Trasversales
Sacha Ismail entrevista a Marko Bojcun

¡Autodeterminación para Ucrania!


Revista Trasversales número 57, enero 2022 web

Original en inglés:

https://www.workersliberty.org/story/2022-01-11/self-determination-ukraine


Marko Bojcun es escritor y periodista independiente, y fue profesor en la New York University en Londres. Entre sus libros están The Workers’ Movement and the National Question in Ukraine: 1897-1918 and Towards a Political Economy of Ukraine. Colabora con la Campaña de Solidaridad con Ucrania



La crisis actual puede verse desde varias perspectivas, inmediatas o a más largo plazo. Ucrania ya lleva ocho años en guerra. La gente está muriendo todos los días, 14.000 soldados y civiles ucranianos han muerto. No sabemos cuántos del lado ruso. Hay 1,9 millones de desplazados internos, obligados a abandonar la Crimea ocupada por Rusia o el este de Ucrania. Mientras tanto, la guerra está drenando la economía ucraniana y el presupuesto estatal, socavando aún más los sistemas de seguridad social, educación y salud. Esto por no hablar del impacto en Rusia, cuyo gobierno no revela el número real de sus propias víctimas mortales.

Creo que existe una gran probabilidad de que esta guerra se convierta en algo aún más serio.

El proyecto ruso de expansión imperialista regional y el proyecto estadounidense de integrar Europa Central y Oriental en su propio orden internacional chocan entre sí en la frontera oriental de Ucrania. El problema no va a desaparecer hasta que se supere esa rivalidad imperialista. No creo que las grandes potencias la superen con acuerdo que deje de lado a los ucranianos. La autodeterminación de Ucrania como nación y como estado

La cuestión clave es la de la autodeterminación para Ucrania como nación y como estado.

¿Hay algún tipo de simetría en las amenazas que sufre Ucrania?

No. La agresión militar ha venido del lado ruso: la ocupación de Crimea y su incorporación a la Federación Rusa en contra de la voluntad de la mayoría de su población, la presencia de tropas rusas en la frontera, el apoyo a los movimientos separatistas en las provincias ucranianas Lugansk y Donetsk. El objetivo del estado ruso es obligar al estado ucraniano a subordinar su política exterior, militar y económica a Rusia.

Por otro lado, el apoyo militar occidental a Ucrania es minúsculo. El apoyo occidental proviene en realidad de las instituciones financieras internacionales, que han otorgado préstamos muy grandes al gobierno ucraniano y a empresas privadas. Su objetivo básico es mantener en marcha los pagos por esos préstamos. Hay pocas inversiones productivas en la economía ucraniana a menos que estén vinculadas a empresas occidentales que adquieran activos y expatríen sus ganancias.

Entonces, ¿cuál es el problema con la pertenencia a la OTAN?

La OTAN dice que la membresía está abierta a Ucrania, pero Ucrania no ha sido invitada a unirse. Un país no puede ser admitido en la OTAN si tiene una disputa territorial interna sin resolver. La membresía de Ucrania en la OTAN no está en la agenda.

Rusia afirma que la OTAN es una amenaza para su seguridad porque los estados de la OTAN han suministrado, por ejemplo, misiles antitanque y drones que se utilizan para defender la frontera contra la incursión rusa. Eso es un apoyo mínimo. Destacados líderes de la OTAN en Europa han dicho que no acudirían en defensa de sus propios estados miembros en el Báltico si son atacados por Rusia, y ciertamente no lo harían por Ucrania o Georgia.

Lo que Putin realmente quiere es que los estadounidenses establezcan una relación bilateral directa para llegar a un acuerdo sobre Ucrania. Idealmente, quiere que los estadounidenses presionen al gobierno ucraniano para que acepte una entidad estatal, las llamadas Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk, dentro de su territorio y que respondan ante el estado ruso.

¿Cuál es el actual proyecto estadounidense en Europa?

Ya no es el que era después de 1989 o después del colapso de la URSS en 1991, cuando EEUU estaba extendiendo su área de influencia hacia Europa Central y Oriental, dominando la política exterior de estados europeos a cambio de su integración económica en el mercado mundial a través de la Unión Europea. No creo que haya pruebas de que EEUU presione más hoy a través de la OTAN o la UE para ir más lejos, ni ninguna prueba de que tenga la capacidad militar o la voluntad política de hacerlo en torno a Ucrania, no de que tenga un proyecto coherente más amplio para eso. Sin embargo, Rusia sí tiene la capacidad militar, la voluntad política y un proyecto propio y coherente para incorporar a Ucrania a su esfera.

