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Consejo editoral de Trasversales

Siria sangrando... ¿y España mirando?

Revista Trasversales número 23 octubre 2011




Día a día, el régimen de Bachar al Assad y sus sicarios matan, secuestran, torturan, violan. Las mayores atrocidades están teniendo lugar en esta revolución cuyo desencadenante fueron las salvajes torturas a que fueron sometidos unos niños a los que se les ocurrió hacer unas pintadas.

Día a día, el pueblo sirio, desde su rica pluralidad étnica y cultural, sigue movilizándose, dispuesto a poner fin a un régimen sanguinario y corrupto. Las mujeres están jugando un papel muy destacado en esa lucha social. Frente a quienes niegan su solidaridad profetizando graves catástrofes si la tiranía es derrotada, lo cierto es que la democracia será la mejor garantía de que los conflictos y antagonismos ineludibles en cualquier sociedad no degeneran en enfrentamientos sectarios de contenido etnicista o religioso.

Día a día, la rebelión siria es traicionada y abandonada, como lo están siendo los pueblos de Yemen o Bahrein, a los que hacemos extensiva nuestra solidaridad. Rebeliones traicionadas por casi todos. Por los gobiernos de Rusia y China, que vetan cualquier resolución de la ONU. Por los gobiernos de Estados Unidos o de la Unión Europea, que mantienen un doble juego, palabras críticas sin actos que las acompañen, porque tienen más miedo a la incertidumbre de la democracia que a la falsa verborrea "anti-imperialista" de un régimen que, en realidad, ha sido hasta ahora un factor de estabilidad para el orden reaccionario imperante en la zona y para la propia política colonialista y racista de los gobernantes israelíes, con los que el régimen de Bachar al Assad mantiene un acuerdo subterráneo para que nada cambie. Por el Gobierno de España, que sigue haciendo oídos sordos a la demanda de la comunidad siria en nuestro país de que el ilegítimo embajador sea expulsado de España, demanda que se repite domingo tras domingo en el bulevar del Paseo del Prado ante la embaja en Madrid, entre las 13 h. y las 14,30 h.

Traicionada también por el silencio de muchos de quienes otras veces se proclaman solidarios con los rebeliones populares o, peor aún, por el apoyo expreso dado por una parte de éstos a la dictadura siria y a sus crímenes. Por ejemplo, el presidente venezolano Chávez, que ha calificado de "agresión fascista" la sublevación popular, al igual que hizo contra la rebelión en Libia.

Una cosa son los golpes de Estado y otra las rebeliones populares. Cuando un pueblo se rebela y se juega día a día la vida, no hay que buscar complots ni manos ocultas. Cuando un pueblo se rebela contra una tiranía, no hay nada que preguntarse, salvo una cosa: ¿cómo podemos ayudar? Eso es solidaridad.

Sí, ¿qué podemos hacer en España, cuando los grandes partidos no hacen nada al respecto y cuando sólo unos pocos y pequeños colectivos sociales o políticos tratan de dar alguna forma de apoyo? Pues apoyar sin mediaciones, hacerlo sin esperar a que lo hagan los de arriba o tal o cual organización. Pueblo con pueblo, mano con mano, por encima de idelogías cerradas y doctrinarias, por amor a la libertad, por el bien común de la humanidad.

Ahora, ya, asumamos un compromiso personal. Basta de asesinatos, torturas, violaciones, secuestros y detenciones en Siria.

Por la expulsión del Embajador de Bashar al Assad en España, firma aquí:
http://www.peticionpublica.es/?pi=P2011N10195
Y manifiéstate:
Domingos, de 13 h. a 14,30 h., en el Paseo del Prado de Madrid frente al cruce con Huertas, ante embajada de la dictadura siria, así como en acciones que se realizan en otras ciudades, como Barcelona, Granada, etc.

Sitios de interés:
http://www.revolucionsiria.com
http://traduccionsiria.blogspot.com/
http://www.facebook.com/groups/106277686125677/




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