José M. Roca Cataluña dividida Revista Trasversales número 36, octubre 2015 web Textos del autor en Trasversales Casi mitad por mitad, el voto ciudadano se ha dividido entre el apoyo a las listas independentistas (48%) y a las que no lo son (52%), aunque entre estas alguna hay con ambigüedad respecto al tema Si se interpretan los resultados como los de un plebiscito sobre la independencia, con una alta participación (77,5%) Artur Mas lo ha perdido con el 48% de los votos, frente a los "unionistas", que han obtenido el 52%. La lista Junts pel Sí ha ganado las elecciones autonómicas con 62 escaños (la mayoría absoluta son 68), pero la investidura de Mas no está asegurada y tendrá difícil gobernar, pues depende de los votos de la CUP. La lista de Mas, pese al agrupamiento de fuerzas y personas, ha perdido escaños respecto a los que tenían CiU (50) y ERC (21). ERC, ha quedado subsumida por la listas de Mas, quien les ha birlado el programa máximo y convertido en sus escuderos. Unió ha quedado fuera del Parlament. El PSC, con 16 escaños, ha remontado los malos pronósticos, pues aunque ha perdido 4 escaños (tenía 20), sólo ha perdido 3.000 votos. El ascenso más espectacular es el de Ciudadanos, que ha pasado de 9 diputados a 25, y ante el desplome del PP, que pasa de 19 escaños a 11, se convierte en el primer partido de la oposición y en el bastión más firme contra el independentismo dentro de Cataluña. La CUP, la lista más radical, anticapitalista, independentista, republicana y antieuropeísta, ha pasado de 3 escaños a 10 y paradójicamente se convierte en una pieza importante en el gobierno autonómico hegemonizado por Convergencia, capitalista, neoliberal, europeísta y monárquico. La independencia de la nación imaginaria ha unido, no sabemos por cuanto tiempo, a dos fuerzas que representan contradictorias posiciones de clase, las de la élite dominante durante decenios y las de las clases subalternas, respecto al reparto de la riqueza y la organización del poder. Otra gran
derrotada es la lista Cataluña Sí que es pot, que
ha obtenido 11 escaños, dos menos de los que
tenían ICV-EUiA (13), lo cual pone a prueba la
estrategia de Podemos de cara a las elecciones
generales. Parte de la explicación de ese mal
resultado puede estar en la ambigüedad de sus
posiciones, en la confusión que ha rodeado la
configuración de la lista y en la alianza con una
fuerza claramente descendente, como ICV, que ha
perdido el rumbo desde hace años. |