Trasversales
Luis M. Sáenz

"Recuperación"... la suya, la nuestra

Revista Trasversales número 34 febrero 2015 (web)

Texto del autor en Trasversales



"Quienes pueden ver el dolor sin sentirse conmovidos, pronto aprenderán a causarlo"

Mary Wollstonecraft

1. La corrupción es la segunda mayor preocupación de la ciudadanía (CIS diciembre 2014). Para un 84,2% la situación política era mala o muy mala. En octubre, un 69% consideraba mala o muy mala la labor del Gobierno y sólo un 6% buena o muy buena. Un 87% tenía poca o ninguna confianza en Rajoy, valorado con 2,31 sobre 10; sus ministros iban de 1,47 a 2,90. Un 60% nunca votaría al PP. Pese a ese rechazo social, el PP podría volver a ser el partido más votado si logra vender a una franja de la sociedad el discurso de la "recuperación". Años duros y desesperanzados seguirían a años duros vividos con indignación. El optimismo desenfrenado no servirá de nada. Las nuevas mayorías en ayuntamientos, comunidades y en las Cortes habrá que pelearlas en la calle, dirigiéndose a toda la población, no sólo a los afines, con comportamientos limpios, sin prepotencia, con capacidad de alianzas y con respeto a la inteligencia colectiva.

El Producto Interior Bruto (PIB) crece, la ocupación ha subido algo, el número de desahucios también ha crecido y algunos analistas prevén una nueva recesión a finales de 2015 mientras el Gobierno anuncia que hemos salido de la crisis. Pero no se hace política con augurios optimistas o pesimistas sino con proyectos. Sobre el sufrimiento causado a la mayoría de la sociedad podría quizá consolidarse una reactivación económica que reanude el flujo "normal" del desarrollo capitalista pero sin recuperación de nuestros derechos sociales y políticos. Aunque los actuales indicios de reactivación fuesen el inicio de una salida de la crisis económica eso no significaría una salida de la crisis social que se inició con la disminución de población ocupada desde el tercer trimestre de 2008, que continuó con la oleada de recortes abierta en mayo de 2010 (Real Decreto Ley 8/2010) y que aceleró su agresividad desde la investidura de Rajoy. FAES, la fundación aznarista, acaba de pedir que se suprima el salario mínimo. La "recuperación" de Rajoy no recupera los derechos perdidos por la mayor parte de la población ni nos devuelve las condiciones de vida pre-crisis. Por el contrario, su apuesta estratégica para la "salida de la crisis" es la consolidación de los recortes como nuevos estándares sociales duraderos. Si la mayor parte de la sociedad entiende esto, se abrirá un horizonte de cambio político. Si no es así, las élites políticas y económicas pueden recuperar la hegemonía que están perdiendo.

2. ¿Cuáles han sido las consecuencias de las "políticas de austeridad"? Expansión de la pobreza y la exclusión social. Aumento de la desigualdad. Desempleo masivo, precariedad y degradación de las condiciones de trabajo y de los derechos laborales y sociales. Éxodo de una parte importante de nuestra juventud. Recortes de largo alcance en el sistema de pensiones. Ampliación de la "brecha social" entre mujeres y hombres. Deterioro del sistema sanitario español, que en el ranking mundial está en el puesto decimocuarto tras venir del quinto y antes del tercero. Degradación del sistema educativo, al servicio de un proyecto de segregación social y descualificación profesional. Transferencia de riqueza social hacia la minoría más rica y desposesión social en beneficio de las oligarquías económicas y políticas, utilizando leyes caciquiles, fuerza bruta, corrupción, robo, amedrantamiento, expolio de lo público, represión de la protesta social, etc. Recon­figuración del sistema productivo, en un doble proceso de destrucción y concentración de capital que ha destruido miles de empresas y comercios viables y ha aniquilado cerca del 20% del tejido productivo, acrecentando el poder de las empresas del Ibex 35 y de algunos otros grandes grupos.

