Trasversales
Lois Valsa

El panorama cultural madrileño (invierno/primavera 2013)

Revista Trasversales número 29, julio 2013 (web)

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Teatro

El panorama cultural madrileño ha seguido marcado durante este periodo por la crisis generalizada que ha conllevado brutales recortes, y especialmente por la subida del IVA. Por ejemplo, la situación de las artes escénicas no era, a pesar de la crisis, lo que se dice mala hasta el uno de setiembre de 2012, pero con la subida del IVA (de un 8% a un 21%) cambió la situación totalmente. Es cierto que la causa no es solo del IVA, y hay otros factores, pero sí lo es en un 60% en lo que se refiere a la disminución de la recaudación y a la bajada de público. Con esta subida, el teatro, por ejemplo, ha perdido 1´ 8 millones de espectadores (31´43 %) y se han dejado de ingresar 33 millones de euros en los últimos cuatro meses de 2012; y la recaudación neta ha disminuido un 33% y han desaparecido cerca de 600 puestos de trabajo directos.

Toda esta transformación se ha podido seguir a partir de datos facilitados por FAETEDA (La Federación Estatal de asociaciones de empresas de Teatro y danza) que presentó un informe-auditoría de la situación del sector en el Teatro Coliseum de Madrid que podría rezar como “trágicas y devastadoras consecuencias del desmesurado aumento del IVA en las Artes Escénicas”. Este estudio que pide al Gobierno la revocación inmediata de la medida ya obra en manos de Hacienda. Por su parte, el Estado (la Seguridad Social), pensando que iba a recaudar más, ha dejado de ingresar tres millones. La subida del IVA se suma así a la crisis generalizada en la sociedad española castigada con un aumento del paro, la falta de consumo y la situación trágica de loa Ayuntamientos que son los principales contratantes de las compañías teatrales. Por la casi nula actividad municipal en el sector de las artes escénicas en estos meses (con una reducción del 6º % de las representaciones) han desaparecido la mayoría de las giras con las que las compañías teatrales rentabilizaban de alguna manera las inversiones.

Para Aitor Tejada, productor de Kamikaze Producciones junto con Miguel del Arco, cuya productora está detrás de los grandes éxitos de Miguel del Arco, no sólo es el desastre económico para tanta gente sino la censura económica, textos que no se podrán ni plantear y una reducción drástica de formatos por lo que las obras con muchos intérpretes van a terminar desapareciendo y solo quedarán monólogos y obras con dos o tres actores.

Por su parte, para Juanjo Seoane los bolos y las giras de su compañía serán agua pasada: “Este gobierno al que yo he votado no quiere arreglar la situación. Lo único que hace es poner paños calientes”. España, según él, sería el país europeo con el IVA cultural más alto. Añade que Holanda y Portugal lo bajaron cuando vieron que las consecuencias negativas en el sector. El presidente de FAETEDA, Daniel Martínez, remata: “Que tomen nota” después de señalar que habían encontrado “solidaridad y comprensión” entre los responsables del Ministerio de Cultura pero Hacienda es la que, aseguró, hace de parabrisas.

José Luis Gómez, responsable de La Abadía y académico concluyó que “ningún género literario, ni la poesía, ni el ensayo, ni la novela, tiene el impacto de aceptación o rechazo que tiene el teatro en el mismo momento de la representación, es un termómetro inmediato sobre la lengua”. A pesar de su escepticismo señaló: “creo que los políticos esclarecidos e ilustrados, que los hay en todos los partidos, encontrarán el camino para arreglar este desaguisado”.

Una posible salida, según los productores, sería un tipo del 10% (antes era del 8%) que permitiría revertir la tendencia. FAETEDA ha calculado que si el IVA estuviera en el 10%, en un año natural se recuperarían 2,5 millones de espectadores, aumentaría la recaudación neta a más de 53 millones y se recuperarían 1800 puestos de trabajo directos”.

Por su parte, el presidente de la asociación de productores teatrales de Madrid, Jesús Cimarro, advertía: "No queremos ser catastrofistas, solo advertir de que si esto sigue así muchos corren riesgo de desaparecer”. Al mismo tiempo afirmaba que han mantenido el tipo durante estos años, “pero no podemos luchar contra la subida del IVA”. Para rematar: “Ya no hay término medio, o la representación va muy bien o va muy mal. Ahora si no se llega a un mínimo del 40%, la obra desaparece en 15 días del cartel”. El número de actores y de giras se está reduciendo al mínimo.

Por otro lado, para mostrar la tendencia de abandono también de los teatros de titularidad pública, el viernes 19 de abril se llevaba a cabo, una concentración en la Plaza de Lavapiés delante del teatro Valle-Inclán, una amena que no airada protesta (¡Los martes…. al sol!) contra las supresiones por parte del INAEM de la función de los martes en los Teatros Nacionales “aduciendo falta de personal para servir las representaciones” con las reducciones de todo tipo que conlleva esta medida. Después de aclarar que el texto del INAEM no era de Groucho decían que “después de la sanidad y la educación, ahora toca el teatro público”. Otras protestas ya se habían producido antes en otos teatros de titularidad pública contra los recortes.

En la entrega del VII Premio Valle-Inclán que ha concedido recientemente el suplemento “EL CULTURAL” ha vuelto a producirse la protesta contra tal despropósito. La reconocida actriz Vicky Peña exclamó: “Y el 21% de IVA nadie lo va a mencionar, por favor”. Lasalle le contestó: “Yo me pronuncié contra esa subida. Estamos trabajando por tratar de cambiar las cosas, de verdad”. “Sabemos que usted se ha expresado en contra, pero obras son amores: ¡haga más!”, insistió Peña. El premiado de este año por la adaptación de la obra de John Steinbeck que dirigió en el Teatro Español, De ratones y hombres, el activo y prolífico Miguel del Arco, al recoger el galardón, denunció: “El 21% hace insostenible la actividad. Insostenible”. Al tiempo que comparaba el IVA de aquí con el de Francia (de 2% a 5%) o Alemania (el 7%). “Lo que quiero de los políticos es sentido común, visión de estado. Si algo no funciona, rectifiquen”, les conminó. ¡Que esto no iba a funcionar ya lo habían señalado diversas voces!

Esta atmósfera nublada de recortes también latía en la entrega, en Madrid, en la noche del lunes 20 de mayo, del V Premio Internacional de Teatro para Autores Noveles Agustín González, que este año ha recaído sobre la obra El Ministro de Antonio Prieto Gómez, director y productor de televisión y guionista de series tan populares como “Amar en tiempos revueltos” y otras, y adaptador para España de series como “Betty la fea”. Este premio, patrocinado por Mercedes Benz y Grupo Faustino, cuenta con una dotación económica de 8000 euros. El galardón fue creado en 2008 por el autor y productor Luis Lorente en memoria y como homenaje al gran actor español para que su memoria permaneciera en el recuerdo de todos y para encontrar nuevos creadores capaces de escribir teatro de calidad, o sea “Autores con mayúsculas” que fue el término acuñado por su querido Agustín. De la trayectoria de Agustín González no voy a hablar porque es conocida de todos tanto en el cine como en el teatro. Agustín puede estar contento porque un jurado, presidido por el propio Luis Lorente y por la viuda de Agustín González, Mayte de la Cruz, ha tenido que seleccionar entre los 197 títulos presentados a esta edición. El que este premio, con la que está cayendo, se mantenga otro año es un signo del espíritu de resistencia teatral en general y sobre todo de ciertas personas que defienden el prestigio humano por encima del lucro.


Nuevas salas alternativas


En medio de esta situación de crisis y subida brutal del IVA florece, al mismo tiempo y quizá por ello, una “primavera” de los teatros con una gran eclosión de pequeñas salas alternativas. Estas salas con aforo limitado muestran obras de formato minimalista, totalmente artesanal (palabra, texto y actor sin artificios), con escasa escenografía y desde luego más baratas para el espectador que a su vez puede ver una programación renovada constantemente. Frente a los grandes escenarios en crisis surgen como setas después de la lluvia salas que se consideran a sí mismas “invernaderos de cultura” hasta que escampe por lo menos esta crisis que va para largo. Estas salas no tienen desde luego un modelo común.

