Trasversales
Miquel Monserrat

De Sortu a Bildu: disparate jurídico y político

Revista Trasversales número 22,  primavera 2011

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Todo viene rodado. Una vez declarado Sortu ilegal, todo apuntaba a que el Tribunal Supremo iba a anular las candidaturas de Bildu. Esto parece tener más gravedad, porque dejaría sin posibilidad de participación electoral a partidos que siempre han condenado la violencia, lo que es muy grave. Sin embargo, el origen del problema es la no legalización de Sortu; una vez hecho eso, lo de Bildu estaba cantado, si el Constitucional no lo arregla.

Todo estriba en un "razonamiento": Sortu es la continuación de Batasuna, Batasuna es ilegal, luego Sortu debe ser ilegalizado. Pero así se impide que la gente de Batasuna pueda tener un espacio político legal si condena la violencia, ya que siempre podría decirse que son la continuidad de Batasuna. Si surgen partidos independentistas que no son, de alguna forma, continuidad de Batasuna, es decir, que en su pasado no tienen siniestros vínculos con ETA, eso no tendría nada que ver con el tema que nos ocupa; la clave es precisamente si quienes eran la antigua Batasuna rompen con el terrorismo o no lo hacen. Lo que queremos es que quienes apoyaron el terrorismo etarra dejen de hacerlo. Y creo que Sortu ha cumplido todas las condiciones puestas por la propia Ley de partidos.

Como han explicado varios juristas, incluso una parte significativa del Tribunal Supremo, los pasos dados por Sortu son lo suficientemente explícitos en cuanto a distanciamiento de la violencia etarra como para que, a mi entender, sólo se pueda negar su legalidad desde un criterio político ajeno a la "Ley de partidos". ¿Que pueden mentir, engañarnos, hacer algo distinto de lo que dicen? Pues sí, pueden, todos o algunos de ellos, y en ese caso habrá que tomar las medidas que corresponda, pero entiendo que no hay fundamento jurídico para darlo por supuesto y no legalizar a Sortu, o para anular las candidaturas de Bildu. El mensaje que emite la sentencia es peligroso: no hay un espacio político para quienes antes apoyaron a Batasuna aunque rompan definitivamente con la violencia. Jurídicamente inconsistente, políticamente inoportuno. Y no olvidemos la fuerte presión que el Gobierno del PSOE (empeñado en complicar la vida a Patxi López) y el PP han hecho para que no se legalice a Sortu, por motivos electoralistas que se volverán contra el PSOE y favorecerán al PP.

Una vez dicho esto, añadiré que mis simpatías por Sortu son nulas. Creo que están en ruptura política con la violencia, colocándose en el marco legal exigido para ser una fuerza política reconocida y con plenos derechos, pero que no han hecho la ruptura ética, es decir, no han hecho, al menos públicamente, un reconocimiento de la responsabilidad que tienen en tantas y tantas muertes; pero eso, claro está, tampoco lo han hecho quienes se niegan a reconocer el carácter criminal del franquismo, sin que se me ocurra pedir su ilegalización, aunque no les votaría ni loco. Por descontado, comprendo perfectamente que las familias y amistades de las víctimas sigan considerándoles gente despreciable, y yo, desde luego, no haría ningún tipo de coalición o alianza con Sortu, pues defiendo su legalización pero no me gustan como "compañeros de viaje". Una cosa es que hayan llegado a la convicción de que tienen que hacer política renunciando al terror, y creo que así es, y otra es que en tan poco tiempo hayan hecho la reflexión política, pero también íntima, sobre lo horrendo de su anterior trayectoria y sobre la necesidad de abandonar esos métodos no porque "no sirvan" sino también aunque "sirviesen"; por descontado, con más tiempo pueden hacerla, estoy seguro que algun@s han comenzado a hacerla, pero me parece que eso tiene otros plazos para convertirse en una ruptura más profunda con el pasado. Yo no creo que Bildu haya sido una gran idea, pues, insisto, por el momento yo no haría ningún tipo de alianza con Sortu, ya que lo totalitario de su proyecto puede ser más duradero que la violencia con la que algunos lo han defendido. Pero anular las candidaturas de Bildu es una desastrosa y nada democrática idea.

En resumen: defiendo que Sortu sea legalizada y que las candidaturas de Bildu sean reconocidas; creo que la ilegalización de una y la anulación de las otras daña gravemente los criterios democráticos básicos, un daño que no sólo afecta a las organizaciones y candidaturas tocadas por las sentencias sino que afecta a la salud democrática de España; lo hago sin ninguna simpatía hacia el mundo "batasuno" ni hacia Sortu, y sin compartir la estrategia de acuerdo con él llevada a cabo por EA y Alternatiba. Es decir, a diferencia de algunos otros sectores de la izquierda, para mí la llamada "izquierda abertzale" no son mis "primos descarriados", sino gente de la que me siento muy alejado, a quienes no votaría y con quienes no me aliaría, y no, por cierto, por ser "independentistas, lo qude me parece muy legítimo, sino por su estalinismo y su totalitarismo. Pero una vez que rompen con la violencia de ETA, deben tener un espacio político, como también defiendo que lo tengan fuerzas de ultraderecha que no recurran a la violencia. No lo pido porque ellos sean demócratas, sino porque yo quiero ser demócrata.



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