Algunos en la izquierda comparan la capacidad militar de EE.UU en términos generales con la de Rusia y China y dicen que EEUU es absolutamente dominante como potencia global. No estoy de acuerdo con esa forma de plantear la cuestión. No se puede ser todopoderoso en todas partes a la vez. Además, lo que es decisivo es la situación actual, el equilibrio de fuerzas en Ucrania y en la región de Europa del Este.

¿Por qué el conflicto se está agudizando ahora?

Putin cree que Ucrania no es una nación, que el estado ucraniano es una especie de ficción política y que los ucranianos no tienen derecho a la autodeterminación. Ve a los ucranianos y a los bielorrusos como parte de la nación rusa. Ya lo dijo en la cumbre de la OTAN de 2008 en Bucarest y ha vuelto a decirlo en el ensayo de 5000 palabras que escribió en julio de 2021. Creo que quiere terminar su tiempo de gobierno con el legado de haber reincorporado Ucrania a la esfera de influencia rusa, por lo menos. Putin ha dicho que el colapso de la Unión Soviética fue la mayor catástrofe del siglo XX; quiere revertirlo reconstituyendo el estado ruso como gran potencia. Necesita subordinar a Ucrania a su proyecto de expansión regional porque el territorio de Ucrania, su mano de obra, las industrias de procesamiento de materias primas y sus instalaciones de tránsito de petróleo y gas proporcionan a los bancos y grandes empresas rusas su ruta más importante hacia los mercados y las inversiones de capital y las tecnologías europeas. Es fundamental para la acumulación de capital. Alemania es la fuente más importante de inversión de capital en Rusia y el destino de gran parte de la inversión extranjera directa, del comercio y de los préstamos rusos. Es una relación de la que también dependen muchos otros países del mercado único de la UE. Es por eso que las grandes empresas alemanas continuaron presionando tras bambalinas para una rápida resolución de "la crisis de Ucrania".

En términos de exigencias inmediatos, Rusia no exige la propiedad de Ucrania, ni siquiera de las regiones orientales, mientras que sí insiste en que Crimea es su territorio. Para los territorios que hoy se encuentran bajo las "repúblicas populares" de Lugansk y Donetsk tiene más sentido permanecer como partes de Ucrania, donde pueden servir como plataformas desde las cuales impulsar las políticas internas y externas de Ucrania.

Putin y otros argumentan que Ucrania es parte de Rusia de una forma más general, como parte del "mir ruso", el mundo ruso, tal como ellos lo ven. Sin embargo, creo que quieren avanzar hacia una situación en la que ese objetivo general pueda hacerse realidad de forma más concreta.

Putin podría estar en el poder durante mucho tiempo, podría morir en el cargo, pero en este momento supongo que piensa que el gobierno de Biden es débil y está bajo presión, tanto internamente y en términos de su posición en el mundo, como por ejemplo mostraría la retirada de Afganistán peor también, de manera más amplia, el retroceso mundial de la influencia estadounidense. Putin juzga que este es el momento de actuar para llegar a un acuerdo con los estadounidenses pasando por encima del estado ucraniano y de su pueblo.

¿Qué dice la izquierda en Ucrania?

La izquierda en Ucrania es pequeña y está dividida entre varios grupos pequeños, en su mayoría organizados en torno a publicaciones. No estoy seguro de que sea posible describir una realidad coherente. Se están realizando diversas actividades. En el este de Ucrania hay un Grupo Oriental de Derechos Humanos, dirigido por Pavel Lisyansky, que está documentando la represión en los territorios ocupados por Rusia, la criminalización de quienes se oponen a la ocupación, la supresión de la lengua y la cultura ucranianas en el sistema educativo. Mientras tanto, el gobierno ruso está dando a las personas en estas áreas la ciudadanía rusa, más de 802.000 pasaportes entregados hasta la fecha. Está transportando personas a través de la frontera a las provincias rusas para votar en sus elecciones nacionales. Miles de mineros, trabajadores del acero y otros han obtenido trabajo y las autoridades les han ayudado a establecerse en varias partes de la Federación Rusa. Se niegan los derechos democráticos elementales, incluidos los derechos de los trabajadores a la auto-organización y la representación independiente.

