Trasversales
Lois Valsa

Otoño cultural madrileño 2015


Revista Trasversales número 36, diciembre 2015 web

Otros textos del autor en Trasversales


La obra entera, la que se llama arte, no conoce pueblos ni fronteras, sino solo la humanidad (Vassily Kandinsky, 1911)

Una buena foto es la que no puedes olvidar (Josef Koudelka)

Nos gusta que nos miréis con lupa. La ciudadanía debe controlar celosamente a sus representantes políticos, y aquí estamos para explicar lo que hacemos (Manuela Carmena, Alcaldesa de Madrid)

Introduccion

Problemática cultural. La falta de programación cultural

Este otoño madrileño ha arrancado con bastante fuerza y con un buen nivel de actividades culturales de todo tipo. Antes el mes más fuerte solía ser, a mi manera de ver, el mes de octubre en el que se concentraban las grandes exposiciones otoñales. Pero, a pesar del IVAZO, este curso se ha adelantado al mes de septiembre en muchas de sus actividades culturales. Luego se ha distribuido, irregularmente ya que ha habido semanas más flojas, a lo largo del otoño sin bajar en general su intensidad. Así pues hay que destacar las muchas actividades culturales que se han presentado durante este otoño pero lo que aún no se es si son indicadores de algún tipo de recuperación y de la salida del estancamiento general. La crisis no se va a terminar mañana ni pasado por mucho que diga el presidente del Gobierno y va para rato; y tal como se están poniendo y haciendo las cosas podemos tener otra en ciernes de la que hasta ahora solo hablan los más lúcidos. Dando salidas cortoplacistas se están generando problemas para el futuro. Problemas que explotarán más adelante por no hacer políticas preventivas de la misma forma que ha explotado el enorme problema de los refugiados y ha pillado a la Unión Europea sin respuesta política unitaria y solidaria.

En Madrid, a nivel cultural, lo que desde luego se mantiene, este problema ya viene de atrás, es la incapacidad de las diversas instituciones de la capital, con alguna que otra maravillosa excepción, para ponerse de acuerdo y llevar a cabo una programación cultural digna de tal nombre que reparta las presentaciones a lo largo de cada semana. He constatado, y es un comentario generalizado entre colegas, que casi todas tienen una querencia especial por los jueves y que el viernes queda casi siempre vacío. Las actividades se acumulan inmisericordes unas sobre otras y que se desmaye el último. El jueves cinco de noviembre, por poner un ejemplo que es bastante representativo y no cito los nombres para que no se pongan rojos, se convocaron tres exposiciones en una hora (once, once y media y doce de la mañana). Con esta insensata, no se me ocurre otro adjetivo, programación cultural puede haber hasta infartos en el Foro. Incluso, el lunes 14 de diciembre, dos Instituciones llegaron a convocar una exposición de fotografía cada una, las dos muy buenas por cierto, además del mismo día, a la misma hora. ¿Cómo no va a bajar el nivel periodístico si, entre oras cuestiones, no hay tiempo para nada o se tiene que repartir mal por la insensata programación cultural? Como en la política bailada y cantada, esto se está convirtiendo en un verdadero circo cultural. ¿No visteis a la baronesa del Museo Thyssen vestida de india? Lo que se llega a hacer para lograr Audiencia.

Precisamente, en relación con el mundo de la cultura, en el Museo Reina Sofía se ha llevado a cabo un ciclo de conferencias bajo el significativo título de ¿Cultura o barbarie?, organizado por la Fundación Alternativas junto con la Fundación Santillana, en el que de nuevo se criticó, además de otras importantes cuestiones, sobre todo el IVAZO. Allí, entre otras propuestas, se habló de un pacto de Estado sobre la cultura y la educación y de leyes más actualizadas para regular desgravaciones y marcos fiscales de las artes y sanciones contra las operadoras telefónicas o incluso los usuarios para detener las descargas ilegales. Llegó a plantearse un paro general de un día de todas las artes como forma de protesta pero no salió adelante. Las artes han perdido entre una tercera y una quinta parte de su público, sus representaciones y su facturación en los últimos cinco años, según el Anuario 2015 de la SGAE. Este documento demuestra que 2014 supuso una ligera recuperación sobre todo para el cine, el teatro y la venta de música grabada. Creadores y expertos recordaron que el sector representa el 3,4% del PIB, según el anuario de estadísticas culturales publicado recientemente por el Ministerio de Cultura.


Arte

Este año las galerías de arte hicieron su APERTURA el 10 de septiembre (del 10 al 12 de septiembre, y en colaboración con la feria ArcoMadrid). La inauguración de la temporada artística ha arrancado con más galerías, actividades y exposiciones que nunca. Se organizaron cuatro recorridos guiados por expertos en arte contemporáneo en Salesas, el Barrio de las Letras, la calle de Doctor Fourquet y el Barrio de Salamanca, zonas donde se concentran el mayor número de galerías de arte de Madrid. Todos estos recorridos tenían carácter gratuito y permitían descubrir a los más 50 artistas que integraban el catálogo de exposiciones de las galerías guiados por profesionales del mundo del arte. Además, se hicieron actividades paralelas programadas por los museos e instituciones madrileñas consistentes en visitas especiales a sus respectivas sedes. Como complemento a estas actividades, en Matadero Madrid se celebró la tercera edición de Summa Contemporánea, una pequeña feria que este año ha contado con representaciones de catorce países y con un intenso programa de actividades.

Apertura había nacido hace seis años por una pequeña iniciativa de salas vecinas y desde entonces ha ido creciendo mucho hasta llegar al magnífico nivel actual en el que la participación es máxima y la calidad de las exposiciones es muy alta. No voy a hablar de su contenido exposición por exposición porque sería muy largo y muy prolijo de contar. Solo resaltar de nuevo el alto nivel de las exposiciones. De lo que sí voy a hablar es de las dudas que plantean algunas galerías tanto en relación a la fecha de apertura que consideran muy temprana como de la participación de las instituciones en este evento que consideran suyo. Creen que deberían participar solo las galerías y que las visitas no deberían ser a las instituciones sino a las casas de los/las galeristas. Por otra parte, consideran que la feria de Summa sobra en esta Apertura y debe hacerse aparte de la celebración de las galerías. Creo que estos puntos de vista merecen ser debatidos en la asamblea de las galerías. Por lo que he oído va a haber algunos cambios en la próxima edición.


Exposiciones

La Fundación MAPFRE es la que dado la señal de salida ya que el 10 de septiembre, y hasta el 28 de noviembre, se presentaba en sus salas de Bárbara de Braganza, 13, la gran exposición (Nacionalidad incierta, de Josef Koudelka (1938), uno de los grandes fotógrafos, aún vivos pero que ya no hacen fotos, de la historia de la fotografía. Se presentaba la exposición retrospectiva más completa hasta el momento (más de 150 obras) de este legendario fotógrafo checo, nacionalizado francés, y miembro de la mítica agencia Magnum Photos. La exposición ha sido organizada por The Art Institute de Chicago y The J. Paul Getty Museum en asociación con Fundación Mapfre. Luego, Koudelka ha vuelto a Madrid para dar una conferencia en Madrid en una sala abarrotada de público. Mucha gente que llevaba libros para firmar se quedó sin su firma pues desapareció a toda velocidad. No digamos los que se quedaron fuera.

En sus salas de Recoletos, 23, MAPFRE también presentaba, desde el 17 de septiembre hasta el 10 de enero, una importante exposición de Pierre Bonnard (1867-1947) que nos ofrece una mirada renovada sobre la original obra del artista francés. Bonnard es una figura decisiva en la configuración del arte moderno, además de difícilmente clasificable. Esta exposición presenta alrededor de ochenta pinturas, una docena de dibujos y medio centenar de fotografías. Está organizada por el Museo d`Orsay de París, los Fine Museums de San Francisco y la Fundación MAPFRE de Madrid. ¡Un auténtico baño de color! Una de las exposiciones más interesantes de este otoño.

En sus salas de Azca, la Fundación MAPFRE ha presentado el 23 de septiembre la Fundación MAPFRE una exposición sobre obras de los Paradores de Turismo (Paradores de Turismo. La colección artística, hasta el 22 de noviembre de 2015). Esta exposición hace un recorrido por lo más valioso del patrimonio artístico acumulado por esta emblemática cadena hotelera a lo largo de sus 85 años de su actividad en la que confluyen arte, historia y turismo. De la amplia colección, más de 10000 obras, se ha seleccionado las piezas más destacadas y agrupadas de acuerdo con su función decorativa. Se nos muestra así un Patrimonio poco conocido que se ha ido creando desde hace más de 80 años por el Estado. Comprende una Colección Antigua de Paradores y una Colección Contemporánea de Paradores.

Además, la Fundación MAPFRE ha organizado conjuntamente en las salas de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando una exposición sobre el legado de al-Ändalus de la antigüedades árabes en los dibujos de la Academia (Antigüedades Árabes de España y Monumentos Arquitectónicos, hasta el 8 de diciembre de 2015).Esta exposición presenta la totalidad de los dibujos originales de dos importantes proyectos de los siglos XVIII y XIX que habrían de convertirse en referentes esenciales para la valoración artística y la apreciación documental de los principales monumentos hispanomusulmanes. Su comisario ha sido el académico y experto en arquitectura musulmana Antonio Almagro Gorbea.. Se trata de rememorar a quienes realizaron aquellas empresas artísticas así como de dar a conocer este valioso patrimonio de dibujos que nos ayudan a conocer especialmente la Alambra de Granada y la mezquita de Córdoba.

El 10 de septiembre también se presentó por parte de la Comunidad de Madrid, en sus salas del Canal de Isabel II de Santa Engracia, una exposición sobre la obra del fotógrafo Leopoldo Pomés (Leopoldo Pomés, Flashback, hasta el 22 de noviembre). Esta exposición, comisariada por Julia Guillamón, y producida por Fundació Catalunya-La Pedrera, es el resultado de un trabajo de investigación en los archivos del fotógrafo y publicista (Barcelona, 1931) que ha permitido rescatar abundantes materiales inéditos, que se presentan al lado de sus imágenes más conocidas e icónicas. Propone un recorrido por todas las facetas de la obra y la personalidad de Pomés: memoria, seducción y belleza. ¡No hay que perderse el video de las alturas!

La Comunidad de Madrid también ha organizado el 16 de septiembre, en sus salas de Alcalá 31, una exposición (Pink Réquiem, hasta el 22 de noviembre) como repaso a la trayectoria de Carlos León, un artista que nunca ha dejado de creer en las posibilidades de la pintura. Nos muestra cincuenta de las obras más relevantes de este pintor para dar a conocer al gran público su obra por lo que incide en algunos aspectos claves de su evolución, marcada por el nomadismo de su trayectoria personal, la complejidad de su formación, entre lo americano y lo europeo, así como su peculiar temperamento, siempre dispuesto a emprender nuevas mudanzas y a afrontar nuevos retos. En esta primera muestra individual del artista en una institución cultural madrileña podremos apreciar la obra, desarrollada a lo largo de las cuatro últimas décadas, de un pintor de gran calado. La exposición, comisariada por María de Corral, irá acompañada de actividades complementarias (Encuentros en Alcalá 31).

En la Fundación Canal de la calle Mateo Inurria se ha presentado, desde el 7 de octubre hasta el 5 de enero, una exposición de fotografía, Percepciones. Hombre y mujer en la Historia de la fotografía. Esta exposición intenta mostrar cómo los roles femeninos y masculinos han sido plasmados por la disciplina, y cómo han evolucionado los conceptos de masculinidad y feminidad, y su papel en la sociedad y su estética desde mediados del siglo XIX hasta la actualidad. Digo intenta porque quizá es una de las exposiciones que ha tenido más contestación, sobre todo por parte de mujeres que en la misma rueda de prensa cuestionaban su contenido y su forma. Ha sido producida y comisariada por la Fundación Canal que ha contado con el asesoramiento de los expertos Francisco Carpio, Pilar Jiménez Armentia y Pablo López Raso. La ha presentado el crítico de arte y profesor Javier Díaz Guardiola, que la ha recibido ya montada a partir de los fondos de la prestigiosa institución George Eastman House, y que ha tenido que defenderla de las críticas de machista y de etnocéntrica, cómo “una buena exposición de fotografía” (ver su texto aclaratorio en el ABC Cultural).

Una de las grandes exposiciones de esta temporada es la de Wassily Kandinsky (1886-1944), Kandinsky. Una retrospectiva, en CentroCentro Cibeles (del 20 de octubre de 2015 al 28 de febrero de 2016). Esta importante exposición, que se celebra aproximadamente 150 años después de su nacimiento, nos muestra a uno de los grandes pioneros del arte abstracto abarcando cuatro décadas de su evolución artística desde sus primeras obras figurativas hasta sus experimentaciones de abstracción y color. Ha sido producida y organizada por CentroCentro, el Centro Pompidou de París y Arthemisa Group y está comisariada por la historiadora del arte Angela Lampe, curadora del Museo de Arte Moderno Centro Pompidou.. Se ha planteado como una retrospectiva monográfica con alrededor de cien pinturas, dibujos y grabados completados con una selección de fotografías documentales que provienen de los ricos fondos del Pompidou, uno de los fondos Kandinsky más ricos del mundo. Casi todas estas obras formaban parte de de la colección personal del artista y fueron donadas por su viuda Nina. Antes se pudo ver en el Palazzo Reale de Milán en Milwaukee y Nashville, en Estados Unidos. En esta exposición “íntima” no hay tesis ni busca una nueva perspectiva, sólo una trayectoria en cuatro capítulos cronológicos que busca entrar en la intimidad del creador.

Una ocasión única para conocer la obra artística de este gran innovador considerado como uno de los artistas más influyentes del siglo XX. Dotado de una visión artística que abarcaba numerosos campos, como la pintura y la música, a través de las cuales buscó e impulsó lo que él mismo definió como “lo espiritual en el arte” en el ensayo con el mismo nombre, escrito entre 1904 y 1911 para reestructurar sus ideas.

En CentroCentro también se ha presentado, desde el 24 de septiembre hasta el 31 de enero, la exposición Ignacio Zuloaga y Manuel de Falla. Historia de una amistad, una exposición que explora, por primera vez y en profundidad, la relación personal y los proyectos profesionales que ambos autores desarrollaron en común, así como la influencia que ejercieron entre sí y en su entorno. Todo ello en un recorrido cronológico (1913-1939) a través de la documentación epistolar, fotográfica, periodística, obra plástica de Zuloaga y musical de Falla. Está comisariada por el historiador granadino José Vallejo Prieto y por el licenciado en Derecho y con carrera de piano, y con compañía de Gestión de temas de arte, Pablo Meléndez Beltrán. Está organizada, además de CentroCentro, por el Museo Ignacio Zuloaga y el Archivo Manuel de Falla y ha contado con la colaboración de Acción Cultural Española. Consta de más de un centenar de piezas y en ella hay que destacar El retablo de Maese Pedro.

En el Espacio Fundación Telefónica, desde el 23 de octubre hasta el 17 de enero, se exhibe, por primera vez en España, el universo de las asombrosas criaturas del artista holandés Theo Jansen (1948). Esta curiosa exposición nos muestra 13 piezas, desde su primera creación en 1990 hasta las actuales y evolucionadas, de su propuesta evolutiva biológica a través de las bestias de playa. Actualmente trabaja en su nueva criatura, la “Duabus Caudís”. Una verdadera fusión de arte e ingeniería es la que se produce en estas esculturas cinéticas que se mueven a través de complejas estructuras compuestas de tubos y botellas de plástico. El objetivo de Jansen es lograr un organismo viviente capaz de caminar y sobrevivir de forma autónoma en las ventosas playas de Holanda.

En el Espacio Fundación Telefónica también se ha presentado, desde el 6 de noviembre de 2015 hasta el 21 de febrero de 2016, otra interesante exposición, Julio Verne. Los límites de la imaginación, sobre la influencia de Julio Verne en grandes personajes de la historia. Una densa exposición, tanto que al entrar dan ganas de salir corriendo, a la que hay que acudir muy descansado y con la curiosidad de conocer el universo de sus obras como legado que inspiró a muchos personajes que intentaron llevar a cabo idénticas hazañas a las que leían en sus novelas. Esta exposición, comisariada por María Santoyo y Miguel A. Delgado, es, pues, un acercamiento, a través de los ámbitos de la tierra, el aire, el agua, el hielo, el espacio y el tiempo, al imaginario del conocido autor francés. Un imaginario que F. Flahault en su obra El crepúsculo de Prometeo cuestiona como crucial parte del imaginario prometeico que conlleva Progreso y Destrucción por igual. Estamos ante una exposición espectacular, llena de actividades paralelas gratuitas para el público en general, para atraer una amplia audiencia. Por lo que vamos viendo en sus exposiciones, ciertamente de calidad y dinero sigue teniendo para ello, el Espacio Telefónica está en otro momento en el que se buscan muchos espectadores a los que se intenta atraer con “espectaculares rarezas”.