Así surge “Sol de York” en Chamberí (Arapiles, 16) bajo el mecenazgo de Julio Amuriza, un enamorado del arte de 89 años, quién permitió a seis socios transformar un antiguo centro de egiptología en un espacio teatral con clases, aulas de ensayos y una sala con 160 localidades. “Cada uno puso lo que pudo, unos dinero y otros trabajo”, señala Javier Ortiz, uno de los socios. Frente al miedo escénico pintaron pintaron la sala principal de amarillo, un color maldito para los artistas desde que Moliere muriera en escena vestido con este color. Por aquí están pasando ya incluso actores conocidos del teatro, de cine y de la televisión. “Y así, el invierno de su descontento se volvió primavera con el sol de Cork” que es lo que dice uno de los fragmentos de Ricardo III de Shakespeare. Y de ello doy testimonio ya que en esta sala tuve oportunidad de ver una obra, Yaacobi&Leidental. Un cabaret metafísico de Hanoch Levin, un autor judío desconocido en España. Esta ácida comedia, muy bien dirigida por Ángel Ojea, estaba interpretada por unos estupendos actores.

En esta misma sala, aunque me perdí una obra de Koltés que por desgracia parece que no funcionó muy bien, he podido ver una obra que, excepcionalmente dice Javier Ortiz, sí está marchando de maravilla. ¡En la función del sábado a la que yo asistí había lista de espera! Se trata de Los miércoles no existen de Producciones OFF y con texto y dirección de Peris Romano quién parte en su texto de la comedia romántica para hacer lo que Peris llama una dramedia. Estamos pues ante “una comedia romántica a pie de público”, o sea una dramedia romántica de corte urbano que ponen en el escenario 2 elencos de estupendos actores (doce actores: seis chicos y seis chicas), y dos músicos en directo, curtidos como Peris en el cine y en las series. Dan vida a un grupo de hombres y mujeres entre los treinta y los cuarenta años que construyen “un puzzle de momentos y situaciones en torno a la vida de seis personajes, que están a punto de romper con su rutina emocional y sentimental”. Historias mínimas fragmentadas y cruzadas como piezas cuyo fondo de inspiración está en el cine y cuyo final el espectador debe completar con la escena final. Esta comedia fresca sin protagonistas ni secundarios conecta muy bien con un público joven que se identifica con estas vidas. Mientras tanto Javier Ortiz sigue soñando con sus grandes y amados autores.

Otro modelo de sala, La casa de la Portera, lleva ya un año en el barrio de La Latina. Sigue el modelo argentino de vivienda-teatro que tan buen resultado ha dado en aquel país formando una cantera de magníficos actores, autores, directores de los que se puede citar a Tolcachir. Esta sala, cuyos directores son José Martret y Alberto Puraenvidia, cambia sus obras continuamente. Tiene un aforo limitado de 25 personas y las obras se desarrollan sobre todo en dos salas aunque se ha llegado a interpretar un monólogo en el baño. Una de sus obras, Iván off, un texto que parte de un texto de Antón Chéjov, que, por cierto ya es objeto de culto de un público que la ha convertido en éxito llenando la sala continuamente, ha vuelto a representarse. Esta vez he podido verla representada en dos salas del piso y la experiencia, aunque algo incómoda por el calor y la estrechez del espacio, ha sido muy interesante. La versión y la dirección, y el vestuario, es de José Martret; el espacio escénico, la iluminación, la fotografía y decoración del teatro es de Alberto Puraenvidia. El reparto de nueve actores, encabezados por Raúl Tejón en el papel de Iván, es estupendo, con alguna que otra sobreactuación no sé si un punto irónica. En ciertos momentos hacen participar al público, que siente hasta la respiración de los actores, en la obra. El tedio y la melancolía de Antón Chejov nos inundan de nuevo en una tarde de domingo lluvioso. En medio del enorme aburrimiento, y el sufrimiento, que domina sus vidas solo nos salva la ternura del autor hacia sus personajes atrapados en un callejón sin salida que alargan, menos Iván, bajo la apariencia de normalidad.

He podido ver también en esta sala El pelícano de Strindberg, un texto (Ahora empiezan las vacaciones) de Paco Becerra (premio Nacional de Literatura Dramática 2009) que parte del texto del autor nórdico. Dice Martret que “estas salas dan más independencia al creador sin necesidad de que tus ideas pasen por mil personas antes de llegar a escena”. Esta forma de hacer teatro le sirve a los actores para curtirse en el directo dónde se oye hasta la respiración de los actores. El boca a boca es su gran aliado. Por aquí ya han pasado actores muy conocidos como Bárbara Lennie y Marta Fernández Muro, actrices que quieren recuperar el contacto directo con el público.

Un tercer modelo de sala de teatro, el Teatro del Arte, es la que ha surgido en el lugar dónde estaba el conocido Teatro de Cámara de Ängel Gutierrez, en San Cosme y san Damián, cuya sala ha sido muy modernizada y ya no tiene desde luego el encanto de la anterior, pero dónde se está tejiendo una interesante programación. Allí se han representado algunas obras entre las que ha destacado, a mi manera de ver, Málaga, una obra que ha tenido un gran éxito de crítica (destacado lugar en La Guía del Ocio y en otras críticas) y también de público por el boca-oreja. Es un texto de Lukas Bärfuss (Suiza, 1971), autor ya de otras obras anteriores que hablan de problemas familiares, que a mí me pareció una obra de las importantes de la cartelera madrileña de esta temporada con nada que envidiar a las representadas en los teatros comerciales. Plantea el dilema entre las obligaciones profesionales (y sentimentales) de una pareja a punto de separarse y sus responsabilidades morales con su hija al dejarla con un canguro que cuando habla da miedo y que va a provocar una catástrofe. El final abierto puede dar lugar a polémica. Texto, traducción (Paula Sánchez de Muniain y Luis García–Araus), dirección (Aitana Galán), interpretación (Ana Wagener, Roberto Enríquez y Críspulo Cabezas) y cuidada escenografía (José Luis Raymond) brillaban a gran altura en esta dura comedia que tendrían que reponer (o poner en otro teatro) para que muchos espectadores no se perdiesen.

En esta misma sala, también se representó La indagación, una obra-documento sobre las actas del primer juicio organizado por el gobierno alemán contra criminales nazis en Frankfurt, concretamente 23 responsables del campo de exterminio de Auschwitz. Esta obra documental del dramaturgo de origen judio Peter Weiss, quién asistió a las sesiones celebradas entre 1963 y 1965, se atiene estrictamente a las declaraciones de los acusados, de sus abogados defensores, y de las más de 400 víctimas que dieron testimonio de tal crueldad y de su sufrimiento. Por fin la ha logrado montar en España Teatro Efímero con ocho buenos actores jóvenes formados en la RESAD. La versión y la dirección era de Charo Amador, quién seleccionó de este oratorio ocho cantos de los once y que sintetiza el juicio en una sola sesión (de más de cinco horas queda en hora y tres cuartos). Lo más doloroso de este documento es que muchas de las víctimas, también mano de obra productiva, esclava y explotada por grupos empresariales muy conocidos, se convirtieron también en verdugos en estos campos de exterminio IG, por ejemplo, poseía la patente del pesticida Zyklon B, que, a partir de 1941, se usó como gas exterminador en estos campos. El capitalismo tiene su manifestación extrema en el nazismo, nos acaba diciendo como mensaje. Esta obra, me pareció muy interesante por su contenido y forma pero su excesiva prolijidad no la redondeaba.