3. Durante los 24 trimestres 2009-2014 se han producido 10 aumentos del PIB y 13 descensos (Contabilidad Nacional Trimes­tral de España a precios de mercado, datos corregidos de efectos estacionales y de ca­lendario). Creció en 2010 y viene creciendo desde el cuarto trimestre de 2013 (2013T4). Se prevé un PIB 2014 1,4% mayor que el PIB 2013, aunque un 4,5% menor al de 2008 y un 0,9% menor al de 2011. Esa evolución quizá se prolongue varios años o quizá haya una recaída pronto. En todo caso, más PIB no equivale a más justicia y más bienestar social.

Al acabar 2014 el paro registrado era cercano a 4,5 millones de personas, 253 mil me­nos que un año antes (-5,4%, ritmo al que se tardaría 16 años en disminuir el paro hasta "sólo" dos millones), pero unas 25 mil más que a finales de 2011 y 1,5 millones más que a finales de 2008. Según la EPA, 2014 acabó con 5,5 millones de personas en desempleo, 478 mil menos que un año antes, pero 184 mil más que en 2011 y ¡2,2 millones más que en 2008! El descenso del paro femenino en 2014, 3%, fue mucho menor al del paro masculino (8%).

En 2014 ha crecido la ocupación, aunque se encubre mucho paro al considerar ocupadas a personas que trabajan una o dos horas a la semana. En 2014 el número de personas asalariadas creció en 390 mil, pero el número de personas con contrato indefinido a jornada completa sólo creció en 173 mil. La afiliación a la Seguridad Social aumentó 418.000 personas entre diciembre 2013 y diciembre 2014. Los datos globales de ocupación en todo el período "Rajoy" son negativos. A finales de 2014 el número de personas asalariadas había disminuido en 346 mil y la afiliación a la Seguridad Social en 454 mil.

Las condiciones de vida de las personas en paro de larga duración son cada vez peores. La proporción de personas desempleadas que cobran prestación era en 2009 un 75%, en 2011 un 71%, en 2013 un 62%, a finales de 2014 un 57%. Disminuye la proporción de prestaciones al desempleo que tienen carácter contributivo, pues en 2008 y 2009 estaba en torno al 60%, entre el 48% y el 46% en los años 2010-2013 y en octubre de 2014 por debajo del 40%, lo que anuncia que muchas más personas podrían quedarse pronto sin ningún tipo de ayuda. La última prestación de "activación del empleo" es ante todo una subvención encubierta para pagar con fondos públicos los sueldos de empresas privadas. El ministro Guindos dice que en España ya no hay miedo a perder empleo, pero sí lo hay. Durante el cuarto trimestre de 2014 pasaron a situación de desempleo 894 mil personas que estaban ocupadas en el trimestre anterior. Sólo el 27% de los obreros cualificados y el 31% de los no cualificados creen "nada probable" perder su empleo en 2015, y un 22% y un 24%, respectivamente, lo creen muy o bastante probable (CIS diciembre 2014).

4. ¿Qué tipo de empleo? Si una empresa despide a una persona con jornada de 40 horas semanales y contrata a cuatro a 5 horas semanales se destruye medio puesto de trabajo, pero oficialmente se habrán creado tres empleos. No podemos aceptar que "cualquier empleo es mejor que el desempleo". Los estándares laborales mínimos, como el salario mínimo y la jornada máxima, fueron fruto de la lucha y de la maduración ética de la sociedad. El "todo vale" es un retroceso de décadas, una forma de corrupción y de degradación moral.