En el Museo Reina Sofía se presenta, desde el 23 de septiembre hasta el 11 de enero, una importante exposición de Nasreen Mohamedi, Nasreen Mahamedi. La espera forma parte de una vida intensa, que es la primera retrospectiva de la artista que se celebra en España. Esta exposición, que está organizada por el Museo Nacional Reina Sofía y el Metropolitan Museum of Art de New York en colaboración con el Kiran Nadar Museum of Art de Nueva Delhi, reúne más de 200 obras realizadas en distintos medios. Revisa la producción artística de varias décadas (1937-1990) de esta artista (1937-1990) que no acostumbraba a teorizar ni a hablar de su obra en público pero de la que se muestra el soliloquio de sus diarios personales. Comisariada por Robine Karode y coordinada por Soledad Riaño intenta seguir un cierto orden cronológico que intenta mostrar su camino hacia la abstracción hasta su última fase que abarca a grandes rasgos la última década de su vida, caracterizada por una austera economía de medios y una delicada representación de las líneas que expresan el ascenso desde la tierra. Esta artista fue una pionera de la abstracción moderna en la India y en el subcontinente asiático. Una exposición, repito, muy importante en la cita otoñal.

Otra exposición importante del Museo Reina Sofía es la del artista holandés Constant (1920-2005), Constant. Nueva Babilonia, una exposición que se centra en el proyecto más emblemático sobre la ciudad del futuro, un proyecto concebido desde 1956 y hasta 1974 como “un modelo alternativo de sociedad”. Esta exposición de 150 obras (65 del museo holandés) que no se ciñe al periodo señalado antes se puede ligar con la anterior Playground que se hizo en este museo. Contraposición de juego y trabajo. Este artista fue uno de los fundadores del grupo de vanguardia CoBrA y una figura clave del Situacionismo. Esta exposición ha sido fruto de una estrecha colaboración entre el Gemeentemuseum Den Haag, la Fundation Constant y el Museo Reina Sofía y ha sido comisariada por Laura Stamps y Doede Hardeman y en el apartado Flamencos, gitanos, romaníes: los nuevos babilonios, ha sido comisariada por Rosario Peiró y Pedro García Romero. Es la exposición más grande que se haya hecho nunca de este artista visionario y crítico de la arquitectura que se inspira en lo popular y lo primitivo y que además tocaba muy bien la guitarra flamenca. El nomadismo gitano tiene un papel relevante en su trabajo igual que en el de Guy Debord. Al final del recorrido atención al Laberinto de Puertas que no debe dar miedo a perderse a los visitantes.

En el Museo Reina Sofía, hay que destacar también, dentro de una programación interesantísima, la exposición del artista Ignasi Aballí, Sin principio ni final, una gran exposición con la que el artista revisa la última década de trabajo. Un viaje circular, un juego entre ver y mirar, desde el 28 de octubre hasta marzo de 2016, que es la continuación de la que hizo en 2005 en el MACBA, O-24h, y se suma a la que hará en la Fundación Juan Miró de Barcelona. En ella, en la que los periódicos son la base de su ambicioso trabajo, el artista nos invita a la duda cual Bartleby, aunque por cierto muy productivo (acepta esta contradicción). “La negación es una crítica derivada del análisis de la realidad. Siempre he pensado que es mejor no hacer que hacer, pero más difícil”, aclara. Aballí con su trabajo básicamente ha intentado superar los límites tradicionales de la pintura para abrirlos e indagar fuera de sus fronteras en la pintura expandida y su relación con el lenguaje. Para construir en un sentido utópico y absurdo un paralelo de la realidad. Como creador y ciudadano admite una lectura política de su obra aunque no sea estrictamente política. El montaje de esta exposición es estupendo.

En el Palacio de Velásquez del Reina Sofía se ha presentado, desde el 17 de noviembre hasta el 28 de febrero, una exposición, Verso/ Reverso, del importante, pero poco conocido en España, artista polaco Andrzej Wróblewski (1927-1957). Esta muestra es la primera gran retrospectiva que se organiza sobre el artista, uno de los artistas polacos más importantes del siglo XX, fuera de su país. Está comisariada por Eric de Chassey y Marta Dziewanska y está compuesta de 150 obras que abarcan dos fases de su trabajo: los inicios, cuando el artista intentaba establecer su propio lenguaje pictórico (1948-49). Y su última época, después de un periodo de fe en el realismo estalinista socialista y una voluntaria sumisión a sus imperativas directrices tras el que intentó redefinirse, como si comenzara de cero (1956-1957). La pintura y la obra gráfica del artista reflejan los traumas y las secuelas de la Segunda Guerra Mundial, pero también los sueños de un mundo nuevo y mejor. Sus pinturas a doble cara- se presentan 36- y los trabajos en papel creados en ambos periodos constituyen la expresión material de su vida, entre el compromiso político y el experimento artístico. Su amplio y diverso corpus artístico fue desarrollado durante un escaso periodo de tiempo (murió a los 29 años) en una era muy turbulenta.


En el Museo ICO se inauguró una retrospectiva sobre la amplia trayectoria del arquitecto británico David Chipperfield , Essentials. David Chipperfield Architects 1985-2015, una exposición que reúne, por primera vez en Madrid, más de treinta años de trayectoria profesional de este reconocido arquitecto y su estudio. La muestra que estará abierta al público hasta el 24 de enero de 2016 acoge sus proyectos más relevantes en algunas de las ciudades más importantes del mundo, y nos permite analizar su obra desde sus comienzos hasta hoy, tanto de manera individual como en conjunto El objetivo de esta retrospectiva, comisariada por el profesor de Historia y Crítica Contemporánea en la Escuela de Diseño del Politécnico de Milán, es acercar al visitante a su universo arquitectónico. Un universo en el que prima la percepción de un espacio creado a la medida del hombre, la fusión en su obra de tradición e innovación, su búsqueda constante de la continuidad urbanística entre lo existente y lo nuevo, así como la importancia de las maquetas en la metodología de trabajo de su importante estudio concebido como una especie de laboratorio. Todo esto se puede apreciar en el magnífico montaje, una vez más, de ICO.

El Museo del Prado ha presentado, desde el 1 de octubre hasta el 10 de enero, una interesante exposición dedicada a Luis Morales, El divino MORALES, uno de los pintores más significativos y originales del Renacimiento español, “para mostrar al público las composiciones más representativas y conocidas del artista en su doble faceta de maestro de retablos y creador de tablas devocionales”. A las 19 obras del Prado seleccionadas, entre las que se incluyen El Calvario y La Resurrección, donadas por Plácido Arango, se añaden 35 procedentes de museos nacionales e internacionales, coleccionistas privados e instituciones religiosas como la Virgen del pajarito de la parroquia de San Agustín de Madrid, la Virgen con el Niño y san Juanito de la Catedral de Nueva Salamanca o el Ecce Homo del Museo Nacional de Arte Antigua de Lisboa, recientemente restaurado en los talleres del Prado. Esta importante exposición está organizada por el Museo de Bellas Artes de Bilbao, el Museo Nacional d´Art de Catalunya y el Museo del Prado que presentaron conjuntamente la muestra en rueda de prensa que está patrocinada por la Fundación BBVA.

El CaixaForum nos ha traído una gran retrospectiva (350 piezas entre maquetas, muebles, lámparas, dibujos originales, fotografías históricas, e imágenes nuevas a cargo de Armin Linke) sobre una de las figuras fundamentales de la vanguardia artística y arquitectónica del siglo XX, Alvar Aalto 1898/1976. Arquitectura orgánica, arte y diseño, que podremos disfrutar en Madrid desde el 30 de septiembre hasta el 10 de enero. El crítico Sigfried Giedion llamaba a Aalto, el arquitecto finlandés más conocido de su generación, y uno de los principales defensores del movimiento moderno humanizado, “el Mago del Norte”. Este arquitecto logra plasmar, en edificios como el Sanatorio de Paimio para tuberculosos (1933) o la Villa Mairea (1939), por ejemplo, una magistral interacción de volúmenes, formas y materiales orgánicos. También sus diseños, como su Silla Paimio (1931-2) y su Taburete 60 (1933), fueron hitos del desarrollo del mobiliario moderno, y su emblemático jarrón Savoy (1936) se ha convertido en el símbolo del diseño finlandés. Esta exposición, promovida por el CaixaForum, el Alvar Aalto Museo y el Vitra Design Museum, incorpora un análisis contemporáneo en el que la afinidad de este legendario arquitecto con la forma orgánica se relaciona con el diálogo que Aalto tuvo con otros importantes artistas de su época. Para su paso por España, la muestra incorpora un nuevo ámbito en el que se detallan las visitas del arquitecto a nuestro país en 1951. Un estupendo montaje.

Esta misma Obra Social “la Caixa, en colaboración el Museo del Louvre y fruto de un mutuo acuerdo, ha presentado, desde el 4 de noviembre hasta el 14 de febrero, otra magnífica exposición, Mujeres de Roma. Seductoras, maternales, excesivas. Colecciones del Museo del Louvre. Un gran montaje con 178 piezas de uso cotidiano y procedentes de la decoración de las villas romanas que incluye, además, un conjunto de pinturas murales provenientes de Pompeya. Muchas de ellas salen por primera vez de Francia y del Louvre restauradas algunas expresamente para la ocasión de esta exhibición, como los relieves en terracota (30) conocidos como “placas campana”. Está comisariada por Daniel Roger, conservador jefe del Departamento de Antigüedades Griegas, etruscas y Romanas del Museo del Louvre, y Aureélie Pirou, colaboradora científica del Departamento. El tema de la exposición es que la mujer romana era al mismo tiempo objeto de amor y de temor, de deseo y de burla, fuese unas respetable matrona o una meretriz, una sacerdotisa o una emperatriz, y era considerada inferior según las leyes. Pero, a pesar de ese papel subalterno, fundamentalmente como madres y esposas, las mujeres ocuparon en Roma un papel destacado en comparación con otras sociedades antiguas.

El Museo Thyssen ha presentado en sus salas, desde el 5 de octubre hasta el 17 de enero, Edvard Munich. Arquetipos, la primera exposición del pintor noruego en Madrid desde 1984. Se ha montado con la generosa colaboración del Museo Munich de Oslo y reúne una selección de 80 obras del artista considerado hoy uno de los padres del arte moderno junto a Cezanne, Van Gogh y Gauguin. Está comisariada por Paloma Alarcó y Jon-Ove Steihaug, de acuerdo con las últimas publicaciones y las más recientes exposiciones que han logrado liberar a Munich de muchos de los estereotipos a los que se ha visto sometido, para mostrarle no solo como símbolo universal de la angustia y la alienación del hombre moderno sino, sobre todo, como un creador esencial en la formulación de la sensibilidad artística contemporánea. Por ello, se propone seguir esta senda y centrar la atención en los aspectos más desconocidos de su fuerza creadora y en su capacidad de sintetizar las obsesiones del hombre contemporáneo. Si bien el artista nunca abandonó la figuración, si rompió con el mundo visible y exploró la dimensión espiritual oculta de la realidad para, a través de un innovador lenguaje plástico que evolucionó desde el simbolismo al expresionismo, inmortalizar con su obra los temas más universales sobre la vida, el amor y la muerte.

En la salas de la Calcografía Nacional se ha inaugurado, acompañada de conferencias, una simpática exposición, Tadeusz Peiper, Heraldo de la vanguardia entre España y Polonia, sobre este polaco (1891-1969) casi desconocido en España pero cuyo paso por este país fue decisivo para el desarrollo de la vanguardia artística. Si dejamos a un lado la obra de algunos poetas y pintores catalanes, la primera manifestación peninsular de las vanguardias fue entre 1918 y 1925, el ultraísmo. Sus poetas, capitaneados por Rafael Cansino Sáenz y Guillermo de Torre, se convirtieron en los adalides españoles del cubismo pictórico, inventado por Picasso, del cubismo literario de Apollinaire, del expresionismo alemán, del futurismo italiano inventado por Marinetti, del dadaísmo…..El polaco fue un activo animador de esta incipiente vanguardia española en cuyos círculos confluyeron desde Borges hasta Delaunay. Así, artistas polacos como Peiper coincidieron con los latinoamericanos para darle impulso al arte de la retrasada España. Esta exposición recorre esa historia que toma a Peiper como eje aunque en Madrid se limitó a publicar artículos literarios y políticos, además de traducciones, y una antología de cuentos polacos con su amigo Benjamín Jarnés. Retornado a Cracovia funda una revista (El cambio de aguja) que jugaría un papel importantísimo como catalizador de las vanguardias.

En la salas de la Calcografía Nacional, organizada por ésta y por la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, se ha presentado luego, desde el 19 de noviembre hasta el 20 de enero, una exposición del artista Miquel Barceló (Mallorca, 1957), Miquel Barceló, Premio Nacional de Arte Gráfico 2014, una muestra que tiene relación con el premio de grabado que le fue otorgado el año pasado. En esta exposición se presenta un un recorrido selectivo de la obra gráfica del autor, desde sus inicios hasta nuestros días. Figurando los múltiples talleres en los que ha trabajado. En la convocatoria de prensa al mismo tiempo se dio a conocer el nombre del artista galardonado con el XIX Premio Nacional de Arte Gráfico 2015, así como la composición del jurado del que forma parte el artista y sus motivos. El galardón recayó este año en el artista José María Sicilia de quién se organizará una exposición el próximo año y además le han concedido dos estampas de Los Caprichos de Goya; y en el caso de Miquel Barceló se ha añadido una más de la serie de la Tauromaquia en agradecimiento a su generosa donación a la Calcografía Nacional de un ejemplar de su Libro para ciegos.

En el Fernando Fernán Gómez se presentó, desde el 1 de octubre hasta el 6 de marzo, una curiosa exposición internacional sobre el famoso Titanic, Titanic: The Exhibition, propiedad de la compañía española Musealia cuya colección incluye más de 200 objetos originales, muchos de ellos desconocidos hasta ahora por el gran público, y reproducciones del interior del buque de alto valor histórico. Este montaje se acompaña de un programa cultural y científico paralelo que se ha iniciado en noviembre con encuentros temáticos abiertos al público y otras actividades. Está comisariada por el historiador Claes-Göra Wetterholmn y propone un viaje emotivo y, sobre todo, muy humano a través de la historia de este importante icono del siglo XX. Así, el visitante no solo aprenderá cómo era la vida a bordo del lujoso trasatlántico, sino que también se podrá sentir un viajero más de su travesía inaugural: podrá recorrer un pasillo de primera clase, observar los camarotes de tercera o tocar un auténtico iceberg, de características similares a aquel con el que chocó el RMS Titanic. Una experiencia, pues, gratificante pero al mismo tiempo dolorosa por el encuentro con la muerte de sus muchísimos pasajeros. ¿Aprenderemos algo de esta experiencia o se quedará en lo superficial? Es una buena ocasión para superar el infantilismo que preside nuestra sociedad de consumo y aprender a madurar. ¡Que lo sucedido al Titanic nos sirva de verdad de ejemplo a los que nos creemos los amos del mundo!

En el CBA se presentó, como primera exposición de la temporada y desde el 30 de septiembre hasta el 31 de enero, una exposición sobre los fotomontajes de la fotógrafa alemana Grete Stern (Wuppertal-Elberfeld, Renania, 1904- Buenos Aires, 1999), Grete Stern. Sueños, que recoge su trabajo para la revista argentina Idilio entre 1948 y 1951. Se muestran todos los trabajos que se conservan de esta etapa de Stern que consta de 46 fotomontajes originales de los 150 que publicó. En ellos publicaba los sueños que las lectoras de la revista enviaban a la redacción. La artista dialoga, pues, desde su cámara con los sueños de otras mujeres. Estamos ante una representación crítica, única y revolucionaria de los conflictos típicos de las mujeres argentinas de aquella época;: conflictos matrimoniales, frustraciones diarias, apetencias inconfesables. En esta muestra colabora la Galería Jorge Mara-La Ruche con el CBA. Mara es el representante de la obra de Stern y de la de quién fuera su marido, el también fotógrafo argentino Horacio Coppola y cuyo matrimonio se disolvió en 1943. Esta artista se había visto forzada a huir de la Alemania nazi por su condición de judía y se había estableció en Argentina en 1936

En el CBA también se ha presentado, hasta el 24 de enero, la interesante exposición JAZZ. JAZZ. JAZZ, una muestra con más de un centenar de fotografías de los más célebres intérpretes del jazz, tomadas por reconocidos fotógrafos en los años cuarenta y cincuenta, en plena época dorada del jazz. A través de estas imágenes podremos sentir la magia y naturalidad que destilaban los clubes de entonces. Según Muñoz Molina, “artes del instante, del hallazgo, del duende, el jazz y la fotografía”. Esta exposición está encuadrada dentro del ciclo Ahora Jazz que consta además de conciertos y cine. Está organizada por la galería Jorge Mara, La Ruche y el CBA y está comisariada por Jorge Mara. No os perdáis la ocasión de contemplar estas imágenes pero ya con sus debidas cartelas, creo que es muy importante sobre todo para el público que no conozca a fondo este género musical, que no estaban dispuestas el día de la presentación del ciclo. Las instantáneas se acompañan de dibujos y acuarelas del artista rioplatense Hermenegildo Sábat, autor de varios libros de jazz.