Otra obra curiosa que se ha representado en este teatro ha sido la pieza del autor suizo Igor Bauersima (Praga, 1964), Norway. Today, una comedia dramática que fue la obra más representada en Alemania durante 2003 y 2004, dónde llenó las salas de un público joven que se sentía identificado con la historia, basada en hechos reales, de sus jóvenes protagonistas que deciden suicidarse en un fiordo de la fría Noruega. Incluso ganó el premio a la mejor obra teatral 2001 en Alemania. En este teatro sólo se ha representado los martes: en general las salas alternativas suelen repartir los días de la semana con diferentes obras. Tanto texto como montaje, al igual que dirección (Alex Mañas) e interpretación (Mariona Tena y Joan Carles Suau), son estupendos. Un ejemplo de lo mucho que se puede hacer con mínimos recursos. Teatro del Arte saca desde mayo un Magazine mensual dónde informa de sus actividades tanto de programación como de cursos de verano.

En esta misma sala lleva más de dos meses llenando, la sorpresa de la temporada en este teatro, una estupenda obra, En construcción, escrita y protagonizada por Carolina Román y Nelson Dante y dirigida por Tristán Ulloa. Una obra realista en construcción que empezó en el Microteatro por Dinero y ha creciendo con la ampliación del texto. Un texto que trata sobre la emigración a través del video (las imágenes de David Ulloa y Daniel Ortega nos muestran muy bien la atmósfera en la que se mueven los protagonistas) y sobre todo de la palabra llena de sentimiento y emoción. Palabras llenas de melancolía muy bien dichas por estos estupendos actores aunque el personaje de ella sea más complejo y lleno de matices. Ulloa debuta en la dirección y lo hace con gran finura. La escenografía de Alexandra Alonso es mínima y las luces de Eduardo Chacón las necesarias. Hay algún elemento prescindible y el tango superfluo en esta intensa obra.

En otra ocasión hablaré de otras salas alternativas y pisos que aún no conozco pero que surgen por doquier como viveros teatrales que han nacido en Madrid. ¡Ante la falta de dinero que no falten las ideas! Y también de los nuevos formatos escénicos porque tras la consolidación de nuevos formatos escénicos, el Microteatro por Dinero lleva ya tiempo, empiezan a abrirse paso en la cartelera madrileña las obras en serie con compañías como TeatroEnSerie, en la librería La buena vida de Madrid que representa Días como estos en capítulos de cuarenta minutos y a lo largo de varias sesiones desde el principio de temporada. Este formato intenta captar al público joven que disfruta con las series de televisión ya que se inspira en los sitcom de tv. En EE.UU se hace teatro tanto dentro de un supermercado como de una estación de tren. Los personajes en La buena vida son los de la librería empezando por el dueño. Y ya lo han visto tres mil personas. Tiene un aforo de 45 personas. Los precios son populares: ocho euros con derecho a consumición. Quieren presentar su propuesta por toda España para lo que han lanzado una campaña de “crownfunding”. En estos momentos, también en Madrid, en ciertos bares o cafés o pubs, por ejemplo en “Fulanita de Tal” local muy cercano al teatro María Guerrero, algunas noches se representan obras por series (Relaciones. Una serie de trabajo).

Incluso el lujoso hotel Intercontinental convierte sus estancias los fines de semana (viernes, sábados y domingos hasta el 23 de junio) en un teatro. Once actores guían a los espectadores que van en parejas, de escena en escena de lo más alto a lo más bajo, atravesando el edificio. Esta experiencia teatral se llama Inside (www.popuptheatrics.com). Parece que la cosa surgió cuando el director escénico Dario Facal se enteró en Nueva Cork de este nuevo concepto teatral que había concebido la compañía PopUp Theatrics, de Anna Margineanu y Tamilla Woodard, que representaba pequeñas piezas teatrales en habitaciones de hoteles de México y Nueva York. Para esta experiencia, diferentes dramaturgos, en un proceso creativo que duró tan solo una semana, escribieron textos para los actores, todos ellos alumnos de la escuela Work in Progress, que dirige Facal. Este proyecto creativo entre espectadores, creadores y espacios, como señala uno de esos dramaturgos, “tiene mucho que ver con la época en la que vivimos”.

A nivel teatral también hay que destacar, como algo nuevo en Madrid, los “lunes teatrales” que ha montado el director Ernesto Caballero en el CDN, en su sala Valle-Inclán de Lavapiés, y las Conversaciones en el Galileo sobre El teatro del siglo XXI dónde participan empresarios, directores y críticos dónde hace poco se volvió a criticar la brutal subida del IVA.


Festivales


Durante este periodo teatral madrileño del que estoy hablando se celebraron dos festivales organizados por la Comunidad de Madrid: el Festival de Escena Contemporánea y el Festival de Otoño a Primavera del que hablé ya en otoño. El primero, el 13 Festival ya, se desarrolló entre el 30 de enero y el 24 de febrero de 2013 en diversos espacios escénicos como en otras ediciones. “Hemos hecho para esta edición un especial esfuerzo por estimular la creación, al recoger proyectos en fase embrionaria participando en la producción de los mismos, completando así los procesos creativos y asegurando su continuidad”, aclaraba su nuevo director, Salva Bolta, en su carta de presentación. Frente a la realidad perversa en la que el poder pretende poner freno a la potencia del arte este edición de este festival pretendía mantenernos unidos en los sueños y la angustia para que “alejemos de nuestro pensamiento la idea de que todo es imposible o inútil y despertemos de la sinrazón a la esperanza”. Un festival, pues, con una propuesta “comprometida” con gran conciencia social para enfrentar los tiempos que corren.

Su inauguración corrió a cargo de la compañía de danza actual La Veronal (grupo creado en 2005) que presentó un espectáculo, Islandia, dentro de su temática territorial ya desarrollada en obras suyas anteriores, dónde exponen con gran madurez un claro compromiso político. Fue una pena que solo estuviese un día en la sala roja de los Teatros del Canal porque con esta obra cuya música está en las voces que recitan y cuyo texto no anula la danza sino que la ensalza alcanzan un gran nivel. Un buen preludio de este festival internacional que este año, a pesar de su irregular desarrollo, ha logrado un buen nivel medio en lo que se refiere a compañías y obras. Ha incluido en esta edición Lecturas escénicas de autores contemporáneos alemanes en la sala pequeña del Teatro Español.

El otro Festival es el de Otoño a Primavera que ahora se distribuye a lo largo del año (desde el 31 de octubre del 2012 hasta el 9 de junio del 2013) y no en una estación única, y con casi todos los espectáculos exhibidos en las salas de los Teatros del Canal con alguna excepción. Nos ha traído, de nuevo bajo la batuta de Ariel Goldenberg que nos trae lo mejor de lo que se está haciendo en Europa, desde el teatro documental, Ping Pang Qiu, de Angélica Lidell (del 14 al 17 de febrero), pasando por Max Black (del 8 al 10 de marzo de 2013) del Théatre Vidy-Lausanne de Heiner Goebbels y Alexis. Una tragedia griega de Motus (del 7 al 9 de marzo en la sala del Teatro Pradillo), hasta el teatro visual de Murmurs de Aurélia Thierrée Murmures des Murs (del 4 al 7 de abril). En general la programación es muy buena aunque luego los gustos de cada uno difieran a la hora de preferir unos espectáculos a otros. Con pena, tengo que decir que el de Angélica Liddell me ha decepcionado mucho en todos los sentidos tanto en su forma que no aporta nada nuevo como en su contenido a mí manera de ver más anecdótico que profundo. Cuando Angélica Liddell deviene la factotum revolutum creo que sus espectáculos decaen porque no hay nadie que la centre y le haga sacar lo mejor de sí misma. El magnífico autor André Wilms salva con su estupenda interpretación el abigarrado y pirotécnico espectáculo de Goebbels con momentos buenísimos. El grupo italiano Motus hizo un trabajo muy digno con esta obra entre el documental y el mito que trata de ser una investigación documental y poética sobre la complejidad de la historia contemporánea. Mirando al pasado tratan de reflexionar sobre el presente de Grecia a través de un material audiovisual que complementa muy bien la palabra teatral. La pieza surgió cuando la compañía viajó a Grecia en 2010 tras la pista del asesinato de un chico de 15 años, que podría ser un Polinices de la tragedia clásica Antígona, a manos de un policía en el barrio de Exargia del centro de Atenas lo que provocó una insurrección sin precedentes de todo un pueblo.

