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Workers'Liberty

Egipto: contra los militares y contra los Hermanos Musulmanes


Revista Trasversales número 26 julio 2013 (web)

Editorial de Solidarity 291, 3 de julio de 2013.
http://www.workersliberty.org/




Los Hermanos Musulmanes (HM) en Egipto no son sólo un partido capitalista neoliberal, sino también clerical-fascista.
El ex líder del SWP Tony Cliff le calificó asi en1946. Tenía razón, a pesar de los cambios posteriores del SWP, que ha llegado a recomendar el voto a HM en las elecciones del año pasado en Egipto.

HM es una variante islámista muy similar a los partidos fascistas católicos que surgieron en Europa entre la primera y la segunda guerras mundiales. Es una variante astuta y cauta, pero al igual que aquellos partidos tiene una base activista popular y de masas, así como una trayectoria política que cerró el espacio vital para el movimiento obrero en nombre de la demagogia populista ("el Islam es la respuesta! ).

HM fue la única fuerza política capaz de construir una gran organización dotada de grandes fondos económicos, semitolerada bajo la dictadura de Mubarak. De esa forma, ganó las elecciones del año pasado a pesar de su papel equívoco en las batallas contra Mubarak.
Sin embargo, en sólo un año millones de personas se han rebelado contra los HM, después de que en noviembre de 2012 Morsi se otorgase poderes para gobernar por decreto, después de que sus matones matasen o hiriesen en las calles a muchos activistas, después de Morsi sólo ofreciese retórica islamista ante la difícil situación económica de la población de Egipto.
Los socialistas egipcios han hecho bien en unirse a las protestas callejeras contra Morsi, sin por ello dejar de entender que algunas fuerzas peligrosas se están subiendo al carro de la oleada contra Morsi.
En la mayor parte de las ocasiones, nos pondríamos al lado de cualquier gobierno elegido frente a una amenaza de golpe militar (o semigolpe, o un cuarto de golpe). Lo haríamos incluso si odiásemos al gobierno electo, aunque nos seguiríamos oponiendo a él.

Hay casos en la historia de la clase obrera en que los socialistas se inclinaron a apoyar golpes militares populistas contra gobiernos electos impopulares (Pilsudski en Polonia, 1926). Hemos aprendido de esos errores. Pero no estamos en el mismo caso.
Estamos en contra de un golpe militar. No estamos a favor de defender al gobierno Morsi. ¿Por qué no? Porque su gobierno, si se consolidase, amenaza con quitar la luz y el aire al movimiento obrero egipcio en una forma mucho más completa de lo que Mubarak lo pudo hacer o incluso de lo que podrá hacerlo el ejército en las condiciones previsibles.
La clase trabajadora egipcia no es todavía lo suficientemente fuerte políticamente como para tomar el poder contra los HM o contra el Ejército. Su prioridad debe ser el desarrollo de su independencia política y ponerse al frente de la lucha por la democracia y el laicismo contra Morsi, contra cualquier gobierno "de transición" o contra el ejército.



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