En 2014 la población con contrato indefinido creció un 2% pero la que tenía contrato temporal creció un 5%, pasando de un 23,66% de la población asalariada a un 24,24%. Según la Contabilidad Nacional de España, cada mil personas asalariadas equivalían en 2009 a 932 puestos de trabajo a jornada completa, a 923 en 2010 y 2011, a 916 en 2012, a 908 en 2013 y sólo a 907 en 2014T3. Aunque en 2014 la ocupación total de mujeres ha crecido menos que la de los hombres, la combinación jornada/sexo que más ha crecido, casi un 4%, ha sido la de mujeres a tiempo parcial. Este sesgo hacia la contratación "por horas" tiene una trastienda delictiva: las horas extras no pagadas superan a las pagadas y equivalen a unos 90.000 puestos de trabajo a jornada completa.

Han crecido los riesgos para la salud como consecuencia de las reformas laborales, del temor a perder el empleo, de la pérdida de poder adquisitivo y de las competencias dadas a las mutuas patronales. Es habitual que sigan de alta personas que deberían estar en baja laboral, a lo que no son ajenas las reformas laborales del PSOE y el PP que facilitaron el despido por ausencias ¡justificadas!

5. Los salarios caen, sobre todo en la zona de bajos salarios. Son frecuentes recortes salariales acumulados del 30% o más, ya sea vía la disminución del salario cobrado por una persona, ya con nuevas contrataciones a salario inferior al antes pagado por el mismo trabajo. Esta reducción de los salarios reales es subestimada con mucha frecuencia. Las reformas laborales han permitido que muchas empresas no cumplan los convenios. En algunos indicadores se excluye a sectores de población con bajas remuneraciones. Las "medias" sobre salarios tienden a sesgar al alza los datos, ya que los despidos, si se concentran más en franjas con bajos salarios, como suele pasar, provocan un efecto de subida del salario medio aunque cada salario individual haya bajado.

La participación de los salarios en el PIB ha pasado desde el 51% alcanzado en 2009 hasta menos del 47%. En los cuatro años que van de 2010T3 a 2014T3 la remuneración en salarios cayó un 8%, pero el Excedente de explotación bruto/Renta mixta bruta creció un 2,7%, pese a los ma­los resultados de muchos pequeños comercios y pequeñas empresas al borde de la quiebra o en situaciones muy difíciles. Según la EPA, en términos de poder adquisitivo el salario medio a mediados de 2013 fue más del 2% inferior al de 2008. Según las encuestas de estructura salarial (EES 2008-2012, no se dispone aún de 2013 y 2014) el salario medio en 2012 había caído, en términos nominales, un 0,76% respecto a 2011 (un 4% en poder adquisitivo). Entre 2008 y 2012 la población asalariada con ingresos iguales o inferiores al salario mínimo interprofesional anualizado habría pasado de un 8,9% a un 12,2% (17,36% entre las mujeres).

El Barómetro Social de España ha señalado los límites de la EES y la utilidad de recurrir a la información proporcionada por la Estadística de Salarios de la Agencia Tributaria (ESAT), que, dado su origen fiscal, no recoge la economía sumergida pero informa de forma bastante precisa de los ingresos salariales regularizados. Si nos atenemos a la ESAT los resultados son aún más inquietantes. El ingreso salarial medio nominal en 2013 fue un 0,5% inferior al de 2012, un 2,6% inferior al de 2008... y el menor de los últimos 22 años en términos reales. En 2013 hubo un 7% más de personas cuyos ingresos salariales no superaron el SMI que en 2008, pese a que el número de receptoras de salarios disminuyó un 13%. Su peso en la población con ingresos salariales ha ido creciendo desde un 27,8% en 2008 a un 32,9% en 2012 y a un 34,5% en 2013. Más de una de cada tres personas con ingresos salariales los tienen iguales o menores al salario mínimo. El salario mensual medio de esa franja de la población ha sido, en 2013, de 301 euros, cuando en 2008 era 311 euros y en 2012 era 306 euros. En el otro polo, los ingresos salariales mensuales medios de quienes cobran mas de 10 salarios mínimos al mes (cerca de 6500 euros al mes) ha evolucionado así: en 2008, 11.331 euros; en 2012, 12.193 euros; en 2013, 12.543 euros, por lo que en el periodo 2008-2013 su retribución salarial nominal media ha subido casi un 11%, frente al 3% que ha bajado la de de quienes no superan el salario mínimo.

