Trasversales
Yanar Mohammed

Mensaje a Occupy Wall Street

Revista Trasversales número 24 noviembre 2011


Yanar Mohammed es portavoz de la Organization of Women’s Freedom in Iraq




Las gentes del mundo os están observando, siguiendo vuestras noticias con la esperanza de que no sólo descarguéis vuestra  ira y frustración sino que alcancéis todos vuestros sueños.
Si bien la democracia debería garantizar a todas las personas la misma influencia en las decisiones que afectan sus vidas, habéis sido forzadas a tomar las calles, mientras los políticos y los banqueros toman decisiones tras puertas cerradas y contratan a un ejército de policías para que os envíen a casa sin haber logrado nada. Mientras que un 1% de ricos destrozan vuestros empleos, vuestra salud y vuestras propias vidas, su atención se centra siempre en sus bancos y no en el bienestar y el futuro de millones de personas inocentes y confiadas. En tiempos de crecimiento, los bancos se sostienen sobre vuestro trabajo, del que derivan los extravagantes lujos del 1%, mientras que en tiempos de fracasos económicos y de crisis os niegan los recursos básicos y los derechos económicos.
Es el mismo 1% que inició la guerra en Irak sin escuchar a los millones de manifestantes que expresaron su rechazo a esa guerra en  Estados Unidos y en todo el del mundo. Con el pretexto de la democracia, el 1% construye enormes ejércitos para ser utilizados no sólo contra otros pueblos sino también dentro de sus propias fronteras.

Una segunda oleada global de revoluciones  ha comenzado, porque  el 99% (es decir, la clase obrera mundial) rechaza la tiranía, la marginación y la pobreza impuesta a miles de millones de personas por gobiernos capitalistas autoritarios. A pesar de todas las declaraciones sobre el sistema representativo, los Estados capitalistas hacen que el pueblo pague el precio de los fracasos económicos de sus sistemas políticos, con el desempleo y los recortes gubernamentales, mientras que los bancos son rescatados con los mismos recursos que han sido creados por el trabajo del pueblo. Evitar la pobreza y el hambre de miles de millones de personas no es nunca la preocupación de estas llamadas democracias, más interesadas en la estabilidad de su propia dominación política. Por otra parte, ese mismo 1% vuelve a recrear el mismo modelo de estructuras políticas "democráticas" capitalistas en los países que invaden.

La supuesta democracia de Irak, creado por los estados capitalistas occidentales, reparte las reservas petrolíferas de Irak entre ese 1% de políticos y  un ejército inmenso, de nueva construcción, que ahora está bien entrenado para aplastar las movilizaciones de la plaza Tahrir  de Irak  (en activo desde el 25 de febrero ), con munición de guerra, torturas y palizas. Mientra, el 99% de los iraquíes hierven de ira reclamando las condiciones justas que merecen y siguen con entusiasmo vuestros avances en la  ocupación de Wall Street, ya que nuestro enemigo es el mismo, tanto si es   estadounidense o iraquí. Ese enemigo es el 1% de explotadores despiadados.
Aunque los planes de retirada de EE.UU. de Irak se han difundido en todo el mundo, sabemos que las bases estadounidenses se mantendrán alrededor de nuestras ciudades y pueblos de una forma u otra, preparadas para atacar y aplastar cualquier levantamiento popular cuando se considere necesario. Aunque el gobierno de EE.UU. ya ha colocado a iraquíes para mantener los sistemas de desigualdad y represión en Irak,  seguirán manteniendo en guardia sus arsenales militares para hacer frente a escenarios en que les sea necesario. Esto es lo que nuestra recién instalada  democracia nos concede:  pobreza,  desigualdad, represión de la disidencia y ausencia  de libertades civiles para la gran mayoría de las personas, especialmente para las mujeres.

Los pueblos del mundo están rechazando la cultura de las guerras y la "democracia" de los ricos. Es hora de un sistema político que distribuya equitativamente la riqueza, en otras palabras, un sistema socialista, donde las reglas del libre mercado no puedan matar de hambre a miles de millones de personas, mientras que se llenan los bolsillos de unos pocos. Interconectar un movimiento semejante a nivel mundial iba incluso más allá de los sueños más extremos de los más visionarios, pero en 2011 se ha probado que está a nuestro alcance. Y vuestro movimiento # Occupy ha jugado un papel destacado.
Mientras que el hambre y las guerras son planificadas y organizadas por un despiadado 1%, es la responsabilidad del 99% crear un mundo mejor, basado en valores de humanidad,  igualdad y prosperidad para todos. En este mundo, las decisiones no deben ser tomadas por la banca mundial, los capitalistas y sus hombres de Estado, sino por los representantes designados directamente por  de la clase obrera.

Hacer peticiones a ese 1% no es la solución, ya que han fracasado repetidas veces y sólo son capaces de actuar con sus métodos de hambrear a la gente trabajadora y de llevarnos a nuevas crisis  económicas.
Ha llegado el momento para una segunda etapa. Tras ocupar la calle, es el momento de entrar en los castillos y palacios del 1%, y reclamar lo que es legítimamente nuestro, para iniciar una nueva era basada en la paz mundial, el reparto equitativo de la riqueza y el humanismo.
Estamos de vuestro lado y mantenemos nuestra propia resistencia a la dominación del 1% en Irak, Siria, Egipto, Túnez, Yemen y el mundo entero.

¡Vivan las lucha del 99%, derroquemos a ese 1%!



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