¡Ya tenemos por fin gobierno! y es de concentración PSOE–UP, es decir un gobierno progresista o de “izquierdas”. Rectificando los errores del pasado y con un programa socialdemócrata que pretende corregir desigualdades económicas, teniendo también propuestas avanzadas feministas y ecologistas.

Algunos pensábamos que en el intento anterior lo deseable hubiera sido un acuerdo programático que dejara fuera y vigilante a UP. El empeño por gobernar de Pablo Igesias y los resultados electorales han llevado a Pedro Sanchez a rectificar.

Las derechas hegemonizadas en su discurso por la extrema derecha de Vox y las fuerzas económicas y mediáticas han empezado ya a deslegitimar al Presidente, como se ha visto en la sesión de investidura. Pretenden utilizar la movilización en la calle y el sistema judicial como se ha hecho en el conflicto catalán.

Este gobierno parte con una gran debilidad parlamentaria, necesitando del apoyo de muchas fuerzas minoritarias y del PNV con intereses diversos, pero sobre todo depende de la abstención de Esquerra y las posiciones de ésta dependen mucho más de la competición con Junts per Catalunya y del panorama electoral de Cataluña que de la coincidencia con las propuestas del gobierno.

Esto es lo que hay. Desde fuera del gobierno no podemos decidir sobre los problemas de la coalición, ni sobre las posiciones de las distintas fuerzas en el Parlamento. Sin embargo nos jugamos mucho: corregir algunas de las desigualdades que han aumentado durante la crisis, sabiendo además de las limitaciones que provienen tanto desde la UE como desde los intereses de los sectores sociales más poderosos. También hay que derrotar las pretensiones reaccionarias del bloque que articula la derecha, entre ellas la de contener con represión las demandas sociales y territoriales.

Hay que tomar conciencia de que no se puede dejar solo al gobierno, no se trata de apoyarle sino de presionar para la rápida consecución de algunas de las medidas que anuncian en su programa y proponiendo nuevas demandas. Sin la presión sindical, de diversas asociaciones y movimientos no podrán avanzar las propuestas más beneficiosas para la población. La consecución de estas medidas: aumento del salario mínimo, del sueldo de los funcionarios y de las pensiones, entre otras, es la única forma de avanzar en los apoyos sociales y de limitar la influencia de la derecha entre las capas medias. Frente a los discursos de Patria y Rey, consecución de mejoras y apertura de un horizonte feminista y ecologista.

También hay que pensar a más largo plazo de una legislatura, que puede ser corta. Hay que pensar que el sistema de 1978 hace aguas y es necesario ir hacía un cambio constitucional en la onda del 15M. Ahora ya no hay un referente político para este proyecto, puesto que UP está gobernando y no puede mantenerse como oposición luchando por un cambio mayor. Es importante mantener un discurso alternativo a la espera de poder reconstruir fuerzas políticas que busquen esta alternativa, es sobre este tipo de discurso que se puede desarrollar una plataforma social que siga empujando por el cambio.

12 de enero de 2020