De la obra de Aurélia Thierrée, la nieta de Chaplin que ha regresado a Madrid para inundarnos con su magia se podría hablar mucho porque es uno de los espectáculos más importantes y bellos de los que han pasado por la capital en mucho tiempo. Murmurs se anuncia como una continuación de El Oratorio de Aurélia pero lo es y no lo es porque es también una obra aparte. Como aquel espectáculo lleva la firma como creadora, escenógrafa y directora de Victoria, la madre de la artista que había huido del hogar paterno para unirse al circo de Jean Thierrée (El Circo Imaginario dónde debutó Aurélia, la “de oro”, a los cuatro años, primero, y después Circo Invisible). Su hija Aurelia se ha ido saliendo del circo hacia la vida “normal” que es un decir ya que sería mejor decir hacia la magia de un teatro visual que no es solo teatro de sombras y de siluetas sino danza y circo y más cosas. En esta pieza se nos muestra la magia de las paredes que cobran de pronto vida (“murmureo de los muros” en el juego de Murmurs y murs). Magia que será recordada por mucho tiempo en Madrid (“después de ver este espectáculo se puede estar sin volver al teatro al menos tres meses”, me decía un colega). Concretamente a mí me ha parecido más completa y más mágica incluso que la anterior. Aurélia sigue aquí su viaje, como continuación natural de la anterior, en una huida a partir de una mudanza no deseada... en la compañía del acróbata Magnus Jakobsson que la rescata del océano hecho con un mecanismo del siglo XIX y del bailarín Jaime Martínez. Un espectáculo, pues, maravilloso en el que al final aún nos queda una última sorpresa entre la niebla.

Otro espectáculo mágico de este festival, The animals and children took the streets, fue el que presentó, del 8 al 12 de mayo en la Sala Cuarta Pared, el grupo británico 1927. Un trabajo de teatro fílmico realmente asombroso que será recordado en Madrid durante bastante tiempo. Un trabajo muy original que se sale de lo que solemos ver por estos lares creado por un gran equipo multidisciplinar (la escritora, intérprete y directora Suzanne Andrade, con película, animación y diseño de Paul Barrit, música de Lillian Henley también actriz y Esme Appleton como tercera actriz).Ya se había estrenado en Australia en 2010 y luego en Londres dónde fue galardonada. En este espectáculo se unen música en vivo, interpretación actoral y animación gráfica en un espectáculo que se puede llamar teatro-cine ya que funde la pantomima clásica con el cine de animación, el mundo onírico de Lewis Carroll con la estética del expresionismo alemán y de las vanguardias soviéticas. El ensamblaje entre lo real y lo virtual es maravilloso y con una enorme capacidad magnética para atraer al espectador. Nos muestra con algunos rasgos de humor la dura vida en un barrio degradado y pobre dónde habitan y conviven nativos e inmigrantes. ¡Una hora y diez minutos trepidantes y mágicos!

Dentro de la gran variedad de espectáculos que nos ofrece este festival también pudimos ver, del 9 al 11 de mayo en el teatro de La Abadía, un espectáculo de teatro musical, Miss Knife chante Olivier Py, Les visiteurs du soir de Olivier Py (1965), cantante y autor de los textos, acompañado de cuatro excelentes músicos. Resulta curioso que este importante personaje del teatro francés que es Py, que ha sido director del Teatro de l`Odéon de Paris entre otros cargos importantes, y que ahora, en 2013, ha sido elegido para dirigir el Festival de Avignon, tenga este otro lado trasgresor. En plan provocador se declara a sí mismo católico y homosexual, y esto se nota en sus obras. Habiendo hecho una brillante carrera a pesar de ser hijo de inmigrantes, en las letras de sus canciones, llenas de teología, filosofía y metafísica, entre el misticismo cristiano y el exceso dionisiaco, se muestra muy crítico con la burguesía y muy corrosivo con sus instituciones, incluida la familia. Por ello, con su Miss Knife, una de las figuras femeninas en las que Py se transforma, travesti incandescente, que entronca con la tradición del cabaret y la chanson francaise, ha generado tanto adoración como repulsión. Su diva explosiva nos seduce y nos introduce en la atmósfera de un cabaret parisino alcanzando momentos verdaderamente notables.

Sin embargo, no logré conectar con otro espectáculo, Käiros, Sísifos y Zombis, obra de teatro que no es de teatro de Óscar Gómez Mata y la Compañía L¨Alakran, a la que asistí en la Sala Pradillo (del 16 al 18 de mayo). A pesar de sus intentos de hacernos partícipes de sus “gracietas” ni me picó el trasgresor alacrán ni me hizo mucha gracia “su materia viva y cambiante”. Si me pareció muy deshilvanada y perdida en mil vericuetos (algunos pueden ver esto como una virtud ligada a los ojos del Guadiana), que, a mi manera de ver, no logra profundizar en nada. Además, al final, se permiten ponernos ejercicios espirituales con diez minutos de silencio para luego hacernos participar en un supuesto “taller”. Está claro que yo ya había tenido suficiente y me abrí sin esperar a este regenerador descanso y a su “previsible” continuación. En este grupo percibí atisbos varios pero que no logran cuajar e. Si me tengo que quedar con algo me quedaría con el comienzo incierto y con la entrega de los cheques y el arrodillamiento.

A pesar de su interesante propuesta a nivel formal, tampoco me transmite concepto base ni ideas claras la propuesta, Exils, de Fabrice Murgia y del Teatro Nacional de Bruselas en los Teatros del Canal (del 17 al 19 de mayo). Este autor y director de la escena contemporánea belga, por cierto hijo de inmigrantes, española e italiano, y quién siendo muy joven ya es revelación, nos hipnotiza con su poética puesta en escena y su lírico texto que nos envuelve en una atmósfera entre virtual y real pero cuya temática, a pesar de su interés de entrada, se nos vuelve limitada y corta, incluso en su duración. Cuando muchos creadores se pasan de pesados con textos muy largos este joven pudorosamente no nos llega porque nos deja a dos velas y nunca mejor dicho. Y lo mismo me sucedió con su otra obra de teatro musical, Ghost Road, también en los Teatros del Canal (del 23 al 25 de mayo), que, a pesar de su interesante propuesta formal, tampoco me convenció. Sin embargo, fue bien recibida por el público asistente que no era de día de estreno. Esta pieza, con aire de road movie, se puede ver, según el autor, como “una doble metáfora del declive americano, del constante fracaso de nuestro sistema económico, un sabor a fin de mundo que me fascina..”. Es una colaboración entre Murgia y Dominique Pauwels, compositor de la prestigiosa compañía flamenca LOD Music Theatre (responsable de esta obra) que se gestó en un viaje que realizaron por pueblos fantasma y estaciones de servicio abandonadas de California, Nevada y Arizona. Hay que destacar el buen trabajo de la actriz Viviane De Muynck y de la cantante Jacqueline Van Quaille.

Un buen espectáculo de este festival tuvo lugar de nuevo, tras el de los ingleses 1927, en la sala Cuarta Pared (del 24 al 26 de mayo). El Theater Meschugge de la actriz, creadora y coreógrafa Ilka Schhönbein representó The Old Lady and The Beast, que se puede considerar como una “obra de arte total”. Concebida como un homenaje a su padre músico, el montaje evoca la decadencia del cuerpo, la vejez, el amor y la muerte a través de cuatro secuencias inspiradas en la iconografía propia de los cuentos de hadas y una puesta en escena deudora del cabaret berlinés de los años treinta, complementada por los acordes jazzísticos y también clásicos y contemporáneos, ejecutados en directo por la italiana Alejandra Lupidi, una estupenda y auténtica mujer-orquesta. Estamos ante un verdadero teatro de títeres adulto en el que la artista, con formación de bailarina también, nos muestra su enorme talento como marionetista. En esta obra un burro es el personaje que interactúa con ella. Se ha señalado como fondo escenográfico el universo pictórico de Degas.

