Al margen de la interpretación de los resultados electorales del 26-J, las posibilidades de conformar Gobierno son numerosas, si bien es cierto que unas sólo son teóricas y otras estarían en función de las actitudes de las diferentes fuerzas políticas en liza. Veamos.

1º. Gobierno del PP. Sería un gobierno en minoría –afortunadamente- que para la investidura necesitaría de los 137 votos del pp, los 32 de Ciudadanos y el de cc. Total 170. En contra estaría el PSOE (84), UP (71), ERC (9), Bildu (2), Nueva Canarias (1), pero no olvidemos que ni CDC (8), ni PNV (5) están en condiciones de abstenerse y permitir el Gobierno del PP. ¡Lo pagarían caro! Sus posibilidades de materialización solo pasan por la abstención del PSOE (el deseo del aparato socialista) o de los nacionalistas de derecha (CDC y PNV). Sencillamente complicado que esta situación se produzca.

Dicho Gobierno no tendría otro objeto que impedir los numerosos procedimientos judiciales en curso, la exoneración de los responsables de la corrupción y la impermeabilidad de un aparato de Estado cada vez más autoritario. Las presiones políticas, económicas y mediáticas a favor de esta solución serán inmensas, aunque ello suponga aparcar o retrasar las “reformas” o ajustes que Europa demanda y ellos tienen en mente. No se trata tanto de salvar al régimen como de salvarse ellos. Es, sin duda, la opción preferida por el PP (que les dejen gobernar en minoría).

2º. Gobierno PP-Ciudadanos. Contaría con las mismas sumas que la posibilidad 1, con la salvedad de que no es lo preferible para Ciudadanos. Quedaría excesivamente contaminado, todo lo más legitimaría la porquería que dice combatir. Igualmente que en el caso anterior necesitaría de la abstención del PSOE o de los nacionalistas de derecha. Su posibilidad es escasa.

3º. Gobierno de gran coalición (PP-PSOE-Ciudadanos). Es la opción favorita de Ciudadanos, lo que les permitiría aparecer como responsables, personas de estado, personajes de centro… requiere del voto favorable del PSOE, sinónimo de suicidio y que ni siquiera ante situaciones extraordinarias o excepcionales podría plantearse.

4º. Gobierno de izquierdas (PSOE-UP). No suma ni en el supuesto de contar con los votos de ERC, Bildu y Nueva Canarias (167). El rechazo de PP y Ciudadanos sería suficiente para impedirlo (169); por lo tanto se necesitaría del concurso de CDC y PNV. En fin, es la opción UP-PODEMOS pero altamente improbable bajo las actuales circunstancias de retroceso constatado.

5º. Gobierno trasversal (PSOE-CIUDADANOS-UP). La opción demagógicamente preferible por parte del PSOE, adornada como Gobierno del cambio, Gobierno de progreso… Sumarían 187 votos pero Ciudadanos no lo toleraría y UP no podría ser receptiva a esta iniciativa una vez que fue rechazada hace seis meses. La alianza PSOE-Ciudadanos (116) se situaría por debajo de los 137 diputados del PP. Imposible, por tanto.

6º. Gobierno de emergencia democrática. Esta posibilidad no ha sido suficientemente explorada por fuerzas políticas o analistas independientes. Tendría la virtualidad de impedir un gobierno de la derecha política bajo cualquiera de las fórmulas expuestas y simultáneamente evitar una nueva convocatoria electoral. Las razones que evidencian la emergencia social y democrática son notorias y contaría con una alta legitimación social y el suficiente apoyo político, al menos en un primer periodo. Se trataría de desmontar la degenerada obra del PP en numerosas facetas políticas, mediáticas, institucionales, económicas, sociales y culturales.

Podría contar con el aval del PSOE,UP, Ciudadanos, CDC, PNV, CC y la tolerancia de los nacionalistas de izquierda, dejando constancia de su carácter excepcional y provisional. Podría estar presidido por eso que se denomina “personalidad independiente” o por el PSOE. Digamos también que UP no participaría en el Gobierno y que, obviamente, el PP estaría excluido.

¿Estaría el PSOE por una poción semejante? En principio podría afirmarse que NO y es posible que prefiera ejercer como opositor a un Gobierno del PP, pero para ello habría de abstenerse en la investidura de Rajoy (lo que desean los barones, pero no así Sánchez ni la Ejecutiva Federal). Si Sánchez y la Ejecutiva se imponen optarían por esta opción puesto que la otra alternativa sería la nueva convocatoria electoral. Algo que a fin de cuentas resultaría no deseable.

Surge otra pregunta: ¿estaría Ciudadanos por una opción semejante? Igualmente se puede afirmar que NO, puesto que la presencia de los nacionalistas les produciría repulsión, aunque la reivindicación del “derecho a decidir” estuviese ausente de las iniciativas de ese supuesto Gobierno de emergencia democrática. De nuevo, su carácter provisional y excepcional juagarían a favor de esta posibilidad, la única que impediría una nueva cita con las urnas, en las que PSOE, Ciudadanos y UP tendrían muchísimo que perder y poco o nada que ganar.

A grandes rasgos estas son las posibilidades en curso. De momento se evitará presentarla como opción posible, puesto que, previamente, es necesario explorar las otras posibilidades abocadas al fracaso.