Trasversales
redacción Trasversales

Para salir de nuestra crisis hay que echarlos


Revista Trasversales número 30 ocutbre-enero 2013



Para los miembros de las élites económicas y políticas, “salir de la crisis” es aumentar sus beneficios y sus privilegios, consolidar su impunidad económica, política y penal.

Han empobrecido a la inmensa mayoría de la población trabajadora, han precarizado nuestras vidas e incluso han arruinado a muchas pequeñas empresas. Degradan la sanidad, la educación, la cultura, la investigación y el sistema de pensiones, hacen volver atrás los derechos y la condición social de las mujeres, dejan sin casa a cualquier familia a la que no puedan sangrar más sus bancos, bajan el poder adquisitivo de salarios, pensiones y prestaciones sociales, criminalizan la protesta social.

Para nosotr@s, salir de la crisis es recuperar los derechos que nos han robado y avanzar en bienestar, en autonomía personal y colectiva y en verdadera democracia, que es libertad y es igualdad, pues sin una no existe la otra.
Tenemos que mantener nuestras movilizaciones, manifestaciones, huelgas, nuestras mareas, lo más amplias y unitarias que sea posible. Pero también tenemos que organizarnos de la forma que mejor nos parezca, hacer de cada plaza o lugar de encuentro un espacio de diálogo e intercambio de opiniones y conocimientos, abandonar prepotencias y desprecios, encontrar un lenguaje común, explorar otras maneras de hacer las cosas, construir herramientas políticas amplias y plurales para, entre otras cosas, minar el monopolio institucional de las élites. Tenemos que unirnos, sin arriba ni abajo, sin delante ni atrás, reconocernos como iguales, aunque en muchas cosas pensemos diferente y lo digamos, pues tenemos que defender lo que es nuestro porque es común y porque sólo seguirá siendo nuestro si sigue siendo común. Y tenemos que echarlos.

Sí, no nos representan, pero es aún peor: nos desprecian. Son enemigos del pueblo. Son los que cada día, con palabras o hechos, dicen ¡que se jodan! Nuestra pobreza es su riqueza. Nuestros recortes son sus sobres, sus privilegios, sus lujos... y mucho más que se embolsan.

Reunámonos, compartamos lo que sabemos, enlacemos manos y brazos y avancemos, por que si nos unimos nadie podrá detener nuestra alianza. Si nos separamos, nos lo quitarán todo.

Hay que echarlos. Sí se puede.