En Crimea hay una persecución salvaje de los tártaros de Crimea y muchos de quienes resisten o critican la ocupación son enjuiciados y encarcelados. Constantemente se mete en prisión a muchas personas, especialmente a tártaros de Crimea. Existen importantes problemas ambientales en Crimea como resultado de la rápida construcción de bases militares rusas en ese territorio. Hay una aguda escasez de agua. Los ministros del gobierno ruso han reconocido que solo el 40% de los habitantes de Crimea participó en el referéndum de 2014 para unirse a Rusia. La proporción de personas que apoyan la anexión de Crimea por parte de Rusia es aún menor hoy que en 2014 como resultado del daño político, ambiental, económico y cultural que se produjo como resultado de la anexión. Los grupos de izquierda, los grupos democráticos liberales y los grupos nacionalistas ucranianos trabajan para documentar este tipo de injusticias. Hay grupos que ayudan a los desplazados internos, a refugiados extranjeros que ahora viven en el país o están de paso, a comunidades en la primera línea de la guerra que necesitan alimentos, ropa, techo y documentación para sus pensiones y otros beneficios sociales, así como a soldados desmovilizados con lesiones duraderas y traumatismos, que están luchando por reintegrarse a la vida civil.

La organización Movimiento Social en Kyiv, Kharkiv y Kryviy Rih está involucrada en conflictos laborales. Se realizan y publican investigaciones para informar sobre la deslocalización masiva de ganancias y la evasión de impuestos por parte de las grandes corporaciones, nacionales y multinacionales, que continuamente empobrecen el sistema de salud, la educación y el bienestar social. Hay una campaña en marcha en este momento para impedir un cambio total en la legislación laboral. El parlamento ucraniano está reescribiendo el código laboral de la era soviética, socavando y destruyendo la protección laboral y el derecho a la representación sindical.

La guerra no es en modo alguno la única causa de los males del país. Pero la guerra, sin duda, ha atenaza y socava la capacidad popular para reproducir los requisitos económicos, sociales y psicológicos necesarios para una vida normal.

¿Qué dice la izquierda sobre la guerra en sí?

Hay grupos que se oponen a la ocupación rusa de Crimea y a su apoyo a los movimientos separatistas del Este, exigiendo la retirada total de las fuerzas rusas. Sin embargo, también hay una izquierda estalinista, como la hay en el Reino Unido, grupos que hablan el idioma de la izquierda pero que no se oponen al imperialismo ruso. No estoy seguro de qué tendencia es dominante. Ambas son muy pequeñas.

En mi opinión, la posición correcta para los socialistas es que la cuestión del este de Ucrania y Crimea es un asunto que debe resolver el pueblo ucraniano, no algo en lo que los gobiernos extranjeros tengan derecho a interferir. ¿Qué diría yo si fuera ciudadano de Ucrania? Obviamente, tiene que haber alguna forma de reconciliación entre los grupos opuestos que se han desarrollado en el este de Ucrania durante un largo período, grupos con diferentes perspectivas sobre las sociedades en las que viven. Pero estas negociaciones solo pueden ser significativas si hay una retirada total de las fuerzas rusas de esa zona y de Crimea. ¿Cómo se puede negociar entre dos o más grupos cuando alguien sostiene un arma por encima las negociaciones? No se pueden resolver las cosas democrática o pacíficamente si la coerción es un ingrediente del proceso.

La acción militar ucraniana en las zonas orientales es abrumadoramente defensiva. El estado ucraniano no comenzó esta guerra. No hay tropas ucranianas ni fuerzas apoyadas por Ucrania en territorio ruso. Ucrania nunca amenazó a Rusia. Es todo al revés.

Hay una minoría rusa en Ucrania, importante, un 20% en total y además está concentrada precisamente en esas dos partes del país. Pero los rusos han estado allí durante más de 150 años; son parte de la sociedad. No han sido discriminados como minoría. Al contrario, históricamente han sido una minoría privilegiada en Ucrania. El idioma y la cultura ucraniana fueron discriminados en el imperio ruso y luego en la URSS desde la época de Stalin hasta el final de la era de Brezhnev. Recomiendo leer Internationalism or Russification? de Ivan Dziuba, una crítica a la política soviética sobre las nacionalidades. No doy crédito a los argumentos de que los rusos en Ucrania se enfrentan hoy a su discriminación como minoría nacional.

Los gobiernos de las "repúblicas populares" de Luhansk y Donetsk no son gobiernos independientes. Son designados y financiados por la Federación Rusa. Sus políticas son establecidas por el gobierno ruso. Hay instituciones dentro de los ministerios rusos que son responsables de administrar estas llamadas repúblicas. Cuando al estado ruso no le gusta quién los dirige, los reemplaza, y cuando no puede, los asesina.

¿Cuál es el carácter del gobierno ucraniano?

