Trasversales
Luis M. Sáenz

PSOE, Europa y "gran coalición"

Revista Trasversales número 36 enero  2016 web

Texto del autor en Trasversales



Aunque Podemos está cometiendo errores, el principal problema para que se forme un nuevo gobierno sin el PP viene del PSOE, aunque la inmensa mayoría de sus votantes y afiliados es lo que quieren.

Para empezar, la mayor parte de sus ex dirigentes, o al menos los más conocidos y de relumbrón, y una gran parte de sus barones están en contra de un "giro a la izquierda", por modesto que sea, y quieren mantener un acuerdo en lo esencial con el PP, bajo una u otra forma: a unos les gustaría que el PSOE se abstenga y avale un gobierno PP, otros preferirían directamente una coalición PP-C's-PSOE, en la que el PP tendría la hegemonía, y otros aspiran a esas mismas cosas pero forzando repetición de elecciones, para lavarse un poco la cara aunque sea a costa de perderlas un poco más, ya que así quizá el PP podría hacerse con el gobierno sin que ellos se pringuen.

Por su parte, Sánchez parece que no está muy de acuerdo y le gustaría llegar a la presidencia del Gobierno, sin lo que sus días al frente del PSOE están contados. Incluso aunque sus motivos fuesen interesados, cosa que ignoro, si fuese coherente con esa aspiración podría jugar coyunturalmente un papel progresivo. Pero no se atreve y cada día que pasa estamos más lejos de una solución de investidura que, sin ser buena, sería la mejor ahora posible.

Lo cierto es que aún no ha sido capaz de proponerse y abrir contactos para intentar conseguir los votos necesarios. Las declaraciones que viene haciendo el secretario de organización del PSOE parecen del "club de la comedia": por mucho que quienes le preguntan por la candidatura de Sánchez le insistan en que Rajoy ha desistido -por ahora- y que la nueva ronda de visitas a Felipe de Borbón es para ver si hay otra persona que quiera intentar agrupar una mayoría, Luena responde una y otra vez que le toca a Rajoy, que no es el momento y que ya se verá cuando acabe esa ronda. Lógicamente es una insensatez, porque es dudoso que Felipe de Borbón le proponga si él no se propone... ¿Una tercera ronda? ¿O es que, equivocándose como se equivoco Iglesias, también cree que al "Jefe del Estado" hay que contarle las propuestas políticas antes que a la población?

Esto es una inmensa tomadura de pelo. Mientras tanto, desde el PSOE, con o sin permiso de Sánchez, trabajan para dificultar los acuerdos, ponen en marcha un embrión de gran coalición en la mesa del Congreso, aplican con total arbitrariedad el reglamento del Congreso y traman una estúpida provocación contra Podemos relegando su grupo al "gallinero", asumiendo con "valor y coraje" el riesgo de que los perroflautas les arrojen desde arriba las cascaras de las pipas.

La cuestión de fondo de todo esto es que es muy probable que las dos mayores corrientes políticas europeas, PPE y PSE, estén pensando ya en dar otra vuelta de tuerca antisocial por varios años más, que sería aún más brutal si se hace realidad la nueva recesión que se insinúa. En esta ocasión la "gran coalición" que de hecho viene funcionando desde hace años a escala europea en torno a las políticas de desmantelamiento social posiblemente tuviera que hacerse más explícita y aún más antidemocrática. Además, los "pesos pesados" del PSOE, sobre todo sus dinosaurios vinculados a la oligarquía, no tienen ningunas ganas de aplicar la parte progresista del programa electoral que presentó el PSOE, que es bastante amplia aunque insuficiente.

En definitiva, la estabilidad en la que insisten no es su respuesta a corto plazo a una dificultad aritmética para la "gobernabilidad", sino una disposición decidida a liquidar el "ciclo 15M" en España y el progreso de fuerzas como Podemos, Bloco, el ala Corbyn del laborismo, Syriza también, etc., para consolidar el retroceso social que ha desestabilizado y precarizado la vida de millones de personas. En colaboración con tendencias fascistizantes, como está ocurriendo claramente en las medidas que los gobiernos europeos, miserables y canallas, están tomando contra la población que busca refugio y en su descarada ofensiva contra quienes de verdad están luchando contra Daesh, sobre el terreno, con las armas en la mano, de lo que acabamos de tener un tenebroso ejemplo en España con la detención de personas acusadas de tener lazos con el PKK, mientras que nadie expulsa de una vez al embajador turco, o el escandaloso sarao en el que los gobiernos europeos se juntaron con Erdogan, cómplice de Daesh, para darle 3000 millones de euros. Las lágrimas de Hollande son basura si aún acepta darle la mano a Erdogan. ¿No sabe lo que todos sabemos?

Aunque todo este espectáculo post-electoral parezca una farsa, y en parte lo sea, lo que se está jugando aquí o en Grecia, país al que ahora exigen que masacre a la población que busca refugio, tiene una importancia decisiva y hay que hacer política en ese contexto. No, el gran frente por la "gran coalición" no tiene como objetivo principal salvar al régimen de 1978. Ellos saben lo que está en juego y lo que quieren salvar es el desmantelamiento social y político de Europa como posibilidad constituyente de bienestar, cooperación y democracia.

Las maneras de los dirigentes de Podemos pueden ser acertadas o no, a mi entender no lo son y facilitan la tarea a los partidarios de la "gran coalición", pero el problema principal no son nuestros errores sino lo que he comentado antes. Nunca he creído que cuanto peor, mejor. Por lo tanto no me alegraría la "gran coalición", ni que se repitan elecciones a ver si Podemos araña un puñadito de escaños más, creo que hay que hacer una política que aumente la presión social contra esa "gran coalición", que la zancadillee, que abra grietas en la socialdemocracia europea, que empuje a Sánchez, porque lograrlo ayudará a limitar los poderes de los poderosos y al desarrollo de contrapoderes.

No hacerlo así sería es nuestro error, pero hay que saber con quienes nos la jugamos. Precisamente por esto propongo a Podemos un anuncio de que se votará a Sánchez si presenta su candidatura, sin poner condiciones, pero que no se hará un pacto de Gobierno ni se renunciará a lo esencial del proyecto. Necesitamos a corto plazo echar a Rajoy y crear una situación en la que se derogue la ley mordaza pronto, para lo que es preciso investir a Sánchez -si se deja y hace algo para conseguir los votos-, pero querer o fingir querer un gobierno común con el actual PSOE sólo puede difundir ilusiones que se pagarían caro.