Trasversales
Christian Zeller

La ‘Cumbre Internacional por la Paz en Ucrania’ no favorece la paz

Revista Trasversales número 63 junio 2023 web

Fuente directa: correo enviado por la Red Europea de Solidaridad con Ucrania

Fuente original en alemán: https://emanzipation.org/2023/06/warum-der-internationale-gipfel-fuer-frieden-in-der-ukrainedem-frieden-nicht-zutraeglich-ist/





Texto original (6/6/2023). La "Cumbre"

Los días 10 y 11 de junio se celebrará en Viena la llamada "Cumbre Internacional por la Paz en Ucrania". Esta "cumbre" llama al alto el fuego y a la paz en Ucrania. ¿Pero qué tipo de paz?

El "Llamamiento por la Paz" a la conferencia condena en una primera lacónica frase "la invasión ilegal rusa de Ucrania". Nótese la cuidadosa elección de las palabras. Todas las declaraciones posteriores sirven para trivializar esta misma invasión y relativizar la responsabilidad del régimen de Putin en esta criminal guerra de ocupación. El "Llamamiento" hace a la OTAN parcialmente responsable de la guerra.

Recordemos: la correspondiente ampliación de la OTAN ya se había completado en 2004. Ya en 2010, Putin ofreció a la UE un espacio económico y tecnológico común desde Lisboa hasta Vladivostok. Tras el levantamiento de Maidan en 2013-14, los gobernantes del Kremlin se dieron cuenta de que la gran mayoría de la población de Ucrania se alejaba de su esfera de influencia. Esto marcó el comienzo de la primera fase de la guerra de Rusia contra Ucrania. La invasión total abrió la segunda.

En el llamamiento está ausente la más mínima crítica al régimen de Putin, un régimen que socialistas, feministas y anarquistas rusos califican de fascista o en camino hacia el fascismo. Las razones de la guerra se encuentran principalmente en la dinámica interna de este régimen.

La convocatoria evita cuidadosamente nombrar y exigir la mínima condición previa para la paz: la retirada de las fuerzas de ocupación rusas de Ucrania. Los organizadores de esta conferencia toman abiertamente partido por el régimen de Putin, responsable de esta guerra.

La población de Ucrania aparece en la convocatoria y el programa de la "Cumbre" sólo como víctima. Sin embargo, el factor decisivo en la dinámica de esta guerra es la voluntad de independencia y soberanía del pueblo ucraniano, subestimada en un principio tanto por Putin como por los gobiernos occidentales. Han hecho enormes sacrificios por ellas. Y Ucrania sigue resistiendo: sin independencia, soberanía y amplios derechos democráticos, no es posible una paz real. Esto no sólo es cierto para Ucrania.

La "Cumbre por la Paz" acepta la ocupación rusa de partes de Ucrania. Sus organizadores no dicen ni una palabra sobre el terror cotidiano de la ocupación y la sistemática retórica del exterminio de los medios de comunicación estatales rusos contra la población ucraniana. Exigen negociaciones, principalmente a Ucrania y a "Occidente". Pero, en cualquier caso, ¿qué puede ser objeto de negociación en esta situación? ¿Cuántos millones de personas debe entregar Ucrania a la dictadura de ocupación rusa y a su terror cotidiano para que ésta acceda y cese los ataques?

La paz bajo la ocupación es un contrasentido. Los organizadores de esta "cumbre" argumentan en línea con la narrativa del régimen de Putin. Practican un pseudopacifismo y una geopolítica reaccionaria. Piensan en términos de campos geopolíticos, cediendo ante todo tipo de regímenes autoritarios como parte de un "campo antioccidental", fieles a la lógica de "el enemigo de mi enemigo cumple una función multipolar positiva".

Varios de los oradores previstos para esta conferencia defienden una visión geopolítica "campista" del mundo, dirigida contra las aspiraciones democráticas, emancipadoras y ecológicas de poblaciones enteras. Leo Gabriel, uno de los organizadores, ha apoyado hasta ahora a las llamadas Repúblicas Populares de Donetsk y Luhansk, y les rindió homenaje con una visita amistosa en junio 2019, como parte de una delegación (junto a estalinistas austriacos, italianos y alemanes) a la RDP, creada por el régimen ruso; algunos de los miembros de esa delegación rendieron sus respetos ante la tumba del ex-dirigente de la RDP y antisemita Alexander Zakharchenko.

Esta conferencia no representa una perspectiva seria de paz. Es un golpe contra la sociedad civil ucraniana, especialmente contra sindicatos, grupos ecologistas, socialistas, feministas y anarquistas que resisten -armados o desarmados- a las fuerzas de ocupación del régimen de Putin; es decir, contra la gente con la que nos sentimos especial y solidiariamente asociados,

Entretanto, la ÖGB [Federación Sindical Austriaca], el Instituto Kelman y Attac Austria han retirado su apoyo a esta "Cumbre". Varios oradores también han cancelado su participación en esta conferencia. Entre ellos, Mariia Levchenko, de Ucrania, y Ewa Ernst-Dziedzic, de Austria. Sin embargo, los organizadores siguen incluyéndolas en el actual programa.

