Trasversales
Luis M. Sáenz

Ingreso Mínimo Vital: una rectificación imprescindible

Revista Trasversales número 51 septiembre 2020

Textos del autor en Trasversales



Hace unos días un conocido me comentó que, aunque tuviésemos razón, había que moderar las críticas al Ingreso Mínimo Vital, para no favorecer a PP y Vox. Me sorprendió, ya que lo que favorece al duo Casado-Abascal es la desastrosa gestión y el mal diseño del IMV por parte del gobierno Sánchez-Iglesias. De hecho, lo mejor que podemos hacer quienes no queremos un gobierno Casado-Abascal es movilizarnos exigiendo al Gobierno de España una rápida y profunda rectificación en cuanto al IMV, que era y es necesario, pero no así.

No obstante, ese punto de vista sigue siendo limitado. Si queremos evaluar el IMV debemos hacerlo en base a sus consecuencias para la población que lo necesita. Si no nos duele antes el IMV por el sufrimiento que está causando en quienes lo "esperaban con esperanza", es hipócrita que nos duelan sus consecuencias en el ámbito de la "política politiquera".

Voy a intentar explicar, a partir de experiencias reales de personas reales, por qué motivo el IMV ha causado desconcierto, enfado, desesperación. Aunque no comparto el modelo en que se ha inspirado el IMV, el de las peores rentas autonómicas, no pretendo aquí contraponer otro modelo esencialmente diferente, que requeriría un poder social desde abajo mayor que el que hoy tenemos, sino algo más moderado, y a la vez más radical: poner de relieve que "dentro del modelo" escogido por el gobierno Sánchez-Iglesias se ha optado por la versión más excluyente.

No veo traición en que PSOE o Unidad Podemos no sean "anticapitalistas", eso era evidente, y si lo fueran no gobernarían España; pero sí es traición a las aspiraciones sociales más urgentes el no haberse atrevido a hacer una modesta reforma, perfectamente compatible con el capitalismo, en beneficio de la población empobrecida y, de paso, del resto de la población, pues casi nadie saldrá indemne de la catastrofe social en marcha. Han hecho una "ley IMV", pero ¡cómo la han hecho!

Por el tipo de actividad social que hago conozco cada mes a decenas de personas que quieren pedir el IMV, o que no quieren pero que en Madrid se ven obligadas a hacerlo porque el gobierno Ayuso-Aguado les quita la RMI (renta autonómica) si no lo hacen. Y ya empiezo a encontrar personas que han recibido resoluciones de denegación en las que no se aclara la causa, etc. Estas personas tienen miedo, están indignadas, las desbordan unos procedimientos complicados y la dificultad de moverse en unas administraciones públicas que siguen semicerradas. Y cuando se enteran de que es muy probable que se la denieguen por no cumplir requisitos insensatos, sienten que les han tomado el pelo. Y sí, ¡se lo han tomado!

Puede estarse de acuerdo con ellas (yo lo estoy) o se puede pensar que exageran, que dentro de algún tiempo lo verán de otra manera. Lo que no se puede es ignorar lo que sienten y seguir adelante con el "plan" sin pararse a escuchar, a entender lo que dicen, a revisar lo hecho. A mí me sorprende muchísmo que personas cercanas al gobierno y conocedoras del IMV, cuando se les pide una explicación de por qué la renta garantizada en 2020 para familias monoparentales con ocho miembros es menor que la que se garantiza a una familia no monoparental de cinco miembros, pongan cara de sorpresa y que, tras comprobar que es cierto, digan "eso se nos ha pasado". Agradezco la sinceridad, pero no comprendo que tres meses después de haberse publicado el RDL 20/2020 aún nadie en los ámbitos gubernamentales parezca haberse dado cuenta de algo tan relevante. Las frases hechas, los "no dejaremos a nadie atrás", la retórica, nos aburren, no nos emocionan, no nos apasionan, no nos ilustran, nos hartan. No somos un electorado, somos una multitud, un pueblo, un país, somos la clase social del trabajo y del esfuerzo para salir adelante bajo la losa del capitalismo, que conlleva la apropiación privativa de la riqueza social por unos pocos.