En el CBA se ha presentado, además, desde el 5 de noviembre hasta el 31 de enero, una interesante exposición, Modernidad. Fotografía brasileña (1940-1964), una muestra que reúne alrededor de 220 fotografías en blanco y negro. Los fotógrafos de esta exposición que organiza el CBA y el Instituto Moreira Salles de Río de Janeiro y cuyos comisarios son Samuel Titán y Ludger Derenthal, director del Museum für Fotografie en Berlin, son: Marcel Gautherot (1910-1966), José Medeiros (1921-1990), Thomaz Farkas (1924-1990) y Hans Gunter Flieg (1923). En ella se recoge el trabajo de estos cuatro testigos de ese periodo de mediados del siglo XX en el que Brasil, entre la segunda guerra mundial y el golpe de Estado, recorre vertiginosamente y contradictoriamente el camino hacia la modernidad. Sus fotografías reflejan la vida brasileña en una época de plena trasformación, en un momento de modernización acelerada y de una brillante vida cultural. Estos fotógrafos, al provenir también de distintos orígenes: francés, brasileño, húngaro y alemán, y con su diversidad de intereses, de estilo y de actuación, le dan rica variedad a la visión de ese país. Estamos ante un auténtico fresco de la historia contemporánea de Brasil.

En la Fundación Juan March se ha presentado, desde el 16 de octubre hasta el 17 de enero, una importante exposición sobre el artista vanguardista suizo Max Bill (1908-1994, Winterthur-Berlín), Max Bill, la primera gran retrospectiva de este artista en España. En ella se da cuenta de la polifacética obra (pintura, obra gráfica, escultura, arquitectura, diseño de libros y revistas, diseño industrial y de mobiliario y grafismo publicitario) de este “multitalento” que articuló su vida en torno al trabajo artístico y la reflexión de una pocas, pero grandes ideas. Estamos ante un verdadero hombre renacentista que combinó las virtudes del “homo faber” y del “homo ludens” durante toda su vida. Lo podemos apreciar cuando vemos su obra completa que de manera concentrada cubre, tanto cronológica como temáticamente, todos los aspectos de su polifacética creación en una cuidada selección de 170 obras y documentos procedentes de colecciones e instituciones públicas y privadas europeas y americanas que de verdad materializan la idea de “retrospectiva concentrada” que ha guiado desde sus inicios el desarrollo de la exposición. Hasta ahora solo conocíamos su obra fragmentariamente formando parte de colectivas y sobre todo en la muestra individual que le dedicaron el Museo de Arte Contemporáneo de Madrid y la Fundación Joan Miró de Barcelona en 1980. Esta muestra ha sido concebida y organizada en estrecha colaboración con la max, binia+Jacob Hill stiftung y ha contado con el asesoramiento principal de Jacob Hill también para la selección de las obras fundamentales y representativas de toda la trayectoria del artista. Estamos, pues, ante otro gran montaje de la March de las obras seleccionadas del artista. ¡Otro gran disfrute para todos sus visitantes!

En la Biblioteca Nacional se ha presentado, desde el 25 de septiembre hasta el 10 de enero, una exposición de caligrafía, Caligrafía española. El arte de escribir, que comisariada por José María Ribagorda Paniagua, representa un reconocimiento al arte de la escritura en España. Esta exposición muestra el valor estético, cultural y social que la caligrafía tuvo en España entre los siglos XVI y XIX, contribuyendo a que el conocimiento de nuestro patrimonio histórico sirva de referencia para el desarrollo de este arte en el siglo XXI. En ella se reúnen obras fundamentalmente de la Biblioteca Nacional de España pero también de la Residencia de Estudiantes y de la Calcografía nacional, además de algunas piezas de la colección privada Del Olmo & Vilas. La caligrafía se ha desarrollado en España con rasgos y características propias. Tras el origen italiano de las artes de escribir, aparecidas con la cultura renacentista, y el desarrollo de la imprenta, se publican, a mediados del siglo XVI, los primeros tratados y manuales de escritura. El oficio de calígrafo convierte al escribano en autor. Su arte se desarrolla con la escritura, que añade al contenido del texto, la belleza del dibujo y su trazo.

En la Biblioteca Nacional también se ha presentado, desde el 5 de noviembre hasta el 31 de enero, una muy importante exposición de grabados flamencos del siglo XVII, Rubens, Van Dyck y la Edad de Oro del grabado flamenco, que, conservados en la Biblioteca, se muestran por primera vez al público en su conjunto. También se podrán contemplar cuatro pinturas cedidas para la exposición por el Museo del prado, relacionadas con los grabados, y que son La piedad y Retrato de María Ruthven, de Van Dyck, La Sagrada Familia con Santa Ana, de Rubens, y La Cocina de David Teniers. En total, 180 obras. En el arte flamenco de esa época hay dos grandes figuras, Rubens y Van Dyck, y a ellos se dedican las dos primeras secciones de la exposición: Rubens y los mejores grabadores de sus obras, y Van Dyck, seguidor de Rubens y extraordinario retratista. “Rubens buscaba a los mejores grabadores para que copiaran sus cuadros”, señala Concha Huidobro, comisaria de la exposición. Solo se conocen dos grabados atribuidos a él., pero supervisó totalmente la labor de un grupo de los mejores grabadores de la época para que reprodujeran sus pinturas. “Era muy exigente y les ponía muy nerviosos”, aclara, llegando a disputar con Vorsterman. Van Dyck fue alumno y protegido de Rubens, pero surgió demasiada competencia entre los dos por lo que siguió la amistad pero sin la unión profesional de antaño. Los géneros artísticos que trataban sobre todo el paisaje y las escenas de costumbres, o escenas de género. Por ello, la tercera sección se dedica a esto. Un buen montaje da vida a estas obras.

En el Centro de Exposiciones ARTE CANAL, se ha presentado, desde el 3 de diciembre hasta 8 de mayo la exposición Cleopatra y la fascinación de Egipto, que está comisariada por Giovanni Gentili y Martín Almagro-Gorbea. Su diseño expositivo es un cuento ilustrado que se inicia en la explanada exterior del recinto. Allí se ha instalado una reproducción a gran tamaño de un gato, el animal más sagrado en la cultura egipcia y por el que sabemos que Cleopatra tenía especial fascinación. La leyenda cuenta que el que la acompañaba constantemente se llamaba Charmaine e incluso le servía, por su mirada felina y seductora, de inspiración para la pintura de sus ojos. Ya en el interior del recinto la arqueología y las artes dan voz a un narrador imaginario que se traslada a través de una arquitectura a la que es difícil sustraerse. Está dividida en ámbitos (siete en total), identificados con distintas luces y colores, en cuyo inicio hay una imagen de gran formato con un texto explicativo. Se pueden ver más de 400 piezas procedentes de 80 museos y colecciones españolas e internacionales. Es importante ver las instalaciones y los videos que acompañan la muestra.


Festivales, ferias y libros

Antes de los libros voy a hablar del Festival EÑE, ya en su séptima edición, que organizan la Fábrica y el Círculo de Bellas Arte. Una gran fiesta literaria que tendrá lugar los días 20 y 21 de noviembre en el Círculo de Bellas Artes con un programa de 50 actividades en el que participarán cerca de setenta invitados entre escritores, periodistas, críticos, cineastas, artistas,, dibujantes, fotógrafos, responsables de las organizaciones no gubernamentales y científicos. En esta edición, el director del evento ha sido el escritor Manuel Rivas quién nos presentó prolijamente el “ecosistema” de Abrir pasos que así se llama su propuesta. El espiritu literario de David Foster Wallace le ha servido a Rivas para confrontar escritura y sociedad civil. Para él la cultura debe ser ese “taller donde todo bulle y canta” del que hablaba Baudelaire. Este Festival apuesta, pues, por constituirse como un lugar “sentipensante”, que trasfiera a la sociedad nuevos latidos y nuevos caminos: un lugar de ebullición donde solo se cierra el paso al dogmatismo y a la indiferencia. Por lo que este año se le ha dado un gran giro al festival hacia un mayor compromiso políticosocial que se echaba de menos en ediciones anteriores. Nada menos que el gran escritor Juan Goytisolo, entrevistado por el periodista Antonio Lucas, abrió el Festival, y después de su lúcida intervención respondiendo a las preguntas del periodista, recibió un cálido y emotivo homenaje del público asistente por toda su trayectoria. La charla entre el juez Garzón y el periodista Ernesto Ekaizer también tuvo mucha asistencia. Además participaron muchas figuras de la creación literaria, plástica, musical y cinematográfica que hicieron que el Círculo de Bellas Artes de Madrid se convulsionara durante estos dos días. Este ha sido todo un acontecimiento cultural en el Foro.

La Feria del Libro de Fráncfort, un buen termómetro en lo que se refiere a la escenificación del negocio del universo de los libros, y que empezó tensa por la polémica del boicot de Irán ante la presencia de Salman Rushdie, se desarrolló con normalidad. Si bien con menos público y menos sorpresas literarias. En esta edición se ha confirmado, tras las oleadas del thriller de misterio religioso y de la novela negra nórdica. Se ha confirmado el auge del domestic noir, las novelas de amor y ciencia ficción y los ensayos para entender el presente. Se presentó Tierra negra (Galaxia Gutenberg) de Thimothy Snyder, una visión original del Holocausto. Esta editorial ha negociado bastantes en esta feria. Y la editorial Anagrama también. En general se han presentado las apuestas literarias de 2016. DeLillo, Chirles y Knausgard han resonado mucho en Fráncfort.

En la última edición del Liber se ha podido constar la inanidad del programa cultural Literatura, aunque en general estuvo mucho mejor que la penúltima del Ifema. Algún crítico ha denunciado cómo en este certamen se utiliza “lo cultural” como coartada para aliviar la mala conciencia. Empezando por el discurso del señor Lassalle al que presenta como uno de los responsables de Cultura “más escurridizos e inoperantes de toda la democracia” como Secretario de Estado que logró engañar a bastantes por su pose pulcra e intelectual (tesis sobre Locke y citas de Adorno). Me recuerdo el similar engaño de Gallardón por parecidos aditamentos musicales e intelectuales. Nunca cumplió Lassalle tales expectativas. Y en esta feria se dedicó por lo visto a echar balones fuera con una defensa tópica del humanismo y de los casi 4.000 euros, la escasa retribución del Ministerio a este Salón.


Libros

En lo que se refiere a los libros la temporada otoñal madrileña ha empezado con muchas presentaciones y con libros de mucho interés. Por ejemplo, una biografía sobre Freud en su tiempo y en el nuestro, un libro, con traducción de Horacio Pons, de editorial Debate. Su autora, Elisabeth Roudinesco, lo presentó en el Instituto Francés de Madrid. Con esta biografía muy bien documentada ha intentado dar una visión ecuánime del padre de psicoanálisis frente a todas las críticas que ha ido recibiendo con los años. Roudinesco, una historiadora especializada en psicoanálisis y directora de investigación en la Universidad de parís VII que ya había escrito una Historia del psicoanálisis en tres volúmenes, el tercero una biografía de Lacan escrita con gran potencia intelectual y narrativa, esta vez ha escrito una magnífica síntesis que intenta situar a Freud en el lugar que merece. Su voluntad es la de enmarcarlo y comprenderlo en el contexto de los valores y las costumbres de su época con sus grandezas y sus limitaciones tanto las de la época como las del pensador. Para ello analiza las circunstancias en las que se desarrolló su pensamiento.

En el Café Gijón de Madrid se presentó el Premio de Novela Café Gijón 2015, organizado por el Ayuntamiento de Gijón, que recayó en Todos los miedos del joven autor Miguel Ángel González González (Madrid, 1982). “El Jurado quiere destacar la alta calidad expresiva de la obra, con dos voces narrativas unidas por un estilo común. Son historias con un denominador común: un pasado familiar cuyo dolor solo se soporta gracias a la distancia temporal y la frialdad de los narradores”.

En el Ámbito Cultural del Corte Inglés de Callao se presentó el Premio de Novela Dos Pasos, en su segunda edición para novelistas inéditos apoyado por la Editorial Galaxia que lo va a editar, que ha recaído en la novela Cocaína del joven novelista Daniel Fernández Palencia. El jurado ha decidido este premio por unanimidad destacando sus muchas cualidades literarias y sobre todo su pasión literaria que se una a la adicción a la droga como eje del libro. Una escritura vitalista y nihilista nada complaciente, una literatura como redención en una sociedad dónde estamos más comunicados que nunca y más solos que nunca también. Una obra en la que también se hace una crítica muy ácida de la literatura española al tiempo que el escritor señala también sus amores literarios. Una literatura testimonial de una generación.

El conocido periodista Carlos Fonseca (Madrid, 1959) ha reconstruido las cinco últimas ejecuciones del franquismo, a tres miembros del FRAP y dos de ETA, en el libro Mañana cuando te maten. Las últimas ejecuciones del franquismo. 27 de septiembre de 1975, que ha publicado La Esfera de los libros en su colección de Historia. Como se sabe el autor ya había escrito el bestseller Trece rosas rojas (2004) que había llevado al cine el director Emilio Martínez Lázaro en 2007. El autor ha confesado: “Me ha sorprendido la dificultad que he tenido para acceder a la documentación de la época. Aún contando con las pertinentes autorizaciones, destaca la deficiencia de los archivos militares para la investigación periodística o literaria”. Un verdadero ejercicio de memoria histórica aunque como nos dice Juan Gelman y nos recuerda el autor “lo contrario al olvido no es la memoria sino la verdad”.

Luis Mateo Díaz, que se define francotirador de retaguardia, ha presentado su último libro, Los desayunos del café Borenes en la editorial Galaxia Gutenberg, y lo ha hecho muy bien acompañado por otros escritores en los bajos del Café Gijón. Un marco muy bien elegido para la ocasión y muy acorde con el tema del libro. En la estela de otro libro reivindicativo suyo, Contra el descrédito de la ficción, un opúsculo para el desayuno, que aquí decide rehacer retomando aquella vieja idea sin ningún ánimo de polemizar ni profesoral, pero dándole una dimensión narrativa. En el libro, dividido en dos partes, hay dos dimensiones: una ensayística y una ficticia. En la segunda parte hace una reflexión sobre sus convicciones de narrador en un juego de espejos en el que los desayunadotes muestran un profundo desasosiego ante lo que está pasando en el mundo literario, ante el declive de la novela o el destino de la novela.

Agustín Fernández Mallo (1967) ha reunido un libro inédito y todos sus versos en Ya nadie se llamará como yo (Poesía reunida (1998-2012), un libro de 615 páginas publicado por la editorial Seix Barral. Curiosamente incluye en primer lugar su último libro (inédito hasta ahora) y a continuación su poesía ya publicada rompiendo con la linealidad cronológica y con el formato convencional de las “obras completas”. En este poemario, que él define como “el más narrativo y quizá el más explícitamente biográfico” de los suyos, están todos sus temas en prosa y en verso y su iconografía posmoderna en la tradición de la vanguardia entre Nocilla y Mairena (“los novedosos apedrean a los originales”).

El joven sociólogo César Rendueles ha publicado Capitalismo canalla (Seix Barral, Barcelona, 2015, 231 páginas), un libro que, además de bien escrito, es un texto lleno de originalidad. Antes ya había destacado con su primer libro (Sociofobia, Capitán Swing, 2013), por cierto elegido ensayo del año en 2013. En el segundo hace una lectura de las relaciones entre el capitalismo y la literatura en la historia, la vida del autor, y la ficción. Con ello, a través de una serie de lecturas y desde una óptica marxista aunque se reconoce deudor de Kart Polanyi, reconstruye una historia personal de dicha relación entre el sistema político y la literatura más diversa, en la que intenta mostrarnos el rastro del capitalismo como personaje “canalla” en la literatura. Un rastro devastador el del capitalismo salvaje que sucedió al Estado de Bienestar por medio de una revolución conservadora que sustituyó a la revolución que no logró hacer la izquierda. De esta forma, el capitalismo ocupó toda nuestra vida y como señalan Laval y Dardot en su último libro sobre El Común es mucho más que una ideología. Llegando a darse la paradoja en España, señala Rendueles, de que el 15 de mayo de 2011 la policía “tuvo que proteger el Congreso de hijos y madres y abuelas y nietos y hermanos y novias que aspiraban a un trabajo más o menos estable”. “Intentar llevar una vida convencional se había convertido en un experimento contracultural”, remata agudamente el autor.