6. El problema más urgente que enfrentamos es la generalización de la pobreza, que no es una peculiaridad personal ("los pobres"), sino una construcción social, una consecuencia de la "riqueza que empobrece". A inicios de 2014 había unos dos millones de hogares con todos sus miembros en paro y unos 750.000 en los que no entraba ningún ingreso. Se ha extendido la figura "pobres con trabajo", con empleos intermitentes, de pocas horas a la semana y muy mal pagados, familias de cuatro personas que tienen 300 euros para vivir y no pueden pagar luz o agua o alquiler. Los colectivos sociales cada vez detectan más personas en situaciones extremas, que no entran en los planes de "recuperación" de un Rajoy que las ha abandonado a su suerte contando con que posiblemente no voten, ya que según el Informe Foessa 2013 un 60% de la población excluida dice que vota en las elecciones municipales, frente al 87% de la población integrada. También según EINSFOESSA 2013 la población en situaciones de exclusión pasó de un 16,3% en 2007 (6,2% en exclusión severa) a un 25,1% en 2013 (10,9% en exclusión severa, cinco millones de personas). El 21,5% de los hogares no pueden mantener una temperatura adecuada en su casa, un 13% había recibido avisos de cortes de luz, gas o teléfono, un 3,7% sufría amenaza de expulsión de su vivienda. El INE informó de que en el tercer trimestre de 2014 se iniciaron un 13,5% más de ejecuciones hipotecarias de viviendas habituales que un año antes, y los desahucios por impago de alquileres son aún más que los hipotecarios.

La desigualdad social crece. La proporción entre los salarios medios del 10% con mayores salarios y del 10% con menores salarios subió de 8,67 en 2008 a 11,03 en 2012 (INE). El índice S80/S20, que mide la proporción entre los ingresos totales percibidos por el 20% de la población con mayor ingreso y los percibidos por el 20% de la población con menor ingreso pasó de 5,7 en 2008 a 7,2 en 2012. Otro indicador de desigualdad, el índice de Gini, que toma valores entre 0 (completa igualdad) y 1 (total desigualdad), pasó de 0,32 en 2009 a 0,35 en 2012, lo que colocó a España como el segundo país más desigual de la UE.

A caballo de supuestas políticas de austeridad los ricos y sus políticos han expoliado al resto de la población, combinando explotación y desposesión.

7. El salario social diferido recibido a través de servicios públicos tiene tanta importancia para la mayor parte de la población como el salario directo u otras retribuciones. Los recortes aplicados no son de coyuntura sino que responden a estrategias duraderas. Se han destruido decenas de miles de puestos de trabajo en sanidad y educación, con consecuencias desastrosas para toda la población, de la que una parte ha sido privada de tarjeta sanitaria y a otra se le niegan los medicamentos que la curarían. En cuanto al sistema de pensiones los discursos oficiales dicen que ha sido protegido de los recortes, pero en el largo plazo tal vez sea el pilar social que ha sufrido las regresiones más difíciles de revertir. El RDL 8/2010, además de una congelación de las pensiones, impuso la subida, de una semana para otra, del tiempo mínimo cotizado necesario para tener derecho a pensión de jubilación contributiva. La Ley 27/2011 fue un ataque frontal contra las personas que no puedan alcanzar carreras de cotización muy largas. La Ley 23/2013 impuso nuevos criterios a la baja de cálculo de la pensión inicial (desde 2019) y de su revalorización anual (desde 2014), que afectarán tanto a las pensiones ya vigentes como a las que se generen en el futuro. Las consecuencias inmediatas han sido paliadas por la evolución de los precios, aunque muchas personas pensionistas, cuya estructura de gasto es diferente a aquella con la que se calcula el IPC, se han dado cuenta ya de que sólo con la subida de la luz se esfumaran los dos o tres euros mensuales que les haya "subido" la pensión.