Todo hace pensar que el RDL 20/2020, y el proyecto de ley actualmente en tramitación en el Congreso, se ha escrito desde un desconocimiento total de la vida real de millones de personas empobrecidas en los barrios populares, de su creciente vulnerabilidad habitacional, de la destrucción de toda seguridad ante el futuro. En estos barrios lo que se dice desde el gobierno suena tan "marciano" como cuando oyen que se les recomienda, de ser necesario, confinarse en tu propia vivienda, en una habitación exclusiva y con baño propio.

Aunque yo tampoco podría confinarme así, porque sólo tenemos una habitación y un baño, esa vida precaria no es mi vida, yo estoy jubilado y cobro una buena pensión. No tengo piso propio pero vivo en el de mi pareja, tampoco coche pero no lo quiero, no sé conducir. Y tengo algunos ahorros. Así que nada de demagogia, mi vida se parece más a la de quienes han escrito la "ley IMV" que a la de quienes solicitan el IMV, aunque vivo en la zona más pobre de un barrio popular. Pero sí he intentado conocer algo de esa "vida de las otras". Algo he aprendido. Voy a intentar compartir ese pequeño "algo"; no hablando en nombre de las personas empobrecidas, como hacen quienes quieren ser "tribunos de la plebe", sólo hablando en mi nombre, de lo que he visto y de lo que me han contado personas que lo viven o que también intentan conocerlo en mi barrio o en otros barrios.

* El 15 de junio se abrió el plazo de solicitud. En aquel momento, sólo se podía pedir por vía telemática, tras conseguir la documentación requerida, convertirla en ficheros informáticos y tener acceso por Internet a la aplicación preparada para ello. Pero un alto porcentaje de la población que necesitaría el IMV carece de los medios materiales y de las habilidades infomáticas necesarias. En nuestros barrios han medrado locutorios que se ofrecen a hacerlo, a un precio bastante caro, y no siempre haciéndolo bien.

* Más tarde empezaron a abrirse oficinas de la Seguridad Social (CAISS) y quienes "estábamos en el ajo" empezamos a saber que también se podía hacer la solicitud desde las oficinas de correos por el sistema ORVE, aunque la web de la Seguridad Social sigue diciendo que se puede hacer por correo ordinario, lo que es un disparate porque no obtienes justificante. Sin embargo, y más allá de que obtener cita en los CAIIS no es nada fácil y puedes tirarte días intentándolo, para solicitar el IMV hay que aportar documentación que dan otros entes administrativos, otro "calvario". Esas dificultades las ilustra muy bien el certificado de la Dirección General de la Policía sobre tiempo de residencia legal en España, requerido a todas las personas extranjeras pese a que la "ley IMV" no lo cita como documentación a aportar. No sólo cuesta más de siete euros por persona, yo conozco a una familia que ha tenido que gastar en ello 50 euros que eran para su comida de toda la semana, sino que muchísimas familias han pasado semanas y semanas intentando obtener cita sin conseguirla. Puedo dar fe que desde el 15 de junio comprobé casi todos los días si se podía conseguir cita... y hasta el 17 de agosto nunca se podía, y cuando la hubo era para varios días más tarde desde luego, con el riesgo de que si no te has enterado de que previamente hay que pagar la tasa cuando acudas a la cita te dirán que tienes que hacerlo y que pidas luego de nuevo cita.

* Todo esto ocurría y ocurre bajo una presión abusiva, pues las familias veían que no conseguían pedir el IMV pero a la vez sentían que corría mucha prisa porque si hacían la solicitud antes del 15 de septiembre les pagarían desde el 1 de junio. En la Comunidad de Madrid el gobierno Ayuso-Aguado azuza desde atrás enviando miles de cartas amenazando con suspensiones o extinciones de la RMI (la renta autonómica) si no se desmostraba en 10 días habiles que ya se había pedido el IMV.

* La inquietud crece al conocerse la extraordinaria lentitud de la toma de resoluciones, tanto más grave porque la "ley IMV" establece que se entenderá denegada la solicitud si no se produce resolución en el plazo de tres mes. Lo que preocupa más porque, si has hecho la solicitud vía telemática, el justificante que se obtiene ¡no lleva la fecha de la solicitud! Y no fue muy tranquilizador que el ministro Escrivá dijese ya el 10 de julio que se denegarían la mitad de las solicitudes.

