Trasversales
Luis M. Sáenz

Con Ucrania, contra Putin

Revista Trasversales número 57 febrero 2022 web

Textos del autor en Trasversales



Ni con el gobierno ucraniano (u otro gobierno), ni contra Rusia (u otro país). Pero sí con Ucrania contra Putin.

Muchos presentan las amenazas de Putin a Ucrania como un nodo más de la tensión geoestratégica EEUU-Rusia. Gran parte de la "izquierda" y sectores de extrema derecha opinan que Putin no amenaza a Ucrania, sino que Ucrania amenaza a una Rusia que reacciona frente a provocaciones de la OTAN y EEUU. Lo que sigue es una opinión antagónica a esa y mi respuesta a la decisiva pregunta comprometida formulada por Hal Draper ¿De qué lado estás? [1], contrapuesta a la pregunta reaccionaria ¿Con qué bloque estás?

1. La esencia de la crisis ruso-ucraniana no son las tensiones entre EEUU y Rusia. Rusia no amenaza con invadir o bombardear EEUU, sino con invadir o bombardear Ucrania. Nadie amenaza con invadir Rusia. Lo que desata y singulariza esta crisis es la enorme acumulación de tropas obedientes a Putin y de armas llevadas a las fronteras de Rusia con Ucrania, y ahora también a la frontera de Biolorrusia y Ucrania, a unos 110 kilómetros de Kiev, así como las evidentes amenazas que acompañan esos movimientos, amenazas que pueden seguir presentes aunque haya retiradas parciales de tropas. Rusia utiliza esta crisis de cara a unas negociaciones con Biden en las que Ucrania no pinte nada, como Afganistán no pintó nada en las negociaciones Biden/Talibán, pero la operación contra Ucrania expresa una inequívoca voluntad expansionista de reconstruir "espacio vital" para una Rusia imperial [2], en la traza de la Rusia zarista y la URSS estalinista, reivindicadas ambas por Putin, que por ello persigue con saña a la organización de memoria y derechos humanos Memorial [3]. Putin quiere matar dos pájaros de un tiro: amedrentar a Ucrania, ganar bazas geoestratégicas. No es descartable que con sus amenazas (y ataques) a Ucrania en general tenga como objetivo inmediato consolidar definitivamente la "rusificación" de Crimea, Sebastopol y el Donbass, sin renunciar a las aspiraciones a anexionar a Rusia toda Ucrania.

No sé si Rusia lanzará otro ataque contra Ucrania, pero es un riesgo presente, ya como conquista de más territorio ucraniano adicional al invadido en 2014, ya con bombardeos y otros ataques para amedrentar a Ucrania hasta que acepte subordinarse a Rusia. Impedir esa agresión sin que Ucrania tenga que someterse a los caprichos de Putin es lo más urgente. Paz no es lavarse las manos cuando los poderosos aplastan a los débiles.

2. Todo intento de parecer equidistante es colocarse del lado de Putin. Los que ponen en primer plano las tensiones (no bélicas por ahora) entre las fuerzas relativamente simétricas de Rusia y EEUU, por delante del muy asimétrico conflicto (bélico desde 2014) Rusia-Ucrania, favorecen a un matón super-armado con ansias imperiales. No es el único matón en el escenario mundial, pero sí es el que amenaza a Ucrania, como el matón estadounidense fue el que invadió Irak en 2003 y el matón chino se empeña en doblegar a las y los habitantes de Hong Kong. Una posición independiente y crítica ante esos matones, que no son los países sino sus gobiernos y sus oligarquías, no se expresa culpando de todo siempre al mismo matón ni culpando de todo a ambos, sino culpando a cada uno de lo que es culpable cuando corresponde.

No hay ningún indicio de que el gobierno ucraniano, con política antisocial, antisindical y pro-oligárquica, piense atacar locamente a Rusia, donde domina un híbrido de despotismo estalinista (que ya no necesita decirse "socialista") y capitalismo salvaje. Si Ucrania ha movido tropas y se prepara para una movilización de la población civil es una acción defensiva legítima dentro de un desequilibrio de fuerzas muy en favor de Rusia. Acciones defensivas y preventivas a las que tienen derecho. El temor a la invasión o a los bombardeos está justificado.