Por otro lado, en este festival también se tuvo ocasión de ver, en El Teatro de la Abadía (del 30 de mayo al 1 de junio), Afectos, un espectáculo de flamenco contemporáneo, el de Rocío Molina al baile, y también coreografía, y Rosario “La Tremendita” encargada del cante y la guitarra, acompañadas ambas por el contrabajo y loops de Pablo Martin. La dramaturgia, escenografía e iluminación corrió a cargo de Carlos Marquerie, quién ya ha colaborado en otros espectáculos de esta artista que a pesar de su juventud, 26 años, ya recibió el Premio Nacional de Danza en 2010. En el Festival de Otoño en Primavera 2010 ya tuvimos ocasión de ver otro espectáculo suyo Cuando las piedras vuelen (2009), en el que inició su colaboración con el escenógrafo e iluminador Carlos Marquerie. Antes de nada hay que reconocer la cercanía que proporciona este teatro a la hora de contemplar un espectáculo de flamenco que necesita tanta proximidad: sobre todo éste que es tan íntimo y en el que hay una compenetración maravillosa entre los artistas, una enorme complicidad espiritual, sensorial y plástica. Pero, a pesar de la potencia y la técnica de esta artista que sin duda ha madurado, tengo que reconocer que, aunque por momentos me rindo ante su arte, me acaba resultando muy irregular por monótono y repetitivo. A veces, cuando se deja llevar por la “moda”, me sume en el sopor a no ser en algunas ocasiones en que me despierta con, por poner un ejemplo, algún eco de Israel Galván en su tabla. El público del estreno, como siempre, aplaudió a rabiar y casi me contagian. Esto ya me había sucedido en su espectáculo anterior que también me había dejado insatisfecho. Sus acompañantes cumplen bien su papel en este espectáculo de ahora y habrá que prestar mucha atención a la voz de la Tremendita.

De México ha venido, al Teatro Pradillo (del 29 de mayo al 1 de junio), la compañía Lagartijas tiradas al sol con una obra, Proyecto PRI. Derretiré con un cerillo la nieve de un volcán, un documental escénico que se acompaña de un libro de historia (La Revolución Institucional), o sea una parte que será efímera y otra que permanecerá. Un más que ambicioso proyecto que intenta conocer al partido, cuya fundación se remonta a 1929 bajo el nombre de Partido Nacional Revolucionario, y al país en un recorrido por el pasado político de México para así poder enfrentar el presente “ahora que sabemos que el PRI gobernará de vuelta por 6 años más. Esta indagación intenta profundizar en la interpretación oficial del pasado que determina el presente y trata de justificarlo. El punto de partida es la Revolución de 1910 y la Constitución de 1917, y luego el asesinato de Álvaro Obregón en 1928 hasta el regreso del PRI al poder en 2012. Este trabajo, con dos voces en off, alterna el documental con la dramatización de lo que le sucede a tres generaciones de una familia durante ese periodo: las vivencias humanas le van ganando terreno a la prolijidad de la información histórica. Pero el problema es que los dos planos se mantienen paralelos y no llegan a converger, aunque puede uno quedarse con la duda de sí está hecho a propósito para mostrar lo separadas que están la realidad de la gente y la política. Un montaje, pues, de agradecer en estos tiempos críticos y convulsos, y muy pertinente en lo que toca a la realidad española en la que faltan voces autocríticas sobre la Santa Transición. Un trabajo muy interesante en el que, sin embargo, además de poder perdernos fácilmente en sus divagaciones históricas, se echa en falta, a no ser la fuerza y la gracia del personaje de América encarnado por Luisa Pardo, una mayor garra escénica de sus protagonistas que, en su dramatización, no logran sacarle más pasión al desarrollo histórico.

Para el final, y como su plato fuerte, hemos tenido la fortuna de contemplar, y por partida doble, a la compañía británica Propeller. Esta compañía, dirigida por Peter Hall, se ha especializado en montar obras de Shakespeare con repartos exclusivamente masculinos tal y como sucedía en aquella época en el teatro isabelino. En primer lugar, nos brindaron, en Los Teatros del Canal del 5 al 8 de junio, Noche de Reyes (Twelfth Night) en una puesta en escena impecable en la que como siempre dominan con gran facilidad el espacio escénico en todo momento. Desde el inicio, en que Orsino comienza su parlamento, nos trasmiten emoción y buen hacer en su limpio recitado que, a mi manera de ver, solo decae un poco en el comienzo de la segunda parte tras el descanso. Viola, su protagonista, que ha sufrido con su hermano gemelo Sebastián un naufragio y que al quedar separados ambos piensan que el otro ha muerto, se disfraza de varón, con nombre Cesario, para entrar al servicio del Duque Orsino del que está muy enamorada. Mientras ella está arrobada a su lado él le hace confidencias muy íntimas como si fuese otro hombre. Al final, después de muchas peripecias, se descubre quién es quién en este enredo. Un sutil y elaborado juego shakesperiano, pues, con el que Propeller demuestra su nivel teatral. El problema de esta obra es que ya ha sido representada muchas veces en Madrid y con un buen nivel. Por ello, aunque el de la compañía inglesa y sus excelentes actores sea un buen trabajo, no nos ha sorprendido tanto como en otras ocasiones a pesar de su puesta en escena contemporánea llena de ritmo y musicalidad. Pero el público de la capital siempre les trata con mucha deferencia y cariño y les despide con grandes aplausos: esta obra gustó mucho y algúndía al menos fue aplaudida por el público puesto en pie. En segundo lugar, representaron La fierecilla domada, (The Taming of the Shrew), una obra que escribió probablemente al principio de su carrera (entre 1590 y 1591), a diferencia de la anterior que escribió en 1601 en la época de su mayor apogeo. Parece que la idea de unir estas dos obras residía en el tema del amor como eje común de ambas comedias. Pero en la segunda obra el público no recibió muy bien el tema del maltrato de su protagonista Catherine a manos de su marido Petruchio (en España, dónde se han producido muchas muertes por maltrato cada año, se es muy sensible frente a la violencia de género). ¡Y el texto dice lo que dice y muestra lo que muestra sin ninguna ironía! Por ello, al final de la representación, el entusiasmo del público fue más comedido “¡Estos ingleses!”, se oyó decir a más de uno al dejar los Teatros del canal. No era suficiente con que “el autor retratase el horrible machismo de su tiempo” ni que todo fuese envuelto como si nada en un sueño.

El director del festival, Ariel Goldenberg, puede estar satisfecho de su programación de esta edición del festival. Ha logrado resistir con un buen nivel de calidad artística frente a los recortes y esperamos que también a que el festival desaparezca. El árbol del libro-programa ha florecido en primavera de verdad después de su evolución desde otoño.


Cine


La situación del cine también es muy preocupante, agudizada por la subida del IVA cultural al 21%. Según el Observatorio Europeo Audiovisual (OBS), en 2012 casi el 70% de la cuota de mercado de salas en el país correspondió a obras cinematográficas procedentes de Estados Unidos. Las distribuidoras independientes en España solo alcanzaron el 18% de la cuota de mercado en 2012 frente al 82% de las majors. Si estos datos se comparan con Francia (50,35% frente al 49,65%) con Italia (41,20% frente al 58,80%) o con los países nórdicos dónde se protege mucho el sistema audiovisual propio, el panorama se vuelve desolador. Por eso no es de extrañar el cierre de la distribuidora de referencia en los últimos años en España, Alta Films., cuyo propietario, Enrique González Macho, decía que la asfixia del sector le obligaba al cierre de salas (de sus 200 en toda España podrían quedar apenas 20). La falta de apoyo institucional en España es claro tanto por parte de las televisiones públicas como por parte de la Administración. Luego está en España el problema de la piratería (España está en la lista negra).En suma: el cine de autor está en peligro. Pero para el poeta y académico de la Lengua Pere Gimferrer el lastre más grave es que España es “de toda Europa el que tiene un público peor formado cinematográficamente”. Hay un pésimo gusto en el espectador español que viene de un problema pedagógico muy antiguo y nos falta la tradición cinéfila de Francia, Italia o Gran Bretaña.