* Las por ahora pocas resoluciones siguen llegando gota a gota, y muchas de ellas incurren en el oscurantismo que el Defensor del Pueblo achacó a la Comunidad de Madrid por no informar claramente de las causas de denegaciones. ¿Como reclamar tu derecho si te dicen que se te deniega el IMV por incumplir requisitos? ¿Cómo lo hace una persona que no vive con ningún familiar suyo pero le dicen que no le dan el IMV porque pertenece a otra unidad de convivencia pero decirle cuál? Aunque no me da igual que gobiernen tales o cuales, porque unos son peores que otros, en todos los gobiernos y en todos los procedimientos administrativos encontramos el mismo desprecio hacia las dificultades de la población ante procedimientos absurdos, incomprensibles, hechos como si todo el mundo fuéramos abogados o cosas similares. Ese desprecio se refleja hasta en los detalles más pequeños: ¿por qué el RDL 20/2020 dice que la renta garantizada en 2020 para una persona sola es 461,50 euros al mes, y en Internet dice que 461,53? ¿por qué nadie explica por qué, pese a la supuesta existencia de un complemento de monoparentalidad, resulta que la renta garantizada a una familia monoparental de cinco o más miembros es menor a la garantizada a las demás familias del mismo tamaño? ¿por qué en el RDL 20/2020 las definiciones de unidad de convivencia o de persona sola en el caso de vivir con otras personas no parientes son incomprensibles? ¿por qué el impreso de solicitud (papel) sólo contempla como posibilidades habitacionales vivienda propia, en alquiler, cedida o en usufructo, cuando la precariedad habitacional toma hoy muchas formas? ¿acaso no entienden que una persona sin techo o que ocupa una vivienda usurpada a la sociedad por la Sareb o un fondo puede pensar al llegar ahí que la IMV no le incluye y podría renunciar a pedirla?

Estas dificultades administrativas han dejado a muchas familias en el camino, y otras las han sorteado gracias a los espacios de apoyo mutuo vecinal. Pero aún falta lo peor, lo que no puede sortearse, el contenido de la "Ley IMV". Unos requisitos descaramente excluyentes.

* En un piso de tres habitaciones alquiladas en el distrito de Tetuán, Madrid, viven, en una, Sara y sus peques Noemí y Sergio, en otra Nelson y en otra una pareja, Manuela y Carla. Tres familias diferentes, dos como unidad familar y otra persona sola Aunque en esa situación es complicado, todas han logrado empadronarse en esa dirección y todas están en situación de vulnerabilidad económica. Todas necesitan el IMV. Pues no: de forma arbitraria, la "ley IMV" dice que en una vivienda no se pagan más de dos IMV. Una, por ejemplo para Sara y sus peques, que se adelantaron a pedirla. ¿Y el resto? Parece, pero no está nada claro por lo confuso de la norma, que si se ponen de acuerdo en quién lo pide y en cómo se reparten el dinero, se les podría considerar una "familia" de tres, aunque Nelson y la pareja no tienen ningún vínculo. El INSS en vez de garantizar 461,50 euros a Nelson y 600 a la pareja, garantizaría unos 738 euros para ese "revuelto"; claro, el INSS se ahorra unos 300 euros, pero esa situación, económicamente miserable, sólo puede ser fuente de conflictos. Mentes retorcidas quienes han ideado ese artefacto.

* Teresa y Juan viven en Vallecas, tienen en torno a 50 años, se casaron hace unos 30 y desde entonces no se han separado. Su hija Ana, de 28 años, llevaba varios años en Berlín pero volvió a España a finales de febrero de 2020 y se fue a vivir con su madre y su padre, que años antes habían comprado el piso en que viven pero a quienes desde 2010 las cosas les van mal y la Covid-crisis ha sido la puntilla. Deciden pedir el IMV: se lo rechazan porque Ana no lleva un año continuado viviendo en España.