Bueno, hay un parlamento electo y una presidencia, es un sistema fuertemente presidencial. Hay una gama de partidos políticos que, en general, son instrumentos de poderosos grupos financieros y oligárquicos. No existe un partido de masas socialdemócrata o del movimiento obrero. Sin embargo, contrariamente a las fantasías de la izquierda pro-rusa en Occidente, la extrema derecha es una fuerza bastante marginal. Ha atraído no más del 2,3% del voto popular en cualquier elección nacional. Compare eso con Alemania, con Austria, con Francia.

¿Cuáles son los debates en Ucrania sobre la guerra?

Creo que es importante observar la opinión pública popular, que no necesariamente se refleja bien en el parlamento. El sentimiento predominante en la sociedad ucraniana es el deseo de paz y el fin de la guerra. Siempre hay un debate sobre cómo lograr esta paz. El presidente Zelensky ha dicho que está dispuesto a negociar con Rusia para poner fin a la guerra. Una proporción significativa de la sociedad apoya esa idea. Hay desacuerdos en el seno de la sociedad y entre los partidos políticos sobre qué tipo de plataforma debe utilizarse para llevar a cabo las negociaciones. Algunos creen que los acuerdos de Minsk II [2015] son ​​una base satisfactoria para negociar el fin de la guerra y reincorporar el este de Ucrania al cuerpo político de Ucrania. Otros los rechazan y señalan que Ucrania se vio obligada a aceptar ese acuerdo después de la intervención militar de Rusia. Introdujo gobiernos autónomos que socavaron la soberanía de Ucrania. Luego hay elementos nacionalistas y de extrema derecha que argumentan con vehemencia en contra de cualquier negociación con Rusia hasta que se retire por completo. Es comprensible que algunos elementos de la izquierda argumenten algo similar, mientras que otros toman la posición opuesta, por lo que es bastante complicado.

¿Cuál es tu opinión?

Depende de qué se trate en la negociación. Por ejemplo, debería haber negociaciones sobre el intercambio de prisioneros de guerra. Está el tema de los presos políticos en Rusia que han sido encarcelados por protestar contra la guerra de Rusia; obviamente, es un tema que la izquierda rusa y la sociedad rusa deben abordar, pero creo que es legítimo que la parte ucraniana lo plantee también.

Es necesario que haya una retirada negociada de las fuerzas militares de las zonas donde se desarrollan los combates. No solo un alto el fuego sino una retirada a una distancia significativa de la frontera y la creación de una zona de exclusión aérea. Principalmente deben retirarse las fuerzas rusas, pero también podría haber una retirada de las fuerzas ucranianas para permitir un acuerdo de paz. En última instancia, Ucrania debe recuperar el control de su lado de la frontera original con Rusia. Ha habido intentos de hacer esto antes, pero siempre han fallado. Se suponía que primero sería la retirada de las armas más pesadas, luego las de mediano alcance, y así sucesivamente. Pero todo eso se hace trizas, con cada lado culpando al otro. En cualquier caso, es evidente que no se puede hacer sin negociaciones.

Pero en cuanto a los compromisos políticos internos y a las leyes que rigen la sociedad ucraniana, el estado ruso no debería desempeñar ningún papel, ya sea directamente o a través de las "repúblicas" de Luhansk y Donetsk. Esas cuestiones deben ser competencia exclusiva del pueblo ucraniano, para que las resuelvan sus representantes electos. Es un básico criterio de autodeterminación.

Podría haber fuerzas de mantenimiento de la paz desplegadas en la región para ayudar a poner fin a los combates. Lógicamente, dichas fuerzas deberían estar estacionadas a lo largo de la frontera original de Ucrania con Rusia y todas las fuerzas y armas extranjeras deberían retirarse del escenario de guerra. Pero Rusia insiste en que no está participando en la guerra, que quiere facilitar el fin de los combates como parte neutral, en lo que define como un conflicto interno en Ucrania. Sobre la base de estas afirmaciones de su neutralidad, insistirá en contribuir con tropas rusas a las fuerzas de mantenimiento de la paz de la ONU y en ubicar estas fuerzas dentro de Ucrania a lo largo de las líneas de separación entre los estados separatistas y el ejército ucraniano. Eso simplemente preservaría la confrontación y permitiría a Rusia seguir abasteciendo a los pequeños estados separatistas a través de su actual frontera común. Los ucranianos dicen con razón que Rusia es parte del conflicto, lo que significa que no puede ser parte de una fuerza de mantenimiento de la paz bajo las reglas de la ONU. Pero la guerra de Ucrania es con Rusia, que ha armado a la insurgencia separatista. Si Rusia dejara de armar y de apoyar a las "repúblicas" de Luhansk y Donetsk, el conflicto podría resolverse por medios pacíficos.

¿Existe una tensión entre defender la paz y defender la autodeterminación de Ucrania?

