Trasversales
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MONTORO, ¡DEJA MADRID EN PAZ!

Revista Trasversales número 42 noviembre 2017 web



Montoro dio una amnistía fiscal a los muy ricos y ha aumentado la deuda pública de España en 400.000 millones de euros, un 52%. Ese señor y el señor Rajoy se dedican a complicar la vida a los habitantes de Madrid y de otras ciudades. No dejan que el Ayuntamiento de Madrid contrate personal imprescindible como trabajadoras sociales, educadores y mediadores, trabajadores de la limpieza o el suficiente número de bomberos, etc.

Eso no es todo. También se empeñan en impedir que el Ayuntamiento de Madrid dedique a inversión social el dinero que tiene. Desde que gobierna Manuela Carmena la deuda municipal se ha reducido un 40%, más de lo obligado, y pese a eso se ha logrado superávit, más ingresos que gastos. Lo lógico es que ese remanente, fruto de nuestro esfuerzo colectivo y de una gestión con menos derroche, se invirtiese en las necesidades sociales aún no satisfechas. Pero Montoro quiere que esos remanentes municipales se dejen muertos en cuentas bancarias o se usen para adelantar aún más pago de la deuda contraída por Ruiz-Gallardón.

Ha sido noticia que Montoro ha exigido al Ayuntamiento de Madrid la presentación semanal de sus cuentas y la reducción del presupuesto municipal 2017-2018 en unos 500 millones de euros. Entre las cosas en las que cree que en Madrid se gasta "de más" están: Samur, inclusión social y atención de emergencia, igualdad de las mujeres, atención a las adicciones, servicios complementarios de educación, fomento del empleo, Empresa Municipal de la Vivienda Social, etc. ¡Qué casualidad!, asuntos vitales para la vida de la gente común.

En Madrid no se ha gastado "de más": no hay alternativas habitacionales a las familias que se quedan sin vivienda; no se han puesto aún en marcha los proyectos alimentarios necesarios ni el apoyo a las familias que no pueden pagar suministros básicos como la luz; los Servicios Sociales están desbordados, no dan a basto, las citas se dan con semanas o meses de retraso y las trabajadoras sociales, sobrecargadas, no tienen tiempo para el necesario "trabajo de calle" con la población. Que en esas condiciones el Gobierno de España quiera imponer al Gobierno de Madrid que deje el dinero en los bancos mientras la población padece escasez y necesidades no cubiertas es simplemente indecente.

No es un problema entre "políticos", sino nuestro problema. No pagamos los impuestos municipales para que ese dinero lo guarden los bancos. Por eso, tenemos que movilizarnos para exigir al Gobierno de España que deje de coartar la contratación de personal necesario y la inversión social de los ayuntamientos que tienen medios para hacerlo, como el de Madrid. Por eso, tenemos que dar apoyo en este conflicto al actual gobierno municipal de Ahora Madrid, respaldado en este asunto también por el grupo municipal de PSM-PSOE, en la medida de que sean capaces de enfrentarse a este atropello y unir sus fuerzas con las de la sociedad.

Con esa mano tendida, no vamos a dejar de recordar al Ayuntamiento de Madrid, a su gobierno y a los grupos municipales, que, pese a las mejoras habidas, queda mucho por hacer, muchas promesas por cumplir, que hay emergencias sociales que no pueden esperar, que la legislatura está ya muy avanzada y queda poco tiempo, que las juntas municipales -lo más cercano- siguen teniendo muy pocos medios y competencias en un ayuntamiento que sigue hipercentralizado.

Hace falta un impulso de cambio. Desde el tejido social de nuestros distritos y barrios vamos a seguir pidiéndolo. No nos resignamos a la decepción que a veces impregna a muchos responsables municipales ante los obstáculos encontrados. Si parte de lo prometido no puede cumplirse por las interferencias de la Comunidad de Madrid o del Gobierno de España, pedimos que el gobierno municipal se deje de una "cortesía institucional" no correspondida y nos lo diga claramente, con voluntad de dar una respuesta contundente desde la institución municipal y desde nuestros barrios. A eso, sí que nos sumamos. Vamos a intentar hacerlo, con Carmena, mejor, o sin ella.

No negamos que sea difícil. Pero más difícil es no tener techo, comida o luz.