Trasversales
José Luis Yuguero

Presentación del homenaje a Yolanda (14/06/2015)


Revista Trasversales número 35 julio 2015

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Gracias por acompañarnos en este rincón de Aluche que ya figura en el callejero municipal con el nombre de Jardines de Yolanda González Martín. Gracias en particular a las personas y grupos que contribuyeron a que esto haya sido posible.

Yolanda fue asesinada en 1980 por un comando fascista, vinculado a Fuerza Nueva. Costó mucha lucha y esfuerzo lograr que algunos de los culpables, aunque no todos, fueran localizados, detenidos, juzgados, condenados. Sus familiares, amigos y compañeros encontramos apoyo en varias de las personas aquí presentes y en la solidaridad popular, lo que llevó a que Fuerza Nueva, desprestigiada y desenmascarada como lo que era, tuviera que autodisolverse.

Fueron tiempos difíciles, de una transición en la que cayeron asesinadas por el fascismo o por los propios cuerpos de seguridad del Estado cientos de personas. Tiempos de logros que no nos fueron regalados sino conseguidos con la lucha obrera y popular democrática, y tiempos de insatifaciones, porque lo conseguido estaba lejos de aquello a lo que aspirábamos.

Yolanda fue una de esas personas asesinadas. La mataron porque era una mujer feminista, una joven en rebelión, una vasca que estudiaba, trabajaba y luchaba en Madrid, la mataron porque era activista del movimiento estudiantil, socialista y revolucionaria, porque pertenecía a un partido, ya disuelto, el Partido Socialista de los Trabajadores. La mataron porque era todo lo que ellos odiaban.Jardines Yolanda González Martín

Después, sus familiares, sus amigos, sus compañeros, con ella en el recuerdo, seguimos nuestras vidas, evolucionamos de tal o cual manera, permanecimos en el mismo lugar o cambiamos de residencia, a veces conservando vínculos mutuos, otras veces no. Pero cuando hace algún tiempo, gracias a una investigación del periodista José María de Irujo, supimos que uno de sus asesinos, Emilio Hellín, llevaba años colaborando con los cuerpos policiales del ministerio de Interior, del ministerio de Defensa, de la Generalitat, del Ayuntamiento de Madrid, salimos de debajo de las piedras, nos reencontramos, nos reagrupamos, lo que nos fue más fácil porque en muchos casos ya nos habíamos reencontrado en las plazas que se llenaron de gente para hacer una sociedad mejor. Lo hicimos por la memoria de Yolanda, pero también como modesta aportación al presente, porque los vínculos que siguen uniendo a grupos nazis con zonas oscuras del aparato del Estado son una amenaza para este nuevo ciclo de luchas, de movilizaciones, de aspiraciones a cambiar en común una vida que puede y debe ser mejor.

Los nazis nunca han dejado de agredir y matar, aunque se haya encubierto el carácter político de su violencia contra personas sin techo, inmigrantes, mujeres, lesbianas, gays y transexuales, jóvenes trabajadores de nuestros barrios, activistas, artistas que han hecho sátira del fanatismo clerical. En los últimos meses se está produciendo en algunos distritos madrileños una escalada de provocaciones fascistas, de agresiones a nuestras vecinas y vecinos y a nuestros centros sociales, en los que se está mejorando el presente y construyendo el futuro. Dicen ser revolucionarios y antisistema, pero son los peores sicarios de las élites dominantes, dicen que van a ayudar a los españoles en dificultades pero sólo son racistas que pretenden sembrar odio entre vecinos, que nos peleemos entre nosotras mientras los de arriba siguen robando a sus anchas.

Estamos aquí por Yolanda, pero también por lo mismo que estaría ella, por nuestras gentes, nuestras vecinas, nuestros barrios, nuestros centros sociales. Ni siquiera en los tiempos más oscuros y dolorosos nos movió la venganza. Nos mueve lo mismo que a vosotras: la libertad, la igualdad, la solidaridad. El fascismo debe ser extirpado de nuestra sociedad.

Gracias