propio Gadafi- de diferentes embajadas extranjeras en Trípoli.