* Amina y Carlos viven en Getafe. Tienen dos hijos menores: Elena y Halim. Todos con nacionalidad española. Desde hace unos meses está en su casa Malak, la madre de Amina, en su país estaba sola y necesitaba que alguien la cuidase. Las cosas van mal, han perdido sus empleos. Solicitan el IMV: se lo deniegan porque Malak forma parte de la unidad de convivencia y, aunque están en ello, aún no ha conseguido la residencia legal. Sí, la "ley IMV" exige que toda la unidad de convivencia tenga residencia legal. Eso no pasa ni en Madrid, la normativa de la RMI sólo exige que la persona titular tenga residencia legal, pero no que la tenga toda la familia. Esto parece más tipo Vox, o, para no exagerar, tipo "que miedo nos da Vox, vamos a quitarles argumentos".

* Juana tiene cuatro menores a cargo, vive en Villaverde. Antes entre la RMI y las prestaciones por hijos a cargo con vulnerabilidad económica salía a una media de 934 euros al mes. Estaba pensando pedir el IMV, porque había oído que había un complemento por tener a los hijos a cargo ella sola. Pero se la conceden de oficio, antes de pedirla, total unos 978 euros, la quitan "los puntos" por hijo pero bueno, son 44 euros más. Pero hace unos días habla con la familia que vive enfrente, una pareja con tres menores, y le dicen que les pagan unos 1015 euros. No lo entiende, ¿por qué le pagan a ella menos, si el tamaño de la familia es el mismo y además decían que a familias como la suya les darían un complemento? Tras mucho llamar a un teléfono de consulta, la dicen que es porque lo pone el Anexo I y no les saca de ahí. Así que se pasa por una red de apoyo vecinal cercana. Y allí la vienen a decir lo mismo pero se lo explican: "según la ley te tendrían que pagar unos 1117 euros, pero han hecho una trampa, porque han puesto que en 2020 no se aplica la ley sino el Anexo I, o sea, la trampa, donde pone que las familias monoparentales de cinco o más miembros tienen menos renta garantizada que las demás familias del mismo tamaño. Y lo más curioso es que, aunque dan una tabla con todos los tipos de familia, a todos les dan lo que dice la ley menos a las monomarentales con cinco o más miembros. Eso del Anexo I lo han hecho sólo para bajar la renta garantizada a las familias monomarentales grandes en 2020, ¡y miedo nos da 2021". Ahora sí lo entiende: lo han hecho porque les da la gana y para ahorrarse dinero a costa de familias como la suya.

* Juan Miguel tiene 18 años y hasta hace muy poco estaba bajo tutela de la Comunidad de Madrid, al cumplir los 18 se encuentra sin trabajo, ni casa ni respaldo familiar. Ha pedido el IMV pero le han dicho que no, que espere hasta los 23 que es la edad mínima, largo se lo fían, luego se rajarán las vestiduras si roba algo o entra el metro sin pagar. Su amigo Moncho, que acaba de cumplir 23 años y de irse a vivir a casa de un amigo, también la ha pedido, pero le han dicho que no, que tiene que llevar tres años fuera de la "casa familiar", así que a esperar hasta que cumpla los 26 años, esperemos que encuentre un trabajillo antes porque a ver qué hace.

* Mercedes tiene 59 años, no ha cotizado nunca a la Seguridad Social porque se pasó la vida cuidando familiares, currando en un pequeño negocio familiar en el nunca la consideraron empleada ni dueña, sino la "Merche que maja es, quédate a comer y toma mil pesetas" y limpiando algunas casas particulares, sin contrato. Ahora vive sola y ha pedido el IMV. Se lo han negado porque la exigen al menos 12 meses cotizados a la Seguridad Social y no los tiene.

Y podría seguir y seguir... Pero con esto es bastante. Sí, están dejando a muchas personas atrás.

En esta situación, cualquier persona que tenga un mínimo de humanidad y solidaridad social (no hace falta que sea de "izquierdas") podrá entender que hay que exigir al gobierno Sánchez-Iglesias que cumpla sus compromisos y que se aproveche la tramitación del IMV como proyecto de ley para rectificar, al menos, sus aspectos más injustos. Es cierto que ese gobierno ha tomado algunas medidas de respaldo social que no habrían tomado Casado-Abascal, pero la población más empobrecida, que son muchos millones de personas, no encuentran ese respaldo.

