Trasversales
Red de Solidaridad Popular de Latina - Carabanchel

Saludo de la RSP Latina-Carabanchel en la inauguración de su local

Revista Trasversales número 37, mayo 2016 web



Buenas tardes, amigas, amigos. Muchas gracias por compartir con la Red de Solidaridad Popular de Latina-Carabanchel este encuentro de inauguración del nuevo local en el que podremos seguir llevando adelante nuestras actividades, dirigidas a dar respuesta, desde abajo y desde el apoyo mutuo, a las muchas situaciones de emergencia social que vivimos en nuestros distritos.

Gracias a las vecinas y vecinos que os habéis acercado y gracias a los colectivos similares de otra zonas de Madrid que hoy nos acompañan. También, claro está, a Carlos, concejal del área de Economía y Hacienda, y a Esther, concejala de ambos distritos, por estar aquí y también por el apoyo que nos han dado para conseguir la cesión del uso de este local municipal. Ya era hora de que alguien recordase que los recursos de un ayuntamiento no son recursos del gobierno municipal sino recursos de sus vecinas y vecinos.

La RSP existe porque hay demasiados problemas sin resolver. Para la gente como nosotras no hay recuperación. Según la Encuesta de Población Activa, que la hace una entidad dependiente del Gobierno, en el primer trimestre de este año ha habido, en toda España, 75 mil hogares sin ingresos más que hace cuatro años, en total hay más de 700 mil. Dicen que crean empleo, pero cada semana se trabajan ocho milones de horas menos que hace cuatro años. De cada cien horas extras, 55 no se pagan. En esos mismos cuatro años ha aumentado en medio millón el número de parados que buscan empleo desde hace más de dos años, con un crecimiento especialmente fuerte del número de mujeres en esa situación. ¿Y qué pasa con la juventud? Pues que el número de jóvenes entre 16 y 34 años trabajando por cuenta propia o ajena ha disminuido en más de 800 mil, por lo que cerca de dos millones están en paro.

Son cifras, claro. Pero aquí sabemos que también y sobre todo son vidas. Vidas de personas, vidas de vecinas y vecinos, nuestras vidas. Son gente sin casa, son personas que no pueden comprar los alimentos que su familia necesita, personas que para ir de un punto a otro de Madrid tienen que andar horas porque no pueden pagarse un billete de metro, personas que no pueden tener calefacción en pleno invierno, incluso aunque su hijo tenga neumonía, y personas a las que cortan la luz. Personas a las que amenazan con quitarles a sus hijos por no poder mantenerles, en vez de ayudarles a poder atenderles. Esa es nuestra realidad, una realidad ignorada en los palacios y en las mansiones de los ricos, cuya riqueza, como sabemos bien hoy, se basa en una orgía de corrupción y de abusos.

Quieren invisibilizarnos, quieren situarnos en los márgenes de la sociedad. Pero no somos marginales. Marginales son ellos, las élites privilegiadas, pequeñas en número, aunque roban mucho, y poseedoras de unos modos de vida muy extraños para la inmensa mayoría. No nos avergonzamos de nada, que se avergüencen ellos, los sinvergüenzas, los canallas. Al revés, nos llena de orgullo haber sido capaces de unirnos, de luchar por la justicia, de apoyarnos mutuamente, de resolver problemas que no deberían existir y que mientras existan deberían resolver las administraciones públicas. Pero no nos hemos sentado a esperar que lo hagan. Nos hemos puesto a resolver las urgencias y, a la vez ,a exigir un cambio social que garantice a toda persona el acceso a los recursos básicos de la vida y también su derecho a la participación política y social.

Por descontado, no nos es indiferente quien gobierne. Con el anterior gobierno municipal no estaríamos hoy aquí, en este local. Así que de nuevo gracias, Carlos, gracias Esther. Pero, como ya sabéis, vamos a seguir presionando, exigiendo y reivindicando, vamos a ser pesados como una lapa, en nuestras juntas municipales y también ante el gobierno municipal y, muy especialmente, ante el Área de Equidad, porque nuestra tarea es hacer posible lo necesario. Sí, sabemos que las competencias de un ayuntamiento son limitadas, que la comunidad de Madrid y el gobierno de España están en manos menos sensibles al sufrimiento social. Dicen que "las cosas de palacio van despacio", pero aquí no no lo podemos permitir, porque el hambre o el estar sin techo no son problemas que puedan esperar, corren que se las pelan.

Bueno, mañana seguirá la lucha. Ahora vamos a disfrutar un rato en común.

Gracias



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