8. Todo lo anterior es una pincelada de lo mucho que hemos retrocedido. La "austeridad" no ha sido compartida: las élites han seguido enriqueciéndose. La "austeridad" no ha sido para reducir la deuda pública, que ha aumentado desmesuramente bajo estas políticas: por cada 3 euros de deuda pública en 2007 ahora hay 8 euros de deuda; en proporción al PIB, se pasó de un 36% en 2007 a un 53% en 2009, un 69% en 2011, un 84% en 2012, un 92% en 2013 y ahora rondaremos el 98%. La "austeridad" no ha sido una imposición externa, pues hay un amplio consenso entre las élites políticas y económicas europeas: hasta la formación del gobierno Tsipras en Grecia no ha habido en la UE un solo gobierno que, con o sin éxito, haya alzado una voz discrepante y propuesto otro rumbo. Los gobiernos de España y Portugal, los dos países que más se beneficiarían de un giro en la política europea para la gestión de la deuda como el propuesto por Syriza, son los que más presionan para que la UE sea intransigente ante Grecia, tanto por rastreras motivaciones electorales como porque ellos mismos son partidarios de políticas de degradación social a largo plazo.

Sería una ingenuidad creer que, aunque aumente el PIB, quienes han gobernando esta crisis van a derogar sus reformas laborales, promover la recuperación de los niveles salariales pre-crisis, fomentar el empleo estable y a jornada completa, promover la igualdad entre mujeres y hombres en el trabajo y los cuidados, volver a garantizar el poder adquisitivo de las pensiones, relanzar las energías renovables, redignificar la sanidad pública, etc. No lo va a hacer porque sus recortes son su modelo de sociedad. En estas condiciones, es urgente un cambio político que dé a las instituciones un tinte algo más cercano a la realidad de la indignación social, convertida ya en gran medida en indignación política. El ciclo de respuesta social que comenzó el 15 de mayo de 2011 ha creado las condiciones de posibilidad para un cambio político-institucional diferente a las alternancias producidas desde 1979 hasta ahora, para poner en primer plano un proyecto transitorio de urgencia social y democrática compartido por una amplia alianza social antagónica a los intereses de las oligarquías políticas y económicas, aunque siendo conscientes de que la idea de un 99% alzado contra el 1% es utópica y de que la diversidad social y mental es mucho más compleja que esa simplificación.

9. No obstante, la metáfora del 99% tiene su parte de verdad: pone el acento sobre la realidad social de la vida de las gentes, sobre la distribución del poder y de la riqueza social, sobre convicciones de democracia y justicia, y no sobre doctrinas. Otra de sus virtudes es que nos indica que, aunque no sea posible sumar al 99% de la población a proyectos de cambio avanzados, esos proyectos sí deben dirigirse hacia esa inmensa mayoría, para intentar convencer pero también para escuchar y aprender. Este momento es crucial. La profundidad de la guerra social desatada por las élites y la respuesta social iniciada con la huelga general del 29 de septiembre de 2010 y, sobre todo, con la explosión que tuvo lugar a partir del 15 de mayo de 2011, han creado la necesidad y la oportunidad para esa amplia alianza social y política, posiblemente provisional y transitoria, en torno a contenidos materiales y democráticos, que debe apuntar a echar a quienes nos han venido gobernando, lo que no resolvería todos los problemas, pues el cambio político por sí mismo no merma el poder de las élites económicas, que serán hostiles a toda democratización, pero sería el inicio de un camino en el que poder resolver al menos los problemas sociales más urgentes.

