Trasversales
Denys Pilash

Solidaridad, decencia, socialismo: en memoria de Marko Bojcun

Denys Pilash es politólogo y editor de la revista Сommons



Revista Trasversales número 62 abril 2023

Versión en ucraniano

Traducción al ingles: Pavlo Bryzhatyi

Traducción al castellano: Trasversales



El 11 de marzo de 2023 falleció nuestro amigo y camarada de Commons Marko Bojcun, conocido especialista en economía política, economista, politólogo, historiador del movimiento obrero y activista de los movimientos de izquierda y de solidaridad con Ucrania. Desempeñó un papel importante en mantener viva la llama de la izquierda ucraniana y en entregarla, a través de emigrantes y disidentes, a la Ucrania actual.

Durante los últimos años de su vida, que duró 72 años, estuvo gravemente enfermo de cáncer y a pesar de eso siguió trabajando y nunca perdió el optimismo de la voluntad para tener el mayor impacto posible. Su obra magna, que se basó en su tesis doctoral ("Movimiento obrero y cuestión nacional en Ucrania: 1880-1920"), fue escrita en 1985 se fue ampliando significativamente con la inclusión de fuentes previamente no disponibles y de nuevas investigaciones.

Se publicó primero en ucraniano; en la web de Commons hay una reseña también en ucraniano. Fue publicado también en ingles, como The Workers’ Movement and the National Question in Ukraine en una serie de libros sobre Materialismo Histórico (Brill, 2021).

Esta fundamental investigación sobre las transformaciones sociales a principios del siglo XX en lo que fue el territorio conocido como Dnieper Ucrania o Gran Ucrania, así como sobre la formación de la conciencia nacionales y de clase y sobre la creación de numerosos partidos socialistas gira en torno a una cuestión clave: el equilibrio entre los objetivos de liberación social y de liberación nacional antes y durante el Revolución Ucraniana.

Pero, muy probablemente, la principal prioridad para Marko fue la participación activa en la red de solidaridad de la izquierda y los sindicatos británicos con Ucrania llamada Campaña de Solidaridad con Ucrania. Esta red conecta a mucha gente, incluido un historiador de la izquierda ucraniana, Christopher Ford, y un conocido parlamentario laborista, John McDonnell, pero habría sido imposible sin Marko. Desde su creación, hace casi diez años, la USC ha hecho todo lo que estaba a su alcance para asegurarse de que en todo el mundo se conozca la verdad sobre los acontecimientos en Ucrania y para apoyar a nuestros movimientos de base.

Gracias a esta campaña y especialmente a Marko, las luchas de los mineros de Krivoy Rog y de los conductores de trolebuses de Kureniv por sus derechos se escucharon incluso en el Parlamento del Reino Unido. Marko dio gran importancia oponerse a los innumerables estereotipos, desinformaciones y justificaciones de la agresión de Putin, apasionadamente compartidas por estalinistas y por otras fuerzas conservadoras dentro de la izquierda. Así que él escribía y hablaba con regularidad, participaba en eventos tanto presencialmente como telemáticamente. Durante la invasión a gran escala, redobló sus esfuerzos para explicar a la izquierda occidental los peligros asociados al imperialismo ruso y la historia de Europa del Este antes y ahora, con el objetivo de obtener apoyo para el pueblo ucraniano a pesar de su enfermedad.

Marko Bojcun nació en Australia, estudió en Canadá y después ha vivido en Reino Unido hasta su muerte, pero, desde que fue posible gracias a la Perestroika, visitaba Ucrania con regularidad. Durante el trascendental año 1968 su familia, que vivía en un pequeño pueblo australiano al borde de un bosque, donde su familia trabajaba en una granja, un ferrocarril y una fábrica, se mudó a una gran ciudad canadiense, pasando de temperaturas de +40 °C a gélidas temperaturas de -20°С

Pero también ocurrieron cambios sustanciales en su entorno político: desde una pequeña comunidad aislada en la diáspora hasta el gran nuevo mundo. El padre y la madre de Marko se conocieron en un campo de refugiados en Alemania: su madre había sido desplazada forzosa desde Eslovaquia a Alemania y terminó en un campo de refugiados; el que sería su esposo había estado luchando para los nazis en la División “Galicia” de las SS : es difícil imaginar nada más lejano a la identidad política de Marko, pero más tarde, cuando se le pidió a Bojcun-padre que informara sobre su hijo izquierdista a la ultraderechista OUN(b) liderada por Stepán Bandera, el padre de Marko se negó y se vio obligado a abandonar su trabajo en el periódico.

