El día 1 de Mayo, decenas, centenas de miles de personas, sin distinción
de edad, género, religión, etnia o territorio, han salido a
la calle en capitales de provincia y en importantes ciudades españolas
para mostrar su rechazo a los recortes del Gobierno, efectuados al socaire
de la recesión económica. Es la protesta de una marea humana
preocupada por el continuo deterioro de las relaciones laborales y de los
servicios públicos, afectada por el recorte en el gasto con que el
Gobierno ha decidido salir de la crisis a costa de sumir en la depresión
y la duda la vida de los asalariados. Es el grito unánime de millones
de personas cuya vida y la de sus familias depende de un empleo por cuenta
ajena, sea en el sector público o en el privado; de personas que fían
su supervivencia a su disposición para trabajar, que es y será
su única o su principal riqueza a lo largo de su existencia; la queja
de millones de personas despojadas, o en vía de serlo, del derecho
a trabajar de modo digno y a percibir una retribución suficiente
para satisfacer sus necesidades y las de sus familias, que la Constitución
reconoce en el artículo 35, y en el 39, referido a la protección
familiar.
El día 1 han salido a la calle
quienes trabajan o quieren hacerlo; quienes crean, con su esfuerzo, la riqueza
de este país; los nutren los polígonos industriales y las redes
productivas y comerciales; los que consumen; los que comparten bienes, espacios
y servicios públicos; los que llenan pueblos y barrios; los que con
sus impuestos, directos e indirectos, mantienen las instituciones del Estado;
los que demandan créditos; los que pagan hipotecas; los que exigen
que este país mejore, porque su suerte está ligada a él;
los que tienen sus ahorros, sus metas y su vida en este país; los
se quedan aquí cuando es tan grande la tentación de marcharse.
Los que, con aquellos que dependen de un empleo para sí mismos como
autónomos, o de un pequeño negocio familiar forman la nación
trabajadora.
Claro está que, en España, hay otra nación, igualmente
transversal: distinta, selecta, reducida, protegida y rica, pero el 1 de
Mayo no es su día.