En estos días hemos visto una vergonzosa campaña bajo el lema "Si hay algo seguro, es que la gente nunca va a dejar de soñar". "Sueños", ay que bonito. ¿Pero que quería decir eso? Pues algo muy simple y cutre: compre usted acciones de la empresa (aún) pública Loterías del Estado, porque incluso en época de crisis "la gente" (término despectivo cuando lo usan las élites), incluso la que peor esté, va a gastar en estos juegos de azar. Incluso si una persona está desesperada porque le van a quitar la casa siempre habrá la tentación de jugarse unos pocos euros a ver si se resuelve la situación. En definitiva, dicen "mire, esto es un negocio seguro, porque incluso en la peor crisis la gente va a jugar a la lotería, la primitiva, la quiniela...". No sea tonto, no sueñe más y aprovéchese de los sueños del resto.
Afortunadamente, el gobierno del PSOE ha fracasado en el primer intento. Esperaba sacar 7000 millones de euros vendiendo el 30% de Loterías del Estado. Pero las entidades colocadoras apuntaban a un precio mucho más bajo. Así que por el momento no se ha vendido. Menos mal.
Vamos a ver, en 2009 los beneficios de Loterías fueron unos 3000 millones. Se estima que el 80% de los beneficios, unos 2400 millones tomando la referencia 2009 o unos 2000 con la referencia año 2010, se repartirán cada años como dividendos, de los que correspondería un 30%, algo así como 700 millones, a los inversores privados.
Tenemos por un lado, 700 millones de euros que año tras año, de forma indefinida, podrían entrar en la caja pública en vez de irse a manos del capital. Por el otro lado, un ingreso único de 7000 millones. Optar por lo segundo es irresponsable, cortoplacista... y un saqueo.
Podría preguntarse: ¿si es tan buen negocio, porque sólo se iban a ofrecer precios muy bajos? Creo que hay una respuesta: los capitalistas esperan obtener un precio aún mejor. Saben que los dos partidos mayoritarios les están entregados y confían en que los precios bajen aún más.
Para parar esa "apuesta", una respuesta: movilización social contra la privatización de Loterías del Estado.