Trasversales
Manuel de la Rosa Hernández

Hace 80 años el terror fascista se impuso a sangre y fuego en Canarias


Revista Trasversales número 38, agosto 2016 (web)



El 18 de julio de 1936 se cumplieron 80 años del levantamiento militar fascista que terminó con las libertades democráticas, derechos sociales y civiles logrados con la República, el objetivo además era aterrorizar a la población mediante los asesinatos en masa para impedir que pudiera reaccionar ante la asonada golpista.

En el verano de 1936 una buena parte de la oficialidad militar española protagoniza un alzamiento fascista. Sigue un plan conspirativo coordinado a escala de Estado. Altos mandos militares españoles, con el general Mola a la cabeza, preparan algo más que un golpe de mano contra el gobierno democráticamente constituido. Pretenden sustituir el régimen democrático de la República e instaurar un régimen fascista.

Dentro de ese plan, a Franco le corresponde ponerse al frente de las tropas coloniales establecidas en el protectorado español de Marruecos. El comandante militar Francisco Franco estaba al frente de la Capitanía General de Canarias. Cuando lo destinaron a Canarias ya eran conocidas sus posiciones claramente golpistas.

Las tropas españolas acantonadas en el norte de África eran claves para el triunfo de esta sublevación. Franco saldrá desde Las Palmas hacia Marruecos a bordo del Dragón Rapide, una aeronave alquilada en Inglaterra con el apoyo del empresario Juan March y del director del periódico ABC que hicieron posible traerlo de incógnito hasta Las Palmas para permitir al General Franco ponerse al frente del levantamiento militar iniciado allí el día anterior. El 17 de julio se había iniciado el levantamiento fascista en el protectorado español del norte de Marruecos donde se acantonaban las tropas africanas del ejército español.

El pronunciamiento militar se prepara para todos los territorios del Estado español simultáneamente. Pero no triunfará inicialmente en todos lados. El alzamiento militar va a imponer un régimen de terror con cientos de miles de personas asesinadas, detenidas, exiliadas en el conjunto del Estado español. Canarias será uno de los territorios donde se impuso el régimen fascista, con las graves consecuencias que ello tendrá para la mayoría de la población.

El levantamiento fascista fue neutralizado en una parte de los territorios del Estado. El 19 de julio y en días posteriores muchos destacamentos obreros toman lo que pueden y allí donde podían para resistir al llamado “alzamiento nacional”. La resistencia fue, en principio, mayor en las grandes ciudades y en las zonas de gran concentración obrera como Madrid o Cataluña.

Esa resistencia popular inicial propiciará una resistencia armada durante tres años, a la que se unen sectores de las tropas republicanas que no se pasaron al bando fascista. En octubre de 1936 se les suma la participación de las Brigadas Internacionales. Pero mientras las potencias fascistas de Alemania e Italia apoyaban incondicionalmente el alzamiento militar desde un primer momento, las democracias europeas se declararon neutrales frente al golpismo. Los brigadistas internacionales tenían claro que en el Estado español se decidía la suerte de los derechos y libertades de millones de ciudadanos del Estado español, pero también las libertades en Europa, como tristemente se pudo corroborar después.

En donde ganó la resistencia se ofreció un combate sin cuartel a la reacción durante tres años. En los territorios donde triunfó desde un primer momento la resistencia como en Aragón o Cataluña, se llevaron a cabo experiencias de control y autogestión de fábricas y de colectivización de tierras, de avances democráticos y sociales en todos los terrenos, que quedaron en la memoria colectiva.

Se configuran durante un tiempo dos gobiernos, el del fascismo instalado en Burgos y el de la República, con Gobierno en Madrid y después en Valencia. Finalmente con la caída de Barcelona terminaron esos tres años de resistencias populares frente a la barbarie fascista. En adelante se continuará en todo el Estado con la represión, el adoctrinamiento en el nuevo régimen fascista, se anulan derechos y libertades a la población.

El nuevo régimen era la expresión de los intereses de la oligarquía terrateniente y financiera, apoyado en el giro hacia la reacción de sectores de las clases medias agrarias y urbanas.

Canarias quedó, desde el primer momento, bajo el dominio del alzamiento fascista triunfante. Salvo casos aislados como “el fogueo” en Vallehermoso o la semana roja de La Palma, en las islas los militares y los civiles fascistas movilizados tuvieron el control de la situación desde un primer momento. De Canarias Franco había tomado rumbo al norte de África no sin antes dejar dadas las instrucciones pertinentes para que todo fuera tomado bajo control directo de los militares.

El bando dictado por Franco así lo imponía, pero en los hechos la represión fue mucho más lejos. En Canarias, el terror fascista aniquiló a miles de personas, entre 3000 y 5000, según diversos cálculos, fueron asesinadas.


31 de julio 2016


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