Marko perteneció a la generación de jóvenes cuyo despertar político ocurrió en la ola del radicalismo de 1968: protestas estudiantiles y huelgas de trabajadores en Europa y en otros lugares, movimientos contra la guerra y pro derechos civiles en los EEU, revolución contracultural y búsqueda de un "socialismo con rostro humano" para contrarrestar los modelos capitalistas occidentales y burocráticos soviéticos a ambos lados del Telón de Acero, a partir de la Primavera de Praga aplastada por los tanques soviéticos.

Desde entonces, a pesar del nacionalismo conservador de sus progenitores, muchos ucranianos nacidos en la emigración se acercaron al socialismo radical o al anarquismo, convirtiéndose en parte de la ola global de la Nueva Izquierda. En el caso de Marko ese acercamiento fue hacia el trotskismo de la Cuarta Internacional post-reunificación (cuyo teórico fue Ernest Mandel, camarada de Roman Rozdolsky , quien fue quizás el marxista ucraniano más conocido hasta su muerte en 1967) y hacia la escuela de pensamiento del humanismo marxista. Marko fue miembro de la rama canadiense de la IV Internacional hasta 1982, cuando la organización local no fue capaz condenar inequívocamente la invasión soviética de Afganistán.

La diáspora de izquierdas tuvo que luchar tanto contra la hegemonía de la derecha entre la diáspora ucraniana como contra las ilusiones prosoviéticas del movimiento de izquierda occidental. Marko lo explicó brillantemente (2018) en su artículo para openDemocracy . Este problema se hizo más intenso tras el comienzo de la guerra en el Donbas en 2014 y aún mucho más cuando comenzó la guerra ruso-ucraniana a gran escala en 2022,pues muchos izquierdistas occidentales evitan solidaridarizarse con las víctimas de una agresión imperial cuando el agresor no es el imperialismo estadounidense.

Bastantes jóvenes izquierdistas de la diáspora en Canada de izquierda llegaron a ser conocidos representantes de la intelectualidad ucraniana: John-Paul Himka, Bohdan Krawchenko, Myroslav Shkanrdij, Roman Senkus... pero tal vez solo Bojcun estuvo involucrado en el activismo de izquierda hasta el final, dicho esto sin olvidarnos de Halyna Chomiak Freeland (1946-2007), miembro del Nuevo Partido Democrático canadiense y madre de la conocida ministra Chrystia Freeland.

Marco concedió una entrevista a Commons en la que recuerda esos tiempos, su círculo social y contactos con la generación anterior de la diáspora izquierdista. Vale la pena leer su viva y pintoresca descripción de su encuentro en 1975 con Iván Maistrenko, veterano comunista boborista, vestido aún con su vieja capa procedente de los tiempos revolucionarios.

El movimiento estudiantil de izquierda radical prestó mucha atención al apoyo a las minorías étnicas y a la población francófona, así como al internacionalismo y a la solidaridad internacional. La primera manifestación en que participó Marko fue ante el consulado de EEUU (Toronto 1970) contra los disparos de la Guardia Nacional contra los manifestantes contra la guerra de Vietnam en la Universidad Estatal de Kent (curiosamente, uno de los impulsores del movimiento contra la guerra en esa universidad sería otro futuro amigo de Ucrania, Bill Artrell, quien, inspirado por Maidan, dedicó su vida a nuestra gente hasta que murió trágicamente el año pasado en un accidente automovilístico.

Poco después Marko comenzó a fundar los primeros comités civiles canadienses en solidaridad con los presos políticos ucranianos y organizó una huelga de hambre de estudiantes canadienses ucranianos contra la persecución en la RSS de Ucrania en 1972, cuando la ola de arrestos afectó a casi todos los disidentes ucranianos conocidos, en particular a Vasyl Stus, Leonid Plyushch, Danylo Shumuk e Ivan Dziuba, quienes criticaban el sistema desde una perspectiva de izquierda democrática. Como consecuencia de esa huelga de hambre, el propio primer ministro Pierre Elliott Trudeau tuvo que negociar con los estudiantes y plantear la cuestión de los presos políticos en una reunión con su colega soviético Alexei Kosygin.

