Trasversales
Rodrigo Cuesto Hernández

En algún sitio y Desde el margen


Revista Trasversales número 25 abril 2012


Rodrigo Cueto Hernández se autopresenta: “nací en Madrid en 1975, medio madrileño medio asturiano. Una posibilidad (2011) es mi primer poemario publicado”.

Otros textos del autor



En algún sitio


Tiene que haber un puente,
a este lado el intercambio de objetos
me deja solo en la autopista.
Pasan sin verme metálicos príncipes
defensores del mérito, bien-nacidos
que me dijeron: corre, es tuyo
otro paraguas, otro duelo, otro ídolo,
mejor espera otro año.

Tiene que haber un puente
un modo de hacer más grueso el cable
que sostiene al pájaro,
al que grita
cuando pasa el metro
y la voz se acompasa con el ruido.

A este lado se quedan los zapatos relucientes
sobre el parqué nervioso
del hombre que es ciego y turista.
Atrás el humo y el comercio de especias
como un gas tóxico
si hablas demasiado
si no crees que tienes suficiente.
A este lado el miedo a perder lo que no tengo
mece mi sombra y pierde el juicio
que muestra el periodista en su escalera.
Atrás la exigencia del juez de la terraza
y más lejos el llanto de la víctima.
Preguntan por ti, es una mecedora
que te recuerda lo que no dijiste.

Y se me acercan capitanes, artistas
mentirosos y bufones
no me gusta el domingo, ni el adorno
en la solapa que cosen los triunfos.

Lleno mi maleta de alternativas y zarzas
los lugares familiares de las fotos
en las que salgo serio y desnudo.
Pesa la cadena que refresca la rutina:
¿quién sostiene la espada
que domina el patio desde el castillo?

Tiene que haber un puente


Desde el margen

Galopan mis ganas de un grito grito que es gota que colma el gesto gastado gota que surge y reniega del gris sigue la huella como una tortuga que aleja su hartazgo desgrana lo ambiguo

Galopa mi grito como un aguacero sobre el viejo halago no quiere ser juego sino alegoría sin signo ni género alguno
Llega y me tienta la Maga y recoge mis huesos cansados de su buen ejemplo y es maga y figura que plagia el abrigo que tapa mi grito

Galopan mis ganas que agotan la soga garante del hueco gendarme y reloj que gastan sus golpes desde sus regalos y el hueco que engaña es gas y mendigo mendigo que niega cada golondrina gastada que llega a la playa y son las migajas que guarda y arroja su grito sin logo sobre su verdugo

La imagen ya llega tras un telegrama grisú  que es grito y es gente y gobierno y es magma del margen que no aguanta más.



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