Ucrania tiene razones para sentirse amenazada, además de los precedentes históricos. Putin no para de decir que Ucrania ES rusa. La desproporción de fuerzas es colosal. Ucrania no tiene armas nucleares; las tuvo, y muchas, pero renunció a ellas a través del memorando de Budapest en 1994, bajo el compromiso de que Rusia, Estados Unidos y Reino Unido no atentarían contra su integridad territorial ni contra su soberanía:

"Los Estados Unidos de América, la Federación de Rusia, el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte y Ucrania, celebrando la adhesión de Ucrania al Tratado sobre la no proliferación de las armas nucleares en calidad de Estado no poseedor de armas nucleares, teniendo presente el compromiso contraído por Ucrania de eliminar todas las armas nucleares de su territorio dentro de un plazo determinado, (...) confirman lo siguiente: 1) Los Estados Unidos de América, la Federación de Rusia y el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte reafirman su compromiso con Ucrania, de conformidad con los principios del Acta Final de la CSCE, de respetar la independencia y soberanía de Ucrania y sus actuales fronteras. 2) Los Estados Unidos de América, la Federación de Rusia y el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte reafirman su obligación de abstenerse de toda amenaza o uso de la fuerza contra la integridad territorial o la independencia política de Ucrania y de no utilizar jamás ninguna de sus armas contra Ucrania salvo en defensa propia o por otra razón de conformidad con la Carta de las Naciones Unidas".

En 2014 -y ahora- Ucrania seguía sin armas nucleares, pero, aprovechando (y reaccionado contra) la rebelión social ucraniana conocida como Euromaidán o Europlaza, la Federación rusa con la colaboración de corrientes "pro-rusas" dentro de Ucrania invadió y se anexionó Crimea y la "ciudad federal" de Sebastopol, y apadrinó, provocó, sostuvo militarmente y sostiene la separación de los territorios hoy etiquetados como "repúblicas populares" de Donetsk y Lugansk, fantoches de Putin. Algunos pasan por alto este hecho o lo llaman "división" del país, y otros lo presentan como un conflicto interno a Ucrania y un ejercicio de autodeterminación; no pienso que las fronteras de los estados deban ser inmutables opinen lo que opinen los habitantes de sus territorios, y eso es aplicable a Ucrania y a Rusia (donde Chechenia, anexionada a Rusia tras dos brutales guerras, podría querer autodeterminarse), pero la injerencia e invasión armada por otro Estado, en este caso despótico, no es la manera para resolver esas querellas.

El pueblo ucraniano se siente amenazado con razón; la invasión no es una hipótesis sino un hecho que amenaza con expandirse. Ucrania tiene el derecho a armarse, a buscar alianzas que puedan protegerle y a recabar apoyo de otros estados, nos guste o no como lo haga. La OTAN es un pretexto para Putin, como las armas de destrucción masiva lo fueron para Bush, Blair y Aznar en 2003. Ucrania no es miembro de la OTAN ni hay signos de que ésta quiera acoger a ese país; hace muy poco Borrell, Alto representante de la UE para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, dejó claro que "esta propuesta hoy por hoy no está sobre la mesa". La OTAN ni siquiera ha acogido a Ucrania en el programa Membership Action Plan, limbo para estados aspirantes a los que se considere "no maduros" para entrar en la OTAN. En cuanto al armamento adquirido por Ucrania a EEUU parece (no soy experto en la materia) ser defensivo: "...se limitan a misiles portátiles antitanque y antiaéreos, vehículos rodantes, radares defensivos, lanchas patrulleras lanzamisiles y equipos de vigilancia. Estados Unidos no ha proporcionado armas pesadas o de largo alcance" [4].

