Gaspar Llamazares "Un retroceso histórico en los derechos de los trabajadores y en los derechos ciudadanos" Revista Trasversales número 23 julio 2011 Otros textos del autor en Trasversales Intervención de Gaspar Llamazares, por Izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya, el 27 de junio de 2011 en la Comisión de Trabajo e Inmigración del Congreso, durante el debate del informe de la ponencia sobre el Proyecto de ley sobre actualización, adecuación y modernización del sistema de seguridad social Este es un trámite muy importante.
Nosotros hubiéramos deseado que se produjese, además del dictamen
de Comisión, el debate plenario. No es así, pero no acabamos
de explicarnos cómo es posible que una ley de esta importancia termine
en la Comisión, por muy importante que sea la Comisión. Creemos
que a lo largo de todo este tiempo, desde el Pacto de Toledo a la tramitación
parlamentaria, deberíamos habernos dado también un tiempo para
el debate en el Pleno del Congreso de los Diputados, y no hacer este trámite
con agosticidad y alevosía para una ley tan importante que modifica
aspectos fundamentales de los derechos de los ciudadanos. Señorías, además
de un retroceso histórico es un sacrificio inútil para los
mercados dado que, al igual que con la reforma laboral, no se sentirán
satisfechos y continuarán los ataques interminables contra nuestra
deuda porque los mercados han demostrado ser insaciables. Creo que este tipo de medidas de recorte
inexplicables e inexplicadas, este tipo de medidas que socializan el sufrimiento
en el contexto de la crisis pero que además privatizan la política,
que convierten la política en la mediadora de los mercados, deterioran
nuestra convivencia de manera muy importante y deterioran también
nuestra democracia, que pasa de ser una democracia representativa a una democracia
corporativa y a veces a una plutocracia que tiene muy poco de participativa
y de representativa, a una democracia únicamente de los poderosos. Esta iniciativa, señorías,
es un escándalo; es un escándalo, en resumidas cuentas, porque
no hay un problema en nuestro sistema de pensiones que requiera una medida
de estas características, tan dura, tan drástica, y es un escándalo
desde el punto de vista democrático porque no tiene en cuenta a los
ciudadanos y solamente tiene en cuenta a los poderosos y a los mercados. Deberíamos someter iniciativas
de estas características, que no han formado parte del programa electoral,
que no han sido debatidas públicamente, que aparecen súbitamente
como propuesta o, mejor dicho, como imposición de los mercados, a
una participación amplia de los ciudadanos sin descartar una participación
directa, mediante referéndum, en temas que tienen un hondo calado
y una trascendencia política muy importante para sus vidas en el presente
y en el futuro. Creemos que sería el momento de incorporar estas propuestas
a las próximas elecciones generales, en el marco de los programas
electorales, en el caso de que los partidos las tengan por buenas. Nosotros
no las incorporaríamos a nuestro programa electoral, muy al contrario,
incorporaríamos lo opuesto: mantener la jubilación a los 65
años y consolidar el Estado social y el sistema público de
pensiones, y sería el momento del debate público y después
de adoptar las medidas necesarias. Señorías, llamo a los parlamentarios
a ejercer de tales, a ejercer de representantes de los ciudadanos y a ser
insumisos frente al golpe de los mercados que hoy se nos propone aquí
como si fuera una iniciativa nuestra. No lo es, señorías; hay
una parte de este trabajo muy importante que hemos hecho en el Pacto de Toledo
y en ponencia y en Comisión, pero hay propuestas —como la de los 67
años de edad de jubilación— que no nos pertenecen, que nos
son ajenas y que son impuestas, y por tanto que no deberíamos en ningún
caso asumir. Termino diciendo que con respecto a las últimas transaccionales que se han visto en el día de hoy, en primer lugar nosotros apoyaremos la relativa al Sáhara y la relativa a las empleadas de hogar. Nos parece que van en la orientación de las recomendaciones sobre las que hemos reflexionado ya en distintas ocasiones tanto en la Comisión del Pacto de Toledo como aquí mismo. Sin embargo, mi grupo —en concreto, Izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya— no estará de acuerdo y va a votar en contra de la propuesta que se nos hace sobre un seguro sobre dependencia. Nos parece que es contradictorio con la Ley de Dependencia y que pretende cargarse el carácter público del servicio de dependencia. En nuestra opinión, no solamente estamos ante un ajuste del sector público sino ante una pretensión de privatizaciones de segmentos muy importantes que creemos que no son segmentos de mercado sino derechos sociales de los ciudadanos y, por tanto, nosotros vamos a votar en contra. Señorías, en este sentido, creemos que el dictamen no nos representa y que tampoco representa a la inmensa mayoría de los ciudadanos españoles, que no entienden cómo tienen que retrasar su edad de jubilación de los 65 a los 67 años únicamente por el capricho de los mercados. |