Alejandro Jodorowsky (Tocopilla, Chile, 1929) ha venido a Madrid a presentar su último libro (La vida es un cuento, Siruela, 2015) en el que explica que, en su infancia, la lectura de cuentos fue el alimento de su difícil existencia. “Los cuentos me salvaron de morir cuando era niño”. Desde entonces le ha gustado crear cuentos. Los cuentos han vertebrado su vida y su trayectoria como escritor. Cuando le vemos y escuchamos siempre pensamos: ¿qué cuento nos va a contar ahora? En 2005, había publicado El tesoro de la sombra, y en 2015 su afán cuentista le ha llevado a revisar y ampliar aquella obra que ahora ha duplicado (La vida es un cuento es la primera parte y El tesoro de la sombra es la segunda parte). Se dio cuenta de que, agotada la primera edición, había publicado un libro en cierta manera incompleto. Un bonsái que le regalaron le hizo pensar así: las tradiciones culturales habían podado su imaginación literaria. De esta última obra que comento se puede decir que cristaliza la inmensa sabiduría de este escritor, que cuestionándose sobre el sentido y lo absurdo de nuestro mundo intenta aportar una divertida y surrealista lección vital.

En este otoño también se han fallado los Premios Planeta que José Manuel Lara creó en 1952 para promocionar a los autores españoles. Un galardón literario con la mejor dotación económica de las letras españolas 600.100 euros para la obra ganadora y 150. 250 euros para la finalista. Este año han recaído en la novela de la ya conocida escritora Alicia Jiménez Bartlett (Almansa, Albacete, 1951), Hombres desnudos, como ganadora, y en la obra finalista, La isla de Alice, del también ya conocido guionista, director de cine y productor Daniel Sánchez Arévalo (Madrid, 1970). Hay que destacar, pues, las interesantes diferencias de género y generacional que se da en los premios de este año. En lo que se refiere a las obras, la primera es una intensa novela que indaga en las implicaciones morales de la crisis, una novela polifónica en la que todos los personajes hablan en primera persona a través de monólogos interiores, de soliloquios que se entrelazan con los diálogos, buscando una visión omnisciente de la realidad que intenta retratar. La segunda novela, un thriller curiosamente femenino que encierra una gran historia de amor, está narrada en primera persona por una protagonista con muchos matices de irreverencia, de valentía, de miedos, con mucho sentido del humor de sí misma y de sus miedos, pero dispuesta ante todo a descubrir la verdad aunque temerosa de llegar a descubrirla.

Mercedes Cabrera (Madrid, 1951), catedrática de Historia del Pensamiento en la Universidad Complutense y ministra de Educación, entre 2006 y 2009, en el Gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero, y con unos cuantas biografías a sus espaldas, ha escrito esta vez una biografía (Jesús de Polanco (1929-2007). Capitán de empresas, Galaxia Gutenberg, Barcelona, 2015), en la que traza la biografía del empresario fundador de Santillana y de El País. En su investigación, nunca había escrito sobre alguien tan cercano en el tiempo, ha accedido a las actas de los Consejos de Administración del Grupo PRISA y al archivo del editor que aún se conserva en unas tarjetitas en las que respondía a las cartas que recibía, además de hablar con muchos de los que trataron a Polanco. La historiadora considera decisivo el papel que jugó en la Transición. “No le interesaba tanto el dinero, aunque se hizo rico cuando PRISA salió a Bolsa en 2000, como el poder, el poder como capacidad de hacer cosas”, señala la autora, al tiempo que recuerda cómo el jesuita José María Martin Patino, “cariñoso y con admiración”, se refería a su amigo Polanco como Jesús del Gran Poder. Cabrera solo vio a su biografiado tres veces, dos de saludo y una tercera en una cena en Canarias durante la Semana Santa de 2007, pocos meses antes de morir. “No haberle conocido me ha permitido tomar distancia”, nos explicó. Al tiempo que defiende que no ha escrito una hagiografía. “Basta con leerla. Lo he retratado con el mayor rigor profesional. No es un encargo. ¿Biografía autorizada? Me gustaría que la gente con la que he hablado se reconociera en el libro, pero no he pedido autorización a nadie para escribirlo”, remata.

Javier Reverte, el gran referente de la literatura de viajes en España, ha presentado su último libro de viajes, Un verano chino. Viaje a un país sin pasado (Plaza y Janés), en el que nos conduce por primera vez por los caminos de Oriente, concretamente a China. Sobre todo siguiendo el curso de uno de los ríos más largos y caudalosos del mundo, el Yangtsé. El autor ya se ha paseado por todo el mundo y lo ha contado en otros libros. En este libro recorre la China de nuestros días de este a oeste, de norte a sur, en un largo periplo que se inicia en Pekín y concluye en Shangai. Esa China de hoy que no le gusta nada al autor y lo demuestra a cada paso. Un país al que ya había viajado como periodista otras dos veces, el último viaje hace siete años, viajes de los que nos cuenta divertidas anécdotas en la presentación del libro, a veces muy surrealistas. Ahora, después de recorrer ese inmenso y poco conocido país con una enorme historia a sus espaldas, nos da un retrato certero, duro a veces, y nos muestra cómo su pasado ha sido destruido y su futuro no es fácil de prever por los cambios acelerados que se suceden. Un país que, en síntesis, ha juntado lo peor del capitalismo y del comunismo.

En Madrid se ha presentado el premio Herralde de Novela de la Editorial Anagrama de Barcelona, que ha recaído en Farándula, una novela de la ya conocida, por las bastantes novelas que ha escrito, y ya reconocida con varios premios, escritora Marta Sanz. Además de novelas es autora de ensayos y poemarios. Estamos, pues, ante una escritora de peso que ha ido consolidando su obra poco a poco pero en suelo firme, tanto que ha merecido muchos elogios del gran Rafael Chirles que en paz descanse: “Su estilo ágil, (salpicado de fogonazos brillantes), su inusual habilidad para retratar situaciones y para penetrar en la psicología de los personajes, y su fino oído para capturar la lengua habada con vivacidad admirable convierten la escritura de nuestra novelista más en una gozosa representación de vida que en una melancólica o sombría manipulación de seres muertos”. Una escritora diferente que enriquece nuestro panorama literario.

Silvia Grijalba, ya conocida periodista y escritora, nos ha desvelado los secretos del rock en una obra, Más que famosos. Auge y caída de la fascinación por el rock, que publica La Fundación José Manuel Lara, y en la que descubre la cara oculta de las estrellas a las que entrevistó. El libro es un relato en primera persona de las experiencias de una joven reportera en el mundo del rock de los noventa, visto ahora desde una perspectiva crítica. En este libro relativamente corto nos cuenta anécdotas, intrahistoria de entrevistas, que oficialmente no pudo contar en su momento y también trata de hacer un análisis de los posibles motivos que hicieron explotar la burbuja de la industria musical, concretamente la del disco. En los años noventa, básicamente, cuando la industria musical era más boyante, la autora tuvo acceso a artistas muy relevantes de la historia del rock. Todo ello, a pesar de ser mujer en una época de predominio masculino en la profesión. Es una pena que no hubiésemos sabido esto antes, pero al menos tenemos la perspectiva del tiempo para poner las cosas en su sitio.

En la librería Rafael Alberti se ha presentado la última novela, Las efímeras, de Pilar Adón, una autora que va a dar que hablar y que la editorial Galaxia ha tenido el acierto de editar. La autora, que se sirve de una trama mínima que desarrolla en 238 páginas, se muestra en esta obra como una formidable escritora muy a tener en cuenta en el panorama literario español. Ya había llamado la atención de la crítica tanto con su novela, Las hijas de Sara (2003) como su última colección de cuentos, El mes más cruel (2010), que habían mostrado lo que esta novela de ahora nos confirma y supera. De esta forma se está convirtiendo en una referencia muy importante en la joven narrativa española. Su nivel de exigencia se ve en el tiempo que se toma entre publicación y publicación. Estamos ante una literatura que se cuece a fuego lento: ha tardado diez años en sacar esta novela. Todo lo contrario del ritmo acelerado de nadarías que por desgracia tenemos que ver y soportar como novedades literarias, a veces de infinidad de páginas huecas. Fue todo un disfrute, inteligente y conmovido que es el lector que ella quiere tener y despertar, escuchar a la escritora y a sus padrinos en la bien preparada y amena presentación del libro. Hasta al mismo editor, Joan Tarrida, se le veía distendido y muy alegre hablando de su nueva autora.


Danza

Como todos los años, desde hace ya doce, Territorio Danza, el interesante ciclo de danza que organiza la Cuarta Pared, ha acudido a su cita de septiembre: “En tiempos en los que la danza parece relegada a lo minoritario, en Cuarta Pared dedicamos tres semanas a este arte en que la palabra abandona la primera línea para dejar como protagonista al movimiento”. Por desgracia, y sobre todo por falta de coordinación, han coincidido también los ciclos de danza de Lagrada y del nuevo ciclo de danza del Conde Duque. ¡Una pena que no haya existido coordinación con la tecnología de hoy! ¿Cuesta tanto ponerse de acuerdo para repartirse el público aficionado a la danza que pasa por momentos críticos? ¡Un poco de voluntad!

Yo me he centrado, en el ciclo de la Cuarte Pared, sobre todo en la parte que corresponde a su compañía residente, Provisional Danza, en dos de sus espectáculos. El primero, “Noche de solos”, fue doble: en la primera parte bailó muy bien, austeramente, Carmen Werner, su pieza “en blanco”, a su vez en la dirección artística, además de creadora e intérprete. En su segunda parte, en la que se aprovechaba gran parte de la coreografía de la primera, sucedió el solo “Así sucedía con todo”, que fue maravillosamente interpretado por Martín Inthamoussú, bailarín, docente y Director General de las Escuelas de Formación Artística del SODRE en Uruguay. El segundo espectáculo, con gestos y palabras, además del movimiento, “Deberías quedarte”, fue el estreno absoluto de esta nueva producción de la Compañía Provisional Danza al completo. Como se sabe, esta Compañía está dirigida por la bailarina y coreógrafa Carmen Werner, Premio Nacional de Danza de 2007, y es la Compañía residente de esta sala. “Estamos aquí sucios y sin rezar pero creo que no estamos dispuestos a todo”


Teatro

En la sala Cuarta pared se reestrenó, tuvo mucho éxito la temporada pasada, Canícula, una obra evangelio apócrifo de una familia, de un país, un trabajo del Colectivo La casa del árbol, producido por La Radical y Cuarta pared. Este espectáculo, con la autoría de Lola Blasco, y dirigido por Vicente Colomar, está muy bien interpretado por un buen elenco de actores (tres en el sofá y uno en la cama) y dos actrices de pie) y acompañado de la estupenda música que va del Cara al sol a Rocío Dúrcal. La verdad es que le sobra algo de tiempo y los planos de realidad y sueño no acaban de encajar como si la autora o el director o los dos no supieran a que carta quedarse. Para mí, esta farsa moderna podría haber sido un buen espectáculo realista bajo un sol de justicia ¡Una pena aunque lo conseguido está muy bien conseguido!

Nota: en el programa de manos se recordaba al crítico teatral y compañero de viaje de muchos teatreros, Pepe Henríquez, recientemente fallecido en el mes de agosto. Un buen guía en la amplia y a veces confusa escena alternativa.

El Teatro Circo Price también ha arrancado fuerte en septiembre con el magnífico espectáculo Rhum. Monti & Cía, un espectáculo muy esperado después de su gran éxito en Barcelona. Además de Premio Zirkólica 2014 al Mejor Espectáculo de Payasos. Un bello homenaje lleno de poesía y alegría al gran clown Monti, director artístico del Teatro Circo Price en su primera etapa., a cargo de sus compañeros, artistas, músicos, y humoristas brillantes. Nos dieron un papel con las últimas palabras del espectáculo como lindo recuerdo firmado por Joan Montanyés “Monti”.

Más tarde se presentó el espectáculo, Incert, del Circ Pistolet que había ganado el premio Zirkólica 2014 al mejor espectáculo de circo y a la mejor dirección. ¡Un verdadero soplo de aire fresco! ¡Un viaje a un mundo al revés! Un sencillo y emotivo espectáculo de payasos. Y ya en octubre se presentaron seguidas dos compañías, Cía. Caí + Cia y Puntocero, bajo el lema de Trapecistas. De los dos espectáculos, el primero de la trapecista Zenaida Alcalde, Fragmentada, era su primera creación en solitario, y eso se nota ya que es muy irregular y deslabazado. El segundo, No es la boca la que va a la cuchara sino la cuchara la que va a la boca, que ya había estrenado la Compañía Caí (Elia Pérez y Sabrina Catalán) que estudian en el Circo Carampa, a partir de recuerdos reale,s en el mes de abril en el Price, es, sin embargo mucho más compacto y tiene mucha más fuerza poético-visual.

Por último, en el Price pude ver a una magnífica compañía canadiense ya célebre en el mundo entero y ya conocida por los espectadores de Madrid desde el año 2009. Me estoy refiriendo a una de las subcompañías o ramificación la famosa compañía Les 7 doigts de la main que en esta ocasión nos trajo una interesante obra, Cuisine

& Confessions, que ha llegado a la capital ya muy avalada y alabada por la crítica internacional. En esta obra ha creado un nuevo género de espectáculo, en el cual el tacto, el olor y el gusto se unen para convertir la cocina en un encuentro de culturas. El público madrileño que ha llenado el espacio del circo ha disfrutado de lo lindo. Y yo tengo que confesar que también.

En el Fernando Fernán Gómez, en su sala Guirau, el Teatro Clásico de Sevilla nos regaló La Estrella de Sevilla, una de las tragedias referenciales de nuestro teatro del Siglo de Oro de la que curiosamente no se sabe con seguridad quién es su autor aunque se atribuya a Lope de Vega. Venía también muy bien avalada por cuatro Premios Teatro Andaluz- SGAE 2015 (Mejor Dirección, Adaptación, Escenografía y Vestuario) y por sus nominaciones a los Premios Max a Mejor Escenografía y Mejor Vestuario. La dirección y versión es de Alfonso Zurro es tan buena que logra hacernos llevadero un texto tan inverosímil y sobre todo tan endeble. Un buen trabajo al servicio del texto y del verso muy bien dicho con sus necesarias pausas y sus silencios. El espacio escénico es maravilloso y está muy bien construido con la evolución de unos simples varales. Y elegantemente iluminado lo cual tiene un papel determinante en la sucesión de las escenas. Elegante también el vestuario. La acción se sitúa en el siglo XIII en Sevilla y plantea un enfrentamiento ciudadano medieval contra el despotismo del rey Sancho el Bravo.

En este mismo teatro he visto también, en la sala Jardiel Poncela, una adaptación libre de Un enemigo del pueblo de Henrik Ibsen, una obra de del autor de 1882 que ha sido bien destilada por la compañía Les Antonietes Teatre como Stockmann, un Ibsen resumido que nos deja contentos aunque un poco insatisfechos a pesar de la convicción de los actores. Esta versión libre de hora y cuarto (la de Gerardo Vera duraba dos horas) de Oriol Tarrasón, quién también la dirige, logra mantener el ritmo durante toda la función Las interpretaciones de esta obra que se desarrolla en forma de taller de interpretación, los actores están siempre a la vista, no están todas al mismo nivel.

Los decorados austeros, la sala está desnuda, de micrófonos que anuncian los cinco actos en que está dividida la pieza y las copas de Martíni que siembran el suelo de la sala están justificados por la forma y el momento de utilizarlos.

En el Fernando Fernán Gómez, en la sala Jardiel Poncela, pudimos ver luego un montaje de ARTEypeople, Gracias al sol, en el que se compagina teatro y música lírica. Estamos ante una obra muy digna y de gran creatividad, que ya se había estrenado, con éxito de público, en el Teatro de la Abadía por encargo de la Comunidad de Madrid, en la que se funde dramaturgia de Pilar Mateos con canciones de Falla, Guridi, Turina, Chapí, Moreno Torroba, Sorozábal y Lorca, acompañadas de piano y guitarra. Se recomendaba, algo que se agradece, no aplaudir a lo largo de la función para no interrumpir el desarrollo del espectáculo ni romper el clima creado. Parte de una idea y también está dirigida por Ramón Criado Mateos. Nos cuenta la historia de tres reclusos, dos hombres y una mujer muy cercanos a nosotros que nos descubren sus vivencias y recuerdos. La mujer tendrá que decidir entre los dos hombres. Buen nivel de interpretación tanto teatral como musical con buenos actores y buenas voces. Esta obra se merece un recorrido más largo.

En la sala pequeña, Margarita Xirgu, del Teatro Español pudimos disfrutar del gran trabajo actoral de Luis Bermejo en El minuto del payaso, un texto de José Ramón Fernández y con la estupenda dirección de Fernando Soto. Desde luego éste ha sido uno de los trabajos más valorados de esta temporada y con gran éxito de crítica y de público. Un minuto del payaso en el que este enorme bufón habla y se mueve sin parar para entretener la esperar y quitarse el miedo del cuerpo. Formidable trabajo de gesto, de cuerpo y de voz de este gran actor que aquí ha alcanzado la gloria. Quizá la única pega es que su gran comicidad nos haga partirnos solo de risa y perder el trasfondo de reflexión que conlleva en algunos momentos. Por otra parte, este monólogo del payaso “de soireé” de función benéfica que solo tiene un minuto para explayarse y que además no cobra es un rendido homenaje al mundo del circo como “celebración de la vida” y a sus payasos algunos de los cuales cita. “¡Papapancho!”.