No contradice la autodeterminación decir que sería bueno que no se matara gente todos los días, que se redujera el nivel de tensión, que se acabara con la sangría económica. En este momento hay jubilados que tienen que cruzar todos los meses el frente de guerra para recoger sus miserables y pequeñas pensiones. Las necesidades básicas de las personas sólo pueden restaurarse si hay paz.

En Estados Unidos se habla de “sanciones” contra Rusia para disuadirla de invadir Ucrania. ¿Cuál es su evaluación de esto y qué debería decir la izquierda al respecto?

Considero que esas palabras significan que EEUU no intervendrá militarmente en nombre de Ucrania y que su amenaza de sanciones económicas en realidad está dirigida a otra parte. Esta es una señal codificada para Rusia de que EEUU puede impedir la puesta en marcha del gasoducto Nord Stream 2 [de Rusia a Alemania, sin pasar por Ucrania]. En otras palabras, puede usar la crisis de Ucrania para dañar las relaciones económicas ruso-alemanas, lo que encaja con su más amplia estrategia europea de mantener distanciados a esos dos países. No veo ningún interés en que la izquierda tome cualquier posición frente a tal amenaza. Más bien, debería hacernos ver la necesidad de desarrollar nuestra propia estrategia para preservar la paz en Europa, para transformar las relaciones entre sus pueblos sobre la base de los valores que defendemos.

¿Qué es probable que suceda a continuación y qué debería hacer la izquierda a nivel internacional?

Necesitamos un movimiento internacional para poner fin a esta guerra. ¿Quién en la izquierda se unirá a tal movimiento contra esta guerra? Bueno, en muchas partes del mundo la izquierda está muy debilitada y profundamente dividida. El campismo, que se pone del lado de un bloque de poder sobre otro como el más "progresista" en lugar de ponerse claramente del lado de los oprimidos, es una enfermedad que ha debilitado la autoridad moral de la izquierda y su capacidad para hablar sobre todo tipo de temas. Pero en la medida en que podamos hablar de "la izquierda", tenemos que alejar nuestro relato de los objetivos e intereses de los estados para situarnos en lo que está viviendo la gente en Ucrania y Rusia como resultado de la guerra. La gente muriendo, la gente desplazada, cuatro millones de ucranianos obligados a trabajar en el extranjero porque no pueden conseguir trabajo en su propio país en parte como resultado de la guerra. Necesitamos hablar sobre todo esto y tener un relato que se centre en la gente, no en las grandes potencias, y sobre esa base encontrar formas de apoyar a la gente de manera práctica. A nivel internacional, la izquierda debería estar construyendo un movimiento contra la guerra para detener a las grandes potencias que alimentan la guerra.

En cuanto a lo que sucederá a continuación, a partir del 12 de enero representantes de Rusia y EEUU iniciarán conversaciones. El objetivo principal de Putin es forzar una solución pasando por encima de los dirigentes del estado ucraniano y del pueblo ucraniano. Si logra obtener de los dirigentes estadounidenses concesiones significativas en ese sentido, estará complacido. Lo mínimo que pretende es conseguir que los dirigentes estadounidenses persuadan o coaccionen a los ucranianos para que retrocedan hasta los acuerdos de Minsk y para dejar a Crimea completamente fuera de la agenda.

Hay cosas que los rusos podrían conceder para salirse con la suya. A los estadounidenses les preocupa que los rusos y los alemanes fortalezcan su relación y que marginen cada vez más a los EEUU de la política y la seguridad europeas. Como mencioné, está el problema del oleoducto Nord Stream 2, que fortalecerá en gran medida la cooperación económica ruso-alemana una vez que esté en pleno funcionamiento. Si los rusos llegan a un compromiso, por ejemplo, para mantener el gas circulando a través de Ucrania así como a través del nuevo gasoducto, los estadounidenses podrían acceder a presionar a Ucrania para que vuelva a negociar con los separatistas, para que abandone Crimea definitivamente o acepte más limitaciones en su soberanía. Por lo tanto, EEU. y Rusia podrían tratar de resolver la crisis en sus propios términos mientras luchan por ganar o mantener una ventaja en Europa.

Sin embargo, si miras la historia del siglo XX, las grandes potencias nunca han resuelto realmente los conflictos que involucran a estados más pequeños y naciones sin estado. No resolverán el conflicto ucraniano sin los ucranianos, que no aceptarán el statu quo. Han tomado la decisión de ser un pueblo independiente. Resistirán. El conflicto sólo puede resolverse con su participación directa. A menos que se resuelva, me temo que tiene el potencial de llevar a una escalada a y socavar seriamente la paz en Europa.