Durante los diez años posteriores de a, Bojcun estuvo entre los creadores y autores de la revista Diialoh (con artículos sobre Ucrania, análisis críticos y entrevistas con otros miembros del movimiento de liberación), que distribuyeron ilegalmente en la Europa del Este controlada por los soviéticos, junto a otros tipos de literatura allí prohibida (particularmente clásicos marxistas antiestalinistas, novedades del pensamiento de izquierda y folletos revolucionarios). El lema de la revista, “Por el socialismo y la democracia en la Ucrania independiente” acompañó a Bojcun hasta su final.

Fue pionero en el impulso de los estudios ucranianos sobre ciencia política e historia en universidades británicas, que hasta entonces los incluían dentro de los estudios rusos. Primero en la UCL School of Slavonic and East European Studies y después en el Centro Ucrania de la London Metropolitan University.

Desafortunadamente, uno de los primeros estudiantes de Marko que viajó para estudiar en San Petersburgo y en Kiev durante un año sufrió racismo, por ser eritreo, por parte de las fuerzas Unidades Especiales de la Guardia Nacional de Rusia (OMON) y, en Ucrania, por parte de las Unidades de Asignamiento Especial de Milítsiya (Berkut).

Dado su manejo fluido del ucraniano, los productores de televisión británicos invitaron a Bojcun para la filmación de documentales sobre la Perestroika en Ucrania, así como sobre las secuelas del desastre de Chernobyl; una película hecha por él y Anatoliy Artemenko, Children of Chernobyl, recibió premios internacionales y también fue coautor del libro The Chernobyl Disaster. Otros temas tratados en estos documentales fueron la excavación de las fosas de las víctimas de la NKVD en Leópolis o el Movimiento Popular de Ucrania (Rukh) y las primeras elecciones libres.

Así pudo entrevistar a líderes de partido como Leonid Kravchuk e Vladíkir Ivashko, pero estaba más interesado en escuchar voces disidentes, desde Volodymyr Sterniuk, arzobispo de la Iglesia greco-católica ucraniana que estuvo bajo arresto domiciliario, hasta algunos socialdemócratas de Leópolis que le conectaron con Viacheslav Chornovil, dirigente del Movimiento Popular de Ucrania, así como en escuchar a hippie-anarquistas y a mineros en huelga. También habló con gente común cuyas historias de vida únicas se convirtieron en la base de su libro East of the Wall.

En una Ucrania independiente, trató activamente de ayudar, ya sea a nivel oficial, ya sea como consultor sobre políticas e integración en la UE (específicamente, advirtió a los funcionarios del gobierno sobre la insensatez del entusiasmo por el libre comercio y propuso una posición proactiva sobre la exportación de productos ucranianos al mercado de la UE) o desde la base analizando y criticando el capitalismo oligárquico y las tendencias neoliberales, apoyando al movimiento sindical y a la joven izquierda ucraniana renacida tras de su destrucción por el terror estalinista y por su satanización por el capitalismo salvaje.

No es de extrañar que en una entrevista dada durante los primeros años de la crisis mundial de 2008 confiara en que en Ucrania podría revivir un movimiento laboral que luchará por mejores salarios, seguridad social y derechos políticos.

Marko ayudó a publicar varios libros importantes como, por ejemplo, la primera reedición ucraniana, editada por Andriy Zdorov, de "Hacia la ola. Qué está ocurriendo en Ucrania y con Ucrania", llamamiento hecho en 1919 por los denominados "nacional-comunistas" Vasyl Shakhrai y Serhiy Mazlakh; la publicación (2019) en ingles de Borotbism (Ivan Maistrenko, 1954), una de las primeras obras que introdujo a los lectores de lengua inglesa a la revolución ucraniana; la colección de obras y discursos de León Trotsky sobre la cuestión ucraniana (quien probablemente fue el único político internacional que planteó la demanda de una Ucrania independiente en la década de 1930), con prólogo de Marko, que participó en su presentación en Kiev, aunque, junto a su colega historiador ucraniano Yuriy Shapoval, tuvo la desagradable sorpresa de que fue interrumpida por la extrema derecha agresiva, que ya hace más de una década no tenía más argumento que la violencia frente al pensamiento alternativo.

