La aparición pública de fotos de jóvenes con cargos institucionales del PP con símbolos del franquismo ha generado en estos últimos días algunos comentarios, pues ante la denuncia o protesta realizada desde posiciones de izquierda algunos personajes del citado partido han tratado de minimizar el hecho, e incluso, en algún papel que he leído en la prensa valenciana, se equipara tal hecho con la aparición de banderas republicanas o, en su caso, la del ritual del puño en alto en actos públicos por parte de gentes de izquierda.

El principal argumento que he leído a favor de tal equiparación se basa en sostener que tanto el republicanismo, o la exhibición de la bandera que instauró la Segunda República -que era un régimen nacido de las urnas y fue eliminado por la fuerza del totalitarismo- son propios de una dictadura de izquierda. Igualmente, se argumenta que el saludo del puño cerrado en alto corresponde a regímenes totalitarios o dictaduras comunistas.

Partamos de la ley, para acabar con otras consideraciones de la más elemental historia. La ley 52/1975, por la que se reconocen y amplían derechos y se establecen medidas a favor de quienes padecieron persecución o violencia durante la guerra civil y la dictadura, en sus artículos 15 y 16 emplaza a las autoridades a tomar medidas para evitar la exaltación de los símbolos de la sublevación militar, la guerra civil y la dictadura franquista, aunque tal precepto no es de aplicación cuando no hay exaltación del enfrentamiento.

Pues bien, hace años que nuestros más altos tribunales sentaron el criterio de que el republicanismo y sus símbolos son legítimos cuando se actua según las normas legales y pacíficamente. Exhibir una bandera republicana es un derecho cuando se ejercita en la calle en una manifestación o en un mitin, por citar dos ejemplos. En cuanto al puño en alto, cualquier vistazo a la historia nos muestra que ha sido un símbolo de la izquierda, así como que la mayoría de los antifranquistas activos lo usábamos, incluso recordemos como enemigos del estalinismo, como Andreu Nin, asesinado en España en plena guerra civil por los agentes de Stalin, hacia uso de él. Por cierto, nunca he visto una foto de este último dictador con el puño en alto, ¿y ustedes queridos lectores?

Para acabar, una cosa bien clara, nosotros no hemos tenido una dictadura de signo comunista, sino la instaurada tras la guerra por el General Franco, una dictadura de derechas que encarcelaría a mucha gente durante varias décadas, negando las libertades y proyectando la represión política sobre los demócratas, entre los cuales había gentes de muchas corrientes u opiniones, por lo que muchos hoy nos podemos sentir insultados por quienes se fotografían con símbolos del régimen que nos dominó, apareciendo así como si lo reivindicaran.

No puede pues, haber equiparación o equívocos. Ni el puño en alto ni la bandera republicana son símbolos de una dictadura, el escudo con el águila sí.