Por otro lado, los productores audiovisuales exigen ahora al Ministerio de Educación y Cultura, al de Hacienda por lo tanto, un 40% de exención fiscal para todo aquel que invierta en cine. Estas exenciones fiscales que ha pedido la FAPAE (Federación de Asociaciones de Productoras Audiovisuales de España) a la directora general del ICAA (Instituto de la Cinematografía y de las Artes Audiovisuales) estarían más acordes con las vigentes en otros países europeos. Al tiempo, los productores critican la inoperancia de la comisión creada por el ministro Wert para un nuevo modelo de financiación Creen que dicha comisión está totalmente bloqueada y el nuevo proyecto no podrá estar listo el 31 de mayo como había prometido el ministro.

En mayo, “El Cultural”, suplemento cultural del diario El Mundo, en una entrevista a productores, mostraba diferentes aspectos de esta crítica situación. Luis Miñarro, por ejemplo, señalaba que “están cerrando los estudios de sonido o de posproducción, lo que es la infraestructura de la industria, y si este proceso no se detiene habrá que terminar las películas fuera de España. Todo lo que ha costado treinta años construir con mucho esfuerzo se está derribando de forma fulminante”. Por otra parte, la taquilla ha caído un16% en 2013 y el número de espectadores en salas se acerca peligrosamente a la mitad de los 143 millones de 2004, último año triunfal. Además se ruedan menos películas (en abril 28 películas, un 15% menos que en 2012 y un 50% menos que en 2011). En 2014, el parón puede ser brutal. En lo que todos coinciden es que “la masificación de la banda ancha supuso el verdadero inicio del declive, no tanto la propia llegada de Internet. La causa más evidente de la debacle ha sido la piratería”. Pero para Miñarro hay causas más profundas: “Hay un cambio de paradigma dónde el cine ha dejado de ser tan importante como era”. En el fondo la rendición de Alta Films y González Macho suena a derrota colectiva. ¡Un duro golpe al cine de autor!

En el reciente Festival de Cannes se ha visto a España como un paria en la tierra dorada del cine, en el mercado cinematográfico más grande del mundo en el que ahora también todos se ven afectados más o menos por la crisis. Los distribuidores presentes en Cannes dicen que habrá que esperar a mejores tiempos para comprar películas que exhibir. En relación a los periodistas, para acceder a entrevistas con las grandes estrellas del festival, las grandes agencias internacionales de promoción, ante las muchas peticiones, discriminan por territorios vendidos. Por ejemplo, a los Coen, al no tener distribución en España, ningún periodista puede entrevistarles. Y no digamos las cribas económicas: un distribuidor español ha tenido, con la película comprada, que dejar sus intentos para lograr más tiempo de entrevistas porque los mediadores pedían demasiado dinero. No se pueden comprar películas a precios desaforados si se sabe que no van a rendir en taquilla. Y las televisiones siguen sin querer comprar cine de autor y/o europeo Todo se mueve con menos impulsividad. Pragmatismo y caras largas decían que eran las que se alternaban en los stands españoles.

En España, exhibidores, distribuidores y productores están negociando una importante reducción del precio de las entradas. En su última reunión en Madrid tenían claro que “debemos dar una respuesta conjunta para que sea fuerte”. Enrique González Macho cree que hay que ir en esa dirección acompañando ese descenso con una gran campaña de promoción para que la gente sepa que los precios han bajado. Si 2012 fue malo este año amenaza con ser peor. Desde luego la entrada en España es de las más caras. Y el “ivazo” disparará el coste medio de las entradas hasta 7`2 euros (¡la mayoría supera los nueve euros!) con lo que España estará entre los diez países dónde ir al cine sale más caro. En esta lista están también los países nórdicos y Alemania pero allí el paro es mínimo y tienen un nivel de vida mucho más alto. Es cierto que las cosas podían haber sido peores porque la recaudación de los cines españoles se salvó en 2012 gracias a la película de Bayona “En el último trimestre se produjo la remontada, gracias a Lo imposible, la producción española con mayor recaudación a nivel nacional de todos los tiempos. Su éxito ayudó a paliar el efecto que la subida del IVA podría haber tenido”, señala Julio Talavera, analista del Observatorio Audiovisual Europeo.


Excepción cultural


Es un hecho que la llegada de películas de autor a las salas peligra por la crítica situación de la distribución independiente. Hollywood lo va aplastando todo a su paso. En España lejos quedan los tiempos de Solé Turá (1991-1993) en que el cine pasaba por buenos momentos pero también cuando un magnate de la industria de Hollywood le soltó en su sede ministerial: “Mire usted, yo sé que en Hollywood hacemos películas buenas, mediocres y malas. Pero queremos venderlas todas, las buenas, las mediocres y las malas”. Era la época en que las majors norteamericanas obligaban a comprar cine por lotes para tener los derechos de exhibición de las películas top. Aunque esta práctica ya ha desaparecido la verdad es que España sigue dominada por el cine de Hollywood.

Como ya hemos dicho los datos son bien claros. Según el Obsrvatorio Europeo Audiovisual (OBS), en 2012 casi el 70% de la cuota de mercado de salas en el país correspondió a obras cinematográficas procedentes de EEUU. Y el que sufre más es el cine de autor que queda arrasado en España ¿Cómo se podrá hacer cine artesanal?

En medio de este panorama desolador al menos hemos encontrado un pequeño consuelo en la heroica resistencia de Francia frente al avasallamiento comercial de EEUU que ha llegado a un acuerdo comercial con la UE. El cine se ha quedado, pues, fuera de ese acuerdo comercial ya que tanto Francia como loas cineastas creían que incluir a esta industria en las negociaciones supondría una amenaza para el futuro del sector ante el todopoderoso Hollywood. Por ello han defendido mantener la actual excepción cultural que garantiza la protección del sector a través de subvenciones y cuotas frente a la competencia norteamericana. Francia ha dado un ejemplo enorme a los Veintisiete ya que con su capacidad de veto llevada hasta el extremo en esta negociación ha logrado mostrar una forma de resistencia cultural y económica ante las fuertes imposiciones comerciales neoliberales. Una vez más Francia ha tenido que dar ejemplo cuando todos se someten a la gran liberalización globalizadota. ¡Y le llovieron críticas de todos lados! Pero Francia y la industria audiovisual se salieron con la suya a pesar de las amenazas.


Películas


Frente a esta situación crítica de la que hemos hablado antes al menos hemos podido contemplar en este periodo de la cartelera madrileña bastantes buenas películas. Podemos empezar por NO, una película, entre lo documental y lo ficticio, dirigida con buen pulso y buen manejo de archivo por el director chileno Pablo Larraín, y muy bien interpretada por el conocido actor Gael García Bernal, y también por “el malo” Alfredo Castro. Trata de la campaña publicitaria que derrocó a Pinochet quién en 1988 había intentado “blanquear” su dictadura mediante un plebiscito. Nominada al Óscar 2013 como mejor película de habla no inglesa destacó en la Quincena de realizadores de Cannes 2012 como mejor película y en El Festival internacional de Cine de La Habana como premio Coral a la mejor película.

O Las bestias del sur salvaje, una película de Benh Zeitlin, quién ha adaptado una obra de teatro de su amiga escritora Lucy Alibar, que ha recibido merecidamente muchas nominaciones porque es una película arriesgada, y que aunque irregular en su desarrollo, tiene una enorme potencia visual. Fue nominada cuatro veces al Óscar 2013 (director, película, guión, actriz), además de Cámara de Oro en Cannes 2012 y Gran Premio del Jurado en Sundance 2012. Esta película me ha despertado un entusiasmo inmediato gracias a una estética de sorpresa y exceso que nos muestra con gran poesía el esplendor y la violencia de la naturaleza. Han tenido que juntarse tres productoras para llevar a cabo este proyecto imposible que se ha hecho posible gracias al esfuerzo de un gran equipo interdisciplinar que ha trabajado en los meandros del Misisipi en el sur de .Luisiana. “Se trata de inventar una realidad y poblarla con las mejores personas que conozco”, dice el director quién ha recurrido a actores no profesionales. A destacar el papel de la niña protagonista, la niña Hushpuppy de seis años que vive con Wink, su padre, casi en el fin del mundo.