La idea de que la OTAN quiere lanzar ahora una guerra contra Rusia no está fundada. Menos aún la de que lo haría para proteger a Ucrania. Todos sus mensajes están diciendo que para ellos "Ucrania no vale una guerra". La apertura de una desquiciada guerra entre EEUU y Rusia, la iniciase quien la iniciase, respondería a intereses más mezquinos o a la desmesura de tales o cuales gobernantes. No descarto, por el contrario, que Biden intente mercadear con Ucrania para reducir la presión sobre países vecinos a Rusia que sí son miembros de la OTAN. La retirada del personal diplomático estadounidense de Kiev indica la escasa disposición de Biden a defender a Ucrania; de los "republicanos" ni hablemos, dada la connivencia Trump-Putin, que cuentan ambos con la simpatía de gran parte de las derechas extremistas de todo el mundo, y no por causalidad, dado que tienen mucho en común y en cierta manera forman parte de una misma tendencia ultrareaccionaria que se abre paso en el mundo con velocidad.

No estamos por ahora ante ningún exceso "occidental" en el apoyo a Ucrania frente a esta amenaza, más bien se vislumbra una "solidaridad" muy timorata. Son muchos los motivos para enfrentarse a los gobernantes de EEUU y para criticar el papel de la OTAN, pero entre ellos no se encuentra que usen a Ucrania para "amenazar" a Rusia. Toda presión sobre el gobierno español o la UE, o sobre EEUU y la OTAN, que parezca decir que se está dando demasiado apoyo a Ucrania aumenta la posibilidad de guerra de Rusia contra Ucrania y fortalece a Putin. A partir de ahí, las consecuencias serían imprevisibles, porque las guerras se sabe cómo empiezan pero no cómo terminan. Por ejemplo, la II Guerra Mundial comenzó con el Pacto Ribbentrop-Mólotov de septiembre de 1939, por el que Alemania se quedaría (y se quedó) con Polonia occidental y la URSS con Polonia oriental, los estados bálticos, partes de Rumanía y, de forma fallida, Finlandia, y ya sabemos como evolucionó después. No se trata de hacer futurología. La tarea por la paz ahora es tratar de impedir que Putin agreda a Ucrania y que si lo hace le vaya lo peor posible en ello, con el menor daño posible a la población ucraniana y rusa.

3. Rusia no está ni puede sentirse amenazada por Ucrania. Si los Estados más poderosos del mundo sólo quieren tener a su alrededor territorios siervos, esa es su patología, no su derecho. Que tantos "izquierdistas" y parte de la extrema derecha presenten a Ucrania o a los estados bálticos como amenaza contra Rusia es escandaloso. El que los quisquillosos líderes de una gran potencia se sientan "amenazados" no excusa invadir países. Vale para Rusia hoy y valió para Estados Unidos cuando en 1982 se sintieron tan "amenazados" que invadieron la pequeña Granada con la excusa de que Bishop "Había ofrecido liberalmente su isla para la proyección del poderío militar soviético en el hemisferio". ¿Justificaría un ataque militar de la OTAN contra Kazajistán el que este país es miembro de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC) liderada por la Federación Rusa, cuyas tropas acaban de intervenir en Kazajistán para aplastar revueltas populares contra una dictadura aún más infame que la de Putin? Pues el que Ucrania pudiera querer ser parte de la OTAN tampoco justifica agredir a ese país.

Las operaciones de intimidación sobre Ucrania no son defensivas, tienen aliento "imperial", como también tienen ese aliento los dirigentes de EEUU y China, en modalidades que combinan de forma diferente aspiraciones hegemonicistas, económicas y territoriales, siendo las rusas las más abiertamente "territoriales". No sé si Putin invadirá una parte adicional o total de Ucrania o si no ocurrirá, pero las ambiciones imperiales de Putin incluyen a Ucrania entre sus objetivos. Putin ha declarado y escrito muy recientemente que Ucrania es una parte de Rusia, en un enfoque que tiene bastante que ver con las políticas imperiales de gran potencia europea en el siglo XIX. Para Putin todo lo que estuvo en la URSS debería ser parte de Rusia, y los países que estuvieron en el Pacto de Varsovia deberían estar en su órbita de influencia. En estos momentos Ucrania es el eslabón más débil, como país con ingresos medios bastante bajos, con importante fuga de población, crisis económica, fuga de capitales, con un 17% de población de origen ruso, con temores justificados a agresiones rusas, etc. Mañana podrían ser los estados bálticos, pero eso ya son palabras mayores, porque esos países son miembros de la OTAN. No es el caso de Ucrania, en la que, más que estar apasionada por entrar en la OTAN, lo que podría sentir buena parte de su población es algo así como "a cambio de renunciar a las armas nucleares, nos garantizaron nuestra integridad; y cuando esa integridad ha sido violentada, nos decís que sólo podríais defendernos si fuéramos miembros de la OTAN, donde no nos dejáis entrar".