Y también pudimos disfrutar de otro gran trabajo actoral, el de Carme Elias en la obra Al galope, un texto de Mark Hampton y Mary Luise Wilson, en forma de monólogo bien dirigido por Guido Torlonia que ya dirigió la versión italiana de 1997. En principio no es el tipo de temática teatral que a mí suele gustarme: fragmentos de la vida como retrato de Diana Vreeland, editora de las publicaciones Harper´s Baazar y Vogue, una mujer con estilo, vaya. Una famosa, excéntrica y poderosa periodista de moda que desde la mitad de los años treinta estuvo en el centro de la vida neoyorkina internacional, pero ahora en el punto de inflexión de su vida, cuando vuelve a Nueva York después de cuatro meses por Europa. Tampoco me atrae la magnífica escenografía tan rechamante que a la hora de la verdad es la apropiada aunque no creo que sean necesarias las proyecciones. Sin embargo, esta gran actriz en la plenitud de su oficio consigue una identificación tal con el personaje que es para quitarse el sombrero. El boca a oreja ha tardado en funcionar y el espectáculo al final se ha tenido que prorrogar. ¡Una verdadera maravilla que antes se había hecho en catalán!

En la sala grande de este mismo teatro se ha representado, hasta el 29 de noviembre, una obra en principio atribuida a Tirso de Molina, El burlador de Sevilla., con la versión y la dirección de Darío Facal. Este joven director apuesta por la reivindicación del poder erótico del mito del seductor que va conquistando con promesas engañosas de matrimonio a todas las mujeres que se cruzan en su camino (“Existen tantos Donjuanes como mujeres intenten imaginarlo y hombres intenten asemejarse a él y, por eso mismo, cualquier intento de concretar a Don Juan será siempre insatisfactorio”, señala el director en el programa de mano). Los que iban al teatro pensando que se iban a encontrar con el clásico se han sentido defraudados y algunos han expresado su descontento en la sala. Porque el director utiliza toda una parafernalia de muchos micrófonos, de música en directo, de desnudos, audiovisuales, cámaras que registran lo que sucede en escena, y peleas de todo tipo, e incluso la enorme pero poco imaginativa estatua “king size” del comendador, supongo que para que no nos aburramos ante su propuesta que, siguiendo fielmente el texto de Tirso, intenta ser muy trasgresora. Reconociendo que tiene algunos momentos muy buenos, tengo que confesar que esta obra me acaba resultando aburrida pero para nada me resulta ya trasgresora. Finalmente, para colocar a tantos actores necesitaba este amplio espacio escénico pero en el fondo este teatro le queda muy grande a esta obra.

En las Naves del Español, en Matadero, en la sala Max Aub, he tenido la oportunidad de disfrutar, dentro de su ciclo de Teatro Latinoamericano que traía tres obras, de uno de los espectáculos más interesantes de esta temporada otoñal en Madrid. Me estoy refiriendo al Othelo de W. Shakespeare, adaptado y dirigido por Gabriel Chamé Buendía, y representado por cuatro grandísimos actores argentinos, tres hombres y una mujer, especialistas en el teatro físico, el clown y el burlesco que interpretan esta famosa tragedia. Fieles al texto del bardo inglés, a su poesía y a su tensión dramática, le quitan toda su seriedad por medio del gag cómico, generando una siniestra ironía en la tragedia expresada a través de un lenguaje hablado y gestual lúdico, hilarante y absurdo.

Esta obra fue la sorpresa del Festival de Almagro y ha sido la sorpresa en Madrid dónde he visto a un público de diario aplaudir de pie muy calurosamente el gran trabajo de esta compañía que no tiene nombre y que el programa de mano no dice. Una obra muy bien actualizada, no como otras que vemos con frecuencia, que trata y cuestiona temas de ayer que siguen vigentes hoy en día.

En Matadero, en la sala Fernando Arrabal, se ha representado la conocida obra de William Shakespeare, El mercader de Venecia, una de sus obras más populares y controvertidas, esta vez en versión de Yolanda Pallín y dirigida por Eduardo Vasco. Un modelo de obra, que como señala Vasco en el programa de mano, “que cambia con los tiempos. No sólo con los gustos, las modas o los avances que el teatro ha experimentado como arte, sino también con la realidad que rodeaba a los comediantes”. Esta obra, que el Bardo escribió entre 1594 y 1597, a partir de una historia recogida por el escritor italiano del siglo XIV Giovanni Florentino en el “Il Pecorone”, que se convirtió en un éxito por toda Europa al publicarse y traducirse casi dos siglos después, es una obra compleja que no es fácil de llevar a las tablas. No lo es porque no es tragedia aunque pueda ser leída como una tragedia, ya que contiene dos acciones, dos historias que se entrelazan pero que son tan independientes como los dos lugares que las albergan, Venecia y Bélmont, pero tampoco del todo comedia aunque aquí se refuerce el tono de comedia. Al mismo tiempo es un tema delicado llevar la figura del judío a escena. Lo que sí está claro es el antisemitismo del autor al mostrarnos, igual que la fluida versión y la elegante dirección que ha querido remarcar la maldad del usurero, un Shylock taimado y vengativo hasta la obcecación. Arturo Querejeta, que borda el papel rodeado de buenos intérpretes, también nos lo muestra así. Un montaje, elegante, que nos va ganando poco a poco a medida que avanza y que alcanza su punto culminante en el juicio y el enredo de los anillos. Luego el final felizmente añadido de Shylock tirando la balanza al suelo. Un montaje austero de escenografía pero bien utilizada en los planos que ganan en el primer plano, ayudadazos por la iluminación de Miguel Ängel Camacho y el vestuario de Lorenzo Caprile.

En el teatro Marquina se ha presentado la compañía Factoría Madre Constriktor con la obra Siempre me resistí a que terminara el verano, una obra escrita y dirigida por Lautaro Perotti, uno de los más sólidos creadores del teatro argentino. Cofundador del Teatro Timbre 4 con Tolcachir. En esta ocasión dirige a conocidos y buenos actores como Pablo Rivero, Unax Ugalde, Santi Marín, Estefanía de los Santos, Samuel Viyuela y Andrés Gertrudis. Aunque la historia no es muy original y los actores no cumplen la edad que requieren los personajes, y el trabajo actoral, es bastante desigual, esta meritoria por arriesgada producción de Ana S. de la Morena y José Luis Huertas logra salir adelante. Nos trasmite emocionalmente la historia de tres amigos que, en la mitad de sus vidas, se reencuentran en su pueblo después de muchos años y entonces se cuestionan sus trayectos vitales. El lugar de encuentro es el Caimán, el lugar en el que descubrieron su sexualidad, dónde se encuentran con José Antonio, el único que nunca se fue del pueblo, e Isabel que hace de “madame”. La escenografía del lugar dónde se sitúa el puticlub es austera pero sirve para situar la acción. La puesta en escena es eficaz pero no nos llega a emocionar esta melancólica historia

La sala Réplika resiste contra viento y marea y por ello hay que destacar una obra muy interesante pero que está pasando bastante desapercibida, El jardín de los cerezos, la conocida obra de Antón Chéjov, ahora traducida, dirigida, iluminada y escenografiada por Jaroslaw Bielski. Esta versión ha sido actualizada por su director que ha recogido el espíritu del 15M en la voz del estudiante para expresar que no hay mucha distancia, cambiar intelectuales por políticos por ejemplo, entre lo que decía su autor y lo que está sucediendo hoy en día. Poco hay que cambiar, pues, en el texto del autor ruso para ponerlo al día. Hay que admirar de nuevo la lucidez del gran Chéjov tanto en la problemática social al mostrarnos la decadencia de una clase, la aristocracia, y el ascenso del nuevo rico burgués, como en el tema de la ecología. El tiempo, ese pasado nostálgico que viven sus protagonistas en fuga permanente de la realidad, ha cambiado pero los problemas permanecen cada vez para peor. El autor ruso fue un verdadero adelantado a su tiempo. Por último, me queda alabar la estupenda interpretación de sus actores en general que viven sus papeles con pasión y auténtica emoción. Pasión por el teatro que nos llama a esta sala. ¡No se pierdan esta obra!

En el Teatro de La Abadía se presentó Liberto, un espectáculo con texto de Gemma Brió que venía muy bien avalado de Barcelona. Esta obra estaba dirigida por Norbert Martínez e interpretado por la misma Gemma Brió , una tragedia moderna sobre una vida de quince días y sobre todo el mundo visto desde la lucidez de una situación extrema. A pesar de su fuerza y compromiso a la hora de hablar situaciones de la Vida desde una mirada “privilegiada” me da la impresión de que ha pasado por Madrid sin pena ni gloria, tanto de crítica como de público. Estas densidades y verdades sobre la amistad, la familia, el retrato del mundo hospitalario, no suelen atraer al gran público que ya tiene bastante con los problemas del mundo real. Por mi parte, agradezco, pues, la valentía de estos espectáculos tan necesarios para que no nos engañemos con la banalidad reinante.

En el mismo Teatro de La Abadía, se ha representado El Publico, la obra más hermética y personal de Lorca y escrita en 1930 tras sufrir dos desengaños amorosos, dirigida por Álex Rigola (Barcelona, 1969) y con la magnífica escenografía de Max Glaenzel, y con un buen elenco de catorce actores que interpretan diferentes personajes que defienden distintas ideas. Esta obra, dividida en cinco cuadros, ya la había puesto en pie el director Lluis Pascual en el teatro María Guerrero en 1987. “Lo que ofrece Lorca es la posibilidad de entrar en su mundo, en su cabeza, con toda la influencia de Freud y el surrealismo, en la que los desdoblamientos de de la propia persona son múltiples. He llegado a la conclusión de que la mejor manera de escenificarlos es contarlo todo como un sueño que sucede en la cabeza de Lorca. Esta pieza nos devuelve la posibilidad de entrar en un sueño, de desconectar del mundo real, porque lo que está sucediendo no está en el plano real”, señala el director. Aquí para meterse en ese universo la escenografía es fundamental para dejarse llevar por este sueño poético de Lorca. Porque “comprender esta obra es comprender a Lorca y su momento”. Pero yo también creo que, a pesar de estos dignos esfuerzos de esta importante compañía teatral, a bastantes espectadores podrá resultarle una obra aburridísima y difícil de entender y entonces se acordará de la otra vía teatral de Valle-Inclán

En este mismo teatro he podido ver, gracias a la tenacidad de Elvira Jiménez, una obra, sin tanto pedigrí como la anterior, y que procede del Fringe, pero que me ha parecido muy interesante. Me estoy refiriendo a Los nadadores nocturnos, un formidable texto de José Manuel Mora (Sevilla, 1978), dirigido y coreografiado por Carlota Ferrer. Una obra que, como señala el programa de mano, “retrata un mundo enfermo y fragmentado que no deja margen a la inocencia”. Ciertamente estamos ante un texto muy acorde con los tiempos fragmentados y confusos en que vivimos en los que ya no hay sistemas explicatorios totales ni personajes enteros ni compactos que puedan reflejar lo que acontece en el mundo. Por eso es muy importante este texto al intentar dar cuenta de este momento de soledades expresado, a través de la danza, el vídeo y la música en directo, por estos siete personajes tan diferentes entre sí. Frente a un mundo caótico y violento y frente a la falta de comunicación esencial se unen en una Orden (estamos ante el problema de la vuelta una vez mas de las identidades frente a la globalización) y se refugian en esta piscina municipal para nadar y practicar sexo. Intentar construir una forma comunitaria nocturna de calma y desenfreno, de afinidades y emociones, ante el mundo disperso y fragmentario. Encabeza el buen reparto interpretativo el estupendo Joaquín Hinojosa como líder de esa secta fraterna. Bien dirigidos por Carlota Ferrer solo echo de menos una piscina de color azul que, además del color azul normal de las piscinas, simbolice mejor la transparencia del grupo frente al mundo exterior opaco.

En el Teatro Galileo he podido ver un sainete dramático de corte social, En manos del enemigo, un texto de José Luis Alonso de Santos, escrito con el oficio que ya tiene y por ello muy elaborado a pesar de su aparente sencillez. El autor señala en el programa de mano que “en todo caso he de decir que me apasionan las relaciones entre personajes en un entorno cerrado, su desarrollo y culminación”. Y la idea de este texto, a partir de un cuento breve de Máximo Gorki que hablaba de dos hombres en el mar, se ha ido cociendo a fuego lento durante muchos años en la cabeza del autor, lo cual se nota en su capacidad sintetizadora y en cómo capta la atmósfera. Por ello, acción dramática y discurso están muy bien imbricados. La obra está muy bien dirigida por Fernando Soto que le da, a pesar o por la gran austeridad de medios, verdad y poesía a la atmósfera de las situaciones en las que logra meternos y hace que nos sintamos partícipes en la cercanía. Las interpretaciones son excelentes, sobre todo la de Paco Manzanedo, eje que articula las otras, y la del gracioso magrebí, Ahmed Yanoussi, que hace muy bien de sí mismo y se gana al público, y las cortas intervenciones como policías que desvían la droga para luego extorsionar al pequeño traficante, Miguel Barderas y Dani Gallardo.

En Nave 73 se ha presentado todos los jueves de noviembre una obra que merece desde todos los puntos de vista ser más conocida de los teatreros del Foro. Me refiero al texto, ahora actualizado, olvidado gran éxito del autor, de Eduardo Marquina, Deseada, como adaptación de La ermita, la fuente y el río (1926). Esta obra es un drama rural de una “sensualidad desbordante” que es un antecedente cercano de Bodas de sangre (1931) de Federico García Lorca. Lo ha llevado a las tablas la muy poco conocida compañía Artes Verbénicas, una compañía teatral emergente española que se presenta muy prometedora. En 2014 ya ganó el primer premio, el premio al mejor espectáculo musical y el premio Fringe del festival Talent Madrid para nuevos creadores con Madrid enverbenado, una tragicomedia festiva sobre la relación de amor-odio que mantiene con la metrópoli la nueva generación de artistas jóvenes. Esta joven compañía que está comandada por el director, actor, corógrafo y dj Mario Marcol; el actor, coreógrafo, dj y folklorista Pelayo Rocal; y el actor y director Luis Tausía, logra una actualización estupenda de la obra como si estuviese ocurriendo hoy en día. Y las magníficas interpretaciones, apoyadas en la música, nos trasmiten ese espíritu de aquella época como si fuese el de estos tiempos que vivimos, cosa que no es fácil de lograr. Siempre es gratificante recuperar el frescor del teatro en estas salas.

En el Teatro del Arte he podido ver una obra, Sin anestesia, escrita por el también actor y director argentino Mariano Rochman, un joven autor que llegó a Madrid hace ocho años para fundar Doble Sentido, y dirigida con pulso firme por Aitana Galán. Esta comedia, cuyo planteamiento es “¿hasta dónde serías capaz de llegar por desear a la mujer de tu mejor amigo?”, está interpretada por unos buenos actores como son Carles Moreu y Sergio Otegui. La escenografía de Silvia De Marta consiste en varios maniquís de los que se ven en los escaparates y además otros con distintas formas de sillas y velador, que ayudan a expresar la temática de los deseos en juego en esta pieza. Al director se le nota la experiencia en textos de teatral, ya tiene cinco obras a sus espaldas, en el desarrollo de los intríngulis del guión. El proyecto artístico de Doble Sentido se basa en la realización completa del proceso de creación de cada espectáculo desde la escritura hasta la dirección.

En una sala del teatro La Puerta Estrecha he podido asistir a la última representación de su compañía, A puerta cerrada, sobre la obra de Jean-Paul Sartre a la que guardan una gran fidelidad. Hay que alabar el riesgo que ha corrido la compañía a la hora de llevar a escena esta obra que no es nada fácil de representar pues es difícil alcanzar nuestras interioridades sino es con mucho esfuerzo y madurez. Eva Varela Laceras ha adaptado y dirigido este difícil texto del filósofo que indaga en el fondo de la conciencia. Lo han interpretado Sayo Almeida, Samuel Blanco y la misma Eva. Se vuelven a replantear si son hoy los otros nuestro Infierno o si son nuestra coartada. Nos deja que sea el público. el que sentencie. Todo a puerta cerrada en un infierno del que no podemos escapar igual que los personajes. Una arriesgada propuesta que requiere tiempo y el ánimo de los espectadores que el día que yo estuve no eran muchos. Están valorando si continuar adelante con las representaciones. En las salas alternativas se está cociendo un buen teatro que requiere seguimiento.