Otra película como Las ventajas de ser un marginado del director debutante Stpehen Chbosky, que podía haber quedado en el mero subgénero lo trasciende con gracia y nos deja un buen sabor de boca. El director ha hecho una adaptación de su novela en una película de la categoría “más allá” que logra destilar honestidad y encanto a partes iguales.

Hay otras películas realizadas dignamente como La cocinera del Presidente, una comedia de Christian Vincente, basada en una historia real, que nos deja, a través de su encantadora actriz, buen sabor gastronómico. Igual que Noche de vino y copas, una película del danés Ole Christian Madsen que al menos nos muestra que el cine de Dinamarca, como vamos a ir viendo en esta reseña, tiene un buen nivel. También una película brasileña, El payaso, una comedia del director, y también protagonista Selton Mello, una estrella de la televisión brasileña que por lo visto ha promocionado bien su película, que a mí me conmueve por su poesía y melancolía sin llegar a parecerme afectada, aunque algo de ello pueda haber. Todo lo contrario de este lirismo se encuentra en Diaz: No limpieis la sangre, de Daniele Vicari, un drama que recrea los acontecimientos de la brutal represión en el instituto Díaz, en 2001, en la cumbre del G-8 de Génova. Este documental integra con habilidad imágenes de archivo con otras del director que tratan de poner de relieve la responsabilidad del Estado en una masacre de inocentes. Frente a la claridad y contundencia de la puesta en escena quizá lo que no se ve tan claro en esta película es el desarrollo de la narración. Una película menor pero de interés es la película italiana La nostra vita, de Daniele Luchetti como viva imagen de la Italia de Berlusconi. Esta película nos muestra una interesante propuesta social (subcontratas de la construcción y red familiar de apoyo) pero su desarrollo es irregular. Está interpretada con eficacia por Elio Germano, premio al mejor actor en el Cannes de ¡2010!

Una película que ha pasado, a pesar de ser seleccionada en diferentes festivales, casi desapercibida ha sido El molino y la cruz de Lech Majewski, un director de cine polaco (además de escritor, poeta, compositor y director de escena de renombre mundial, y que ha tenido una exposición retrospectiva de su trabajo, en 2006 en el Museo de Arte Moderno de Nueva York, titulada Lech Majewski: Juegos de manos de la Imagen Móvil) con una larga carrera interdisciplinar a sus espaldas. Esta película le supuso al director cuatro años de investigación para intentar entender como Brueghel había logrado combinar en una misma imagen siete perspectivas diferentes y reproducir, en función de pigmentos orgánicos, los mismos colores y tonalidades de la pintura medieval. El camino al calvario, la pintura del belga Pieter Brueghel desmenuza la historia de La pasión de Cristo en la región de Flandes bajo la brutal ocupación española de 1564. Con intérpretes de primera como Rutger Hauger, Charlotte Rampling y Michael York, el director también ha coparticipado en la producción, en el guión, en la música y en la fotografía.

Una “rareza” en la cartelera en la que destaca la magnífica interpretación de la niña protagonista. Rebelde, una película del director y guionista canadiense Kim Nguyen emocionante por su lirismo conmovedor y desgarrado que trata de una niña soldado en Africa (no sabemos el país pero tampoco importa mucho). Este tema de catálogo de horrores ha sido objeto de documentales pero nunca lo había visto en la ficción, en una ficción tan veraz. La sensación que nos trasmite esta película sobre todo a través de su niña protagonista es escalofriante y veraz sin morbo sin sentimentalismo ni amarillismo. Una de las películas más impresionantes de las que he visto. Nominación al Oscar este mismo año a esta “lección de vida sobre la resistencia del espíritu humano”.

También pudimos ver excelente cine de época en la danesa Un asunto real del director Nikolaj Arcel, una auténtica sorpresa en medio de la gris Berlinale 2012 (Oso de Plata al mejor guión y Oso de Plata al mejor actor) de un director muy poco conocido. Esta película con un impecable guión ambientado en el siglo XVIII, cuenta las intrigas palaciegas que se producen cuando una noble inglesa arruinada, Carolina Matilde, una mujer culta e inteligente se casa con Cristián VII, rey de Dinamarca, al que su corte maneja políticamente al tiempo que le ríe sus excentricidades. El conflicto real se produce cuando llega un médico rural prusiano que, además de curar al rey, logra ganar la confianza del monarca. Este hombre idealista es portador de las ideas ilustradas y se enfrenta a las normas establecidas en la corte; y además se enamora de la reina y ella de él. En suma una historia de amor y poder que en gran parte se basa en los diarios y cartas de la reina. El director narra este drama sin caer en el melodrama con un pulso clásico, entre el cine de arte y ensayo y el comercial según él, y logra, sin maniqueísmos, implicarnos y emocionarnos al tiempo que admiramos su profundidad, su sutileza, su buen hacer profesional y su inteligencia. Esta historia que es muy famosa en Dinamarca y que había oído en el colegio dónde se enseñaba la quiso rodar en danés porque el pueblo hablaba danés mientras que la corte hablaba alemán y francés. Sobre ella había varios libros e incluso una ópera y un ballet pero ninguna película. Hay que destacar especialmente al gran actor Mads Mikkelsen en el papel del médico Johann Friedrich Struensee.

Otra película a destacar es Bárbara, del director alemán Christian Petzold que fue Oso de Plata al mejor director en la Berlinale 2012. Petzold que se estrena en España como director, aunque es su sexto largo, sitúa esta historia, basada también en la novela homónima de Hermann Broch en la Alemania de los años veinte, en la Alemania del Este de 1980. Es la historia de una médica que se mueve en la contradicción amor-odio hacia la Alemania Oriental. Desde el principio, en su promoción, se ha intentado emparentar esta película con La vida de los otros de Florián Henckel con la que comparte ambientación y subtextos. Pero aquí hay menos personajes y no hay banda sonora de acompañamiento y sí hay unos sutiles diálogos que la convierten en película de autor. ¡Qué expresividad en los silencios de Nina Hoss! ¡Una joyita! La médica, magníficamente interpretada por esta actriz, Nina Hoss, ha pedido autorización para marcharse definitivamente a Occidente y como castigo la trasladan a un pueblo de la costa del mar Báltico dónde va a conocer a André, un médico cirujano entregado a su profesión encargado de vigilarla. Mientras tanto su amante prepara su huida. Ella duda porque se ha enamorado de su cariñoso protector. Estamos, pues, ante un retrato minimalista de esa época asfixiante de la República Democrática Alemana vigilada por las células de la Stasi. Atmósfera gris de la burocracia socialista que había construido su Muro en 1961, el mismo que iba a caer en 1989. La película está rodada en orden cronológico menos una escena, la del beso entre Bárbara y André. Esperamos ver más películas en Madrid de éste hasta ahora inédito director.

Y la otra gran película que completa esta triada es La caza del importante director danés (¡qué maravilla el cine danés actual!) Thomas Vinterberg, ya famoso por su gran película Celebración, que marcó época. Esta película de ahora que trata de unos supuestos abusos infantiles por parte en la que “una mentira puede destruir a un inocente” es la “antítesis científica” de aquella su obra seminal que constituía la denuncia de un hijo contra su padre. “Fascina y aterra: todo lo que decimos deviene en verdad…. Es muy importante recordar que las palabras no se las lleva el viento. Hay que tener mucho cuidado con lo que se dice”, aclara el director que había sido con Lars Von Trier el fundador del movimiento Dogma. Con esta película sin formalismos de estilo ha querido regresar a aquella visión pura que marcó el principio de su carrera cinematográfica. Su guión ha obtenido el Premio al mejor Guión en el festival de Cannes 2012. Parte de un texto de un conocido psicólogo infantil danés que en una oscura noche de invierno de 1999 llamó al timbre de la casa del director porque le traía unos papeles. Vinterberg se comportó como un maleducado y no le invitó a entrar y ni siquiera leyó los papeles que le entregó. Reparó su error diez años después en que tuvo que recurrir a un psicólogo y le llamó. Además leyó lo que le había entregado. Se quedó por lo visto atónito y fascinado y pensó que era una historia que debía contarse. Una historia de una caza de brujas en la época actual. El director nos la narra con una potente fuerza. Gracias también a su actor, Premio al mejor Actor en dicho festival, el gran Mads Mikkelsen, que logra meterse en la piel del protagonista y trasmitirnos su zozobra ante las falsas acusaciones a las que es sometido por la niña primero y luego también los niños del colegio (¡los niños también pueden mentir!) dónde trabaja y luego por todo el pueblo, incluidos sus amigos exceptuando el que se nos muestra desde el comienzo como el más adinerado y el más culto. Y por su hijo que le defiende a capa y golpes.

