Trasversales
Socialistas revolucionarios de Egipto

Declaración sobre la masacre de El Cairo


Revista Trasversales número 29 agosto 2013 (web)




¡Abajo el gobierno militar! ¡Abajo Al-Sissi, líder de la contrarrevolución!

La disolución sangrienta de los campamentos en la plaza Al-Nahda y Raba'a al-Adawiyya ha sido una masacre preparada con antelación. Su objetivo es liquidar a los Hermanos Musulmanes, pero también es parte de un plan para liquidar la revolución egipcia y restaurar el Estado militar-policial del régimen de Mubarak.
Los socialistas revolucionarios no defendimos al régimen de Mohamed Morsi y de la Hermandad Musulmana ni un solo día. Siempre estuvimos en la primera línea de la oposición a ese gobierno criminal y fracasado que traicionó a los objetivos de la revolución egipcia. Un gobierno que protegió los pilares del régimen de Mubarak y a su aparato de seguridad, a las fuerzas armadas y a los empresarios corruptos. Participamos plenamente en la oleada revolucionaria del 30 de junio.

No defenderemos ni durante un solo día los campamentos de la Hermandad ni su intento de llevar a Morsi de nuevo al poder. Pero tenemos que colocar los hechos de hoy en su contexto, que es su utilización para aplastar las huelgas de los trabajadores. Vemos también el nombramiento de nuevos gobernadores, en su gran mayoría procedentes de las filas de los restos del antiguo régimen, de la policía y de los generales eel ejército. En cuanto a las políticas del gobierno Abdel Fatah al-Sissi, éste adoptó un programa hostil a los objetivos y demandas de la revolución egipcia, que son la libertad, la dignidad y la justicia social.

Este es el contexto de la brutal masacre que el ejército y la policía están cometiendo. Es un sanguinario ensayo general para la liquidación de la revolución egipcia. Su objetivo es romper la voluntad revolucionaria de todos los egipcios que luchan por sus derechos, sean trabajadores, pobres o la juventud revolucionaria, creando un Estado de terror.

Sin embargo, la reacción de los Hermanos Musulmanes y los salafistas atacando a los cristianos y sus iglesias es un crimen sectario que sólo sirve a las fuerzas de la contrarrevolución. Este sucio intento de provocar una guerra civil en la que los cristianos egipcios caen víctimas de los reaccionarios Hermanos Musulmanes tiene la complicidad del Estado de Mubarak y Al-Sissi, que en ningún momento ha defendido a los coptos y sus iglesias.

Nos oponemos firmemente a las matanzas de Al-Sissi y su brutal intento de abortar la revolución egipcia. Las masacres de hoy son el primer paso hacia la contrarrevolución. Nos oponemos con igual firmeza a los ataques contra los cristianos egipcios y a la campaña sectaria que sólo sirve a los intereses de Al-Sissi y a su proyecto sanguinario.
Muchos de los que se presentan a sí mismos como liberales y de izquierda traicionaron a la revolución egipcia, empezando por los que entraron en el gobierno de Al-Sissi. Vendieron la sangre de los mártires para limpiar la imagen de los militares y la contrarrevolución. Estas personas tienen sangre en sus manos.

Nosotros, socialistas revolucionarios, nunca nos desviaremos del camino de la revolución egipcia. Nunca asumiremos compromisos sobre los derechos de los mártires revolucionarios y su sangre: los que cayeron luchando contra Mubarak, los que cayeron luchando contra el Consejo Militar, los que cayeron luchando contra Morsi y los que caen ahora haciendo frente a Al-Sissi y sus sicarios.

¡Abajo el gobierno militar!

¡No al regreso del antiguo régimen!

¡No al regreso de los Hermanos Musulmanes!

Todo el poder y toda la riqueza para el pueblo.


14 de agosto 2013