No quiero terminar sin explicar el vergonzoso y carroñero comportamiento del gobierno Ayuso-Aguado en Madrid. El RDL 20/2020 les daba la posibilidad de actuar como pasarela entre las familias beneficiarias de RMI y la Seguridad Social proponiendo para IMV a aquellas que pudieran cumplir los requisitos, lo que habría evitado miles de solicitudes y aligerado la tramitación. No lo han hecho.

El RDL 20/2020 también les daba la posibilidad de que la RMI complementase, al menos parcialmente, al IMV, dado que son rentas insuficientes por separado. De hecho, la plataforma RMI TU DERECHO les hizo una propuesta en ese sentido, sencilla y que no requería mucha inversión. La rechazaron.

¿Que han hecho entonces?

En primer lugar, quitar directamente la RMI a casi todas las familias a las que la Seguridad Social concedió el IMV de oficio, sólo en julio extinguió más de tres mil por esa causa, con lo que consiguió pagar dos millones de euros menos que en junio. Esa decisión es irregular, pues ese IMV de oficio es transitorio, sólo hasta que acabe 2020, y lo que corresponde reglamentariamente es una suspensión temporal.

En segundo lugar, empezaron a enviar cartas a las familias beneficiarias de RMI exigiendo que en un plazo de 10 días hábiles entregasen el justificante de haber solicitado el IMV y ¡la resolución de la Seguridad!, cuando saben que conseguir pedir el IMV en 10 días es casi imposible y que la Seguridad Social tiene un plazo de tres meses para resolver y que incluso puede no hacerlo y dejar que se entienda denegada la solicitud. Posteriormente, ante la protesta social, dejaron de pedir la resolución pero siguieron dando 10 días para entregar justificante de solicitud. Han enviado miles de cartas amenazadoras de este tipo.

En tercer lugar, tienen muy bloqueada la concesión de nuevas RMI y el levantamiento de suspensiones, con la excusa de que quieren evitar "cobros indebidos" por duplicidad de prestaciones.

En cuarto lugar, ya han llegado algunas cartas a familias que están esperando la resolución sobre el IMV en las que se viene decir, con el oscurantismo habitual, que se les suspenden cautelarmente la RMI porque sospechan que ya están cobrando el IMV, volviendo a las andadas y exigiendo, en el mismo plazo de diez días, la copia de solicitud de IMV y ¡la resolución de la Seguridad Social!

En definitiva, el gobierno Ayuso-Aguado quiere liquidar el sistema autonómico de rentas mínimas y convertirlo en algo residual destinado sólo a quienes cumplen los requisitos para la RMI pero no para el IMV (por ejemplo, podrían ser familias en las que la persona titular de RMI es española o tiene residencia legal pero en las que hay una persona sin residencia legal, o jóvenes que han estado tutelados por la Comunidad de Madrid, etc.)

Esta es la situación. Sólo desde la unión, organización y movilización de las clases populares y de todas las personas solidarias podremos hacer frente a la que se nos ha venido encima de nuevo, cuando no habíamos salido de la anterior. No podemos esperar que los gobiernos nos saquen las castañas del fuego. No podemos callar ante lo injusto sólo porque lo haga un gobierno que no es el peor de todos los posibles. Hacer el juego a Casado y a Abascal no es exigir de inmediato mejoras claras en el IMV, hacer el juego a Casado y a Abascal es callar ante los abusos, esperar que alguien resuelva los problemas, negarnos a entender que si no actuamos autónomamente respecto al "espacio de los políticos" no hay salida. Porque, en realidad, lo que los políticos pueden hacer está, incluso en el mejor de los casos, muy limitado por el verdadero poder, el de los grandes poderes económicos, el de los más privilegiados. Y a ese poder hay que desafiarle desde abajo, desde la sociedad, desde nuestra pluralidad y desde nuestras diferencias pero sumando para lo que es interés común, votemos lo que votemos. Lo demás es retórica y "juego de tronos".