Sin embargo, la ÖGB sigue ofreciendo gratuitamente sus instalaciones para a esta pseudo cumbre de la paz. ¿Cómo puede justificarse esto políticamente? La ÖGB debe ponerse del lado correcto. Puede demostrarlo poniendo sin demora estos locales a disposición de una conferencia en solidaridad con la resistencia de los sindicatos y la sociedad civil ucraniana.

La Fundación Rosa Luxemburg sigue apoyando política y financieramente esta conferencia. Con ello demuestra que aún no se ha desprendido de la geopolítica esquemática de tiempos pasados. Nos solidarizamos con la resistencia armada y no armada de la sociedad civil ucraniana y especialmente con las fuerzas progresistas que participarán en el acto del 10 de junio en el centro cultural Amerlinghaus de Viena.

¡Sí al apoyo efectivo a la resistencia ucraniana para acabar con la ocupación rusa!

¡No a una falsa paz que mantenga la ocupación rusa y no al falso pacifismo!

¡Sí a la paz sin ocupación rusa y con plenos derechos democráticos y sociales en una Ucrania soberana!

Sí a una reconstrucción socialmente justa y ecológicamente sostenible de Ucrania en el marco de un proyecto europeo de solidaridad sin ambiciones coloniales!

¡No a la carrera armamentística internacional!


Actualización 8 de junio. La ÖGB tira del freno de emergencia

Nuestra campaña contra la falsa "Cumbre por la Paz en Ucrania" (10 y 11 de junio en Viena), con su programa pro-Putin, empezó siendo pequeña, cobró impulso y se extendió a otros círculos. Ha dado lugar a un resultado concreto: la ÖGB [Federación Sindical Austriaca] le retiró el permiso de uso de sus salas de conferencias el 7 de junio. Los organizadores de la cumbre tendrán que buscar otro lugar. El 6 de junio ya expliqué por qué esta "Cumbre Internacional por la Paz en Ucrania" no favorece en absoluto la paz. Presenté los mismos argumentos en la conferencia de prensa celebrada el mismo día en Viena.

Básicamente, defiendo la postura de que toda posición política (aunque sea muy censurable) debe tener derecho a expresarse públicamente, pero también debe contar con la correspondiente resistencia. En este sentido, la cancelación a última hora del lugar de celebración de la conferencia por parte de la ÖGB también tiene un aspecto cuestionable desde el punto de vista democrático. Yo abogué por un amplio distanciamiento político de la conferencia, no por imposibilitarla.

Respeto los argumentos de los pacifistas serios, pero no la explotación geopolítica de las actitudes pacifistas. Pero ése es precisamente el núcleo de la conferencia. La convocatoria y el programa de la conferencia pretenden restar importancia a la agresión del imperialismo ruso.

Los organizadores quisieron dar pomposamente a su evento un estatus casi diplomático. Anunciando mensajes de vídeo de la vicepresidenta colombiana Francia Márquez y del presidente brasileño Lula da Silva, intentaron dar la impresión de representar las preocupaciones de los Estados del Sur global. El anunciado mensaje de saludo del ex Presidente Federal austriaco Heinz Fischer pretendía dar la impresión de que la conferencia participaba en la gran geopolítica de los Estados. Los organizadores no concibieron en absoluto su "cumbre por la paz" como una reunión de movimientos populares pacifistas que luchan contra las dictaduras, las potencias ocupantes y la guerra –en todas partes y siempre– sino como un acontecimiento que, sólo aparentemente, persigue una geopolítica alternativa contra la hegemonía de "Occidente". Esta orientación hacia la multipolaridad, que también respeta a las dictaduras, dista mucho de ser una perspectiva emancipadora, como señaló claramente la comunista y feminista india Kavita Krishnan.

En principio, todo sindicato tiene el derecho y el deber de poner a disposición sus locales en consonancia con su función social como sindicato. Tanto los organizadores de la conferencia como la ÖGB se metieron con su comportamiento en una situación incómoda, que no podía resolverse de otra manera que con la retirada de las salas de conferencias por parte de la ÖGB.

Los organizadores de la conferencia no han suavizado ni un milímetro su orientación política, dirigida también contra los sindicatos y la sociedad civil ucraniana. Ni siquiera en la frustración de su derrota son capaces de exigir la retirada de las fuerzas de ocupación rusas de Ucrania (véase el reportaje de la ORF). Rainer Braun, uno de los organizadores, se negó explícitamente en una entrevista radiofónica con Ö1 tras la cancelación de las salas por parte de la ÖGB a exigir la retirada de las tropas rusas, porque esa era una exigencia de la OTAN y la OTAN formaba parte de la guerra. Esta orientación no permite malentendidos. Es campismo duro (pensar en campos geopolíticos).

