Trasversales
José M. Roca

Buen aire

Revista Trasversales número 32, junlo 2014 web

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Ayer, la alcaldesa de Madrid, señora Botella, anunció un protocolo de medidas, a poner en marcha en caso de que se llegase al máximo nivel de polución atmosférica permitido, entre dichas medidas está limitar la circulación de vehículos por el centro de Madrid y reducir la velocidad.

Llega tarde pero llega, y sería mejor adoptar medidas para evitar llegar al nivel máximo. No obstante hay que recordar un par de cosas. Una es anecdótica -un descuido por el relaxing-, pero revela su poca preocupación por el tema -environment, Mrs Bottle. Okay?- y es que la señora Botella, siendo concejala de Medio Ambiente (¡Santo cielo! Qué cosas le caen a una encima en la tómbola de la política), fue sorprendida en marzo de 2011 yendo a la “pelu” -hairdresser. Okay?- en car y con otro car de escort y dos dotaciones de bodyguards, la que le corresponde por el cargo (poltroning) y la añadida por ser la lady del Liderísimo (the wife of the Chief).

La otra tuvo lugar en la primavera de 2009. Para evitar las frecuentes reprimendas de la Unión Europea cuando se sobrepasaban los límites de polución ocasionados por los motores de vehículos, que provocan el 76% de la contaminación madrileña, y no dar explicaciones a los ecologistas, que son pesadísimos con esto del aire, a los vecinos y a la oposición (cuando se despertaba), suprimió 8 estaciones medidoras ubicadas en el centro de Madrid y las desplazó a la periferia, en zonas de baja densidad de población como Sanchinarro y el Ensanche de Vallecas, o de arbolado -Retiro- o en Faunia ¡Faunia!, donde hay animales y pinos. Naturalmente, las mediciones bajaron, pues de eso se trataba, pero se rompieron series de registros históricos, que de eso también se trataba, ya que es una consigna del PP suprimir estadísticas de lo que sea, o adulterarlas para hacerlas inservibles, a favor de la opacidad que tan bien les viene para gobernar sin control.

Como es la costumbre de la casa, Botella achacó las críticas a la situación preelectoral -se acercaban las elecciones municipales, que, de rebote, la llevarían a la alcaldía- y señaló que la oposición había convertido en sanitario un tema como la contaminación, que no lo es. Si lo sabe ella. “La calidad del aire de Madrid es la mejor que hemos tenido en la historia", recalcó en la misma entrevista en la COPE. Le faltó decir que el milagro era ella. Y por si quedaba alguna duda, remató la faena con una frase rotunda: “Más asfixia el paro” (de mister Shoemaker, of course).

Pero ya tenemos protocolo sobre la polución atmosférica. Ahora sólo falta que funcione el sistema de ciclostatic, que les acaba de vender un amigo, y tendremos el problema casi resuelto con el aire que llega de la sierra.


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