4. La OTAN es una antigualla peligrosa, como lo es la OTSC, y la Unión Europea debería tratar de articular una política y una estructura común de defensa y seguridad, dado que nada apunta que a medio plazo vaya a progresar una tendencia hacia el desarme y la desmilitarización, lo que requerirá movimientos sociales poderosos en los países clave en ese aspecto. Sin embargo, desde España, un país no amenazado militarmente por Rusia, en el que la entrada en la OTAN se aprobó en referéndum aunque nos doliese a bastantes, en el que los sondeos de opinión dan un 70% favorable a permanecer y en cuyo Congreso hay una mayoría pro-OTAN al menos cercana al 80%, deberíamos pensarlo dos veces antes de descalificar a países que fueron parte de la URSS o del glacis de ésta en base a que tengan prevenciones serias ante el expansionismo reanimado por Putin y eso les incline a buscar refugio en la OTAN. Si en América Latina se hablaba del temor a estar "tan lejos del cielo, tan cerca de Estados Unidos", un temor similar es aún más razonable en el Este de Europa, especialmente en los países ex-URSS a los que Putin considera "de Rusia". Lo que ha llevado a parte de estos países a integrarse en la OTAN, o a querer integrarse, no es una voluntad de agresión a Rusia ni un ánimo expansionista, sino un sentimiento defensivo. Esa decisión o esa intención puede juzgarse equivocada desde aquí, pero no puede darse por bueno que sirva de excusa para agresiones rusas; el que Ucrania esté o no esté en la OTAN no puede ser aceptado como pre-condición para que Ucrania no sea agredida ni como excusa para que lo sea. ¿Hay alguna razón razonable para que, por ejemplo, algunos hagan campaña para que Ucrania no entre en la OTAN pero no tengan problemas para ser parte del pro-atlantista gobierno de España, salvo que consideren que los derechos de los países deben limitarse en función de la zona de influencia a la que debieran someterse?

La política de Putin y las ambigüedades calculadas de quienes se niegan a condenar las amenazas a Ucrania no ayudan a que Ucrania deje de considerar la posibilidad de integrarse en la OTAN para contar con un paraguas protector. Las compañeras y compañeros socialistas del Movimiento Social de Ucrania, que no son pro-OTAN, han señalado, con razón, que "Luchamos por una Ucrania pacífica y neutral, pero para ello el Kremlin debe poner fin a su política imperialista agresiva y se debe dotar a Ucrania de garantías de seguridad más serias que el Memorándum de Budapest, flagrantemente pisoteado por la Federación Rusa en 2014". Pedir que Ucrania se sienta neutral respecto a un muy poderoso Estado invasor y cuyos dirigentes no paran de negar su derecho a existir como nación y como estado es una insensatez, es el "pacifismo" del indiferente ante las víctimas de la guerra, el "pacifismo" del "no nos metamos en líos". Y más absurdo resulta pedírselo desde España poniendo por delante de todo el que ni siquiera se faciliten armas a Ucrania; es legítimo hacerlo, sí, es un punto de vista hispano-centrado en el mejor de los casos (en otros es "putinesco"), pero quienes lo hacen desde España y se oponen a que Ucrania se capacite para autodefenderse no pueden pedir también a Ucrania que no gestione las alianzas que considere para fortalecer su capacidad defensiva.