En medio de estas grandes películas no debería pasar desapercibida una humilde película de Paraguay, 7 Cajas, que, a pesar de su bajo presupuesto, encierra una enorme creatividad. En la línea formal por ejemplo de Ciudad de Dios con planos casi imposibles, fotografía de gran contraste y montaje veloz, esta película de Juan Carlos Maneglia y Tana Schembori, a pesar de sus limitaciones formales y temáticas, merece la pena. Narra un mitológico viaje sin salir de un mercado de Asunción.

Sin embargo, y como contraste con la anterior, a la de entrada interesante película On the road, dirigida por Walter Salles que había recreado el viaje iniciático del Che Guevara en Diarios de motocicleta, le falta la energía de aquella. A esta película basada en la mítica obra de Jack Kerouac, que, incomprensiblemente, nunca se había llevado al cine, le falta alma y sus personajes no nos seducen a pesar de la magnífica ambientación de la película.

Una enternecedora película, Un amigo para Frank, su primer largo, es la del director Jake Schreier, que está magníficamente interpretada por Frank Langella. Nos muestra cómo en su ancianidad su personaje se relaciona con un robot que es su acompañante. Un ejemplo, pues, de ciencia ficción humanista que nos da una visión de un futuro posible llena de inteligencia y humor.

Al final, y teniendo en cuenta todos loa avatares por los que ha pasado la película española La mula, no me ha parecido mal y hasta me ha gustado el actor Mario Casas en este trabajo por el que ha recibido el premio al mejor actor en el festival de Málaga. Esta película ha tardado cuatro años en estrenarse y su director y guionista, el británico Michael Radford ha renegado de su autoría que aparece como anónima.

Del coreano Hong Sang-soo, el más afrancesado de los directores coreanos, el Rohmer coreano dicen algunos críticos, nos ha llegado una simpática comedia, En otro país, que, por la ligereza del tono, es posible que quede oculto su complejo juego lingüístico en el que la repetición, característica estructural del director, tiene un papel fundamental. Las películas de este director hasta ahora eran inexplicablemente inéditas en las salas españolas. Esta película, de la que es guionista también, contiene tres relatos en uno que se desarrollan en un mismo espacio, un pueblo costero, protagonizados por la misma actriz, Isabelle Huppert. Un cine de mínimos recursos pero de gran sutileza y belleza formal. Es maravillosa la gracilidad y la versatilidad con las que la gran actriz representa a tres personajes femeninos diferentes y en cada relato siempre parece una mujer distinta. La película comienza con la escritura de un guión de un corto por parte de una joven estudiante de cine que ha huido con su madre a Mohang. Este guión presidido por la melancolía del paso del tiempo trata de tres mujeres coreanas llamadas Anne que visitan la ciudad.

Otra comedia de tono muy diferente, Turistas, es la del prometedor director inglés Ben Wheatley que con ésta ha realizado su tercer largo, coescrito con sus protagonistas Alice Lowe y Steve Oram. Comedia de humor muy negro, excéntrica y gamberra, reinvención de la eterna comedia romántica, de forma contracultural que se hace bestial pues a lo largo del recorrido de los turistas por los míticos lugares de la geografía británica sus humores de rechazo de los otros que no les caen bien les conduce a ambos, la mujer le acaba ganando, a una serie de asesinatos en cadena. En esta película de corta duración y gran potencia visual se cuestiona a fondo nuestra aparente racionalidad que esconde aspectos atávicos ligados a nuestro origen que no queremos ver ni reconocer. Los autores del guión llevan esto al límite con un final brutal. Para poder ver esta película hay que tratar de entender este tipo de humor tan diferente que nos puede servir como reflexión sobre nuestra demencia. Parece que no ha sido mal recibido en Inglaterra.

Sobre el también eterno conflicto palestino nos ha llegado un drama canadiense, Inch`allah, dirigido por Anäis Barbeau-Lavalette. Esta película está ambientada entre Ramala, Jerusalén y Tel Aviv pero ha sido rodada en gran parte en Jordania. Nos muestra cómo el conflicto entre Palestina e Israel no tiene salida. Nos lo muestra a través de una joven ginecóloga canadiense que vive en Jerusalén y trabaja en un centro de salud para mujeres de un campo de refugiados de Cisjordania por lo que trata con ambas partes e intenta, sin lograrlo pues el odio es más fuerte, tender puentes. El único punto de acuerdo acaba siendo sobre las virtudes del futbolista Puyol. La película y la doctora, que no puede mantenerse neutral, basculan hacia el lado palestino, cosa que no gustará a algunos pro o sionistas. Me ha sorprendido, en medio del intercambio de mártires y terroristas, la figura del silencioso niño palestino que intenta abrir un pequeño agujero en el muro que les separa.

¡Y para cerrar este texto lo haremos con un director y una película que provienen del país que ha defendido contra viento y marea la excepción cultural que permite un cine de autor como éste! ¡Sea, pues, mi homenaje!

En una estupenda película, Après mai, el director francés Olivier Assayas, consigue recrear una atmósfera postmayo del 68, después del triunfo de los gaullistas en las elecciones del mes de junio de 1968. Un retrato veraz y complejo de las secuelas del mayo francés que él vivió en persona: se nota que casi todo en esta película es autobiográfico. Este filme arranca en el París de 1971 y sigue las andanzas (con parada en Italia y en Londres al tener que huir por haber dejado malherido a un guardia) de un adolescente, Gilles como alter ego del director, y de sus compañeros de liceo como grupo de jóvenes revolucionarios, en general de buenas familias e hijos de una burguesía ilustrada, que se mueven entre el idealismo, la confusión, la ingenuidad y la rebeldía. Nos muestra sus relaciones: sus encuentros y sus separaciones, sus amores y sus desamores. Assayas logra a través de una investigación rigurosa hacer que lo complejo nos parezca simple y que, al mismo tiempo, esta película se convierte en una crónica de primera mano de esa época concreta. A mi manera de ver pivota su estructura en tres patas: los grupúsculos ideológicos que se mueven desde el trotskismo al maoísmo pasando por el libertarismo que derivará en el situacionismo; los artistas y los movimientos artísticos; y el hippismo, las drogas y la contracultura. Todo ello muy bien documentado a nivel político y a nivel artístico, cinematográfico y musical (una de las grandes bazas es su gran banda sonora). El director (París, 1955) lleva a cabo, además, una reflexión sobre el cine (fue crítico de Cahiers du Cinéma antes de ser un director de cine influenciado por Robert Bresson). Su gran pasión fue el cine asiático que trató de introducir en Europa e incluso se casó con la actriz hongkonesa Maggie Cheung (Deseando amar). Con esta película logra darnos una visión distanciada libre de maniqueísmos y de prejuicios, con sus luces y sus sombras, sobre un momento histórico como éste que no volverá a repetirse en el que una generación llegó a creer que se podía cambiar el mundo. Un momento lleno de experimentación, tanto en el cine (¡debían ser las formas también revolucionarias o bastaba con que lo fuese el fondo?) como en la vida, de rebeldía y de insumisión. “Vivo enfrascado en mis sueños y cuando por fin veo la puerta de la realidad, no logro abrirla”, exclama el protagonista. Una importante reflexión de Assayas que no quiere impartir doctrina, un gran debate que puede y quizá debe ser continuado en los debates actuales del 15M. Con esta película ganó el premio al mejor guión en el último festival de Venecia.



 

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