Ningún sindicato que se tome en serio a sí mismo puede apoyar materialmente algo así. No obstante, la ÖGB apoyó inicialmente la conferencia públicamente y, por tanto, políticamente. Sin embargo, después de que cada vez más voces críticas expresaran su indignación, retiró su apoyo político hace quince días, pero siguió poniendo las salas a disposición de la conferencia, al menos parcialmente gratis. Los representantes de la ÖGB argumentaron que la asignación de salas era un acto puramente administrativo y no responsabilidad directa de la ÖGB. Esta postura aparentemente apolítica no convenció a nadie.

Mientras tanto, el Instituto Kelman para la Paz y Attac Austria retiraron su apoyo a la conferencia. Attac Austria se distanció claramente desde el punto de vista político de la declaración final preparada del evento. Finalmente, el proceso de erosión política y personal cobró impulso. Mariia Levchenko (Patrir), de Ucrania, y Ewa Ernst-Dziedzic, política de Los Verdes en Austria, retiraron su participación unos 10 días antes del inicio de la conferencia. Por último, Francia Márquez, Vicepresidenta de Colombia, y el escritor francés Edgar Morin también retiraron sus mensajes de vídeo previamente anunciados. Ambos se dieron cuenta de lo que habían aceptado erróneamente. Ya no podían justificar su participación.

Con el anuncio por parte de los organizadores de la conferencia de que el ex Presidente Federal Heinz Fischer apoyaría la conferencia con un mensaje de vídeo (¿qué le movió a cometer esta estupidez política?), la disputa adquirió una nueva dimensión y llegó finalmente al terreno diplomático. El embajador ucraniano también intervino y se posicionó inequívocamente en contra de la conferencia. Por último, Heinz Fischer tampoco aparece ya en el programa final de la conferencia.

La Fundación Rosa Luxemburg (RLS) ha desempeñado un papel cuestionable. A pesar de todas las protestas, especialmente de sus socios y personal en Ucrania, sigue apoyando esta "Cumbre por la Paz" unilateral. En el programa final, sin embargo, ya no aparece entre los "patrocinadores" de la conferencia, sino sólo como patrocinadora de un panel de debate con ponentes de Europa del Este.

¿Qué ha movido a los responsables de la RLS a comprometerse tan claramente con un proyecto político dirigido contra la autodeterminación de la sociedad ucraniana? Sólo cuando la contrapresión política se hizo demasiado fuerte, salieron discretamente por la puerta de atrás, aunque sólo hasta el umbral. Obviamente, en el último momento, el RLS ya no quería aparecer como el principal sostén dela Cumbre, pero quería mantener su implicación política. Este comportamiento revela desorientación política y oportunismo.

La ÖGB está llamada ahora a aprender de esta experiencia. El esfuerzo sindical por la paz no puede asociarse afuerzas políticas que miran los acontecimientos mundiales a través de lentes geopolíticas, aprobando dictaduras en nombre de un orden mundial multipolar e incluso garantizándoles supuestos intereses legítimos y esferas de influencia.

Los interlocutores de los sindicatos son los movimientos sociales que defienden una perspectiva de base, solidaria y ecológica, en todas partes. Construyamos ahora una campaña conjunta de apoyo a los sindicatos y a la sociedad civil de Ucrania. Sus miembros participan en la resistencia contra la ocupación rusa. Pero también están bajo la presión del gobierno neoliberal de Zelensky, que -entre otras cosas por la presión de los "socios" occidentales- está restringiendo los derechos sindicales elementales, a pesar de que los trabajadores soportan la carga principal de la defensa de Ucrania contra el imperialismo ruso.

En este sentido, presento la siguiente propuesta a la ÖGB: que organicemos –junto con sindicatos y grupos solidarios con la resistencia social en Ucrania contra la ocupación rusa– una conferencia internacional para apoyar a los sindicatos ucranianos y a la sociedad civil en su resistencia contra la ocupación y por una reconstrucción de Ucrania socialmente justa y ecológicamente compatible.

Los organizadores de la "cumbre de la paz" se han buscado su propio fiasco. El proceso de erosión personal y política en el período previo al evento demuestra que los estrategas de una geopolítica sólo en apariencia alternativa, completamente anclados en conceptos reaccionarios de campos geopolíticos ("campismo"), no están consiguiendo hacerse con la hegemonía en la izquierda más amplia. Se trata de una constatación positiva.

La pseudoizquierda que quiere reunirse en Viena para esta supuesta "cumbre de la paz" está históricamente acabada y completamente desacreditada. Listo. ¡Empecemos de nuevo! En el caso de Austria, posible y afortunadamente el impulso que Andi Babler está aportando al Partido Socialdemócrata de Austria (SPÖ) y a las disputas sociales en Austria posiblemente ofrezca un importante punto de partida para este nuevo comienzo.

Abramos un proceso de aprendizaje común con socialistas, anarquistas, feministas y ecologistas radicales de Ucrania, Rusia y toda Europa para desarrollar una perspectiva común para una transformación ecosocialista revolucionaria desde abajo en todo el continente, basada en la solidaridad global.

Estamos dando un modesto paso en esta dirección con nuestro acto del 10 de junio a las 18 horas en la Amerlinghaus de Viena. Quienes deseen contribuir a este debate están cordialmente invitados.



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