Es por esto por lo que no puedo compartir algunos de los usos que se está haciendo del "No a la guerra" que nos alzó en 2003 contra la invasión de Irak. Aquel "no a la guerra" quería decir "no a la invasión de Irak" y se enfrentaba a Bush, Blair y Aznar, sin por ello apoyar al criminal Sadam. Fue un "no a la guerra" similar -con mucho menos riesgo- al de quienes hoy se atrevan, con mucho coraje y enfrentándose a Putin, a decirlo en Rusia. Pero este manido "no a la guerra" actual no es "no a la invasión de Ucrania", sino que nos habla de acumulaciones de tropas a "ambos lados de las fronteras", de "división del país" sin citar la invasión rusa de 2014-2022, de que Rusia se siente amenazada ignorando que Ucrania está amenazada, de que la primera causa de lo que ocurre es el "incremento sin precedentes del apoyo militar de diferentes países occidentales al Gobierno de Ucrania" [5]. No se trata de decir "Sí a la guerra", claro que no quiero la guerra, lo que ocurre es que un "no a la guerra" que no es "no a la guerra contra Ucrania" sino algo así como "ningún apoyo a Ucrania frente a las agresiones de Putin" no es pacifista ni neutral por mucho que se hagan rogativas por la paz en el mundo. En Ucrania podrían sonar más bien como un anticipado "Requiescat in pace".

5. Como el problema principal es que Putin ha dado pasos cualitativos en la intensificación de la guerra contra Ucrania, las tareas principales son oponerse a ello. Esto es, hoy todo lo que se refiere a la situación en esa zona debe empezar con un "Alto a las agresiones y amenazas de Putin contra Ucrania". Ese es el "no a la guerra" que trabaja por la paz. Su objetivo no es hacer la guerra a Rusia, ni que EEUU y Rusia entren en una guerra suicida para la humanidad. Su objetivo es evitar la guerra de Rusia contra Ucrania, si se puede, y si estalla dar el máximo apoyo posible al pueblo ucraniano para ponerla fin lo antes posible con el menor coste humano posible, pero también sin que Ucrania tenga que rendirse ante el más fuerte o que, si no le queda otro remedio que hacerlo, sea en las mejores condiciones posibles para poder en el futuro recuperar su independencia.

Esto es, hay que tomar partido. Insisto, no con el gobierno ucraniano, neoliberal y antisocial, reaccionario en suma y poco democrático en su hacer, aunque sin alcanzar el grado de despotismo y de represión criminal de la oposición establecido por Putin. Pero hay que disolver el fantasma según el cual Ucrania sería un antro de fascistas. En Ucrania hay fascistas y nacionalistas extremistas, como en Rusia; y, al igual que en Rusia, en la guerra y en la violencia armada los extremistas fanáticos suelen obtener una influencia y una impunidad mayor a su peso electoral, pero, pese a eso, en las últimas elecciones, 2019, los fascistas y la extrema-derecha ucraniana ni llegaron al 2,5%, por cierto mucho menos de lo que la extrema derecha está consiguiendo en España y eso sin contar al "ala Ayuso" del PP, con paradojas desconcertantes como que tanta "izquierda", ante el subidón de Vox en las elecciones de Castilla y León, se engañe y entretenga irresponsablemente felicitándose de la supuesta "hostia" que se habría llevado Casado.

6. Desde el "Manifiesto por la paz y para evitar una nueva guerra en Europa: desescalada y diálogo, no al envío de tropas ni armamento a Ucrania" [5] se pide explícitamente que no se envíen tropas a Ucrania y también que no se envíen armas a Ucrania, se culpa de la escalada al apoyo militar occidental a Ucrania, se habla sin distinción de despliegue de tropas a ambos lados de la frontera "ucraniana" (en realidad, frontera ruso-ucraniana), se cuestiona que Ucrania y Georgia puedan integrarse en la OTAN, se dice que la Guerra Fría y la OTAN son etapas superadas pero no se cita a la OTSC, se habla de Ucrania como país dividido pero no se dice nada de la invasión rusa que lo dividió, y no hay ni una sola crítica a la actuación del gobierno ruso ni una sola exigencia explícita dirigida a él. Sus redactores y firmantes lo han evitado con gran cuidado.