En el XXXIII Festival de Otoño a Primavera he podido ver, en los Teatros del Canal, la última obra del grupo inglés 1927, Golem, que ya nos había ofrecido en su anterior visita, en la sala Cuarta Pared y con gran éxito de publico, su obra The animals and Children Took to The Streets. Esta compañía fue fundada en 2005 por Suzanne Andrade y Paul Barrit y desde entonces se ha convertido en una importante referencia de las compañías emergentes de la escena europea. Desde su creación ha presentado tres producciones y ha colaborado en una obra de animación y música en vivo con el Ensemble MusicFabrik de Alemania y con la Komisch Opera Berlín en una nueva versión de La flauta mágica que llegará al Teatro Real en el mes de enero. Ahora, esta afamada compañía británica nos ha representado esta imaginativa obra futurista estrenada el año pasado en el Festival de Salzburgo. Su innovadora propuesta parte del mito del golem que como se sabe es la historia de un hombre que fabrica una criatura a partir de materia inanimada para que trabaje por él. Para desarrollar su creativo trabajo han recurrido a una estética de novela gráfica de grandes dimensiones en la que la interpretación, la música y la animación se funden con gran dinamismo. Las magníficas interpretaciones de los actores dan vida al golem (1,2, 3…) que nos acaba dominando y ponen de relieve las paradojas y los peligros del mundo en que vivimos. He disfrutado mucho con este enorme ejercicio de creatividad.

También en los Teatros del canal está, hasta el 3 de enero y por partida doble, la reconocida compañía valenciana L´OM IMPREBIS. Durante la semana representan su nueva creación, La Crazy Class, un espectáculo de la compañía dirigida por Santiago Sánchez y Michel López, e interpretada por Carles Castillo, Carles Montoliu, Elena Lombao y Santiago Sánchez; y los viernes y sábados (23 horas), hasta el 2 de enero, celebran sus 20 años de humor con su famoso espectáculo de improvisación, con música en directo, que ha tenido más de 1 millón de espectadores en 18 países. Un espectáculo original de Michel López, con dirección en escena de Santiago Sánchez, e interpretado por Carles Castillo y Carles Montoliu. Un espectáculo original, fresco y divertido que varias generaciones han visto en el Teatro Alfil. “Han visto” es un decir porque cada día es diferente: “Tú nunca sabes qué vas a ver, ellos tampoco saben que van a hacer”. El primer espectáculo de nueva creación es muy recomendable por muchos motivos pero antes de nada porque trata de desarrollar una “teoría del teatro” a partir de un curso de teatro, un curso para principiantes que no tienen ni idea de teatro. Da gusto ver cómo estos magníficos actores, incluido Santiago que hace de director-actor, dan vida a unos personajes de lo más variopinto socialmente hablando. Una primera parte gozosa y memorable la del desarrollo del curso que luego tiene una continuación en el ejercicio de fin de curso en el que representan Hamlet, y luego... Da gusto ver la entrega de estos teatreros incansables que, como veréis, son los mismos en los dos espectáculos. Dominan todos los recursos escénicos e interpretativos y nos hacen amar el teatro, emocionarnos con el teatro. Además, este espectáculo nos muestra que el humor y la profundidad no son incompatibles, que la inteligencia y la sensibilidad no se pueden ni deben separar, que lo serio y lo gamberro pueden caminar juntos…. Y sobre todo creo que no queda tema sin tocar en este genial montaje: el teatro y sus grandes autores que son homenajeados, el teatro dentro del teatro, el teatro en el que la realidad supera a la ficción, el teatro como mentira y verdad, el teatro y la vida cotidiana, el teatro y la publicidad que corta los ensayos, la televisión y los medios de comunicación en relación con el teatro, el teatro y el público (maravilloso el papel de la limpiadora)… ¡Un espectáculo genial y emocionante en todos los sentidos!


Cine

FIESTA DEL CINE

Antes de nada, hay que señalar que La Fiesta del Cine, que se ha celebrado los días 3, 4 y 5 de noviembre, en su novena edición, alcanzó su objetivo de dos millones de entradas. Según las cifras profesionales aportadas por la consultora Rentrak, 2.002.546 boletos se vendieron a lo largo de estos tres días. A pesar de eso, la novena edición no alcanza a la séptima de octubre de 2014 que se benefició del tirón de Ocho apellidos vascos para marcar el récord de 2´2 millones de entradas pero al menos remonta el vuelo de la octava de la pasada primavera. La iniciativa ha contado con el apoyo de más del 95% de las salas (356 cines con 3.O39 pantallas). La cita ha pasado de ser anual a ser semestral por el éxito de sus anteriores convocatorias. Los tres días la película más vista ha sido Marte de Ridley Scott y de las españolas Mi gran noche de Álex de la Iglesia.

Fraude

Si la última Fiesta del Cine había sido motivo de alegría para el mundo del cine el fraude del taquillaza que ha revelado EL PAÏS, o sea el falseamiento de la taquilla por algunos productores, distribuidores y exhibidores en busca de subvenciones, ha caído como un terrible mazazo sobre el cine español. La fiscalía les acusa de falsedad documental en los datos que las productoras aportaban al Ministerio de Cultura y fraude en la obtención de subvenciones.

En relación con esto, según el nuevo Real Decreto aprobado el viernes 4 de diciembre en Consejo de Ministros las subvenciones se darán a priori y no según la taquilla por lo que los productores sabrán el dinero con que cuentan para rodar y se evitarán fraudes.

Peliculas

Guillermo del Toro nos ha vuelto a sorprender con su última película La cumbre escarlata, una película que hay que ver desde luego en una sala de cine para disfrutar de su romanticismo en la mejor tradición de la novela gótica del XIX. Así podremos disfrutar en directo de una casa que sangra como enorme metáfora visual del entorno que rodea a los protagonistas en esos lugares desolados en los que ocultan su malignidad sobre todo la magnífica y maligna Jessica Chastain en el papel de la enigmática hermana. Un goce estético de decorados y fotografía que nos descubren esa atmósfera gótica en la que el terror es lo de menos a pesar de la devoción de Del Toro por el terror gótico clásico de Hitchcock, Corman o Bava. Todo un homenaje a estos maestros incluso en el “clasicismo” del director mexicano.

Pablo Larraín (Santiago de Chile, 1976) de quién ya me había gustado mucho su anterior película, NO, ha vuelto a sorprenderme mucho más con su última película, El Club, que, además, ha sido ganadora del Oso de Plata y Gran Premio del Jurado de la 65ª Berlinale. Creo que su filmografía va en ascenso, siempre profundizando en el pasado chileno del que muestra lo que muchos chilenos no quieren ver empezando por sus dirigentes. Tiene esto mucho mérito no solo por su talento sino porque sus padres forman parte de la oligarquía chilena de derechas. Es decir, de la clase política a los que su hijo critica por su connivencia con la régimen dictatorial de Pinochet. “Esta película tiene que ver con mi pasado en un colegio católico”, ha declarado. Conoció muy bien a los sacerdotes que presenta en esta película e incluso los clasifica rigurosamente en tres tipos: “Buenos, porque muchos se opusieron a los militares, delincuentes y los desaparecidos, que de repente eran trasladados y no dejan huella. Uno de ellos, un caso muy famoso en Chile, el cura Cox, acabó en una casa suiza de postal idílica. Alguien le hizo fotos en aquella residencia y ahí nació mi película”. Me encanta del director la pasión contundente y el coraje con el que realiza sus películas aplicando un afilado bisturí para cortar la realidad por lo sano sin buscar fórmulas exitosas. En ésta se muestran, además de la pederastia, otros temas crueles del pasado chileno tanto que le hubiese gustado a Pinochet llamarle subversivo y vendepatrias.

Me hubiese gustado encontrar la misma profundidad en otra película argentina, Clan, de Pablo Trapero, una película que, producida por los hermanos Almodóvar, goza de una avalancha de espectadores en Argentina pero que, por lo que a mí respecta, no me emocionó. Trata de otra dictadura del Cono Sur bien ejemplificada en una familia, los Puccio, una familia de clase media del barrio bonaerense de San Isidro que, dirigida con frialdad autoritaria por el paterfamilias, Arquímedes, secuestraba a gente rica y la torturaba al tiempo que pedía rescate y que llegaba a matar a las víctimas. Sobre todo en la época de la transición de la dictadura a la democracia (del 82 al 85). Todo ello con la complicidad de los dirigentes de la Dictadura que al llegar Alfonsín al poder le quitan su augusta protección al delincuente. Esta basada en un hecho real y con realismo cuenta los sucesos ocurridos. El personaje del padre está interpretado por Guillermo Francella que le aporta hierática convicción Se le da mucha importancia a la relación del padre y del hijo Alejandro conocido jugador de rugby en el equipo nacional. Pero, a mi manera de ver, y a pesar de ser una película dignamente realizada, se queda en la superficie tanto formalmente como en su contenido que nos tenía que revolver en la butaca. Le falta el bisturí de la anterior para bucear en los entresijos y no solo mostrarnos los crudos hechos.

El conocido director Bille August, ganador de dos Palmas de Oro y del Oscar, ha rodado ahora Corazón silencioso, una película en la que se exploran las consecuencias de la muerte en una familia acomodada como catarsis familiar. Concretamente, tres generaciones de una familia se reúnen durante un fin de semana y ya han aceptado que su madre con cáncer terminal va a morir y quiere poner fin a su vida de una forma voluntaria por medio de su marido y padre que es médico. Pero las cosas se complican a lo largo de las conversaciones entre las hijas y resurgen viejos conflictos. Desde luego no es nada fácil acercarse a un tema tan doloroso y el director lo hace con suma delicadeza y verosimilitud, con humanidad y sin sensiblería. Las magníficas interpretaciones de las tres actrices que hacen de hermanas son muy convincentes y nada postizas a la hora de trasmitirnos un tema tan crudo con tanta emoción. Una película honesta, intensa y muy conmovedora que no nos deja indiferentes por lo que se dice o se calla o se sugiere.

La película que ha ganado la Palma de oro en Cannes es Dheepan, una película del director francés Jacques Audiard que narra el drama de tres inmigrantes tamiles que huyen de la guerra en su país, Sri Lanca, en París. El premio fue controvertido como nepotismo patriótico del jurado del festival pero desde luego hay que reconocer que es aceptable. Luego esta película inauguró la 60 edición de la Seminci de Valladolid. El director retrata con su poderoso estilo visual este conflicto que va de una guerra a otra y lo hace con contundencia y verosimilitud aunque quizá el epílogo esté demasiado edulcorado después de la explosión de violencia anterior. Los supervivientes hacen un viaje catártico e iniciático. Comparada con la fuerza de su anterior película Un profeta, esta se quede corta pero hay que reconocer que Audiard sabe muy bien lo que quiere contar y cómo contarlo. Por ello dirige con su pulso firme a unos actores ocasionales.

La directora japonesa Naomi Kawase ha presentado por todo lo alto con gran publicidad su magnífica película Una pastelería en Tokio, curiosamente una película muy austera tanto en su forma como en su contenido. Una cuento delicioso de esta cineasta singular que rezuma poesía en su defensa de una vida más natural. Una obra modesta en sus pretensiones pero muy grande en el recuerdo. Una pequeña historia de tres personajes solitarios, frágiles y marginales, que destila poesía. Una gran lección de vida que defiende la contemplación armoniosa de la naturaleza. Vemos cómo se mueven las hojas de los árboles o cómo sale don sol y se oculta cada día. Historia de historias que cuenta la anciana llena de una belleza sencilla que liga a distintas generaciones en el amor por lo bien hecho como puede ser un simple pastel. Los variados premios obtenidos la han confirmado. ¡Que capacidad la de esta directora: dos películas en un mismo año! Ya en su anterior película Aguas tranquilas me había sentido profundamente conmovido con la historia.

El nuevo nuevo testamento es una fábula del director belga Jaco Van Dormael con una filmografía corta y accidentada a sus espaldas del que solo Totó, el héroe (1991) y El octavo día (1998) tuvieron alguna repercusión. En esta película intenta nada menos que hachear a Dios, el Dios cristiano, en una comedia delirantemente irreverente que al final y a pesar de su planteamiento corrosivo y procaz cae en la cursilería y en la nadería sobre todo en su segunda parte. De esta forma sus ambiciosas pretensiones se caen por su propio peso y ni siquiera resiste formalmente. El gran actor que es Benoit Poelvoorde a veces excesivo como la propuesta de pecado no logra salvarla. Un buen ejemplo de panteísmo lírico superficial y aparente que llega a ser cargante.

No he quedado descontento al ver una película estimulante como El Coro dirigida por François Girard y maravillosamente por un Dustin Hoffman como maestro de coro. El protagonista es un niño de once años con grandes dotes musicales que descubre la directora del colegio pero que proviene de una familia desestructurada. El chico acaba en una prestigiosa escuela de música situada en la Costa Este llena de chicos bien dónde Hoffman, que valora en los alumnos mas la conducta que el talento innato, es maestro del coro. Resulta una película bastante previsible en su desarrollo y se salva por su frescura, su buen reparto y sus buenos momentos musicales que protagonizan los chicos y los veteranos actores. Pero se puede ver.

Otra película que se deja ver es Atico sin ascensor, una comedia divertida e irónica muy bien interpretada por Morgan Freeman y Diane Keeton con una excepcional compenetración tanto actoral como matrimonial. Está dignamente realizada por el poco conocido director Richard Loncraine y nos refleja los miedos posteriores al 11-S en Nueva York aunque su tema principal sea el de la llegada de la vejez y la imposibilidad de alcanzar un piso alto que no dispone de ascensor. Al fondo queda la especulación inmobiliaria que Freeman mira con ironía a través de los quieren comprar el piso. El director logra darle la vuelta a un drama muy humano de decadencia, vejez y soledad, con subtrama terrorista agazapada en la gran ciudad, y convertirlo en una amable comedia.

El director australiano Justin Kurzel ha adaptado Macbeth, después de Welles y Polanski, para intentar reflejar la ambición del poder absoluto para conseguir el cual hay que matar a diestro y a siniestro para alejar cualquier oposición real o imaginaria. El objetivo es mantenerse en el trono cueste lo que cueste y por encima de todo y de todos. En este caso, además, con una esposa más cruel, la reina, que uno al lado. Desde luego es una tarea muy difícil competir con el texto y lograr alcanzar la grandeza de la tragedia de Shakespeare. Entonces el director hace una apuesta sobre todo estética en la que se preocupa especialmente por transmitirnos, con un potente estilo visual, la belleza a través de las imágenes. La fotografía de los paisajes de la húmeda Escocia es excelente ya que logra recrear esa atmósfera que rodea a los protagonistas y en cierta manera explica en parte su manera de moverse en la vida. Marion Cotillard en su papel de reina cruel y capaz de manipular a quién sea logra trasmitirnos convicción y verosimilitud pero Michael Fasbender no convence tanto. Las brujas curiosamente están representadas por actrices muy jóvenes Una película muy digna y recomendable.

Una película que promete es La Promesa, pero que al final no alcanza lo que promete por partir de un guión bastante obvio y plano que es una adaptación de un relato corto de Stefen Zweig (Viaje al pasado). Trata sobre la pasión postergada de dos amantes (Richard Madden y Rebecca Hall), separados por la clase social, la guerra y el marido de ella (Alan Rickman en un gran papel). El director trata de indagar en el momento en que el amor deja de ser platónico y se convierte en una pasión volcánica. Una pasión que queda descafeinada y fría a pesar de que su director es el famoso director de El marido de la peluquera, que nos ha dejado grato recuerdo en la memoria. Aquí le falta inspiración y se queda muy corta de miras por la falta de garra de sus protagonistas y ni siquiera la salva el gran trabajo de Rickman.

Parecido problema, aunque mejores resultados, tiene otra película, Reina y patria, una película del reconocido John Boorman (82 años), quién 30 años después retoma el relato de su propia memoria que había iniciado con Esperanza y gloria (1987). En aquella cinta rememoraba con mirada infantil el Londres bombardeado de la II Guerra Mundial y ahora retoma el mismo personaje para dar cuenta de su servicio militar, con la Guerra de Corea como sombra negra. Así hace un sentido retrato de los primeros 50, una época decisiva para el futuro de su país, marcada por la subida al trono de la reina actual Isabel II Tras una ligereza engañosa este relato de corte clásico como clásico es el director esconde una profunda reflexión teñida de humor negro sobre las instituciones y el patriotismo mal entendido, que sin embargo no es nada planfetaria por lo que llega a calar en el espectador. La adaptación de época es inmejorable y los personajes están bien interpretados y bien construidos.