Para vencer hay que aprender y hay que convencer, sin retórica y sin soberbia, con toda nuestra gente, en las calles, y después de las elecciones habrá que tejer alianzas en las que no nos dejemos lo esencial de los proyectos pero tampoco dejemos pasar la oportunidad de mejorar las cosas por no poder hacer todo de golpe. Nos esperan meses difíciles, decisivos y apasionantes, que debemos abordar con convicciones calientes y con cabeza fría.

Las condiciones para un terremoto institucional democrático son excepcionales y podrían no repertirse. Pero debemos ser conscientes de que nuestros propios comportamientos pueden llevarnos al fracaso. Al terminar de escribir estas líneas el PSOE se encuentra en otras de sus habituales querellas internas de las que se desconocen contenidos políticos, IU se encuentra al borde del abismo pese a tener un buen candidato en Alberto Garzón e incluso la fuerza emergente Podemos, pese a sus grandes aciertosa, po­dría frenar su avance o retroceder si se deja llevar por la soberbia, si no entiende que para ganar hay que acercar muchas más voluntades, si maneja mal ciertos "casos" en los que debe demostrar que en verdad reacciona de forma diferente en situaciones complicadas y si no es capaz de aprovechar toda la potencia de su pluralidad y de la deliberación democrática en vez de temerla como una enfermedad que amenaza la estabilidad de sus órganos internos.

Sin ilusiones, que nunca han servido para nada, sin fanatismos milagreros, porque el cambio será difícil, sin creer que algún nuevo gobierno podrá resolvernos la vida si renunciamos a movilizarnos y a participar en la gestión de lo común y público, pero sí con voluntad y decisión de salir en común de esta degradación. Respetando a la gente, poniendo los hechos a la altura de las palabras, sin retórica y sin mitos y sin chistes banales, utilizando el lenguaje conciso y claro que afortunadamente ya hemos empezado a escuchar en gente como Ada Colau, Íñigo Errejón, Teresa Rodríguez, Alberto Garzón o Mónica Oltra, apoyando la lucha social. Lo demás es humo. Cualquier interés de partido debe supeditarse hoy a la necesidad de una gran confluencia social que vaya mucho más allá de las divisiones ideológicas tradicionales y de las "vanguardias" políticas, para construir otro camino, para poder poner en marcha lo antes posible un plan de emergencia social que garantice el acceso de toda la población a los recursos básicos de la vida, alimentación, alojamiento, agua, luz, sanidad, educación...

10. Lo ocurrido en Grecia hace que la oportunidad creada por el 15M y redimensionada por Podemos sea aún más extraordinaria: abre la puerta a una alianza transnacional que parta de fuerzas sociales y políticas en España y Grecia y que se expanda hacia el resto de la UE, con voz en el propio Con­sejo Europeo desde la investidura de Tsipras. Hay pues una prioridad "europea", porque la lucha contra las políticas promovidas por el Consejo europeo y por la Co­misión europea no puede hacerse desde un "repliegue nacional", sino sólo como política europea, basada en alianzas sociales euro­peas. Eso no es una utopía. El propio presidente de la principal sindical alemana encabeza un manifiesto de apoyo a Grecia. Toda estrategia basada en el aislamiento y en una “soberanía nacional” autocentrada, aquí nos lo guisamos y aquí nos lo comemos, es utópica y fracasará. Las interrelaciones globales y en particular las europeas son un hecho de la realidad del que no escaparíamos ni saliendo del euro o de la UE. Lo decisivo es si vamos a limitarnos a ser objeto de esos vínculos globales pasivamente o si vamos a utilizar todos los recursos a nuestro alcance, de lucha social e institucionales, para ser sujetos activos de tales vínculos y de su transformación con una visión no cercenada por las fronteras. Sin ceder, claro está, a los chantajes de las oligarquías reaccionarias y clasistas que gobiernen prácticamente todos los Estados de la UE salvo Grecia, pero sabiendo que esta guerra social será dura, larga y prolongada, aunque más duro sería dejarles hacer.



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