Hoy, en Ucrania, el agresor es Putin y el Estado ruso. No soy pro-OTAN ni es ese el modelo de seguridad que quiero para Europa. Estoy por el diálogo para evitar la guerra. Pero la guerra actual en esa zona, la que existe desde 2014 y la que pudiera estar en ciernes ahora, es la guerra de Putin contra Ucrania. Creo que hay que proteger a Ucrania de la agresión y que quienes podemos pensar así en España contra corriente aspiramos a formas de solidaridad en las que pudiera apoyarse Ucrania, directas desde abajo o influyendo en las acciones de nuestros gobiernos y de la UE, alzando un clamor social contra la invasión de Ucrania. Creo que esto es hoy extremadamente difícil. El campo social contra la guerra de Putin y en apoyo de Ucrania independiente es muy pequeño por ahora, pues gran parte de la "izquierda" no-PSOE es pro-Putin y los dirigentes de PSOE y PP, aunque condenan las amenazas contra Ucrania, no se van a salir del estrecho marco de lo que decida Biden. Sin embargo, aunque sea "clamar en el desierto" no hay que callarse. Ucrania tiene derecho a defenderse. Quien tiene derecho a defenderse tiene derecho a pedir apoyo. Y si alguien, persona, comunidad o país, tiene derecho a defenderse y a pedir apoyo, dar ese apoyo también es un derecho. Como casi todos los derechos, dentro de unos límites, aquellos que si se sobrepasan convierten a la víctima en verdugo. Pero, en sus relaciones con Rusia, no tendría ningún sentido decir hoy que Ucrania ha superado esos límites, lo que no quiere decir que en los ocho años de guerra la parte ucraniana no pueda haber cometido actos infames y crímenes de guerra condenables, como también los cometió en España 1936-1939 el bando antifranquista, sin que por ello pudiera decirse que tanto daba una cosa como la otra.

No seré yo quien pida a la OTAN que ataque a Rusia, ni que entre en guerra con ella desde Ucrania; de hecho, ni siquiera en el caso de que esas acciones pudieran tener efectos colaterales positivos, como por ejemplo los tuvo la invasión de la Camboya polpotiana por Vietnam o los ocasionales y escasos apoyos indirectos de EEUU a las milicias kurdas combatientes contra ISIS [y por ahora no parece ser ese el caso], tendría sentido pedirlo, ya que esas decisiones no se tomarían porque se lo pidiésemos sino desde intereses mezquinos, no por razones éticas o solidarias, y su desarrollo sería incontrolable desde abajo. Pero lo que sí puedo decir es que a mi entender España y UE deberían estar del lado de Ucrania con mayor claridad y con un protagonismo propio no subordinado a EEUU, que Ucrania tiene todo el derecho a armarse en estas condiciones y que no veo ninguna razón para pedir que no se le den armas mientras no se dice ni una sola palabra del colosal armamento de Rusia, o para que se rajen las vestiduras porque el gobierno español envíe al Mar Negro (sin invadir aguas rusas) un cazaminas y una fragata mientras no consideran amenaza el brutal despliegue de tropas rusas en las fronteras de Rusia y Bielorrusia con Ucrania en tanto no pasen la frontera. En cada momento no es sólo importante lo que dices, sino también la elección hecha sobre de qué hablar. Una verdad a destiempo puede ser una maniobra de distracción.

Se trata de la vida de millones de personas, que no nos emborrachen las palabras bonitas carentes de contenido. Hay que esforzarse en la desmilitarización del mundo. Pero el desarme de pequeños estados cercanos a grandes potencias armadas hasta los dientes para mayor tranquilidad de éstas no es desmilitarización. Hay que esforzarse por la paz, pero la paz no es el sometimiento a los poderosos. Opino que Ucrania tiene derecho a armarse y que ayudarla a ello sería justo, opino que Ucrania -o cualquier otro país- no debería dotarse de armamento nuclear, pero no son los dirigentes de Rusia los que pueden decírselo mientras no renuncien ellos a las armas nucleares. Opino que todas las formas pacíficas de presión ahora, antes de que la guerra entre en una nueva fase, son legítimas, las diplomáticas, las económicas, el apoyo a la defensa ucraniana, etc., y que no está mal que se usen sino que deben usarse de forma responsable y midiendo las consecuencias.