Con respecto a la película Victoria dirigida por Sebastián Schipper en un plano secuencia, y magníficamente interpretada por Laia Costa, esto es lo que todo el mundo está de acuerdo, ha habido división de opiniones. Desde los que la ponen por las nubes como una prodigiosa puesta en escena del director hasta los que hablan de la “puesta en escena como gimnasia (posición en la que yo me sitúo); desde los que la ven hipnótica hasta los que la ven como un simple ejercicio gimnástico (cosa que a mí me parece). Lo que sí es indudable es el buen trabajo de cámara Sturla Brandth Grovlen. Esta película de dos horas y media de duración que al principio me deslumbra y que luego me mantiene curioso y entretenido quizá por inercia al final me acaba cansando y aburriendo. El final, sobre todo la parte de la persecución, es la parte más floja de la película. Enhorabuena a la actriz Laia Costa por que ella sí ha sido capaz de mantener el tipo por lo que ha sido multipremiada.

La misma división de opiniones se ha producido con la última película, The assassin, del conocido y prolífico director taiwanés Hou Hsiao-Hsien a la que alguno, además de criticarle la falta de guión y de que nada se entiende, ha tachado de “plomiza e infantil pedantería”. Sin embargo otros la han alabado, además de distinguirla de la espectacularidad coreográfica-y algo folklórica- del modelo Yimou, “su premeditada tensión entre el valor subyugante de sus imágenes- forjadas a partir del erudito conocimiento de de la tradición pictórica de la dinastía Tang- y la densidad de un relato a la espera de ser liberado- y descifrado- de la opaca jungla de oro de su formalismo”. Yo me inclino por la alabanza a pesar de no ser un fan ferviente de este director. Creo que es una película cuya belleza formal es admirable y que requiere un estudio a fondo de las tradiciones en las que se inserta y que por desgracia en Occidente desconocemos. La acusaron, creo que injustamente, de ganar el premio al mejor director en el Festival de Cannes, porque el jurado estaba “plagado de pseudointelectuales pagados de sí mismo”. A veces da la impresión de que, en relación a este tipo de películas, se han creado en la crítica española, dos bandos irreconciliables de los que están rabiosamente a favor de ellas y de los que las detestan. Para mí, lo que está claro es que esta película de gran belleza hipnótica es el wuxia (cine de artes marciales) de autor, más cercano a Wong Kar-Wai que a Zhang Yimou, mejor elaborado.

Controvertida también es El rey de la Habana, la última película del director Agustí Villalonga, aunque sus defensores hayan sido más bien escasos. A mí siempre me ha sorprendido la obra de Villalonga que incluso ha hecho una incursión en teatro con magníficos resultados. Ahora, cinco años después de Pa negre (2010), de las pocas películas, y quizá la única, que logró penetrar a fondo en el mundo de la posguerra, sin maniqueísmo, y mostrar la “infección colectiva” que la enfermaba, se hunde en el lumpen de La Habana para mostrarlo en toda su crudeza. Para ello adapta la novela El rey de La Habana del escritor cubano Pedro Juan Gutiérrez, en el Periodo Especial, en que el lumpen, que era como llamaba Fidel Castro a los miserables, sobrevivía como podía en la miseria más absoluta. Algunos han criticado el exceso de violencia, el abuso de la sordidez y una puesta en escena no creíble. O al actor principal al que le cuesta defender su papel que le viene grande. Otros han salvado el arranque y el final de la película. Otros, entre los que me cuento, han defendido este arriesgado ejercicio cinematográfico de una realidad en la que pocos se atreven a entrar

Todo lo contrario que la película de Fernando Colomo, La isla bonita, el vigésimo largometraje de este veterano director, que rezuma simpatía y realidad cercana sin mediación de la cámara. El mismo director confiesa que ha rodado directamente, en lugar de escribir primero el guión y buscar financiación, de forma parecida a cómo lo hizo en su película La línea del cielo, 30 años atrás en Nueva York. Solo que ahora lo hace en Menorca y con los personajes que la habitan y haciendo él mismo de personaje en lugar de buscar un “alter ego” (entonces era Antonio Resines). Todo esto suena a Woody Allen, y se parece a esas películas sencillas y apresuradas del último cine del famoso director. Además está interpretada en su mayoría por no profesionales que son ellos mismos. En la película se dice como conclusión: “La obra de un artista dice mucho sobre un autor”, lo cual le viene que ni pintado a Fernando Colomo. Todo un ejercicio de espontaneidad, con la belleza de la isla al fondo, que va a agradar a todo el mundo a diferencia del atrevimiento procaz de la película de Villalonga.

Después de unos cuantos años sin filmar una nueva película, su cine se cuece a fuego lento a pesar de poder hacerlo de forma más seguida por su prestigio artístico y comercial, ha regresado Alejandro Amenábar con Regresión Esta película es diferente a las anteriores ya que parece una película americana más que una obra de su autoría. A este director le gusta hacer lo que él quiere y no seguir modos por lo que rueda cuando quiere y lo que quiere. Ha sabido alcanzar esa libertad lo cual es todo un mérito que hay que reconocerle. En este caso contará con la ayuda de tele 5 para difundirla. Pero yo me siento más cercano a Mar adentro o Tesis donde toco la realidad que a las películas de gran formato dónde el peligro es caer en la espectacularidad. Esta de ahora es una película bien narrada pero que no me emociona, que no me disgusta pero que me mantiene distante. No estoy de acuerdo con los que lo han tachado de previsible ya que el misterio para mí se mantiene hasta el final. Le agradezco a este director que domina el oficio que no abuse de efectos especiales o truculentos en sus imágenes pero me gustaría que me tocase más la fibra emocional que de eso se trata creo yo.

También ha vuelto Fernando León de Aranoa, otro director que se hace rogar y que yo le agradezco ante tanta incontinencia productiva de bodrios. Esta vez lo hace con Un día perfecto, una magnífica película que nos relata con sutiliza, y sobre todo con mucho humor, el mundo de los cooperantes en los Balcanes. Un drama que como todos acaba dejando de ser noticia porque otro igual o peor ha ocupado los medios de comunicación. Las interpretaciones de Tim Robbins y de Benicio del Toro son estupendas. No muchos actores consiguen tocarte sin siquiera hablar como Benicio cuyo personaje en esta película parco en palabras contrasta con el personaje parlanchín de Robbins. Una buena compenetración entre los dos ayuda a mostrarnos el absurdo de esa guerra. La historia del niño y su balón está muy bien desarrollada dentro del completo sinsentido de esta guerra. Una guerra cuya “sangre es difícil de limpiar” como dice el libro de Farias. Una película para ir asimilando lentamente porque se te ha colado en las entrañas sin que te hayas percatado. Aranoa nos ha metido de lleno en el conflicto de una forma tan refinada que ya no podemos dar marcha atrás ni desentendernos de la terrible realidad. Incluso parece que los lugares que vemos en la película pertenecen a los Balcanes y la verdad es que está rodada en Granada.

La trayectoria del director de cine Cesc Gay va consolidándose lenta pero segura: basta solo recordar la curiosísima Krámpack, o la estupenda En la ciudad para hacer memoria de ella. Ahora, en la continuación de su análisis del desconcierto contemporáneo, especialmente el masculino, el director de las despedidas urbanas nos presenta Truman, una película sobre la despedida por una enfermedad terminal. Muy difícil no caer en lo previsible, la sensiblería y la manipulación del espectador, y a la postre en el melodrama. Sin embargo, Gay logra superarlo y alcanza casi la perfección. Siempre ayudado por las magníficas interpretaciones de uno de los mejores actores vivos, el gran Ricardo Darín, y por un actor firma, Javier Cámara, que mantiene el reto. Uno de los momentos más emocionantes en esos cuatro días de despedidas es la secuencia del encuentro con su hijo en Ámsterdam. Pero el tema del perro, de con quién va dejar a su perro, ocupa un lugar muy importante en la película. Una tragedia, pues, salpicada de momentos muy cómicos.

Ha llegado a Madrid la película que estremeció a Cannes. Me estoy refiriendo a una película, El hijo de Saul, la ópera prima del director húngaro Laszlo Nemes, ex colaborador de Béla Tarr, y una futura promesa en el arte de dirigir. La gran sorpresa del Festival que ha conmovido a toda la crítica y también al jurado que le ha otorgado su Gran Premio. Una película sobre los campos de exterminio de los nazis pero diferente a las anteriores sobre todo porque utiliza un lenguaje experimental frente al clasicismo de Polanski por ejemplo. Su cámara se agarra al rostro de un prisionero judío que pretende por encima de todo y aunque le acusen de traidor enterrar a su hijo, y ya no lo suelta en un agobiante primer plano. El exterminio queda soslayado y en segundo plano lo cual, a mi manera de ver, no le quita su horror. El horror de la banalidad del mal que diría la gran Hanna Arendt o de la Solución Final de Primo Levi, superviviente de Auschwitz, que decía que los testimonios de los “sonderkommandos” no eran fiables porque habían sido colaboracionistas y ante todo pretendían “rehabilitarse a sí mismos a expensas de la verdad”. Una impresionante y austera puesta en escena nos transmite el horror de aquellos centros.

Otra película también de sangre y muerte es La novia, una impresionante película de la también filóloga hispanista Paula Ortiz que está basada en Bodas de sangre de Federico García Lorca. Un tema muy arriesgado que no es fácil de llevar al cine por lo que hemos visto hasta el momento pero que esta directora, arriesgándose mucho, borda con primor y belleza arrebatadora. Aunque algunos la acusen de esteta hay que concederle una fuerza que nos transmite con gran belleza esta tragedia sin dejarnos respirar como la anterior. Esta película de gran simbolismo, poético y alegórico, está muy bien dirigida por esta directora que ya había sido nominada al Goya como Mejor Director Novel en los Goyas 2012 por su película De tu ventana a la mía. En este caso, además, nos muestra un gran conocimiento de esta tragedia, una de las más bellas del imaginario español y en la que el duro paisaje del desierto, una atmósfera asfixiante, envuelve pasiones desorbitadas que la película nos muestra muy bien. Un entorno opresivo esconde una sensualidad y una sexualidad desenfrenadas entre el ensueño y la alucinación. La actriz Inma Cuesta (La novia) está enorme y llega al fondo del personaje, y los dos actores, Asier Etxeandía (El novio), mejor en su papel, y Alex García (Leonardo), tratan de alcanzarla tanto en pasión como en interpretación.

La crisis económica reflejada en España en los desahucios, la precariedad y el paro también ha tenido su reflejo cinematográfico en una estupenda película, Techo y comida, una película que aborda directamente el problema son tapujos. El personaje que encarna con veracidad y maestría Natalia de Molina (Linares, 1989), un descubrimiento como actriz revelación en los Goya de 2014 (Vivir es fácil con los ojos cerrados), es una madre soltera, parada de larga duración, sin estudios ni capacitación profesional, sin familia cercana, sin ayuda económica alguna, amenazada de desahucio por no pagarle el alquiler a su casero. Esta película personaliza el problema colectivo y nos muestra el caso particular de esta mujer que nos muestra su angustia. Lucha por sobrevivir de una forma individual no con la plataforma antidesahucios. Esta es la primera película del joven director Juan Miguel del Castillo que conecta con la mejor tradición del cine social español, de un realismo sin afectaciones y sin tremendismos. Al mismo tiempo un trabajo de gran rigor formal y narrativo que quiere llegar a un público amplio que a lo mejor no llega a valorar su importante trabajo. Un cine político en el auténtico sentido de la palabra. Además de la estadística del final de la película, y por si no quedaba claro la actriz ha declarado“Aunque digan que no, aquí hay niños pasando hambre”.

Por último, he podido ver una película de Sergio Oksman (1970), O futebol, que utiliza la metáfora del juego para hablarnos de la vida y de la muerte. Una sencilla película que ya ha pasado por el Festival de Locarno donde ha sido una de las principales sorpresa de la selección oficial de este año. Un filme diferente y curioso que no se deja atrapar por las etiquetas. Una forma original de hablar de la complejidad de las relaciones familiares a partir del fútbol como una abstracción que se materializa solo en los resultados de los diferentes partidos de un Mundial que a su vez facilitan la comunicación entre un padre y un hijo que así pueden poner en común sus problemas pendientes. El padre había abandonado la casa familiar cuando el niño tenía pocos años y se había ido a parar a un hotel. El hijo lleva veinte años sin ver al padre y viene a Sao Paulo utilizando el Mundial como coartada para hablar con él. Esta última visita le sirve para aclarar cosas de sus vidas pasadas. El director, que ya había dirigido A story for the Modlins (2012), película que recibió el Premio Goya en 2013 y fue candidata a los premios de la Academia Europea de Cine, trabaja en Madrid como realizador y profesor.

Voy a destacar una gran película, 45 Años, dirigida con pulso firme por Andrew Haigh, y magníficamente interpretada por Charlotte Rampling y Tom Courtenay. Un filme ya avalado por muchos premios en diferentes festivales: Oso de Plata en el 65 Festival Internacional de Berlín a la Mejor actriz y al Mejor actor; en la Seminci de Valladolid 2015, Premio a la Mejor actriz; y tres Nominaciones Premios del Cine Europeo a la Mejor Actriz, al Mejor Actor y al Mejor Guión; Premios del Cine Europeo 2015 con Premio de Honor a Charlotte Rampling. Al final ella ha obtenido el Premio a la Mejor Actriz en los premios del Cine Europeo. Por mi parte, solo tengo alabanzas para esta maravillosa película de la que sales mejor que entraste ya que te enfrente a una gran cuestión humana de cómo se puede remover una relación matrimonial bien consolidada por los años por una noticia que llega del pasado a través de una carta. Nos refleja muy bien las frágiles certidumbres en las que se apoyan las relaciones humanas: una auténtica conmoción interna la que sufren unos personajes llenos de respeto y afectividad hacia el otro. Sus maduras interpretaciones nos comunican desde dentro sus cambios, especialmente Charlotte Rampling, una actriz monumental, quién, además de encantadora, está conmovedora. Por algo, en su Francia de adopción, se la conoce como La Légende (La Leyenda). Estamos ante un drama contemporáneo, emotivo hasta el tuétano, lleno de compasión pero que ningún momento cae en el sentimentalismo a pesar de la dureza de lo que se nos cuenta.

Parece que el tema del pasado que retorna y remueve el presente de los personajes se está convirtiendo en un tema muy tocado por el cine en estos tiempos confusos de crisis. Además de la anterior película de la que he hablado, también he visto una magnífica película con dirección y guión de la famosa y reconocida directora alemana Margarethe Von Trotta, El mundo abandonado, que ya viene bien avalado de la 65 Berlinale Especial. Muy bien interpretado por la bella actriz Katia Rieman y por Barbara Sukova, nos narra una misteriosa historia de dos hermanas que no se conocen. Toda la historia familiar se ve conmocionada a partir de una foto que aparece en una página web estadounidense. En la anterior película una carta y en ésta una foto son los detonantes de la vuelta al pasado. En estos tiempos banales y superficiales que se prestan a los rollos comercialoides da gusto ver estas películas densas, y tan bien interpretadas por actores ya maduros, que te remueven a ti también y te hacen sentir y pensar. La diferencia entre estas dos películas está en el final que aquí desemboca en un final feliz discutible pero que a mí no me parece mal. Sin duda dos magníficos ejemplos de buen cine.

Otra película, pero de producción estadounidense y no europea, avalada por muchos premios (entre otros el del Festival de Sitges al mejor actor a Joel Edgerton), es El regalo (The Gift), que está dirigida, su primera película como director, por Joel Edgerton sobre un guión también suyo, e interpretada por Jason Bateman, Rebecca Hall y el mismo Joel Edgerton. Este thriller psicológico se puede ligar a las dos películas anteriores en lo que se refiere a la temática porque el género es distinto: cuenta la historia de un hombre que se ve obligado a enfrentarse a su pasado cuando vuelve a ver a un viejo amigo de la escuela. Asuntos pendientes que se van a dirimir en el presente influyendo en la vida actual de los protagonistas de tal forma que la vida de un joven matrimonio va a verse alterada brutalmente por la intromisión de un conocido del marido. Otra vez el pasado que remueve la vida de los personajes en el presente provocando incluso rupturas. Una intriga bien medida nos mantiene muy atentos al inquietante desarrollo de esta pieza de cámara. Muy bien narrada desde el principio al desenlace me ha tenido enganchado a los giros sorprendentes que va dando en su trama. No hay que decir que las interpretaciones son estupendas.

He visto otra película de producción estadounidense, La gran apuesta (The Big Short), que veo como una buena síntesis, en clave de drama y comedia negra, de la crisis económica financiera actual. Dirigida por Adam McKay, con un guión suyo y de Charles Randolph sobre un libro de Michael Lewis que reflexiona sobre la quiebra del sector inmobiliario norteamericano que originó la crisis económica mundial en 2008. Está muy bien interpretada por un elenco de categoría (Christian Bale, Ryan Gosling, Brad Pitt…). Desde el comienzo hay un bombardeo de información por la que hay que ir muy descansados a verla. Hace falta también un diccionario mucho más amplio que el que nos da la película para entender todos los términos especializados que se manejan. Lo que sí está más claro es que cuatro tipos fuera del sistema, es un decir, descubren que los grandes bancos, los medios de comunicación y el gobierno se niegan a reconocer el colapso de la economía. Por eso hacen ellos una “gran apuesta” contra Wall Street. Una apuesta humorística e intelectual realmente indignada del director que no te deja descansar ni un momento en la butaca, claro está con el peligro añadido de uno se duerma y otro salga con dolor de cabeza. Yo he disfrutado mucho con la sarcástica lucidez que destila toda la película.