Marko Bojcun participó personalmente en otros eventos organizados por la nueva izquierda ucraniana, como los seminarios de investigación del Centro de Investigación de Cultura Visual y la conferencia "¿Crisis económica o crisis del neoliberalismo?" organizada por Commons. Su artículo Approaches to the Study of the Ukrainian Revolution publicado en el Journal of Ukrainian Studies (1999) nos ayudó a conceptualizar el lugar y singularidad de la revolución ucraniana en los procesos revolucionarios internacionales después de 1917, y el manuscrito de su "Movimiento obrero y cuestión nacional en Ucrania" inspiró a la nueva generación de investigadores de la historia revolucionaria moderna como Hanna Perekhoda.

En cuanto a sus contribuciones científicas sobre temas "urgentes" también ayudaron a comprender la génesis y las contradicciones del capitalismo oligárquico postsoviético. En particular, en su artículo Estrategia de desarrollo y modo de acumulación: el retorno de Ucrania al capitalismo, publicado en el volumen n.° 7 de la revista Commons “Other World”, describió minuciosamente la formación del sistema de acumulación privada de capital de Ucrania y la fusión de la gran burguesía por parte del gobierno de Kuchma, así como los intentos fallidos de las estrategias de sustitución de importaciones y orientadas a la exportación, o el crecimiento de la deuda y los resultados decepcionantes de las transformaciones del mercado para la población.

Sus artículos sobre la Ucrania moderna escritos para una audiencia internacional no fueron menos importantes. Muchos de ellos se incluyeron en una colección recientemente publicada "Hacia una economía política de Ucrania: ensayos seleccionados 1990-2015". Representaron una perspectiva competente y progresista (lamentablemente rara) de la dinámica de los procesos políticos socioeconómicos, electorales, internos y externos de nuestro país. Contrariamente a los esquemas populares entre ciertos izquierdistas occidentales que reemplazaron el enfoque de clase con tropos "geopolíticos", señaló implacablemente la subjetividad de Ucrania y otras naciones que no puede ser borrada por las garras de diferentes imperialistas.

En otro artículo publicado por Commons, Las causas de la crisis ucraniana, Bojcun fue uno de los primeros en intentar un análisis exhaustivo de los orígenes del colapso del régimen de Yanukovych, de la explosión social en Maidan de 2013-2014 y del consiguiente conflicto, pero haciéndolo sin clichés sobre contradicciones “civilizatorias” y “nacional-culturales”, sino en el contexto de una crisis objetiva ligada al tipo de capitalismo que se instauró en la Ucrania postsoviética. Desde el comienzo de la agresión a gran escala del año pasado, Marko, quien nos advirtió anticipadamente sobre el renacimiento del imperialismo ruso, preparó regularmente informes para la Campaña de Solidaridad con Ucrania sobre el curso de la guerra y noticias de la resistencia ucraniana.

Marko será recordado tal y como se le ve en las fotos: con una sonrisa brillante que emite decencia humana y con disposición para actuar, siempre mantenidas pese a todo. Todos los que tuvieron la oportunidad de conocerlo lo recuerdan con cariño como una persona honesta, sencilla y acogedora con una amplia gama de intereses y pasiones. Vale la pena señalar que, además de las ciencias políticas, la economía y la historia, también cultivaba sus uvas y elaboraba vino de manera profesional al ser el fundador de la cooperativa vinícola Hawkwood Vineyard.

Durante más de medio siglo defendió la visión de una Ucrania libre, democrática y socialista, que fue retomada aquí por personas de ideas afines en el nuevo milenio. Su inquebrantable solidaridad dio fuerza a los trabajadores ucranianos ya otros movimientos progresistas. La organización de izquierda Movimiento Social recuerda así a su compañero fallecido, uno de sus maestros: "Incluso una vez que nuestra independencia se consideró un hecho consumado, él nunca dejó de ser una de esas personas que siempre recordaban al mundo la la existencia de Ucrania y su lucha por la libertad… Todos sus esfuerzos se dirigieron a garantizar que nuestro pueblo obtuviera todo el apoyo necesario en su lucha contra la injusticia y el imperialismo, especialmente durante la agresión rusa". Para lograr la victoria de la gente trabajadora ucrania, Marko nunca dejó de trabajar por nuestra causa común hasta el final. Gracias, camarada, por tu trabajo, que nunca cesó, y por la inspiración que marcó el camino de tu vida. Tú memoria seguirá presente en nuestras luchas [Rest in power].