Soy consciente de que en muchas ocasiones los "malos acuerdos", las concesiones, las componendas, son mejores que violencias prolongadas o resistencias numantinas. Por ejemplo, los Acuerdos de Dayton para Bosnia Herzegovina fueron malos e injustos, pero mejores que la continuación de una matanza brutal. Puede ser que Ucrania se vea forzada a hacer nuevas cesiones provisionales a Rusia, y estará en su derecho como lo estará a negarse y resistir hasta donde sea capaz si lo que haga nace de la decisión de su población y no se desliza hacia prácticas criminales o genocidas. Pero es indigno que quienes no somos las víctimas olvidemos la diferencia entre ellas y sus verdugos (en cada caso y situación, pues víctimas pueden ser verdugos y verdugos pueden ser víctimas). Sería indigno que yo, que no soy partidario de la OTAN como no lo soy de otras muchas cosas, me pusiera a decir justo ahora que para evitar la guerra Ucrania debe comprometerse a no entrar nunca en la OTAN, porque Ucrania tiene derecho a decidir entrar (si la aceptasen) en la OTAN o no hacerlo, sin que esa decisión, fuese la que fuese, justificase que Putin la agreda.

7. No hay solución "milagro". Heridas profundas dejan cicatrices duraderas. Lo inmediato, lo extremadamente urgente, es que Putin ponga fin de inmediato a las amenazas y al despliegue de tropas en las fronteras de Rusia y Biolorrusia con Ucrania. Ese es el "programa mínimo" inmediato de una actitud por la paz en la zona. Si no se pide eso, se colabora con Putin.

A partir de ahí, queda mucho más. ¿Qué pasa con el Donbass? ¿Pasarán pronto a integrarse en la Federación Rusa, quedarán como "repúblicas" títeres de Putin o hay un futuro en el seno de una Ucrania reunificada, multiétnica y sin invasores? El Movimiento Socialista de Ucrania propone "La retirada completa de las tropas rusas del Donbass. Uno de los mejores medios de presión sobre los líderes de la Federación Rusa sería la incautación de las propiedades y activos de los oligarcas y funcionarios rusos en Londres y otros lugares" y "garantías para la observancia de los derechos humanos de quienes vivieron en la 'República Popular de Donetsk' o en la 'República Popular de Lugansk', así como la aprobación de una ley de amnistía para quienes no hayan cometido crímenes de guerra". ¿Que pasará con Crimea y Sebastopol?, asunto hiriente y aún mucho más difícil de resolver porque ya son territorios anexados a la Federación Rusa que no parece dispuesta a soltarlos. No hay fórmulas milagrosas y el futuro no está escrito.

El socialismo ucraniano combate por el derecho de Ucrania a su independencia y a la vez combate contra las políticas antisociales del gobierno de Ucrania, con propuestas como la revisión del curso socioeconómico de reformas neoliberales destructivas o como políticas humanitarias más inclusivas y progresistas en Ucrania. El socialismo ruso debería combatir contra las agresiones a Ucrania y contra el capitalismo salvaje putiniano. Poco más puedo decir desde tan lejos, con conocimientos muy limitados y alejado de los peligros.

Lo que no voy a hacer es decir a Ucrania lo que debe hacer para no "merecerse" las agresiones rusas. Lo que sí voy a hacer, aunque apenas tenga consecuencias, es decir que mi "no a la guerra" hoy es "no a las agresiones de Putin contra Ucrania, retirada de las tropas rusas de las fronteras con Ucrania, salida de las tropas rusas de los territorios invadidos en 2014". Consciente de que lo urgente es parar esta amenaza de agresión, de inmediato, y que lo demás, si va bien, llevará tiempo y esfuerzos. ¿Cómo? No lo sé, solo sé "de que lado estoy" en este conflicto. En el futuro, podré estar en otro, por ejemplo si un gobierno ucraniano comete abusos o violencias contra la población de origen ruso.