Filmoteca

En la Filmoteca de Madrid, a pesar de la dificultad que conlleva tener cerrada la sala 1, y operar solo con la pequeña sala 2, se ha seguido desarrollando la programación en ínfimas condiciones ambientales. No ha sido fácil tampoco reajustarla a la capacidad de la única sala útil cuando ya estaba hecha programación de antemano. A pesar de todo el cine Doré ha seguido abierto y mostrando varios ciclos de películas coreanas, japonesas, polacas, Wes Anderson, 120 años de Gaumont, cine palestino, cine rumano, etc. Todo un mérito el de seguir adelante en estas condiciones. Me voy a referir solo a algunas películas que me han parecido muy interesantes sin desmerecer otras.

A pesar de .los chinches, ha podido estrenarse, por ejemplo, la última película sobre Pasolini (Pasolini, la verdad oculta, un documental de Federico Bruño, 2013). Comento esta película sobre todo porque quizá no va a haber muchas ocasiones de verla porque va a estar condenada al ostracismo y a la oscuridad. ¿Por qué? Porque es una película muy valiente y arriesgada en la que su director ha invertido su tiempo y su dinero (tuvo que vender su casa) para mostrar con claridad el asesinato del director italiano. Fue presentada en la Filmoteca por el mismo director que nos contó sus peripecias para reconstruir el último año de la vida del gran director italiano que estaba escribiendo su libro Petróleo que quedó inconcluso. Un libro de denuncia contra la derecha económica italiana. En esta película se nos da una imagen muy austera de Pier Paolo muy diferente a la que presentaba Abel Ferrara en su película. Y nos muestra las complicidades y tentáculos del asesinato en las que queda meridianamente claro el papel de mero peón del chico acusado en solitario de su asesinato. Me he enterado de que esta película va a volver, no va a pasar al limbo de los justos, lo cual me parece maravilloso.

La otra película que me ha llamado la atención es Diplomacia (2014) del reconocido director alemán Volker Schlöndorff, quién a sus 75 años sigue gozando de una gran capacidad creativa. Esta película de A contracorriente films, que forma parte del ciclo de “los 120 años de Gaumont”, proviene de una obra de teatro que protagonizaban los mismos actores, André Dussolier y Niels Arestrup, que ahora. Este drama histórico, de producción franco-alemana, tengo que reconocer que me ha atrapado y que me ha conmovido de tal forma que para mí es una película memorable. No es nada fácil mantener al espectador atento solo con el diálogo de dos hombres en una habitación cerrada, si bien es verdad que utiliza imágenes documentales y en algunos momentos se sale del cuarto, el meollo de la trama se lleva a cabo a puerta cerrada. Estos dos enormes actores contribuyen a esa intensidad. Además, el tema es crucial porque París, en la noche del 24 al 25 de agosto de 1944, corre el peligro de ser dinamitada bajo las órdenes, que provienen de Hitler, de Von Choltitiz, Gobernador del Gran París. El cónsul sueco intenta convencerlo de lo contrario. ¡Qué diálogos!

De los Premios Goya he visto he visto una película muy digna, Amama, la tercera película de Asier Altuna en la que rescata la cultura, y el choque que supone esa forma de vida tradicional en el contexto de hoy, de los caseríos vascos. Con un discurso casi de documental antropológico sobre las leyes no escritas que provienen del neolítico, logra mostrarnos una cultura identitaria sin ningún sesgo ideológico. Pero con una forma simbólica onírica de gran belleza y de gran potencia visual muy cercana a la videocreación con exquisito tratamiento de la luz. A lo mejor le falta un poco de profundidad al tema para que no se quede en un cuento simbólico didáctico sobre la relación entre hombre y paisaje (el bosque como útero nutricio). La amama (la abuela), en su mudez centro del universo del caserío, ha pintado de diferentes colores simbólicos los árboles que corresponden a los descendientes. El personaje de la hija, fuerte en el fondo, es capaz de romper, artísticamente, la cordada de tradiciones y combinar su rebeldía con su afecto y apego al pasado. El ritual fúnebre final, una auténtica “performance”, es un homenaje y una celebración de ese mundo ancestral que, sin embargo, tiene que abrirse a los nuevos tiempos.

De estos Premios Goya, también he visto lo último, lleva sin estrenar desde la estupenda Petit indi (2009), de Marc Recha, Un día perfecto para volar, una película de apariencia menor por su sencillez pero de unas imágenes poéticas y profundas que te llegan al corazón. Por ello corre el peligro de pasar desapercibida en una cartelera llena de bodrios muy promocionados. Recha, posiblemente, desde su debut en 1991, ha compuesto su mejor obra en compañía de su hijo, el niño de la cometa, y del magnífico actor Sergi López con el que nos hace creer en una ilusoria relación paternofilial. Una película auténtica que nos hace amar el buen cine, una pequeña maravilla de poco más de una hora en la que el mundo interior de los personajes es más importante que el paisaje exterior. Algunos pueden ver este trabajo como una insignificancia, como una nadería, y a pesar incluso de reconocer su hermosura, le quitarán peso y vuelo. Pero yo la veo como algo maravilloso que no se ve todos los días con la que con muy poco se nos da mucho. Un buen ejemplo de sensibilidad y talento la de este director que sigue su camino al margen de las modas y de los efectos especiales que si envuelven naderías absolutas para un público entontecido.


Musica

La Fundación Ibermúsica, la renovada continuación del Ciclo después del periodo de crisis por el que había pasado, nos ha seguido trayendo a Madrid, en su temporada XLVI (2015-2016), importantes conciertos que nada tienen que envidiar a los de las grandes ciudades musicales del mundo. Madrid tiene mucha suerte y debe agradecerle a Alfonso Aijón el coraje que ha tenido para seguir luchando por la continuación de este gran Ciclo de Ibermúsica del que ahora es director adjunto Llorenç Caballero.

La temporada musical de Ibermúsica ha comenzado por todo lo alto. En su serie Arriaga, hemos podido escuchar un concierto de la Orchestra del Maggio Musicale Fiorentino, dirigida por el gran Zubin Mehta (Bombay, India, 1936) de la que es Director Principal desde hace tres décadas. Un director al tiempo, curiosamente, popular y atípico. El primer día estuvo dedicado íntegramente a Beethoven del que se oyeron las Sinfonías Octava y Tercera, abriendo el concierto la obertura Leonora III. El maestro cumplió bien su cometido sin alcanzar altura en la primera parte destacando en la segunda parte con la Eroica, la preferida del compositor. En su serie Barbieri, la segunda jornada estuvo dedicada, con la misma orquesta, a la música de G. Mahler, compositor con quién esta orquesta sintoniza mejor, y dónde Mehta encuentra un campo sonoro más apropiado de expresión, concretamente con la partitura-río de la Sinfonía nº 3 que el director domina a fondo. El cosmos mahleriano se resintió en los tres primeros movimientos pero alcanzó altura con la mezzosoprano Lioba Braun que cantó un pasaje de Richard Strauss. Luego esto dio paso a una magnífica interpretación del Orfeón Donostiarra y los Pequeños Cantores de la JORCAM, ambos maravillosos. Mehta se recuperó en el final alcanzando la plena emoción. Todo el mundo sabe que se recupera en los finales. El público que llenaba el auditorio, emocionado, ovacionó todas las interpretaciones.

En la serie Arriaga, en su segundo concierto de la temporada, se presentaba la orquesta de cuerda, Sejong Soloists, una de las más reputadas orquestas de cuerda a nivel internacional, creada en Nueva York en 1994. Esta reputada orquesta ha interpretado, en la primera parte, el Concierto para violín en la menor, BWV.1041 de J. S. Bach (1685-1750), acompañada por el magnífico violinista Gil Shaham (1971), uno de los grandes de nuestra época, que hacía de director; y Las cuatro estaciones de Pyeongchang de S.Kang (1934). En la segunda parte, Las cuatro estaciones de A. Vivaldi (1678-1741), también acompañada de dicho violinista. Se confrontaban, así, dos concepciones muy distantes de la idea de las cuatro estaciones, la de Vivaldi con la de Kang, influido por la segunda escuela de Viena y por el minimalismo de Steve Reich. El público aplaudió sobre todo la técnica impecable de este enorme violinista quién, además, trasmite una gran humanidad. En el programa de mano se desarrollaba con mucho sentido la influencia que había tenido Vivaldi en el concierto para violín sobre todo en Bach que adoptó el diseño vivaldiano en conciertos para órgano o clave.

Al día siguiente, también en la serie Arriaga, hemos podido disfrutar, todo un acontecimiento musical en la capital, de la importante orquesta Lucerna Festival Orchestre, que había dirigido Claudio Abbado hasta su muerte en enero de 2014, ahora dirigida por el joven pero ya reconocido director Andris Nelson (Riga, 1978). Ha interpretado un estupendo programa que creo que se complementa muy bien: en la primera parte, La sinfonía núm. 36 en do mayor, K.425 conocida como“Linz” de W. A. Mozart; y, en la segunda parte, La sinfonía num. 5 de G. Mahler. Andris Nelsons, uno de los más solicitados directores de estos días tanto en el terreno concertístico como operístico, había debutado en 2011 con la Boston Symphony Orchestra precisamente dirigiendo la Sinfonía núm 9 de Mahler. Esa noche con su gran expresividad tanto musical como corporal le sacó todos los matices sobre todo a Mahler poniendo a la orquesta en el límite de sus grandes posibilidades ¡Enorme orquesta1 ¡Enorme director! ¡Enorme música! ¡Una gran noche! El emocionado público que abarrotaba el auditorio respondió fervorosamente. Daba gusto ver aplaudir a Alfonso Aijón al que nosotros deberíamos aplaudir también. Salimos casi a la una de la noche: ya se sabe que en España algunos conciertos acaban al día siguiente.

En el interesante programa otoñal de Juventudes Musicales tuvimos la suerte de asistir, en su primer concierto, a la magnífica interpretación de la gran artista alemana, la enorme violinista Anne-Sophie Mutter. Venía acompañada de su grupo los Mutter's Virtuosi que interpretaron, en la primera parte, un curioso programa que incluía Dúo concertante para violín y contrabajo de K. Penderecki (1933), Nonet para dos cuartetos de cuerda y contrabajo de A. Previn (1929), que se estrena por cierto en España, y Concierto para dos violines de J. S Bach (1685-1750). En la segunda parte, nada menos que Las cuatro estaciones de A. Vivaldi (1678-1741). Un programa muy atractivo, pues, para el público madrileño que disfrutó de este buen concierto.

El segundo concierto de Juventudes Musicales trajo a Madrid la Hungarian Chamber Orchestra, orquesta fundada en 2011, nada menos que acompañada de dos enormes intérpretes como Mischa Maisky, violonchelo, y Kristof Barati, violín. Nos trajeron otro atractivo programa que incluía, en su primera parte, una Chacona en sol menor de H. Purcell (1659-1695), un Concierto para violín y cuerdas de A. Vivaldi (1678-1741), y un Concierto para violonchelo y orquesta de F,. J. Haydn (1732-1809). En su segunda parte, se dedicó el programa a Divertimento para orquesta de cuerda de B. Bartók (1881-1945) y a Variaciones sobre un tema rococó de P. I. Chaikovski (1840-1893), compositor del cual tuvimos una propina. La orquesta cumplió bien su cometido. El virtuosismo del violonchelo Maisky ya es bien conocido del público madrileño por lo que la sorpresa de esa noche nos vino de la elegancia interpretativa del joven violín Kristof Barati.

El tercer concierto de Juventudes Musicales nos trajo la Orquesta de Cámara “Andrés Segovia”, creada en 1989 por iniciativa de su director artístico Víctor Ambroa como un nuevo concepto de orquesta de cámara que iba a prestar gran atención a la música española. Vino dirigida por el famoso violinista Nigel Kennedy (1956) quién a su vez nos mostraba su virtuosismo con el violín. Tuvimos la suerte de asistir a un concierto totalmente diferente a los que se suelen ver en el Auditorio madrileño sobre todo por la rareza e informalismo de este enorme talento musical que es Nigel Kennedy quién, a pesar de romper todos los protocolos al uso, se ganó al gran público. La primera parte del programa estuvo dedicada al Concierto nº 1 de J. S. Bach y al “English Collection” de Kennedy. La segunda parte se dedicó a Las cuatro estaciones de A. Vivaldi.

La Filarmónica, en su concierto inaugural de la 4ª Temporada, nos trajo la importante Orquesta Sinfónica de Bamberg, dirigida por el magnífico director Jonathan Nott, y acompañada por el conocido pianista Christian Blackshaw (1948). En la primera parte del programa pudimos escuchar la Obertura de Egmont de L. Van Beethoven y el Concierto para piano nº 20 de W. A. Mozart (1756-1791); y, en la segunda parte, la Sinfonía nº 6 de Beethoven, conocida como “Pastoral” (1808). El público que llenaba el auditorio obtuvo, además, un bis, la obertura de “Las bodas de Fígaro” de Mozart, bien interpretada por Nott y la orquesta. No fue, en general, un concierto redondo sino que resultó bastante irregular en diferentes momentos pero que alcanzó altura, por ejemplo, con la gran “Pastoral” de Beethoven. Al pianista, admirable en su depurada técnica, impecable y delicado, quizá le faltó, a mi manera de ver, emoción.

El Ciclo de Grandes Intérpretes de Scherzo, que cumple 20 años, nos trajo a uno de los pianistas punteros de la generación que supera apenas los cuarenta años, Nikolai Luganski (1972), un artista es capaz de enfrentarse a partituras de extrema dificultad, por ejemplo las de Rachmaninov del que ha hecho recreaciones memorables. No figura en este concierto sino que aquí aborda, en la primera parte, Preludio, Fuga y Variación del belga Cesar Frank (1822-1890) y Sonata nº 21 de Franz Shubert (1787-1828). En la segunda parte se enfrenta Tres piezas líricas de E. Grieg (1843-1907) y la gran Sonata (1878) de P. I. Chaicoski (1840-1893). Un concierto, pues, de entrada, muy atractivo que, con gran rigor, se llevó a cabo por parte de este elegante pianista que cumplió con creces las expectativas en él depositadas. Además, ofreció al público varias propinas, dos de las cuales de aires jazzísticos.

El segundo concierto de Scherzo nos trajo al gran pianista Christian Zacharias (1950), un pianista muy apreciado por el público madrileño que toca exquisitamente y es muy meticuloso en su quehacer. Ahora ha vuelto con la música de Scarlatti, autor al que había dedicado una propuesta rompedora, el disco “Encore”, donde una misma sonata es grabada a lo largo de dos décadas en veinte contextos distintos. Está claro que es uno de sus grandes intérpretes, e incluso protagonizó, en 1990, un interesante documental “Tras la pista de Scarlatti”, rodado en Sevilla. En este último concierto, de gran concentración pues lo requería el exigente programa, nos mostró un discurso claro y fluido. Tocó en la primera parte, las Cinco sonatas de Domenico Scarlatti (1685-1757), la Sonatina de Maurice Ravel y las Cuatro sonatas del Padre Soler; y, en la segunda parte, el Scherzo nº 1 y el nº 2 y las Cuatro Mazurcas de F. Chopin (1810-1849) ¡Muy bello!


"Casualidades" de Manolo Tena

La vida es eso que pasa mientras haces un plan que igual no sucede si no se da una casualidad (Manolo Tena)

Cambiando de música, hay que señalar la vuelta de Manolo Tena después de ocho años de travesía por el “desierto” con el álbum Casualidades porque aunque dejara de cantar y de grabar no ha dejado de escribir canciones. Manolo Tena es un poeta natural que vive y sueña cada una de sus letras y sigue cultivando la rebeldía y la trasgresión en su quehacer musical. Este extremeño criado en el barrio de Lavapiés, cuyo referente musical fueron The beatles, ejerció oficios varios antes de introducirse en la música de manera autodidacta. En sus inicios es clave la música de Joaquín Sabina ya que su amistad le permitió publicar en 1988 su primer trabajo, Tan raro, compuesto de grandes canciones pero que no alcanzó el reconocimiento esperado. Siguió creando letras para artistas importantes de esa época y en 1992 firmó un contrato con Epic Music obteniendo por fin el éxito con Sangre Española, un buen ejemplo de rock urbano con grandes letras y buenos ritmos. No dejó de publicar espaciadamente hasta este último disco de 2015 producido por su hermano Rafa Tena. En su presentación en los cines Yelmo Ideal., además, se pasó a la prensa un magnífico documental que a mí me gustó mucho. El concierto en el Teatro Monumental de Madrid no tuvo un lleno total pero fue de gran intensidad y de nuevo pudimos apreciar la poesía de este enorme talento musical.

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