Trasversales
María Barrachina Herrera

Cuidado que avanza el neomachismo

Revista Trasversales número 24 diciembre 2011

María Barrachina es fundadora, editora de contenidos y administradora de “Movimientos de Género“, donde se hizo la publicación original de este artículo, reproducido en Trasversales con autorización de su autora.

Sobre el neomachismo en la red hice referencia en otro artículo, Crítica de “El feminismo se ha fragmentado y pierde fuerza”, en él señalaba la aparición explícita del neomachismo en los comentarios de artículos de la prensa digital. Concretamente en las opiniones sobre este artículo no solo se manifestaba que no se compartían las políticas de igualdad, sino que además aparecían posturas misóginas claramente definidas.

Han sido dos hechos recientes los que me han hecho retomar el tema, uno, la manifestación que se realizó hace un mes en Madrid, que entre sus lemas estaba el de “Stop Feminazis”. Y el otro, una noticia que publicó el grupo Heterodoxia en su web, “Una vergüenza para la Generalitat de Catalunya, apoyando la discriminación machista de forma descarada, sobre un Simposio de Violencia Familiar celebrado en Barcelona los días 9 y 10 de Diciembre. Estos dos hechos han reforzado mi idea de que el neomachismo está muy presente en nuestra sociedad y que las estrategias son cada vez más visibles en diversos contextos.

Manifestación

Respecto a la manifestación celebrada el 13 de Noviembre en Madrid, ésta fue convocada bajo el lema “Custodia Compartida ¡Ya! Derogación Ley de Género ¡Ya!”, el eslogan ya nos pone sobre aviso: su discurso no es todo lo igualitario que querríamos. La petición de la custodia compartida impuesta legalmente y la derogación de la ley de violencia de género, son dos lemas manifestados constantemente desde el discurso neomachista.

La información de este acto me llegó a través de twitter, se remitía la imagen de un cartel que anunciaba una manifestación contra las feminazis, termino que han acuñado para designar a aquellas mujeres que se declaran feministas (no se si para los hombres feministas tienen algún título específico). En el cartel no había referencia alguna a organismos, entidades o grupos que organizaran este acto, lo que despertó mi curiosidad por ver quién lo organizaba. No fue muy difícil encontrar la dirección de una web que promovía esta manifestación, no se si la organizaba, pero sí la promovía. La página web “Ministerio de Equilibrium”, era promotora del acto como así lo refleja la información que se ofrecía en ella:

“Os recuerdo que estamos preparando una tirada de 60.000 pegatinas de STOP FEMINAZIS para vender por toda España. El precio de las pegatinas será aproximadamente de 5 euros cada paquete de 250 pegatinas, gastos de envío no incluídos. Si alguien estuviera interesado en comprar pegatinas que diga algo aquí″

Simposio de violencia familiar

Según el artículo publicado por el grupo Heterodoxia, en el Simposio de violencia familiar se dieron informaciones como las siguientes:

Las estadísticas sobre violencia de género son falsas y están cocinadas por grupos feministas.
El simposio ha sido un éxito del posmachismo, aunque sólo había 30 personas. Se han despachado a gusto contra las mujeres, se han comido con patatas a la señora Alfageme por no dar datos de los hombres maltratados y asesinados a manos de sus mujeres (según ellos son un 60% de los asesinados) y demás discursos. Incluso un participante ha reconocido haber sido condenado y haber estado en la cárcel por violencia, y pedir más justicia y seriedad en los datos, porque según él “hay muchos hombres en su situación”.

Conclusiones

Estos dos hechos lo que visibilizan es que estos grupos neomachistas están agrupándose y uniendo fuerzas para que sus quejas y reivindicaciones tengan una mayor repercusión social. Juegan con la estrategia del discurso igualitarista, que se basa en propuestas que aparentemente parten de una idea de igualdad; sin embargo, haciendo una lectura más profunda de éstas, se observa que dichas propuestas supondrían una desigualdad de género.

Quieren la implantación de la custodia compartida impuesta, cuando hablamos de este tipo de custodia hacemos referencia a dos cuestiones importantes. Uno, el hecho de que sea impuesta, es decir, que pese a no estar de acuerdo ambas partes este tipo de custodia se aplique igualmente. Y segunda cuestión, ambos progenitores, tanto el padre como la madre, comparten físicamente la asistencia y atención del o de la menor; es decir, el o la menor convive con uno de los dos progenitores durante un periodo y el resto con el otro, trasladándose al domicilio respectivo en cada caso.

Evidentemente compartimos la idea de que en las separaciones las responsabilidades sobre los hijos e hijas deben recaer sobre ambos progenitores, pero la diferencia está en que el discurso neomachista solicita que esta medida se aplique siempre en casos de divorcio, independientemente de que exista acuerdo o no. Mientras que ciertos grupos se oponen a la imposición de este tipo de medidas, como así señala Marisa Soleto:

“No es cierto que se esté denegando sistemáticamente la custodia a los hombres” “Nunca hemos pretendido la custodia en exclusiva para las mujeres. Pedimos que en ningún caso se pueda imponer la custodia compartida si no es por voluntad y mutuo acuerdo de las partes”

Así que, no nos engañemos, en ningún momento estos grupos que se oponen a la custodia compartida impuesta (entre los que se encuentran los grupos feministas), han defendido que la custodia quede en manos de las madres, únicamente han advertido que la imposición de la custodia compartida en algunos casos no es una buena medida a aplicar. Es una opción más a considerar por el sistema judicial cuando ésta sea beneficiosa para el bienestar del o de la menor y su aplicación sea factible .

Lo más peligroso, a mi juicio, es que han conseguido crear espacios en los que se apoyan y retroalimentan su visión misógina. Se apoyan unos a otros como víctimas del sistema y sobre todo como víctimas de las feminazis, argumento que reiteran hasta la saciedad. Estos espacios, físicos (asociaciones) y virtuales (webs), se han convertido en guetos de personas con discursos neomachistas. Se prestan apoyo mutuo, que favorece el no sentirse solo, y son aconsejados por otras personas que han vivido situaciones similares. Emplean esta estrategia con la finalidad de deslegitimar el discurso feminista y reestablecer pautas machistas y patriarcales.

Además, no solo piden la custodia compartida impuesta, sino que exigen la derogación de la Ley de violencia de género. Ley en la que se establecen medidas de protección integral cuya finalidad es prevenir, sancionar y erradicar esta violencia y prestar asistencia a las víctimas de violencia de género.

No son pocas las voces que están visibilizando estos hechos, porque mucho nos tememos que no solo no van a desaparecer, sino que van a estar más presentes en diversos contextos. De hecho antes de acabar con este artículo se ha celebrado otra actividad formativa con un claro discurso neomachista “Padres se-pa-ra-dos, un aprendizaje posible y necesario para la protección de nuestros menores” en el que entre sus contenidos principales se encuentra la divulgación de la imposición de la custodia compartida sin acuerdo de los progenitores y del llamado Síndrome de Alienación Parental (ni la Asociación de Psiquiatría de Estados Unidos, ni la Asociación Española de Neuropsiquiatría, ni la Organización Mundial de la Salud, entre otras muchas, conceden validez científica al SAP), como se señala en la noticia publicada recientemente por Amecopress.


Trasversales