Esa es la virtud del "tercer campo". Estar con la gente, con quienes sufren abusos, no estar con tales o cuales poderes, bloques o gobiernos. Y hablar sin complejos, aunque sí con miedos y dudas, diciendo lo que se opina de una situación dada sin tener que excusarse hablando de otras muchas cosas. Por ejemplo, soy anticapitalista pero el tema de este artículo no es el capitalismo, aunque todos los estados metidos en este conflicto lo son, unos menos despóticos que otros y todos bastante "salvajes" en su capitalismo. Pretender que la solución (parcial) al conflicto Rusia-Ucrania es anticapitalista es hablar por hablar, en la medida de que quienes concebimos algún horizonte difuso al que pudiéramos llamar "socialismo libertario" o como queramos debemos ser conscientes de que la humanidad debe afrontar, aunque sea con parches, problemas decisivos para la especie humana en un plazo mucho más corto y en el escenario global de un mundo capitalista ante el que no aparece otra alternativa creíble porque hemos desprestigiado las que antes nuestro otras y otros intuyeron. Tal vez sólo tomando esos retos actuales en serio las nuevas generaciones puedan sacar del barro, posiblemente con otras palabras y con otras referencias, las dignas aspiraciones del socialismo del siglo XIX, pervertidas en el siglo XX y en siglo el XXI. Nada más importante cuando a través del planeta se van ampliando aceleradamente las filas de la insolidaridad humana en las que confluyen quienes temen que las y los más pobres minen sus privilegios aunque estos sean pequeños, quienes desde todas las clases sociales se muestran resentidos ante el empuje igualitario de las mujeres, quienes creen que los defectos de las "democracias defectuosas" se arreglarán con autoritarismo y dictadores, quienes a través de la pandemia se han dejado arrastrar por un burdo irracionalismo egoísta, quienes se llenan de odio racista o de nacionalismos agresivos.

Tal vez, ante esto, las viejas generaciones, posiblemente incapaces ya de dotar al nuevo mundo de algunas de las nuevas voces que necesita, tengamos que guiarnos en lo que nos queda por hacer, junto a quienes de verdad podrían cambiar y reorientar algo a mejor este mundo en las próximas décadas, por algunas ideas muy sencillas y que teníamos bastante olvidadas: "libertad, igualdad, solidaridad" y "la especie humana es la Internacional", sin más aparataje ideológico.



Notas

1. http://www.trasversales.net/i15hald.htm

2. Utilizaré, tanto para Rusia como para EEUU, el término imperial en vez de imperialista, ya que el concepto de imperialismo en el sentido de Lenin o Hilferding apuntaba a la entrada en una nueva época estructural -no "política" ni de coyuntura- del capitalismo bastante alejada del concepto de capitalismo en Marx, más confirmado -parcialmente- en los hechos y en la teoría. El término "imperial", por el contrario, hace referencia, aunque en un contexto más capitalista que nunca, a fenómenos presentes en diversas épocas, más ligados a los comportamientos de "gran potencia" en busca de "zonas de influencia" que a la idea de una "nueva fase" del capitalismo. El capitalismo no se ha transformado en imperialista tras ser colonialista. Simplemente, el capitalismo y su estructura de Estados son imperiales

https://rolandoastarita.blog/2011/03/23/imperialismo-en-lenin-analisis-critico

3. https://www.memo.ru/en-us/

https://memohrc.org/en

4. Paul Masson en...

https://ukrainesolidaritycampaign.org/2022/01/03/russian-ukraine-who-is-the-aggressor/

5. "Manifiesto por la paz y para evitar una nueva guerra en Europa: desescalada y diálogo, no al envío de tropas ni armamento a Ucrania", en el que se elude citar el riesgo de agresión rusa a Ucrania y la ocupación actual de una parte del territorio por Rusia.

https://www.sinpermiso.info/textos/manifiesto-por-la-paz-y-para-evitar-una-nueva-guerra-en-europa-desescalada-y-dialogo-no-al-envio-de